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Aunque sólo íbamos a pasar una noche en este alojamiento, cuando hicimos la reserva, nos quedamos con la duda de si, al estar las habitaciones encima del pub, se oiría ruido por la noche. Pues tenemos que decir que, en nuestra habitación, no se oía nada, así que, perfecto. Añadir, que está recién reformado. Nuestra habitación sencilla, pero con muy buen tamaño.
Había amanecido un día con nubes y claros y algo fresquito, con 11°C.
A las 8h, dejando ya todo metido en las maletas salvo los neceseres y poco más, bajamos a desayunar. Tienen preparado un bonito comedor en la planta baja junto a mini recepción. Cuando entramos, estábamos solos así que elegimos una mesa al lado del gran ventanal que daba a la calle principal. El desayuno de 10.
Había amanecido un día con nubes y claros y algo fresquito, con 11°C.
A las 8h, dejando ya todo metido en las maletas salvo los neceseres y poco más, bajamos a desayunar. Tienen preparado un bonito comedor en la planta baja junto a mini recepción. Cuando entramos, estábamos solos así que elegimos una mesa al lado del gran ventanal que daba a la calle principal. El desayuno de 10.




A las 9h cargamos nuestras pertenencias en el coche, nos despedimos de nuestros anfitriones y nos pusimos de camino al primer destino del día que, por cierto, estaba bastante cerquita. Antes de llegar “tuvimos” que parar un par de veces porque encontramos cosas y lugares que nos gustaron.


Las ruinas de las minas de esteatita de Crohy, todavía son visibles desde aquí. La mina fue construida en 1893 por la North of Ireland Mineral Company, aunque los primeros trabajos documentados fueron anteriores, concretamente en 1861. La esteatita se compone principalmente de mineral de talco y fue extraído, secado y triturado aquí mismo. Hubo actividad intermitente en el yacimiento hasta 1947, año en que se cerraron definitivamente.


Para ser sinceros, desconocíamos la historia minera de este lugar y lo que nos trajo hasta aquí, fue el paisaje costero y eso arco natural que surge del fondo del mar.
Para llegar hasta el sitio donde están sacadas las fotos, dejamos el coche aparcado en el borde de la carretera, en un pequeño hueco y bajamos por la ladera del monte hasta llegar a la alambrada de protección. Hay que tener cuidado al bajar porque la pendiente es bastante pronunciada y si te resbalas, puedes terminar rodando como una croqueta.
A veces, pecamos de optimistas, nos da pereza cargar con el trípode y luego nos vemos en la necesidad de recurrir a la improvisación para poder alargar la exposición en la cámara. Echando mano de lo que teníamos en la mochila, unas mini chocolatinas, nos sacaron esta vez del apuro, pudiendo apoyar la cámara en una de las estacas de madera.
Para llegar hasta el sitio donde están sacadas las fotos, dejamos el coche aparcado en el borde de la carretera, en un pequeño hueco y bajamos por la ladera del monte hasta llegar a la alambrada de protección. Hay que tener cuidado al bajar porque la pendiente es bastante pronunciada y si te resbalas, puedes terminar rodando como una croqueta.
A veces, pecamos de optimistas, nos da pereza cargar con el trípode y luego nos vemos en la necesidad de recurrir a la improvisación para poder alargar la exposición en la cámara. Echando mano de lo que teníamos en la mochila, unas mini chocolatinas, nos sacaron esta vez del apuro, pudiendo apoyar la cámara en una de las estacas de madera.


Poco después de las 10h pusimos rumbo a nuestro siguiente destino en el pueblo de Castledoe, condado de Donegal. Por el camino hicimos varias paradas más o menos breves en sitios que nos llamaron la atención como la playa de Maguery o una piscina natural hecha con agua de mar.


A la altura de An Clochán Liath, volvimos a encontrar campos de turba. Esta vez estaba ya extraída y amontonada esperando a secarse y a ser recogida.
Poco antes de llegar a la curiosa iglesia del Sagrado Corazón de Dunlewey tuvimos oportunidad de fotografiar desde el coche el monte Carn Traonach.
Poco antes de llegar a la curiosa iglesia del Sagrado Corazón de Dunlewey tuvimos oportunidad de fotografiar desde el coche el monte Carn Traonach.



Aprovechando que la iglesia estaba abierta, sacamos unas fotos. El interior es bastante sencillo y austero, pero el atractivo de este templo es el exterior de piedra y su torre circular.

