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ZWIERZYNIEC Y EL MONTÍCULO KOSCZIUSKO
ZWIERZYNIEC Y EL MONTÍCULO KOSCZIUSKO
Ruta en bici desde la Calle Cybulskiego, en el distrito de Piasek, hasta el Montículo Koscziusko, pasando por el Monasterio de las Norbertinas
Sábado, 10 de Octubre, 2015
Tras despertarme, ducharme y desayunar, bajé a recepción y pregunté por un supermercado cercano: Hay uno de la cadena Lewiatan en la Calle Krupnicza. Compré pan, embutido, fruta y agua. Cogí la bici y pasando delante de la iglesia del Convento de las Hermanas del Sagrado Corazón de Jesús -construída entre 1895 y 1900- , atravesé el distrito de Nowy Swiat hasta llegar hasta el Vístula.
Frontal de la Iglesia del Sagrado Corazón
Una vez llegado al Vístula no hay más que seguir el carril de bicis que transcurre junto al río hasta que se acabe, al cabo de 1.5 kms aproximadamente, donde hay que volver a la carretera para cruzar un puente sobre el río Rudawa, afluente del Vístula. Junto a éste puente, en la confluencia de ambos ríos sobre una roca, se encuentra un monasterio fortificado: el Convento Premonstratense de San Norberto (Hermanas Norbertinas, "Klasztor Norbertanek") fundado en el siglo XII pero remodelado en numerosas ocasiones hasta tomar el aspecto barroco que tiene hoy en día.
Rodeé el edificio, hasta encontrar en uno de sus lados, junto al Rudawa la entrada a un patio con una estatua en el centro
Patio del Convento de las Norbertinas
Candé la bici y fui a una de las puertas, que tenía un cartel en polaco que decía que el horario de visitas era de 9 a 10.30 de la mañana Pero esa puerta se abrió y de ella salió un individuo de unos 40 años de edad realmente grande de 1.90 o 1.95 de altura y que fácilmente pesaría 120 o 130 kgs. Así que le pregunté en inglés si habría posibilidad de visitar la iglesia. Bueno pues el tipo, al que bauticé con el nombre de Wojciech (por el mero hecho de que es un nombre muy polaco: No procedía llamarle Paco o Manolo) comenzó a hablar... y a hablar... y a hablar -en polaco, claro- toda una secuencia de parrafadas llenas de "palabros" abarrotados de consonantes y, de vez en cuando, alguna que otra vocal despistada. Me hizo una señal para decirme que le siguiese. Comenzamos a atravesar el patio, raja que te raja. De repente, cuando nos hallábamos más o menos en el centro, dejó de caminar ¡Pero seguía hablándome... ! Yo me eché a temblar.
Al cabo de dos o tres minutos dándole al palique polaco sin parar, reanudó la marcha -y yo, siguiéndole como un perrito- para dirigirse hacia una de las puertas que había en el otro extremo del patio (la que aparece en la foto), entrando en un oscuro portal. Golpeó con los nudillos de su manaza en una de las paredes ( ¡¡ Toc-toc-toc !!) y de una abertura se abrió una chirriante portezuela:
- ¡¡¡Ñññeeeeeeeeeeekkkkk...!!!!
... que mostraba una celosía tras la cual había una monja, que preguntó:
- ¿Quién perturba la paz de este convento?
Fue Wojciech el que habló:
- Ave María Purísima
- Sin pecado concebida, hijo.
- Verá, Madre: Una vez terminada mi tarea, y cuando me disponía a encaminarme hacia mi casa, me he cruzado con este caballero que evidentemente procede de algún país lejano ya que no habla nuestro idioma pero que he percibido por su aspecto que se trata de un hombre de espíritu compasivo, alma generosa, alegre en su actitud, firme ante la contrariedad, voluntarioso, trabajador, magnánimo de pensamiento, reflexivo , bondadoso, íntegro, perspicaz a pesar de lo distraído de su expresión, optimista, paciente, sociable, respetuoso y de profunda espiritualidad, que se demuestra por el hecho de querer visitar -procedente de tan lejos- la humilde Iglesia de nuestro Convento. Así que le rogaría que, a pesar de ya no ser horas, tuviese usted a bien hacer de este caso una excepción.
Entonces la monja, dando un salto desde su silla, se levantó diciendo:
- ¡Loado sea el Cielo!
Y dirigióse rápidamente a abrir la puerta que daba acceso al claustro y la Iglesia. Agradecí a Wojciech el gesto diciendo
- Dziekuje
Pero debí pronunciarlo o muy, muy, muy bien ... O muy, muy, muy mal porque percibí que Wojciech puso cara de sorpresa y me respondió diciendo con su atronadora voz un octosílabo eslávico-polaco de una fuerza expresiva tal que se agitaron las centenarias paredes del convento y se despeinaron los cuatro pelos que aún quedan sobre mi cabeza. Pero tranquilos: Nada grave que un buen peluquero no pueda solucionar
Me despedí de Wojciech y me fui hacia la puerta del claustro, donde estaba la monja esperándome. Vi que el claustro era realmente bonito y muy bien cuidado, pero la norbertina no me dio tiempo a apreciarlo bien pues me señalaba la puerta de entrada de la Iglesia de San Agustín y San Juan Bautista, que está en la misma esquina del claustro. Entré y admiré el interior del templo de estilo neoclásico (siglo XVIII) y muy bien cuidado. Observé que la monja me observaba, así que decidí sentarme en uno de los bancos y rezar con mucha devoción una plegaria a la Virgen para pedirle la milagrosa y pronta recuperación de los metacarpianos y falanges de mi mano derecha que habían quedado en un estado asaz lamentable a causa del apretón de manos de despedida del amigo Wojciech.
