Preparación del viaje ✏️ Diarios de Viajes de Irlanda

Hola Viajeros. Somos Anna y Oskar y os damos la bienvenida a una nueva entrega de nuestros diarios de viaje.

Sí habéis sido lectores de alguno de nuestros diarios anteriores, ya sabéis que solemos organizar nuestros viajes con bastante antelación y que no es raro que, al poco de volver de uno, ya tengamos pensado cuál será nuestro siguiente destino. El 2019 resultó atípico en este sentido porque estábamos a finales de febrero y no teníamos nada claro dónde iríamos.

Inicialmente, pensamos recorrer alguna zona de Francia que aún teníamos pendiente. En concreto, el este. Nos atraía poder ir con nuestro propio coche e intentar ahorrar algo en el presupuesto. Y nos pusimos manos a la obra en la búsqueda de información, preparación de itinerario …. pero algo no “encajaba” del todo. ¿Sabéis? Esa sensación de que no era realmente lo que nos apetecía. Y a las dos semanas, y sin saber por qué nos vino a la cabeza la pregunta ¿y por qué no volvemos a Irlanda?

No es el primer país al que volvemos porque tenemos muy buenas experiencias cuando repetimos destino. Y en Irlanda estuvimos en el 2006. Diez días y un poco a la carrera. De hecho, en Irlanda del Norte no hicimos siquiera noche…… ¡y así lo decidimos!

Irlanda es una isla que alberga dos países independientes, la República de Irlanda e Irlanda del Norte (perteneciente a su vez al Reino Unido). Y su costa abarca 1448 km. Con el reto de buscar los faros más emblemáticos que rematan algunos de los puntos de la isla desde el siglo XIII hasta nuestros tiempos y no olvidarnos de castillos, abadías, catedrales, paisajes, etc., etc., comenzamos con los preparativos.

Por motivos laborales tuvimos que posponer el viaje al mes de septiembre porque la intención inicial fue viajar en junio. Nos permitió tener algo más de tiempo para la planificación, pero sabíamos que en contra, tendríamos menos horas de luz y el tiempo, podría volverse algo más impredecible sí cabe, teniendo en cuenta de que la llaman Isla Esmeralda, y tenemos claro el por qué.

Desde hace unos años dejamos en manos de booking.com la búsqueda de alojamiento. Nos hemos acostumbrado a esta plataforma por su comodidad a la hora de reservar, por sus precios y sobre todo porque ofrece (la mayoría de las veces) la posibilidad de cancelar la reserva sin penalización económica. Esto no quita para sigamos utilizando Google Maps para localizar algún alojamiento cuando las opciones que nos ofrece el buscador no nos convencen

Nuestra prioridad era encontrar alojamientos tipo Bed & Breakfast. Sin duda, son nuestros preferidos. El trato siempre es cercano y nos permite charlar con las personas que los llevan, generalmente matrimonios que ya tienen los hijos independizados y aprovechan sus habitaciones para regentar un negocio. Y son muy populares porque raro es el día que no coincidimos con más huéspedes a la hora del desayuno.

El precio medio que pagamos fue aproximadamente de 69€ por noche en habitación doble con desayuno (en el hotel de Dublín, el desayuno no estaba incluido en el precio).

Aunque siempre empezamos la búsqueda del coche de alquiler en el portal rentalcars.com, intentamos buscar otras opciones, sobre todo en páginas de alquiler locales. En esta ocasión dimos con carhire.ie que parece ser como la marca “low cost” de Europcar.

El segmento de coche que elegimos fue el compacto y el modelo que nos asignaron finalmente fue un Nissan Pulsar. El precio del alquiler para 21 días fue de 360,10€ con seguro básico a terceros. Para poder cruzar la frontera a Irlanda del Norte tuvimos que pagar 34,05€ adicionales. (todas las compañías de alquiler cobran esa cantidad, así que suponemos que es una especie de tasa).

La recogida en el aeropuerto de Dublín fue sencilla, aunque tardamos más de lo que nos hubiera gustado. La zona de retirada de vehículos está fuera de las terminales y se accede con un autobús gratuito que proporcionan las propias compañías de alquiler.

