Orchha. Sigue la tranquilidad, a pesar de todo. ✏️ Diarios de Viajes de India

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Hoy, después de levantarnos vamos al comedor del hotel para desayunar. Uno de los camareros, de malas maneras nos dice que el comedor está cerrado y que ya nos llevaran el desayuno a la habitación. Al cabo de pocos minutos nos traen el desayuno en una bandeja, comemos y después llamamos para que se lleven la bandeja. Esperamos un buen rato y como no viene nadie salimos y la dejamos en el mostrador de recepción.
Las llaves de la habitación se las dejamos a un vigilante uniformado que hay en la puerta del hotel y nos vamos. Cuarto punto negativo.
Hoy vamos a visitar, primero, los palacios Raja Mahal y Jahangir Mahal. Para acceder hay que pasar un puente sobre el río Betwa donde hay unos santones sentados los cuales, previa propina se dejan hacer varias fotos con nosotros.
Estos palacios son de pago y después de comprar las entradas iniciamos la visita a los mismos. Paseamos libremente por todos los rincones y nos metemos por todas partes. No hay nadie vigilando ni controlando nada. Estos palacios están en un nivel de conservación parecido al de ayer. La única diferencia es que en el Raja Majal hay un hotel que tampoco parece que esté muy lleno. O bien es temporada baja en la zona, o el turismo todavía no ha llegado o ya se ha ido, no lo sabemos pero hemos visto muy pocos turistas occidentales y ninguno indio.
Continuamos la visita de los dos palacios. Estos son inmensos y espectaculares, siempre hay un rincón que no hemos visto. Vivían bien los muy j...... (hoy en día también hay gente que vive igual de bien. Parece que nada ha cambiado).
Damos por finalizada la visita a los palacios y siguiendo la ribera del río, dando un paseo vamos a ver los Chatris, que son unos palacetes donde vivían los gobernadores de los Marahas. Hace una calor y una humedad insoportables. Tenemos las camisetas empapadas de sudor. Suerte que nos hemos provisto de agua, como cada día.
El lugar es muy tranquilo, hay algunas personas paseando también. Hay un puente por el que solo pasan personas, alguna moto y alguna bicicleta y al lado hay unos ghats, que son unas escalinatas que bajan hasta el río y hay gente lavando ropa, otros haciendo ofrendas rezando y echando flores al río. Hay una sensación de calma absoluta. La diferencia con las otras ciudades que hemos visto hasta ahora es abrumadora, nada que ver Delhi, Jaipur o Agra. La gente va a otro ritmo.
Ha pasado media hora mientras caminábamos y sin darnos cuenta hemos llegado a los Chatris. Hay unos cuantos por el lado del río en el que estamos. Entramos sin ningún problema puesto que están deshabitados y su estado de conservación es el mismo que el de los palacios, excelente. Seguimos y vistos cuatro decidimos regresar a Orchha para comer. Al llegar vamos a un restaurante que sale en la guía que llevamos (la Lonely Planet) y comemos con aire acondicionado para "enfriarnos un poco".
Después de comer vamos a las paradas de las dos chicas de ayer a ver que tienen con un poco de calma. Al llegar se ponen contentas y les compramos unos cuantos recuerdos. Tenemos que negociar duro. Son jovencitas pero aprietan en los precios.
Vamos al hotel y al entrar el de recepción nos dice que el conductor del tuk-tuk que nos trajo desde la estación de Jhansi había venido a buscarnos y que ya se había ido. Nos extraña bastante puesto que nos pareció que le quedó claro que tenía que venirnos a buscar mañana y no hoy. También nos dice que para mañana ya tiene previsto otro tuk-tuk que nos llevará Jhansi ya que el de hoy ya no vendrá. Le contestamos que vale, mañana hemos de marchar en tren a Khajuraho en tren y hemos de ir a cogerlo a Jhansi.
En la habitación nos quitamos un poco la calor y la humedad con el aire acondicionado. No estamos cansados pero a la que te mueves un poco estás chorreando y así todo el día.
Mientras estamos en la habitación ha hecho un chaparrón que ha durado unos 10 minutos y al salir la sensación de bochorno se ha multiplicado por 100. Ahora si que es agobiante.
Vamos a dar otro paseo por otra zona donde hay algunos templos que también podemos visitar sin problema. Están abiertos y no hay nadie. Dentro hay ofrendas y esto quiere decir que están visitados.
Ya de noche vamos a cenar donde el medio día, que nos ha gustado más que el sitio de ayer. Al salir ya no hay nadie en la calle y regresamos al hotel a dormir. Mañana toca día de tren para ir, como hemos comentado antes a Khajuraho, siguiente etapa de nuestro viaje.

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