Día 22, 13 de septiembre: Lima-Paracas-Nazca
Para esta parte del viaje contratamos una empresa local que nos llevase desde Lima a ver las líneas de Nazca y de camino nos parase en las Islas Ballestas y el PN de Paracas. La agencia se llamaba Incaland Travel, creo que ha desaparecido, pero se puede organizar perfectamente por cuenta propia. Si nosotros los hicimos así fue por los intempestivos horarios que manejábamos.
Cuando en Madrid habíamos contratado esta excursión ya sabíamos que iba a ser complicado, porque llegábamos en el avión desde la Isla de Pascua a las 23:30 a Lima y teníamos que salir a las 3:45 de la mañana del día siguiente para Paracas.
Obviamente no nos merecía la pena coger un hotel para pasar un par de horas y así se lo dijimos al de la agencia. Nos contestó que ellos ya tenían esto previsto y que en la propia agencia tenían una zona en la que se podía descansar desde que nos recogían en el aeropuerto hasta la hora de salir a Paracas. Nos pareció muy bien, pensábamos que se trataría de una sala con sillones o algo así, así que nuestra sorpresa fue mayúscula cuando el señor que nos recogió (dueño de la agencia) nos llevó dormir a su propia casa, a una habitación con dos camas. La casa era realmente espectacular. Hubo un momento en el que pensamos ¿es esto normal? ¿no será que nos han secuestrado o algo así? Pero, tras solo dos horas de sueño nos despierta para llevarnos a la estación de autobuses. Estamos tan poco acostumbrados a este tipo de cosas que nos volvemos tremendamente susceptibles. Eso sí, estábamos más cansados que preocupados porque nos quedamos fritos.
El recorrido previsto era llegar en este autobús de línea hasta Pisco, visitar las islas y desde allí ir a la reserva de Paracas. Después coger de nuevo el autobús para llegar a Nazca. La empresa del autobús es Perú Bus. Como todos los buses de Perú, son muy cómodos.
A las 7 de la mañana llegamos a Pisco, con un día gris, triste y nublado. El viaje lo hicimos bastante mal porque Rafa no se encontraba muy bien, así que no dormimos nada, que era lo que esperábamos para poder afrontar el día que nos esperaba.
En una única calle hay un montón de agencias que son las que te llevan en barca a ver las Islas Ballestas, así que, cargados con el equipaje fuimos a la nuestra, dejamos las maletas en la propia oficina y nos subimos a la barca. No recuerdo el nombre de la agencia, pero daba igual donde la contrataras, luego todos nos subíamos a las mismas barcas.
A medida que vas navegando y te acercas a las islas, en el desierto, en una ladera, se ve El Candelabro, labrado en la tierra como las líneas de Nazca.
Para esta parte del viaje contratamos una empresa local que nos llevase desde Lima a ver las líneas de Nazca y de camino nos parase en las Islas Ballestas y el PN de Paracas. La agencia se llamaba Incaland Travel, creo que ha desaparecido, pero se puede organizar perfectamente por cuenta propia. Si nosotros los hicimos así fue por los intempestivos horarios que manejábamos.
Cuando en Madrid habíamos contratado esta excursión ya sabíamos que iba a ser complicado, porque llegábamos en el avión desde la Isla de Pascua a las 23:30 a Lima y teníamos que salir a las 3:45 de la mañana del día siguiente para Paracas.
Obviamente no nos merecía la pena coger un hotel para pasar un par de horas y así se lo dijimos al de la agencia. Nos contestó que ellos ya tenían esto previsto y que en la propia agencia tenían una zona en la que se podía descansar desde que nos recogían en el aeropuerto hasta la hora de salir a Paracas. Nos pareció muy bien, pensábamos que se trataría de una sala con sillones o algo así, así que nuestra sorpresa fue mayúscula cuando el señor que nos recogió (dueño de la agencia) nos llevó dormir a su propia casa, a una habitación con dos camas. La casa era realmente espectacular. Hubo un momento en el que pensamos ¿es esto normal? ¿no será que nos han secuestrado o algo así? Pero, tras solo dos horas de sueño nos despierta para llevarnos a la estación de autobuses. Estamos tan poco acostumbrados a este tipo de cosas que nos volvemos tremendamente susceptibles. Eso sí, estábamos más cansados que preocupados porque nos quedamos fritos.
El recorrido previsto era llegar en este autobús de línea hasta Pisco, visitar las islas y desde allí ir a la reserva de Paracas. Después coger de nuevo el autobús para llegar a Nazca. La empresa del autobús es Perú Bus. Como todos los buses de Perú, son muy cómodos.
A las 7 de la mañana llegamos a Pisco, con un día gris, triste y nublado. El viaje lo hicimos bastante mal porque Rafa no se encontraba muy bien, así que no dormimos nada, que era lo que esperábamos para poder afrontar el día que nos esperaba.
En una única calle hay un montón de agencias que son las que te llevan en barca a ver las Islas Ballestas, así que, cargados con el equipaje fuimos a la nuestra, dejamos las maletas en la propia oficina y nos subimos a la barca. No recuerdo el nombre de la agencia, pero daba igual donde la contrataras, luego todos nos subíamos a las mismas barcas.
A medida que vas navegando y te acercas a las islas, en el desierto, en una ladera, se ve El Candelabro, labrado en la tierra como las líneas de Nazca.
Las Islas Ballestas son una reserva de varias especies de aves marinas, incluidas pelícanos y pingüinos, donde también hay leones marinos.
Nos gustó mucho, porque hay millones de pájaros que se lanzan en picado a comer peces al mar. Las islas, a parte del turismo, viven de la recogida del guano, o caca de las aves, una vez cada 7 años.
El movimiento del barco no hizo que Rafa no mejorara precisamente, así que tuvimos que suspender la visita al PN de Paracas y coger de nuevo el bus para llegar a Nazca a las 15:30. Una vez allí fuimos a comer algo, bueno, yo comí, y nos metimos un rato en la cama, para que el enfermo mejorara.
Después de la siesta salimos a dar un paseo por el pueblo, cenar y pronto a la cama. No fue una buena idea plantear así esta parte del viaje. Son muchísimos kilómetros y los hicimos sin dormir. Así que recomiendo disponer de algún día más y quedarse a dormir en Pisco o alrededores, para visitar esa zona y después desplazarse a Nazca.
El movimiento del barco no hizo que Rafa no mejorara precisamente, así que tuvimos que suspender la visita al PN de Paracas y coger de nuevo el bus para llegar a Nazca a las 15:30. Una vez allí fuimos a comer algo, bueno, yo comí, y nos metimos un rato en la cama, para que el enfermo mejorara.
Después de la siesta salimos a dar un paseo por el pueblo, cenar y pronto a la cama. No fue una buena idea plantear así esta parte del viaje. Son muchísimos kilómetros y los hicimos sin dormir. Así que recomiendo disponer de algún día más y quedarse a dormir en Pisco o alrededores, para visitar esa zona y después desplazarse a Nazca.
ALOJAMIENTO NAZCA:
Hotel Oro Viejo:
http://www.hoteloroviejo.net/oroviejoweb/web.html
BUS A NAZCA:
http://www.perubus.com.pe/