Tras esta breve visita hicimos una parada técnica para repostar 18,9L x 1,429€ = 27,01€ y para comprar la comida del día (2 hamburguesas, fruta y 2 hot chocolates por 16,79€).
Hicimos una parada intermedia en un mirador de la carretera R251 desde hay unas magníficas vistas del lago Nacung que recoge las aguas del río Devlin.
Hicimos una parada intermedia en un mirador de la carretera R251 desde hay unas magníficas vistas del lago Nacung que recoge las aguas del río Devlin.

A las 12h30 llegamos al castillo de Doe. El nombre Doe proviene de “tuath”, la palabra irlandesa que significa territorio. No se sabe seguro si el castillo de Doe fue construido por los O'donnells a principios de 1400 o algún tiempo más tarde por los McSweeney que fueron mercenarios escoceses y que vinieron a Donegal para luchar con los O'Donnell.
La primera referencia histórica a Doe es en 1544. En la lucha por el poder entre los irlandeses y los ingleses en la década de 1600, el castillo cambió de manos muchas veces y durante esa época se añadieron, por ejemplo, las paredes de defensa.
Los supervivientes de la flota de la Armada Española de 1588 estuvieron refugiados en el castillo de Doe bajo el auspicio del jefe del clan MacSweeney, Eoghan Og II.
Tras pasar por varios dueños, en 1930 pasó a manos públicas y pasó a ser gestionado por la OPW. La visita a los jardines y a la parte de las murallas es gratuita. Lo único que cuesta dinero (3€) es la entrada a la torre (no vale la tarjeta OPW), pero dicha visita sólo se puede hacer en los meses de julio y agosto previa reserva.
La primera referencia histórica a Doe es en 1544. En la lucha por el poder entre los irlandeses y los ingleses en la década de 1600, el castillo cambió de manos muchas veces y durante esa época se añadieron, por ejemplo, las paredes de defensa.
Los supervivientes de la flota de la Armada Española de 1588 estuvieron refugiados en el castillo de Doe bajo el auspicio del jefe del clan MacSweeney, Eoghan Og II.
Tras pasar por varios dueños, en 1930 pasó a manos públicas y pasó a ser gestionado por la OPW. La visita a los jardines y a la parte de las murallas es gratuita. Lo único que cuesta dinero (3€) es la entrada a la torre (no vale la tarjeta OPW), pero dicha visita sólo se puede hacer en los meses de julio y agosto previa reserva.



Tras la visita intentamos localizar un sitio desde donde poder fotografiar el castillo y que se viera parte de la bahía de Sheephaven. Aunque nos parecía evidente desde dónde se tenía que ver, la verdad es que no hicimos un pequeño lio y dimos unas cuantas vueltas por los alrededores sin mucho éxito. Nos dimos por vencidos, ¡a medias! porque siguiendo ruta, intentábamos no perder de vista el castillo. Y de repente, en la propia carretera R215 encontramos un mirador señalizado desde donde pudimos sacar la foto que andábamos buscando. ¡ayyyyy!

Poco antes de las 15h llegamos Fanad, población donde se encuentra el faro del mismo nombre y donde teníamos previsto hacer una visita guiada.

Incluso ya desde lejos la estampa del faro de Fanad sobresale, imponente, sobre la línea de la costa. El Proyecto Faro de Fanad se ha desarrollado a través de una asociación en la que participan los Commissioners of Irish Lights, Fanad Lighthouse Committee, Fáilte Ireland and the Donegal County Council.
El proyecto también tiene como objetivo desarrollar el lugar como una parada clave a lo largo de la Wild Atlantic Way, una ruta costera muy visitada que abarca siete de los condados de Irlanda, con algunos los paisajes más impresionantes de la isla.
El proyecto también tiene como objetivo desarrollar el lugar como una parada clave a lo largo de la Wild Atlantic Way, una ruta costera muy visitada que abarca siete de los condados de Irlanda, con algunos los paisajes más impresionantes de la isla.


