Si hay alguna otra persona interesada en un viaje similar, no por la Costa sino por los Parques Naturales que atraviesan todo el Oeste, de Sur a Norte, ha de saber que para subir hasta el Norte hay unas 13 horas de camino. Vamos que si hay un loco como nosotras que se anime que levante la mano
Si dividimos nuestra aventura en tres partes imaginarias, la primera está relatada en los 10 días que transcurren durante las etapas anteriores. La segunda parte incluye los Parques Nacionales de Glacier, Yellowstone y Grand Teton.
En un viaje tan largo y, sobre todo, tan lleno de contrastes, pasar de los desiertos de Arizona y Utah al verde y exuberante norte de Idaho, Montana y Wyoming es un cambio tremendamente radical.
Decidimos dividir esas 13 horas en un par de jornadas intentando, eso sí, añadir valor a las mismas, viendo algunas cosas por el camino con intención de suavizar la paliza de kilómetros.
La primera jornada pasamos por Salt Lake City (seas o no religioso, conocer la historia rocambolesca de los mormones puede despertar tu curiosidad), pasando por lugares de Idaho donde se asentaron los pastores vascos, y llegando a la ciudad donde habíamos elegido pasar noche, Idaho Falls.
Ésta última, es una ciudad bastante interesante y agradable para pasar unas horas. De hecho, nos resultó una buena elección para pasear, visitar las cascadas que dan nombre al pueblo, el bonito parque donde se asientan y el icónico templo mormón que podéis ver desde casi cualquier punto.
Fotos de Idaho Falls: Arte urbano, Parques, Cascadas y un Templo Mormón.
Al día siguiente madrugamos con el ansia de llegar a uno de los lugares más deseados del viaje, un parque buscado desde el 2008 y que, por diferentes circunstancias, hasta ahora su visita se había visto frustrada. Por eso quisimos dedicarle 3 noches, una en su lado oeste y dos más en el este y poder visitarlo exhaustivamente.
Glacier National Park no es un Parque muy conocido en los foros, cuesta encontrar información y también alojamiento dentro del Parque. Pero, con la experiencia de haberlo disfrutado, puedo aseguraros que encontraréis pocos lugares de tanta belleza en el mundo.
Es un Parque que comparte territorio y gestión entre Canadá y EEUU, aunque la mayor parte de su espacio está en EEUU. Ahí veis las 2 banderas y los preciosos Autobuses Rojos del Parque:
El hecho de pertenecer a dos países lo convierte en un lugar muy particular, además de su historia, la de los nativo-americanos que aquí tenían su hogar, la belleza de las rocosas y los paisajes alpinos, su fauna y una de las carreteras de montaña escénicas consideradas más bellas de la tierra, por algo se llama Going To The Sun.
Con esa carta de presentación espero haberos contagiado, al menos en parte, el entusiasmo y pasión que me despierta a mí este lugar.
Explicar también que, aunque hasta ahora habíamos visto fauna (conejos, ardillas y otros roedores, elks y otros cérvidos, águilas, etc.), a partir de aquí empezaba el verdadero Safari que el destino nos tenía preparado. Ya en el primer trail grande de Glacier, Zas! El primer oso
Glacier National Park (válido el Pase Anual):
Estancia Mínima: 2 Días
Estancia Recomendada: 3 Días
Lo Mejor:
Una de las Carreteras Escénicas de mayor belleza en el mundo.
Rutas de senderismo impresionantes.
Su fauna.
La sensación de estar en las rocosas canadienses (nos resultó una extensión del viaje del año pasado).
Una menor masificacion que en otros parques.
Lo Peor:
La escasa oferta de alojamiento dentro del Parque.
Recomendaciones:
Reservar el alojamiento dentro del Parque con mucho tiempo de antelación.
Comprobar el estado de las carreteras pues la Going to the Sun no se suele abrir hasta Julio por la nieve, chequear la web del Parque y consultar con los rangers o en los Visitor Center el estado de los trails, los avisos de oso, etc.
