Los templos de Angkor ✏️ Diarios de Viajes de CamboyaDurante 3 meses he estado preparando con mucho cariño y paciencia un viaje a Tailandia y Camboya. Una rápida escapada a los templos de Angkor, no debería considerarse el país entero, pero así lo he llamado desde que decidimos el destino. Al...Diario: LAS MARAVILLAS DEL MUNDO SON MAS DE 7⭐ Puntos: 5 (24 Votos) Etapas: 21 Localización: GlobalDurante 3 meses he estado preparando con mucho cariño y paciencia un viaje a Tailandia y Camboya. Una rápida escapada a los templos de Angkor, no debería considerarse el país entero, pero así lo he llamado desde que decidimos el destino. Al regresar el viaje se ha convertido en Camboya y Tailandia. Quizás haya sido porque el país de Siam nos ha dejado un poco indiferentes, incluso decepcionados, pero la razón principal es que nada con lo que se combine la visita a Angkor merece situarse por delante de ellos ni siquiera en un título. Lo que hemos visto a lo largo de tres días no tiene parecido en ningún lugar, nos hemos quedado impresionados. Tanta cantidad de piedra, tanto relieve, tanta perfección. Se le dice la octava maravilla, los templos de Angkor. Por muchos argumentos podría estar en puestos más cercanos al primero. Nuestra llegada a Siem Reap fue en avión desde Bangkok, la forma más rápida y cara de desplazamiento. En el aeropuerto nos esperaba el conductor que habíamos contratado por internet, recomendado en el foro de losviajeros.com y que no nos dejó muy buen sabor de boca. Poco implicado y caro, muy caro. Recuerdo que el último día tuvimos ya alguna tirantez con él aunque, como decía mi abuela, si al hablar no has de agradar es mejor callar. Mi consejo para este asunto, contratar directamente al llegar al hotel. Hay mucha oferta, no os quedaréis sin transporte os lo aseguro. Los precios son muy ajustados y hay conductores de tuktuk más simpáticos y predispuestos que el que nosotros tuvimos. Me atrevo a hacer esta afirmación porque en los dos días siguientes tuvimos que coger varios tuktuk que nos llevasen hasta el mercado y de vuelta al hotel. Ahí pudimos conocer cómo se movían los precios y que el conocimiento de todos ellos sobre los templos era adecuado para los desplazamientos que se realizan normalmente. El hotel que escogimos fue Golden Mango Inn. Una joya. Una habitación de lujo para lo que estamos acostumbrados, una piscina perfecta para refrescarse después de una agobiante jornada viendo templos sudando sin parar, ordenadores con wifi gratuitos y un personal eficiente y muy agradable. Nos mantuvieron los dos días la piscina iluminada fuera del horario permitido, con complicidad para que siguiéramos disfrutando de ella. Quizás el restaurante se quedaba un poco débil pero relación calidad-precio inmejorable. Dejamos la maleta en cero coma y salimos a visitar Angkor Wat. Todo el día lo habíamos dejado para este templo y es que tiene tanto que ver que medio día como suele ser lo habitual nos parecía insuficiente. Allí comimos, en los puestecitos que hay en el lateral. Construido en menos de 40 años por Suryavarman II fue conocido en su época como la morada sagrada de Visnú. Su nombre actual significa “ciudad real que es monasterio”. El lago que lo rodea fue cavado a mano, no es natural, y su función es estabilizar el terreno que de lo contrario hubiera causado el derrumbe de la estructura en las épocas de monzón. Con la guía bien estudiada y subrayada empezamos la visita siguiendo a pies juntillas el recorrido. Son muchos los puntos a ver, galerías, las misteriosas bibliotecas.. Lo que más tiempo nos llevó fue recorrer y disfrutar el bajorrelieve más largo del mundo. Esta en los muros de este templo y relatan historias de la mitología hindú. Narran historias que coinciden con las de otras partes del mundo: el juicio de los muertos, batallas entre dioses y demonios, la creación del cielo y la tierra.. Hay en ellos tal cantidad de detalles y son tan largos que da para todo un día entero su contemplación. Y se nos fue lo que quedaba de mañana. Me recordaron en muchos momentos a los relieves que se muestran en el museo de Londres. El mediodía nos perdimos por el complejo, saliendo por un lado, volviendo a entrar por otro y descubriendo una gopura aquí, unas bailarinas allí. Prácticamente estábamos solos, esas horas es mejor evitarlas. Pero es la mejor hora para disfrutar un lugar mágico