El día de hoy he seguido los consejos de la chica del hostel. Por cierto, cada vez me gusta más.
El plan comienza por acercarme al parque nacional de Namsan. Para ello se puede coger cualquier autobús, en frente de la parada de tren, que empiece por 5 (entre el 500 y el 508). El viaje (1500krw) dura escasos 15 minutos, hasta la parada de Samneung.
Desde allí sale un recorrido "clásico" que te permite volver en el autobús hasta Gyeongju. El recorrido se supone de 4-5horas. No obstante, mi intención, por falta de tiempo era, atravesar el parque de Oeste a Este para así poder tomar el autobús 10 u 11 (ambos valen, pues son circulares, cada uno en una dirección contraria al otro).
El recorrido cumplimentado no ha sido exactamente el previsto, pues he salido un poco más lejos de lo pensado inicialmente. Se trata de un monte mucho más bajo que los de ayer (no llega a los 500 metros), si bien hay tramos de cierto esfuerzo. Sobre todo en algunos tramos que se han de hacer a modo de rapel, descendiendo por una cuerda con nudos.
El recorrido planificado por la Lonely Planet

El que yo he hecho al final
El paisaje tampoco es tan bonito como el de ayer en Gayasan. No obstante, no deja de ser chulo andar por el monte, aprovechando otro día que no llueve y con una temperatura más agradable aún (22ºC).
Al de unas cuatro horas de caminata he conseguido salir (no sé dónde), pero he llegado a la carretera por la que pasa el autobús 10 y 11. Por cierto que he tenido suerte, pues no he esperado más de 5 minutos antes de pasar. El viaje dura unos 20' (1500Krw) y no tiene pérdida, pues es donde se baja todo el mundo.
La entrada a Bulguksa es de 4000 krw. Se trata de un templo muy frecuentado por coreano, incluso por varios turistas (me ha parecido ver a tres o cuatro occidentales, todo un éxito).
Lo mejor del templo, en mi opinión, es su ubicación en la montaña. Porque por lo demás, no le encuentro ninguna explicación sobre por qué es tan frecuentado.
Lo que sí merece la pena, es una sacrilegio no visitarlo, es la gruta de Seokguram. Se encuentra a unos 50' minutos por un sendero cuesta arriba. Tiene también un precio de 4000 krw. Lo más relevante que hay allí es la estatua en piedra, muy lograda, de un Budha sendante. No se permite hacer fotos, por lo que tendré que recurrir a San Google.

Para quienes sean reacios a andar, puede coger el bus nº12 en la parada donde se han bajado con el 10 o el 11. Éste les llevará al parking de Seokguram. Desde allí tendrán que caminar escasos 700 metros por una senda sin apenas pendiente.
Para la vuelta se puede repetir el proceso, aunque esta vez no hay excusa para coger el bus 12, pues es toco cuesta abajo (media hora caminando).
Para regresar se puede coger el circular 10 o el 11, pues en realidad, estás más o menos a la misma distancia en ambas direcciones del centro de la ciudad. Yo cogí el primero que vino, el cual se llenó en la siguiente parada, donde subieron por lo menos 20 escolares y una viejecilla. Le dejé sentarse a la viejilla en mi asiento y con timidez, pero claridad, declamó un thank you, que provocó la carcajada (no exagero) de todo el autobús. Se ve que les sorprendió que supiera decir gracias en inglés.
Me bajé en la parada que está frente a la estación y junto al albergue. Como eran las 16:30 y no había comido aún, me paré en la tasca de ayer noche y esta vez pedí mantoo, una especie de Dumpling soup. También sin picante.
Estaban realmente ricos… o es que yo tenía realmente apetito. (4500 Krw)
De allí, para el hostel, a tomarme mi café de sobremesa (llevo sticks de nescafé en todos mis viajes). En la cocina de la casa estaba una chica colombiana (Juanita) “hipermegasimpática”. Enseguida hicimos amistad, pues hablar castellano ayuda un montón. Ella está estudiando el idioma (os lo juro) durante unas siete semanas en Seoul y ha venido con una compañera francesa a pasar el finde en Gyeongju. Se nos ha pasado el tiempo volando, le gusta Neruda y eso ayuda mucho… hasta que ha comentado Caroline (la chica de Niza) que tenía hambre, que querían comer un Gimbab. Así que les he acompañado al que me recomendó la dueña de la casa. Aunque sólo eran las 19:30, es decir, había comido hace tres horas, me he pedido un Gimbab de atún. Jodé si tenían hambre, como que se han terminado sus platos antes que yo empezar el mío. En definitiva, que hemos compartido mi TUNA Gimbab, que estaba realmente rico.
Como aún teníamos tiempo de dar una última vuelta por la ciudad, les he recomendado que visiten el estanque y parque Anapji , que tan bonito me pareció ayer. Yo por mi parte, después de comprar el típico postre de la ciudad, Gyeongju bread, (bastante insípido) me he acercado a un puente con una iluminación preciosa, un poco más lejos que el resto de atracciones. De hecho, me ha costado encontrarlo por la noche, ya que hay que ir por una zona muy poco transitada. Bendito googlemaps.
Como siempre, las fotos no reflejan fielmente la belleza de lo fotografiado. Puente Woljeonggyo
De allí ya para casita, donde he empezado a escribir la entrada del día, hasta que ha venido Juanita y nos hemos puesto a hablar hasta la madrugada. Menos mal que mañana no toca madrugar, pues marcho a la mañana directamente a Busan.