Recomendación General:
Podéis conocer este Parque bien planificándolo en vuestras Rutas desde Yellowstone y Grand Teton o bien desde los viajes a las Rocosas Canadienses.
Lo más frecuente es dividir el tiempo en un tercio para la parte oeste y dos tercios para la parte este. Y recorrer su hermosa espina dorsal, claro, la Going to the sun.
Nosotras nos alojamos la primera noche en el Lago McDonald, en el Motel Lake McDonald - Motor Inn Room, y las 2 siguientes en Babb, en el Montana's Duck Lake Lodge.
Voy a hacer un KitKat en este momento para comentar que el “peor” hotel del viaje probablemente fue éste último. Y lo pongo entrecomillado porque no estaba nada mal, lo que ocurre es que el resto de alojamientos resultaron ser extremadamente buenos, haciendo realmente útil el trabajo de investigación y comparación antes de reservarlos (por tripadvisor, trivago y otras páginas similares).
Informaciones de interés:
Sobre el estado de la carretera Going To The Sun.
Sobre las Rutas de Senderismo.
Sobre los Shuttles, por si no queréis ir en vuestro propio coche.
La tarde que llegamos desde Idaho Falls, tras hacer el Check In, ya recorrimos parte de la carretera escénica e hicimos un trail muy asequible, casi sin desnivel, corto y repleto de enormes Cedros, como bien indica su nombre: el Trail of the Cedars.
Evidentemente, cuando has visto las más enormes Secuoyas de la tierra (en California) y los Cedros más espectaculares (el año pasado en la Columbia Británica), este hermoso bosque de Cedros puede no resultar tan increíble, pero, sin duda, es un sendero muy agradable y a nosotras nos sirvió para tomar un primer contacto con Glacier y estirar las piernas tras un largo viaje de carretera.
Al día siguiente empezaba uno de los días más especiales del viaje. Todo lo planificado nos apetecía sobre manera: recorrer la Going To The Sun, los trails programados y profundizar algo más en la cultura nativo-americana que tanto nos interesa.
¿Qué decir de la Going To The Sun? Sólo por recorrerla merece la pena venir hasta estos espectaculares paisajes de montaña.
Nota cinéfila: esta carretera aparece en El Resplandor, Blade Runner o, de nuevo, Forrest Gump.
Antes que os hable sobre las dos fantásticas rutas que hicimos en ese día, os dejo información sobre los Trails de las zonas del Logan Pass y el Many Glacier.
Tras recorrer la carretera escénica hasta el Logan Pass, auténtico epicentro y punto de inicio de grandes Rutas de Senderismo, aparcamos y, tras pasar por el Visitor Center, iniciamos la marcha del Hidden Lake Overlook (una de esas Rutas de “no se puede pedir más por menos”).
No sé cuán andarines sois, pero para las personas que nos gusta el senderismo ésta no es una ruta dura. Son unos 5 kilómetros, ida y vuelta, y un desnivel moderado. Íbamos en previsión de algunos foreros que a principios de julio aún lo habían encontrado con nieve y la hora y media de la ruta se había convertido en 3 horas. Pero, aunque había nieve en algunas zonas, el camino estaba limpio.
Cómo describir la sensación de ver, y pisar algo de nieve, tras semana y media a los más de 40 grados del desierto. Pues curiosa y divertida. De repente el cuerpo no entiende que se rocen los 0 grados y que la altitud ronde los 2.200 metros
Los paisajes son maravillosos en todas las partes de la ruta y, de principio a fin, te sientes privilegiada por estar allí. La hermosa niebla que rodea las montañas se va abriendo y empiezas a vislumbrar los picos, los restos de nieve, los valles, las cabras montesas, el imponente lago y los gritos de Bear!! Un oso???, un oso?? Así a lo loco y por el camino? Pues efectivamente. Ante la aglomeración de curiosos, los rangers ponen todos sus esfuerzos por espantar al pobre, y gran, Grizzly macho que con tanto jaleo está más estresado que furioso.