y tan irreal que se puede soñar despierto en él, es una auténtica maravilla. Pasamos la noche y cenamos por el market Street, viendo las brillantes luces de karaokes discotequeros para turistas, y las sombras de otra realidad que convive con esta, mas underground, mas especial, más ilegal. Nuestra siguiente jornada la dedicamos a los otros dos puntos obligatorios de Angkor: Ta prohm y Angkor Thom. El primero, templo budista de finales del siglo XII se encuentra en medio de la selva asfixiado, literalmente, por la naturaleza. Conocido por su aparición en una película, muestra cómo se encontraban la mayoría de los templos cuando fueron descubiertos. Se ha restaurado con esa intención. Una inscripción narra con detalle cómo estaban divididos sus habitantes por aquel entonces. Casi 17000 almas formaban el personal del llamado “monasterio real”. 18 sacerdotes, 200 oficiales, otros tantos asistentes. Los pueblos que en su área de control ayudaban a mantener el complejo sumarían no menos de 70,000 personas. Ninguna ciudad europea llegaba a la mitad, con lo que se puede uno hacer a la idea de lo que debía ser este lugar. No en vano, se dice que por varios siglos esta fue la zona más poblada del mundo. Una vez más seguimos las indicaciones de la visita que sugiere la guía de Marilia Albanese para no dejarnos lo más importante. Después perdernos. A pesar de haber madrugado coincidimos con mucho turismo y pronto comenzamos a sudar como si nuestros poros fueran grifos. A nuestro conductor lo encontramos la mar de fresco, con camisa largo tirado a la bartola en la parte trasera de su tuktuk. La entrada a “la gran capital”, Angkor Thom, es para disfrutarla a una velocidad que el tuktuk, y el tráfico no permite. Ir acercándote hacia la atalaya rodeada de las caras de buda mientras 54 devas y otras tantas asuras clavan su mirada de piedra en ti, de deja interiormente una sensación del mismo material. Estos mantienen desde hace poco menos de un milenio a raya las influencias malignas lejos de la ciudad. Los contrarrestan los demonios de la puerta norte para mantener un equilibrio necesario para que se mantenga la benevolencia celestial que envía a la tierra su lluvia. El monte Neru está representado en la tierra e imagino que sus inquilinos serían vecinos de los dioses que habitaban en el monte Olimpo de los griegos. Igual eran los mismos con diferente nombre. En cualquier caso si es reflejo del que hay en la tierra tiene que ser imponente. Sientes en su visita como estas siendo observado desde lo alto por todos los ángulos. Varias caras, una misma persona que luce una sonrisa tan enigmática como la que guarda el Louvre. La vida cotidiana está grabada en sus muros. Procesiones de soldados, algunos chinos, sacrificios, y rituales sagrados son un comic en piedra milenario. Fauna también representada con todo lujo de detalles y una batalla naval sobre los tailandeses quedaron para la posteridad como los de Qadesh en Egipto. Con ayuda de la guía observamos las inscripciones que daban órdenes a los escultores de las escenas a dibujar. Es sobrecogedora la cantidad de piedra que hay en este lugar, y que parecen amontonadas, como un castillo de naipes, como una estructura de Lego. La ascensión hacia su prasat central la hacemos por donde nos llevan nuestros pies, que nos separan y encuentran cada cierto rato. Apsaras se ríen sin disimulo de nosotros mientras bailan. Las miradas no dejan de estar clavadas en nosotros, pero poco a poco se van acercando a nosotros en altura. A 43 metros del suelo está el prasat central, curiosamente en el centro de una superficie con planta en cruz griega, otro indicio de que Zeus o Atenea estuvieron supervisando las obras de construcción junto con Shiva y Visnú. Pasamos rumbo a la terraza del rey leproso por Baksei chamkrong, un templo pequeñito que suele pasar desapercibido para la mayoría de turistas. A mí me llamó la atención durante la preparación del viaje por su estructura piramidal. En él se encuentra una genealogía de reyes khmer. Aparcamos en la terraza de los elefantes donde varias decenas de monos se nos acercan con sorprendente descaro. Tras él un personaje que vende un tipo de bayas para que les des de comer por un módico precio. Les alimentamos, son tan majetes.. Observamos e inmortalizamos con la cámara toda las decoraciones que luce este muro, desde los leones