Seguimos con nuestra insana rutina de levantarnos pronto, el cansancio va pesando con los días. Bajamos a desayunar al hotel para cargar pilas y salir en el que sería nuestro primer día completo en Tokyo. Llovía en Tokyo cuando salimos por lo que íbamos un poco desanimados por ver que tal se iba a dar nuestro día, aunque la verdad es que solo llovió un poco por la mañana. Tomamos el metro para llegar hasta nuestra primera parada el antiguo mercado de pescado Tsukiji Market. Precio de los billetes de metro 180 ¥ por persona.
El actual mercado se encuentra en otra localización, pero la verdad es que no leí grandes cosas de él por lo que decidimos no visitarlo. En su lugar nos venimos a Tsukiji, el cual guarda ese encanto con pequeños puestos de comida, cuchillos, miso, especias y otras cosas varias.
Y como se puede estar en el que fue uno de los mercados más importantes de pescado del mundo y no probar su pescado, pues allá que vamos. Nos comimos un poquito de atún y salmón, que estaba delicioso. Precio 1000 ¥.
Desde allí nos fuimos a visitar los jardines Hama Rikyu, cuando llegamos era inevitable la comparación con Central Park de Manhattan. Sus grandes zonas verdes, con sus estanques y el skyline de fondo. Precio 240 ¥ por persona.
Decidimos dar una vuelta por la zona de Shidome y entrar en uno de sus rascacielos, el Shidome City Center. En su planta 41, donde están todos los restaurantes, hay también un mirador gratuito con unas vistas magníficas de la ciudad.
Continuando con nuestro día y sin volver a llover, seguimos paseando hasta llegar a la zona de Ginza, la milla de oro en Tokyo. No se si el motivo era que es Sábado pero la calle estaba cortada al tráfico por lo que podías pasear a tus anchas por cualquier sitio sin preocuparte de los coches. Los edificios son increíbles, con diseños muy modernos a la par que estrambóticos.
En la misma calle nos encontramos un concesionario de Nissan con unos coches muy futuristas....
Teníamos hambre por lo que decidimos buscar un lugar donde comer. Estábamos un poco cansados de los fideos, sopas y arroz, por lo que nos metimos en un restaurante italiano que había en la zona. Tomamos una pizza, un plato de pasta boloñesa para compartir y agua del grifo, todo ello por 2570 ¥. Bueno, se podía haber comido mejor...
Con la tripa llena, seguimos paseando hasta llegar al Tokyo International Forum. Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, tiene un atrio curvado de cristal de 60 m y una estructura cúbica blanca que alberga cuatro auditorios.
Salimos de este espectacular edificio en dirección a la Estación Central. Un edificio de estilo colonial que alberga varias sorpresas en su interior. Allí mismo vimos el primer resquicio de las olimpiadas, algo extraño porque en todo lo que llevábamos de viaje no habíamos visto nada relacionado con ello y eso que quedaba menos de un año. Claro, que era nuestro primer día en Tokyo, pero la verdad que no vimos casi nada durante el resto de viaje tampoco.
En el subsuelo de esta famosa estación se encuentran dos zonas muy famosas en Tokyo: Rammen Street, llena de restaurantes; y Character Street con tiendas de merchandaising de todas las series y dibujos japoneses. Allí por fin encontramos a Shizuka, la niña de Doraemon, que era un encargo muy especial.
Estaba anocheciendo y decidimos ir a los jardines del Palacio Real. Las vistas de la ciudad desde allí eran increíbles, nos sentamos en el césped para disfrutar de la noche unos minutos y contemplar el paisaje urbano. Digo "urbano" porque del palacio no se podía ver nada ya que, tengo entendido, que se encuentra a un par de kilómetros en el interior de las murallas.
Cuando ya habíamos descansado un poco de todo el trajín del día, tomamos el metro y nos dirigimos hacia el barrio de Akihabara. Allí hicimos otra de las frikadas que hacen los japoneses, entrar en un Maid Cafe (café de doncellas o sirvientas). Es un café en el que las camareras van disfrazadas de doncellas con cofias, con aspecto muy ingenuo y juvenil. Teníamos nuestros perjuicios y no estábamos muy decididos con la idea, pero tengo que decir que cuando entramos no vimos nada raro (prostitución o algo parecido...), quitando lo raro que era el sitio ya de por sí. Ver a grupos de japoneses (hombres) entregados bailando y cantando las canciones con las camareras, me parecía hasta gracioso, todos ahí con diademas de orejitas de gato y conejo.... Nosotros pagamos la consumición mínima que te permitía estar 60 min en el local, si te quedas más debes pagar, pero con eso tuvimos de sobra. Aún así fueron 2224 ¥. Tengo que decir que el local estaba muy animado, además de los grupos de japoneses había otra pareja de extranjeros como nosotros y otro grupo de americanos (chicas y chicos) también, todos con caras de asombro de la frikada que era el lugar.
Salimos del local y seguimos paseando por el barrio. Estaba lleno de edificios con salas de videojuegos.
Teníamos hambre y ganas de cenar, pero no vimos nada que nos entrase por los ojos así que volvimos al hotel y nos metimos en un restaurante que estaba al lado del hotel. Al ser sábado, la zona estaba muy animada. Pedimos unas bolitas de pulpo y unos pinchos de carne, un bol de sopa con entresijos que estaba deliciosa, agua del grifo, todo por 1477 ¥.
De allí nos fuimos a la habitación del hotel para descansar.