Allí nos quedamos todos maravillándonos con su huida hacia el bosque del lago y con el olvido, lógico por el shock, de inmortalizarlo convenientemente. Algunas muestras lejanas de este fantástico ejemplar de gran macho de Oso Grizzly.
Con tanta excitación nos quedamos un buen rato a comentar la jugada con otras personas, charlar con los Ranger y disfrutar del paisaje.
A la vuelta y con una alegría desbordante (si supiéramos entonces que la fortuna aún os depararía 10 osos más ), hicimos el camino de vuelta encantadas, saludando a nuestras amigas las cabras montesas y charlando con las personas (y esto iba a ser una tónica repetida durante todo el viaje) que se interesaban por saber de dónde veníamos, que idioma hablábamos (no lograban identificarlo con el español, supongo que por nuestra apariencia tan poco “latina”, y nuestro acento. Nos llegaron a preguntar si era rumano) y cómo estaba la situación en España, de qué zona éramos y muchas otras cosas más.
Hemos estado unas cuantas veces en EEUU, pero nunca habíamos hablado tanto y tan a menudo con los americanos. Sobre todo en el norte se han mostrado como seres curiosos y “auténticos”. Muy sociables, con un interés genuino por nosotras, por nuestra cultura y otros aspectos, y con un conocimiento, no sólo de España en general sino de Euskadi y Galicia en particular, muy alejado de ese estereotipo de yankee patriota y cazurro que nos sitúa geográficamente más cerca de México que en Europa.
Continuamos camino por la "carretera que te lleva al sol" hacia Many Glacier, quizás la zona más importante del Parque. Y, tras comer y visitar Swiftcurrent Inn, con sus tiendas, información y estupenda cafetería, nos dirigimos al inicio del Trail estrella, tan deseado por nosotras: El Iceberg Lake.
La ruta son unos 16 kilómetros y podéis calcular unas 4 horas de duración.
Una ruta maravillosa, con desnivel pero que es muy tendido y se va salvando poco a poco, con unos paisajes que te quitan la respiración, con una flora alpina preciosa, con cascadas, osos (prepararos para ir gritando a cada curva o zona boscosa, llevar cascabeles y el resto de recomendaciones que os darán en los Visitor Center), bosques, ríos y culminados por un lago con icebergs, de ahí su nombre (aunque evidentemente julio y agosto son los meses cuando los icebergs se deshacen casi por completo).
Algunas fotografías de la Ruta:
Y del Broche Final: el Iceberg Lake:
Tras un día con tantas emociones, tan completo y variado y, también, tan cansado nos dirigimos al hotel a cenar y comentar todo lo vivido, las sensaciones, las impresiones y la fortuna que habíamos tenido durante ese par de días en Glacier.
Por la noche las tormentas y aguaceros previstos se materializaron y no auguraban nada bueno para nuestro plan del último día en el Parque. Efectivamente a la mañana siguiente seguía lloviendo con fuerza y el intento al Grinnell Glacier Trail se vio frustrado. De hecho, éste fue el único momento planificado que se malogró en un Viaje de casi un mes.
Tuvimos que hacer uso de un Plan B y recorrimos los Visitor Center, vimos sus películas e interesante información sobre los Blackfeet, los nativo-americanos originarios de estas tierras (a nosotras nos apasiona su historia), compramos libros, visitamos el fantástico Many Glacier Hotel, y ya por la tarde cuando el tiempo mejoró pudimos ver otras zonas del parque y recorrer, por última vez, la Going To The Sun. ¿La veis?
El resumen de nuestra experiencia en Glacier es óptimo, y ha sido una primera aproximación para abrirnos el “apetito” a descubrirlo más profundamente. De hecho, nos ronda la idea de un viaje al completo por Montana, Oregon y Washington. Pasar una semana con toda la tranquilidad del mundo en una de las muchas cabañas que pueblan sus lagos nos parece un estupendo plan de vacaciones.
Al volver del viaje descubrimos con tristeza que un incendio estaba afectando a varias áreas en Glacier y de hecho, unas semanas después aún no está controlado
Os recomendamos encarecidamente que os planteeis conocer un Parque tan Magnífico como Glacier National Park