JAIPUR! La ciudad rosa! pues no! A mí me parece que es la ciudad de los monos. Monos por todos lados, muy cuquies! Grandes, con el culo rojo o más pequeños con la cara negra, llevan a sus crías agarradas a la espalda o en la barriga. Me encantan los monos!, en Jaipur están por todos lados, sobre todo en los tejados.

Hoy ha sido un día de turismo a tope, el Fuerte ambar, que ayer ya vimos por fuera, el palacio del agua, que es dónde el marajá se iba para estar fresquito y resulta que construyeron un lago artificial y ahora el palacio está inundado y sólo quedan dos plantas por encima del agua de las cinco que tiene...cosas que pasan.

El palacio del Viento, que tampoco es un palacio sino un edificio rosa-rojo con un montón de ventanas con celosías ribeteadas en blanco que es dónde se encerraban las mujeres del marajá para cotillear lo que pasaba en la calle pero que no las viesen, y de paso estar fresquitas, porque por lo visto también soplaba viento fresquito, el caso es que aparte de la fachada por dentro no tiene nada.

Hemos paseado por el bazar, visto el palacio real, donde vive el nieto del último marajá, que resulta que tiene una puerta enorme que da a la calle principal cerrada porque por ahí sólo puede entrar él y su familia y todos los demás por la puerta de servicio! Pues vaya!
Y mi superfavorito superfavorito lugar de la india por el momento: EL TEMPLO DE LOS MONOS!!!, como podéis imaginar, lleno de monos. Pero no sólo porque haya monos sino porque además es bonito el lugar y todo lo que hay para llegar hasta allí. El templo está como todo en la India una mezcla entre viejo y sucio, yo cuando voy en el coche me voy imaginando que llevo pintura y lo voy pintando todo de colores nuevos. Aun así tiene su encanto.

En el templo de los monos hay tres piscinas de agua sagrada, una para las mujeres, otra para los hombres y otra para los monos, había un montón de peregrinos e hinduistas bañándose y cogiendo agua.
Por fin he visto la fuente, mejor dicho, la piscina donde los peregrinos cogen el agua que llevan colgando, os explico: El primer día cuando llegamos a Deli vimos un montón de hombres vestidos de naranja con unas casas como de navidad en los hombros que iban andando por la carretera, Ranbeer, nos explicó que es un mes de peregrinación y que son peregrinos que van de todas partes hasta Jaipur a coger agua sagrada. Ayer durante todo el camino los íbamos viendo, unos con cosas más grandes a los hombros, otros más pequeñas, de vez en cuando carros con música e imágenes de Shiva y en los márgenes de las carreteras hay montadas casetas muy muy grandes dónde les dan comida, pueden descansar y hay médicos. Es algo así como el Rocío o el Camino de Santiago en Españ


El fuerte Amber muy bonito, ya mi madre con las explicaciones de mira como es arquitectura mogol es parecido la alhambra, pero en indio, la verdad tiene razón, con el patio de armas, y luego los jardines y habitaciones privadas. Es verdad que se parece, pero este es más bonito, tiene un palacio lleno de espejos aunque en otras partes casi todo lo de las paredes está arrancado, YO me imaginaba al marajá y sus doce mujeres tan ponchos encima de alfombras, con seda, fruta, música, con agua corriendo para refrescarlo todo y la verdad…no vivían mal.
Al fuerte casi todo el mundo sube en elefante, pues nosotros no, por qué? Pues porque no!
Otra cosa super chula que hemos vísto hoy ha sido un Baoli, que es un pozo con escaleras para que las mujeres pudiesen bajar a por agua.



Queríamos ver el Chan Baoli que es dónde rodaron una escena de Batman the origins, pero como no pudimos parar por el tráfico, pues hoy hemos visto este, más pequeño pero mola.

Hemos comido super bien en un sitio lleno de indios, y todos por menos de 700 rupias, unos 9 euros, y para cenar el colmo, mi madre ha decidido que ya está bien de comer un montonazo y que para cenar sólo lassi, así que mi padre ha ido con Ranbeer a comprar lassi para cenar en el hotel, y ha traído lassi, que por cierto lo venden en unos vasos de barro que luego tienes que romper y obviamente mi madre ha dicho que de romperlos nada, que se los queda y también ha traído una especie de samosas picantes y pastelitos parecidos a los pasteles árabes…todo superbueno por 300rupias nos lo hemos comido después de un rato de relax en la piscina del hotel, en la que por cierto nos hemos quedado con mi padre mientras mi madre ha ido a darse un ayurvedico massage a un sitio que le ha dicho Rambeer….
Estoy cansada. Namaste. Keira
