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Amanece en el Big Sur, nos levantamos a las 8:30, después del agotador día de ayer nos regalamos un ratillo extra en la cama... el plan de hoy es bastante menos cargado que el de ayer así que decidimos tomárnoslo con calma.
A pesar de la pelea de ayer noche con el dueño el Fireside Inn de Morro Bay es un hotel correcto, sin más, las habitaciones son grandes, cómodas y limpias y tiene un gran parking descubierto en frente de las mismas y el precio es más que correcto.
Además tenemos el desayuno incluido, así que para allá que vamos. Obviamente siempre intentamos reservar alojamientos con desayuno incluido, no suelen ser la gran cosa pero en algunos casos, como este, se nota que dan lo mínimo solo para poder incluir la frase "breakfast included" en booking.com
Basicamente ponen dos mesitas de plastico en recepción (con mi amigo el hindú magnánimo), sacan una cafetera, un par de bricks de zumo y cuatro muffins industriales. Para colmo las dos mesitas las han ocupado un par de orondos matrimonios locales que se han apalancado allí y no parecen tener mucha intención de liberarlas para los demás huéspedes. Así que cogemos un café y una mini muffin y nos la comemos de pie en un rincón.
Ya que finalmente ayer no pudimos, decidimos visitar Morro Bay antes de partir, así que cargamos nuestro Honda y lo aparcamos en lo que parece ser el centro.
Morro Bay es un típico pueblo de pescadores de California, está situado en un pequeño puerto natural y es famoso por su inmensa roca (Morro Rock) situada en el extremo de este mismo puerto.
El pueblo es bonito, a esas horas el cielo está muy gris, hace algo de frio y los muelles y calles están prácticamente desiertos. Vemos bastantes restaurantes de marisco con muy buena pinta, casitas de película con su jardín y valla blanca y entramos en una tienda gourmet, GIOVANNI'S Fish Markey & Gallery, que nos llama mucho la atención.
Vino, conservas de calidad, un salmón de color naranja intenso con una pinta estupenda y marisco fresco... de hecho en el exterior tienen un acuario inmenso con cangrejos enormes vivos para comprarlos a peso, hay un montón y están todos apelotonados... un trato indigno desde nuestro punto de vista. No estamos en contra de que la gente coma carne, pero si del maltrato al que se someten los animales durante este proceso...
Una pena haber llegado tan tarde ayer, seguro que por la noche debe haber un ambiente muy agradable. En fin, cargamos gasolina y nuestros vasos de café y ponemos rumbo sur.
Al poco rato paramos en Pismo Beach un autentico pueblo surfero, ya ha salido el sol y empieza a hacer calor, paseamos un poco por las tiendas de surf y la playa (el pier de madera estaba cerrado por obras
). Vemos los aspirantes a baywatch entrenando, surferos cabalgando olas y mucha gente caminando por la playa.
Antes de irnos pasamos por delante de un café-restaurante (HOAGIES, Sandwiches & Grill) que anuncia que tiene los MEJORES fish-sandwich de california y que, literalmente, si pruebas uno, volverás a por más... ¿es un reto? me pregunto, así que aunque son las 11 pasadas no puedo evitar comprarme uno y comermelo en el coche... y disculpad mi lengua pero... JODER, está ESPECTACULAR! Un gigantesco cacho de bacalao empanado en un bollo tierno con ensalada, una mayonesa suave y acompañado con currly frites... que bueno, muy recomendable.
Conducimos 2 horas más hasta llegar a Sta. Barbara, otra ciudad muy conocida por las innumerables series y películas. Recorremos su bonita calle State, la arteria principal, muy concurrida, llena de tiendas y restaurantes.
Aparcamos en un parking descubierto al final de la calle, justo al lado del pier (4$ por 2 horas) y paseamos por el pier y el puerto. Aunque yo me acabo de comer el delicioso sandwich mi mujer empieza a tener algo de hambre, así que nos dirigimos a un restaurante que vi recomendado en alguno de los mil diarios que leí aquí (siento sinceramente no poder nombrar la fuente)
"Endless Summer". Está al final del puerto, en el segundo piso de unos edificios justo delante del mar. Es un restaurante muy agradable, con platos de pescado y mariso muy buenos a un precio razonable. ¡Nosotros también lo recomendamos!
Y L se zampa una bullabesa coronada con una pinza gigante de cangrejo, que aún recuerda como la mejor que se ha comido jamas y nos bebemos un par de cervezas por un módico precio que desafortunadamente no recordé apuntar
Volvemos al coche 5 minutos después que se agotara nuestro ticket de 2 horas y remontamos la concurrida y colorida calle State. Es hora de comer y los restaurantes y bares están llenos hasta arriba. Casi a la salida de la ciudad, en la misma calle, paramos a visitar el precioso Arlington Theatre, un cine histórico (1931) construido en un espectacular edificio colonial español. Se puede entrar hasta el vestíbulo, se visita en apenas 10 minutos y nos pareció que valía mucho la pena.
A estas horas el plan era poner rumbo directo a nuestro apartamento en Venice Beach, no queríamos repetir la experiencia de la noche anterior y teníamos ganas de instalarnos en el hotel cuanto antes y disfrutar de las afamadas playas californianas. Además y contábamos que llegaríamos a LA en plena hora punta así que seguramente tocaba armarnos de paciencia.