hasta las kinnaris, figuras femeninas aladas que, una vez más, nos recuerdan a figuras similares de la cultura griega y persa. Andando llegamos al santuario que recibe el nombre de Phimeanakas. Seguimos al templo de Bakong, considerado un prototipo del primer periodo de construcción angkoriano, un templo-montaña. Un templo en el que también se aprecia su construcción en pirámide escalonada. Tras este otro templo, y otro, y perdemos la cuenta una vez empezamos a notar el cansancio en el cuerpo y el agobio de temperatura. Ya hemos hecho el planing del día. Podríamos estirarlo más pero a los dos nos viene a la mente más la piscina del hotel que la representación de Visnú sobre su montura sagrada en el dintel occidental de la parte meridional del segundo prasat de la tercera plataforma flanqueada por nagas del segundo periodo del templo X. Por hoy ya vale. Al siguiente día hacemos excursión a dos templos más alejados de la parte principal y descansar es necesario. El templo de bentai Srei fue el primer templo de Angkor en ser reconstruido y resulta curioso que no lo levantara un rey, sino dos brahmanes ricos. Para ser modesto en tamaño tiene infinidad de detalles y tallas con tanto realismo que está considerado el máximo exponente de relieves de la cultura khmer. Se nos hace bastante cansado el viaje en tuk tuk. Ayer nuestro conductor nos ofreció la posibilidad de cambiar a un coche con el consiguiente sobrecoste en el precio pactado. Insistió bastante en que era por nuestra comodidad y quizás tuviese razón. Ya le habíamos comentado los días anteriores que nos gustaría parara en alguna escuela para entregar todo el material que llevábamos. Consistía en una gran cantidad de paquetes de 10 pinturas que sobró de una campaña comercial de mi empresa. Nos recibieron centenares de pequeños con saltos y alegría a nuestra entrada, intuyo porque sabían para lo que veníamos. Los profesores del recreo también, y uno de ellos nos llevó a su despacho indicándonos cortésmente el camino a seguir cuando dejamos entrever en nuestra mochila el motivo de la visita. A cambio pudimos ver las instalaciones del lugar, incluso ojear los libros que comparten en clase. No hay para todos. Tras la visita continuamos hacia el templo de Kbal Spean. Este lugar no es un templo en sí, más bien una localización en un afluente del rio Siem Reap que un día estuvo habitada por ermitaños que tallaron durante largo tiempo imágenes divinas y símbolos en sus rocas. Nos sentimos un poco decepcionados a cuando llegamos pero el trayecto hacia el lugar, la caminata es amena y se explora con facilidad. Aprovechamos la tarde para visitar algún templo más, lo que nos llevó a la pequeña discusión con nuestro guía que comenté al principio de la etapa. El planin de este día solo incluía las dos visitas y si queríamos hacer más teníamos que pagar más. Como por el primer día que solo nos llevó a Angkor vat pagamos lo mismo que el segundo que fue el más intenso, compensamos la tarde de hoy con esa diferencia. Aun así no se nos quedó buen sabor de boca de este guía, que prefiero ni nombrar. Le pedimos que nos dijera cuanto nos cobraría por llevarnos a la mañana siguiente al aeropuerto: 8 dólares. A la llegada preguntamos al tuktukero del hotel: 4 dólares. Al final salimos a la avenida y lo pactamos por 2. Aunque suene un tanto coloquial, volvimos a Tailandia completamente alucinados de Angkor. Un lugar que merece estar en la lista de maravillas del mundo cercana a los primeros puestos. Que luego, tras la visite, cada cual la sitúe en su ranking particular en el puesto que crea oportuno…. Índice del Diario: LAS MARAVILLAS DEL MUNDO SON MAS DE 7
01: ¿y por qué solo 7?
02: Petra, la ciudad perdida
03: Todos los caminos conducen a Roma
04: Los imposibles de Egipto
05: Historias de amor en el Taj Mahal
06: Misterios incas
07: Como príncipes por Persia
08: Samarcanda, en la ruta de la seda
09: La muralla china y guerreros de terracota
10: Los templos de Angkor
11: Leyendas de Etiopía
12: Secretos mayas
13: Vaticano, el país maravilla
14: La maravillosa Grecia I
15: La maravillosa Grecia II
16: La maravillosa Grecia III
17: stonehenge, si las piedras hablasen...
18: Jerusalén, ciudad de un Dios
19: Renacimiento en Florencia y Pisa
20: Nueva York, civilización yankee
21: Rusia tiene algo que decir
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