Día 9: HAPUTALE-LIPTON’S SEAT-ELLA (Bus-Tren)
• Me levanté a las 5:45 para ir a por el bus de las 6:25 hacia LIPTON'S SEAT. He comido un té y una samosa de huevo ya que el bus no había llegado. Para al lado del hostal, a menos de 3 minutos caminando, con lo que está muy conveniente todo en este publo enano ☺. En unos 20 minutos o así llegas a la parada, última, que está a 15 kms de Haputale, justo en la fábrica de té de Lipton’s Seat. El paisaje en el bus ya es bonito. Hemos ido recogiendo a muchos niños que iban al colegio bien temprano de mañana. ¡Cómo madrugan! Todos con su uniforme. Vayas donde vayas, la gran ciudad o el pueblito de montaña más recóndito que te puedas imaginar… los uniformes blancos no faltan. Ellas con largas tranzas y lo curioso es que todas las niñas cuando son más pequeñitas llevan el pelo corto.
[align=center]LIPTON'S SEAT
• Desde que te deja el bus hasta el punto alto de LIPTON’S SEAT son 7km andando. Hay quien va en tuc-tuc desde Haputale y baja (cuesta abajo) caminando. Otros que van en bus hasta la fábrica y de ahí en tuc-tuc. Otros todo en tuc-tuc- Yo subí y bajé caminando. 14 km. Las cuestas son muy suaves y no hace calor, con lo que se va muy bien. Yo creo que me llevó hora y media subir. Para las 8:15 me estaba tomando un te en el mini puestito que hay en la “cima”.
Las vistas del punto de llegada no son espectaculares. Lo que es increíble es el camino en sí. Todo verde verdísimo. Te ves completamente rodeado de colinas de plantas de té. Nunca lo había visto antes. En otros países del sudeste asiático los arrozales impresionan mucho, pero nnca había estado entre campos de té. El caminito es de cemento con lo que es muy fácil y no es necesaria ninguna indumentaria especial. Yo estuve todo el rato completamente sola. Incluso en la cima. Cuando empezaba a bajar pasaron algunos tuc-tucs con turistas. Es una maravilla sentirte completamente sola en medio de tanta naturaleza. Me encontré con locales sobre las 7 que empezaban a ir a recolectar hojas de te.
• Un campesino me dio charleta y me dijo que fuese con él por medio de los campos por un atajo. Efectivamente fue un atajo. Me dijo que él también trabajaba para la fábrica. Todo el mundo es muy amable. Aunque siempre da algo de respeto el aventurarte a “salirte del camino” y más en medio de la nada y con un hombre, en Sri Lanka todo el mundo ha sido siempre muy amable, tratando de ayudar. La experiencia me ha hecho confiar en ellos, aunque siempre hay que ir con un ojo avizor y hacer caso a tu instinto. Si algo dudas… mejor te vas de esa situación, que no pasa nada por ello.
• NOTA: Para mi este camino es IMPRESCINDIBLE en Sri Lanka. Es un MUST. ME encantó, lo disfruté, me relajó mucho y tuve tiempo de hacerlo con buen ritmo, pero sin agobios.
• Para las 11 ya estaba de vuelta en Haputale. Me dio tiempo a comer en la Bakery de “mis amigos”. Esta vez sí una dosa (sólo se hacen por la mañana) y coger el primer tren que salía para ELLA a las 12:00pm.
• Tren HAPUTALE-ELLA. No recuerdo bien el precio que no lo apunté. Creo que fueron unas 150LKR. Este tren era más sencillo y pequeñito que en el que vine de KANDY que es el principal. Iba muy vacío, y prácticamente todo el mundo era turista. Supongo que no es una ruta tan popular para los locales, que no se moverán mucho de su pequeño pueblo.
• Disfruté mucho de este tren porque había una familia con muchos niños a los que les dio por cnatar. Con botellas vacías de agua pegando contra la pared del tren iban llevanso el ritmo y fue agradable en un principio. Hasta fui donde ellos, me instaron a que diera palmas y bailara con ellos. Yo ni corta ni perezosa ahí que me uní a la charanga, que estas cosas me encantan. Aunque la verdad… se pasaron TODO el viaje así, con lo que luego se hizo un poco más pesado. Pero bien. Dejé mi equipaje donde pude y me hice un hueco en una puerta para ir viendo el paisaje. Las puestas están muy demandadas por turistas curiosos, pero sobre todo por locales que quieren disfrutar del aire en la cara. Además no tienen problema en “robarte” el sitio a la que te descuidas para dejar entrar gente en una estación.
• El viaje fue un poco más largo de lo que me esperaba, pero bien. Llegué pasado medio día a Ella, y otra vez un calor importante. Tenía reserva con Booking cerca de la estación así que fui a dejar el equipaje.
• Dormir: Sleep Cheap Ella. Athulgasinna, Kithalella, Ella, 90090, Sri Lanka. Phone: +94769858388.
• Cuando me iba del hostal conocí fuera una chica austriaca que estaba alojada ahí. Me explicó cómo ir a Little Adam’s Peak y quedamos que al día siguiente podríamos ir juntas a Ella Rock. En Ella todo está a distancia que se puede ir a pie. En media hora llegas a Little Adam’s Peak (como he dicho en otro sitio, no confundirlo con el Adam’s Peak que está a 80 km y son como 5000 escaleras de subida. Típica excursión que haces a las 2 am para no pillar el calor, llena de gente y que tienes agujetas para 2 días). Subes por escaleritas hechas en la roca y tienes unas vistas bonitas desde arriba. Se ve justo en frente Ella Rock que parece una montaña inmensa y majestuosa. Pensé que iba a ser una gran caminata la del día siguiente. Me gustó. Es muy sencillo de subir, en 15 minutos estás arriba. Luego puedes seguir caminando por la cima para ver el otro lado de la montaña.
• Durante la subida puedes ver unas casitas tipo bungaló que un chico me explicó que son las típicas de luna de miel, que con reserva de 5 meses de antelación puedes conseguir por 60 euros la noche, pero sino el precio ronda los 300 euros (que si además tienes en cuenta que por 5 euros puedes dormir la mayoría de las noches… es un precio abismal).
• A la vuelta, como hacía calor me tomé una limonada que hacen con el jugo del coco y limón. Fresquita, muy rica.
• ELLA es el pueblo más turístico (o el único turístico) en el que había estado en todo el viaje. La mayoría de restaurantes son monos, con lucecitas y algún reclamo para el turista. Anuncian happy hour y puedes encontrar toda la comida western que quieras. Yo con mi política de comer local, busqué el sitio que pareciera más local. Comí un arroz de verduras que estaba exquisito. Uno de los mejores que he probado. Muy sabroso. Llevaba alguna salsa que lo hizo delicioso. Por un lado se agradece llegar a “algo western”, pero por otro… pierde mucho su esencia. Hay mucho turista y se nota un cambio de ambiente radical. Eso sí, para las 9 ya todo el mundo recoge el chiringuito.
• Volví al hostal y me encontré con la chica de antes y otros 4 más que también viajaban solos y habían ido llegando y decidimos hacer cosas juntos al día siguiente.
• El hostal no tienen ni ventiladores (que ya no pido aire acondicionado, pero un ventiladorcillo…) pero por la noche vimos que no hacía falta, que el calor pegajoso del día se convertía en fresquito de noche. El sitio era MUY modesto, pero adecuado.[/align]