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Y efectivamente
, os aseguro que pocas cosas más desesperantes hay que conducir por LA en plena hora punta... tardamos un montón en entrar en la ciudad y un montón más en atravesarla para llegar a destino... pero finalmente llegamos a nuestro apartamento "The Ellison Suites" en Venice Beach.
El alojamiento por la zona es bastante caro, sobretodo si quieres estar "cerca" de la playa, con lo que este fue uno de los alojamientos que más busque y rebusque hasta quedarnos con esta opción. Lo más económico es alojarte más al interior, donde abundan los moteles de precio razonable aunque luego tengas como 15/20 minutos andando hasta la playa. A medida que vas acercándote al mar los precios suben exponencialmente, finalmente encontré estos apartamentos a un precio muy correcto. Están a solo una calle de la playa, son agradables y nuevos. El problema es que no tienen parking y que Santa Mónica y su pier queda algo lejos, pero aún así es una opción bastante recomendable.
Descargamos las maletas y nos dirigimos a recepción, donde nos recibe el dueño de los apartamentos, Sean, un personaje muy curioso, amable, gracioso y de edad indefinida (sobre los 40/45) nos explica la historia del "Ellison suites". Nos cuenta que él compró y rehabilito este edificio. Que hace unos años estaba prácticamente derruido, nos dice que es un edificio con mucha historia en el que por ejemplo vivieron los míticos "Laurel y Hardy" (el gordo y el flaco) o Jim Morrison, cantante de "the Doors".
Nos da unas indicaciones sobre las instalaciones y al darnos las llave suelta un...
Oh, oh... vuetra habitación es la 425, justo en la que vivió Jim Morrison...
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Diós! No tengo ni idea si nos está vacilando o no, pero que carai!... Me encanta the Doors y en especial su icónico bocalista así que prefiero creermelo que quereis que os diga
También nos cuenta que hace unos meses Lana del Rey alquilo esa misma habitación durante un par de meses para inspirarse y escribir su nuevo album.
La habitación está toda decorada con cuadros del grupo, incluso hay unas tazas serigrafiadas con al cara de Jim. Por lo demás el apartamento dispone de todo lo necesario para pasar unos días de lujo. Una cama enorme y cómoda, TV, cocina con todos sus utensilios, baño completo, armario y una sala de estar con sofá. Nos gusta el sitio aunque nos parece un poco macabro ver la cara de Jim por todos lados.
Sean, nos cuenta que el edificio cuenta con una azotea desde donde ver la puesta de sol, nos da la dirección de un parking cercano bastante económico y nos indica varios lugares de ambiente cercanos donde ir a tomar copas, bailar, escuchar monólogos... el es un auténtico enamorado de Venice y no se va hasta que no le prometemos que contactaremos con él si tenemos el más mínimo problema o duda sobre donde ir de party esta noche. Menudo elemento
TIP: Por cierto, finalmente encontramos fácilmente un sitio gratuito donde aparcar en una calle próxima al hotel. La verdad es que la zona está llena de calles con aparcamiento y con un poco de suerte no creo que haya mucho problema con encontrar un sitio más o menos cercano.
Nos gusta la idea de ver al puesta de sol desde la azotea, pero como aún queda un rato nos acercamos al mítico paseo, compramos un pack de 4 birras y un par de guarradas para comer en un badulaque y volvemos al edificio.
La azotea esta muy destartalada y en obras, pero las vistas están bien. Vemos el sunset y nos "jincamos" las beers.
Como anécdota contaros que mientras estábamos allí mirando la puesta de sol, me fijé en una mancha negra que se movía en el edificio de enfrente... al fijarme bien veo que es una rata, bastante grande, escalando el edificio a saltos!!!! Parecía Spiderman, vimos al roedor subir 3 pisos a saltos por la fachada hasta llegar a la azotea donde la perdimos de vista!
no teníamos ni idea que estos animales fueran tan buenos escaladores, este descubrimiento, por cierto, hizo que mi señora mujer se negara a dormir con la ventana abierta en todo lo que quedaba de estancia, haciendome pasar mucho calor... maldita rata! 
Después de esto fuimos a caminar un poco por el paseo, pero la verdad es que el lugar no es muy acogedor por la noche, hay poca iluminación y muchos homeless que cuando cae el sol se juntan en los bancos del paseo a charlar y hacer sus cosas. No son para nada peligrosos, de hecho la zona es muy turística y está llena de policía pero eso no quita que no haga mucha gracia pasar por allí a según que hora.
Mañana, el día 29 de Junio, es el aniversario de L, así que esta noche decide invitarse a cenar, elige un italiano cercano con buena pinta (Osteria Venice West) y comemos bastante bien aunque el palo que nos pegan con la cuenta hace que me muestre bastante reticente a recomendarlo... (6$ la botella de agua!) aún así el local está lleno así que asumimos que los precios altos son por la zona.
Después de una buena cena y del paseo volvemos a nuestro apartamento. Llevamos ya muchos días de emociones fuertes y se nota que las reservas de energía empiezan a estar bajo mínimos, nos ponemos a dormir contentos por no tener que madrugar mañana.
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