En Irlanda, al igual que en el Reino Unido, se conduce por la izquierda. No es la primera vez que conducimos por ese lado de la calzada. Escocia 2003, Irlanda 2006, Gales 2010, Escocia en 2013, Japón en 2016 y sur de Inglaterra en 2018. Por lo que os aseguro que conducir por la izquierda, desconcierta los primeros 5’, la primera rotonda y el primer cambio de sentido sin señalización en la calzada. Sí es uno de los motivos que os “echan para atrás”, de verdad que sí conduces habitualmente, no tendrás problema ninguno.

Siguiendo con este tema, de nuevo no nos pilló por sorpresa que el GPS volviese a hacer de las suyas y se empeñase en meternos por carreteras secundarias y caminos vecinales, para ahorrarse unos minutos. Una vez que te mete, estás vendido porque no sabes dónde puñetas estás exactamente.

Sí alguien recuerda haber leído en nuestro diario del Suroeste de Inglaterra que nos encontramos con un montón de radares, en Irlanda todo lo contrario. Llegamos a la conclusión de que o estaban muy escondidos o realmente no hay muchos. Señales de advertencia unas cuantas, pero solo vimos un par de ellos. Lo que sí vimos fue un radar móvil en una furgoneta, pero convenientemente identificada.

En general, conducir por Irlanda es bastante tranquilo. Son conductores amables que, aunque adelanten en línea continua, facilitan el adelantamiento a otros vehículos metiéndose un poco en el arcén.

El precio del combustible, sin plomo 95 en nuestro caso, ha variado desde 1,38€ hasta 1,47€ haciendo una media en todo el viaje de 1,43€ (10 céntimos más caro que en España).

Como ya he comentado anteriormente, nuestro objetivo en este viaje era recorrer la mayor parte de la costa de la isla en busca de faros, pero Irlanda tiene mucha historia y otros muchos atractivos.

Si sois de los que os gusta ver castillos, abadías, casas señoriales, etc… os recomendamos que compréis la Irish Heritage Card. Esta tarjeta permite la visita ilimitada a un montón de sitios como, por ejemplo, el castillo de Dublín, el monasterio de Clonmacnoise o Rock of Cashel. Para que os hagáis una idea de lo que se puede ahorrar comprando esta tarjeta, nosotros hemos visitado sitios cuya entrada nos habría costado en total 192€ y el coste de la tarjeta fue de 80€ (para 2 personas).

Otro detalle que nos gustaría comentar que todos los sitios (faros, catedrales, abadías, etc…) a los que hemos preguntado (vía correo electrónico) por alguna duda, nos han contestado muy rápido y siempre con mucha información. Incluso la oficina de turismo del condado de Clare nos envió una bolsa de tela con un montón de folletos con información de la zona y merchandising. Muchísimas gracias a tod@s!!

Nos gusta estar prevenidos de antemano sobre el permiso o prohibición de hacer fotos. Y sí necesitamos algún requisito para poder hacerlas o pedir alguna autorización sí así lo indican en las normas.

A pesar de no pertenecer al espacio Shengen, Irlanda es miembro de la Unión Europea, por lo que no es necesario visado para los ciudadanos europeos, vale con el DNI.

Para la asistencia sanitaria y el permiso de conducir tampoco tuvimos que hacer nada adicional ya que con la Tarjeta Sanitaria Europea y el permiso de conducir nacional es suficiente.

Aunque la mayor parte del viaje la íbamos a pasar en Irlanda, donde la moneda oficial es el €uro, unos pocos días los pasaríamos en Irlanda del Norte que, al pertenecer al Reino Unido, utiliza la libra (£), así que cambiamos algo de moneda. Además, uno de los alojamientos en Irlanda del Norte nos pedían pagar en cash. Volvimos a confiar en el servicio de Global Exchange a través de ING. El cambio que nos dieron fue de 1£ = 1,1647€

Y otra cosa que nos ha gustado mucho es que, en casi todos los pueblos que hemos visitado, hemos visto señales donde instaban a los dueños de los perros a recoger los excrementos de sus mascotas. Eso sí, la amenaza de la multa, siempre iba bien clarita en la señal… ¡Ya podían copiar en nuestro pueblo!