Interior de la Iglesia del Convento Premonstratense de San Norberto
Me llamó especialmente la atención el coro. Aquí tiene que haber una acústica increíble. Me estaban entrando unas ganas irresistibles de subir y echar unas canturriadas, pero luego me lo pensé una segunda vez, reprimiendo mi ímpetu musical, pues no creí procedente hacerlo, no fuese a ocurrir que la norbertina superior del convento apareciese corriendo a toda velocidad gritando:
- ¡¡¡ ¿¿¿ PERO QUIÉN RAYOS PERTURBA LA PAZ DE ESTE CONVENTO ??? !!!
Coro de la Iglesia del Convento Premonstratense de San Norberto
Me despedí de la monja y salí del lugar, que se sitúa en la Ulica Koszciuski, para tomar la primera calle a la derecha, llamada Sw Bronislawy. Justo ahí hay unas cocheras de tranvías, pues hay que decir que las líneas 1, 2 y 6 terminan justo aquí, en la parada llamada "Salwator", procedentes del Stare Miasto y del centro de la ciudad.
La calle Sw Bronislawy es cuesta arriba y, al principio, bastante empinada pero no importa porque es aquí donde merece la pena hacer una parada para ver dos iglesias: A mano izquierda de la calle está la capilla de Santa Margarita (Kosciol Sw Malgorzaty), de planta octogonal y totalmente de madera. Tiene en la entrada una estatua de Juan Pablo II. Justo enfrente de esta capilla hay una iglesia: La de San Salvador (Kosciol Najswietszego Salwatora), que es una de las más antiguas de Cracovia, pues se construyó en el siglo XII, destruída durante la ocupación sueca y reconstruída en el siglo XVII. Es realmente bonita pues mantiene su carácter románico. Está rodeada por un pequeño cementerio con tumbas del siglo XIX. Ambos templos se encontraban cerrados, así que no pude ver su interior.
Capilla de madera de Santa Margarita
Iglesia de San Salvador
Seguí subiendo por la calle Bronislawy y luego por la Aleja Jerzego Waszyngtona (es decir: la "Avenida de George Washington") todo cuesta arriba y flanqueada por muchísimos árboles. A mano izquierda está el cementerio de Zwierzyniec -al que no entré-. Esta avenida en realidad consiste en la subida a la colina de Sikornik de 333 metros de altura, sobre la cual -y al final de la Avenida- se encuentra el Montículo de Koszciusko. Para acceder a él hay que pagar 8 zlotys. Lo primero que ves es la Capilla de Santa Bronislawa, que se sitúa a la entrada del montículo.
Zwierzyniec: Subida a la Colina de Sikornik por la Avenida de George Washington
El Montículo de Koszciusko tiene 34 metros de altura (sobre los 333 de la colina hacen 370 metros de altura) y 80 metros de diámetro. Se construyó entre 1820 y 1823 como homenaje al héroe nacional Tadeusz Koszciusko. Está rodeado de una fortificación construída en tiempo del Imperio Austro-Húngaro, que por aquellos entonces les daba por fortificarlo todo. Hoy esa construcción está ocupada por un hotel y las oficinas centrales de la emisora de radio RMF. Es muy interesante admirar las sorprendentes vistas de Cracovia a medida que se sube a su cima.
Aunque el día era despejado, corría mucho viento y en la cima del montículo hacía un frío terrible. Una de las panorámicas que más me impactó fue la que se muestra en la siguiente foto:
En esta foto, tomada desde la cima del Montículo de Koszciusko (Kopiec Koszciuski), se puede ver en primer término el complejo de Wawel con la Catedral y el Castillo. Los dos puentes que están a mano derecha son los dos que unen Kazimierz y Podgorze: El Puente de Jose Pilsudski (para vehículos) y el Puente del Padre Bernatek (para peatones y ciclistas). Estos dos puentes se encuentran aproximadamente a un kilómetro de distancia de Wawel. Pero lo más impresionante son las chimeneas que hay justo detrás, que son las de la planta de energía térmica de EDF Kraków SA , porque parece que se encuentran relativamente cerca, pero no es así: La distancia que hay entre ella y Wawel es de 6.5 kms., lo que nos hace pensar en la inmensidad del tamaño de la planta. Inicialmente pensé erróneamente que se trataba de Nowa Huta, basado en ciertas fotos que he visto online con la información equivocada y en el hecho de que la superficie de Nowa Huta quintuplica a la del Casco Histórico de Cracovia (Stare Miasto): El proyecto industrial y urbanístico socialista estaba basado en el gigantismo. He de agradecer al forero maszpa por su ayuda.
Una vez que descendí del montículo, me dispuse a dirigirme al siguiente punto de mi excursión del día: El Monasterio Camaldulense de Bielany, pero esto lo cuento en la siguiente etapa.