Hoy es el último día que voy a visitar Tokio propiamente dicho, pues mañana toca el Fuji y el resto de días Disney.
Ayer pensaba acercarme a caminar por la zona de Takao, pero el cansancio acumulado y el tiempo que me llevaría me ha hecho desistir. Hoy tiene que ser un día de relax. Como siempre, Frög está de acuerdo conmigo.
Así que después de descansar y bien desayunar, nos hemos desplazado a Ueno, que lo tenemos a unos cinco minutos caminando. En primer lugar he ido a la estación a comprarme un pantalón de pijama. Sí, ya sé que es un poco tarde, después de más de una semana que hace que tuve que tirar los anteriores, pero bueno, ya los tengo y basta de autocrítica.
En la zona de Ueno, con un calor achicharrante otra vez, nos hemos movido por el parque, y sus sombras. La zona del estanque con lotos, bastante fea, la verdad. La de las barquitas con forma de cisne, bastante mejor.
En la zona, tranquila, pero con bastantes paseantes locales (al parecer hoy celebran una festividad nacional en Japón) hemos paseado entre varios templos y santuarios. La pereza era tal, que hemos optado por no visitar el museo nacional, a pesar de que en el futuro me lo echaré en cara.
El templo de Toshogu (600Y) lo hemos visto sólo por fuera, ya que se pueden visitar gratis los santuarios próximos de Gojo-Tenjin, kiyomizu Kannondo y el templo de Bentendou, el más hermoso.
Toshogu
Kiyomizu kannondo:
Bentendou:
En la misma zona se encuentra el pequeño zoo de la ciudad. Al igual que el museo hubiera sido una visita obligada (me gustan mucho) si Tokio hubiera sido el origen del viaje y no su último destino.
El tórrido calor puede con nosotros y hace que para desplazarnos al vecino distrito de Asakusa optemos por coger un tren privado (190Y, 5 minutos).
Asakusa está petado de turistas occidentales, como yo mismo, que tenemos la oportunidad de comprar baratijas y souvenirs por doquier.
Asimismo destaca por tener altos edificios y rascacielos. Entre ellos el más alto de Tokio, bastante feo de día, aunque gana con la tenue iluminación nocturna: el Sky tree
Para verlo mejor, pues no íbamos a subir (2400Y), nos hemos colado por la escalera de incendios de un edificio y hemos subido hasta la terraza del mismo. Además hacía una brisa muy fresquita allí arriba.
La zona más frecuentada de Asakusa, hasta el punto de haber dificultades para andar, es la que está entre la enorme puerta kaminarimon y el templo Senouji.
Es la calle Nakamise. En ella hay cientos (no es exageración) de puestos que venden de todo. Desde auténcicas tonterías chinas "made in Japan", por supuesto, hasta productos más elaborados y bastante caros (por no decir, muy caros). He aprovechado para comprar los regalitos, que espero entren en la mochila (en el hueco donde estaba el chorizo).
Por cierto, también he comido un helado... que no era de mango. Hostias, estaba cojonudo. Y era sólo de leche. Como suena. leche de Hokaido. Increíble. Sabía a la leche que tomaba de pequeñito, cuando teníamos que hervirla (hasta tres veces) porsiaca... qué recuerdos!
Desde Asakusa, ya eran las 15:30 nos hemos ido acercando al Hostel (15 minutos), buscando algún supermercado donde comprar tonterías para la ascensión de mañana, y algún restaurante donde comer. Si estuviera viajando por mi cuenta, seguro que hubiera visitado una cuarta parte de los restaurantes, pero es que a Frög le encanta lo de sentarse y comer con aire acondicionado... Hoy ha tocado, por vez primera, un restaurante de Sushi, que está a un minuto del albergue. Es la primera vez que como sushi en mi vida. He de reconocer que estaba muy rico y que Frög ha elegido muy bien y barato (he probado unos siete diferentes y hemos pagado en total 7 euros escasos). Sin embargo, he de reconocer que estoy un poco hasta el moño del arroz cocido... jodé, que quiero mi comida vasca, mi chuletón y mis begihaundis...
Por si alguien entiende:
Son Tamago, Maguro, Negitoro, Geso y Nago.
Como le había propuesto, nos quedamos a descansar unas horas en el hostel (ahora estoy escribiendo en este rato de relax) para acercarnos a la noche a la zona de Odaiba. Sólo un ratito que mañana tenemos que madrugar hacia las 4:30am.