El faro de Fanad está situado en la costa norte de la península de Fanad, en el norte de Donegal y está situado a 39 metros sobre el nivel del mar. Hasta la lámpara hay 79 escalones. Además de su función como faro, Fanad Lighthouse ofrece opción de alojamiento con tres cabañas independientes.
En 1917 el SS Laurentic, uno de los buques más avanzados tecnológicamente de la marina británica, golpeó dos minas justo en la entrada de Lough Swilly. La nave se hundió rápidamente con la pérdida de más de 300 vidas. Su “carga secreta” de 3.211 barras de oro por valor de 5 millones de libras esterlinas (o más de 410 millones de euros en la actualidad) también se perdió. En las condiciones adecuadas del mar, se puede bucear entre los restos del naufragio de la SS Laurentic.
El edificio original fue encargado después del naufragio del HMS Saldanha. El único superviviente de la tragedia fue el loro del buque, que llevaba un collar de plata inscrito con el nombre del barco.
El faro fue diseñado por uno de los ingenieros civiles más importantes de la época, George Halpin y se encendió por primera vez el día de San Patricio, el 17 de marzo de 1817. Su luz se podía ver, en días despejados, hasta 14 millas (22 kilómetros). El faro fue electrificado en 1975 y automatizado en 1983.
La entrada al faro cuesta 10€ por persona y se incluye la subida a la torre. Hay una entrada más barata (6€), pero no incluye la torre. Como supondréis, nosotros compramos la entrada para la visita completa.
En 1917 el SS Laurentic, uno de los buques más avanzados tecnológicamente de la marina británica, golpeó dos minas justo en la entrada de Lough Swilly. La nave se hundió rápidamente con la pérdida de más de 300 vidas. Su “carga secreta” de 3.211 barras de oro por valor de 5 millones de libras esterlinas (o más de 410 millones de euros en la actualidad) también se perdió. En las condiciones adecuadas del mar, se puede bucear entre los restos del naufragio de la SS Laurentic.
El edificio original fue encargado después del naufragio del HMS Saldanha. El único superviviente de la tragedia fue el loro del buque, que llevaba un collar de plata inscrito con el nombre del barco.
El faro fue diseñado por uno de los ingenieros civiles más importantes de la época, George Halpin y se encendió por primera vez el día de San Patricio, el 17 de marzo de 1817. Su luz se podía ver, en días despejados, hasta 14 millas (22 kilómetros). El faro fue electrificado en 1975 y automatizado en 1983.
La entrada al faro cuesta 10€ por persona y se incluye la subida a la torre. Hay una entrada más barata (6€), pero no incluye la torre. Como supondréis, nosotros compramos la entrada para la visita completa.

Como nos quedaba un poco de tiempo hasta la hora de la visita, y hacía muy bien tiempo, aprovechamos para comer en unas mesas que había en la terraza de la cafetería. Compramos unos refrescos y comimos lo que habíamos comprado por la mañana. Cogimos algún recuerdo en la tienda porque nos dijeron que probablemente no estaría ya abierta a nuestra salida.
Poco antes de las 16h nos acercamos al faro para empezar la visita. Creo que estábamos unas ocho personas. La verdad es que no creo que puedan entrar más personas en la sala de la lámpara.
Poco antes de las 16h nos acercamos al faro para empezar la visita. Creo que estábamos unas ocho personas. La verdad es que no creo que puedan entrar más personas en la sala de la lámpara.

Durante la visita pudimos conocer la historia de los faros de Irlanda en general y la del faro de Fanad en particular. De nuevo, pudimos comprobar que la vida de los fareros no era una vida sencilla, ni fácil.

Las habitaciones de la parte inferior la tienen preparada con una exposición llena de artilugios como equipos de medida, de comunicación y diferentes versiones de lámparas de faro. El guía nos enseñó cómo era el funcionamiento del programa informático con el que se controla actualmente el tráfico marítimo de la zona.


Por último, accedimos a la escalinata que da acceso a la sala de la lámpara, el corazón del faro. Fijaros en la diferencia de tamaño entre las lámparas de hace unos años y las actuales, mucho más pequeñas y más potentes.

La visita duró una hora y cuando acabamos, dimos un paseo por los alrededores fotografiando el faro desde diferentes puntos de vista.

El siguiente punto en nuestro itinerario era el Great Pollet Sea Arch (podéis ver fotos aquí), pero cuando llegamos al punto que teníamos marcado en el gps, nos encontramos con un camino cerrado y con un cartel que avisaba de que era terreno privado y no se permitía el paso.
Aparcados frente a la verja que no podíamos traspasar, volvimos a buscar la información en internet para ver sí nos habíamos pasado algo por alto. Terminamos en el blog de un viajero que había tenido el mismo problema y explicaba cómo bordear los acantilados, advirtiendo que había zonas muy estrechas y con peligro. No nos gusta asumir riesgos innecesarios así que no nos lo pensamos dos veces para descartar la visita.
Aparcados frente a la verja que no podíamos traspasar, volvimos a buscar la información en internet para ver sí nos habíamos pasado algo por alto. Terminamos en el blog de un viajero que había tenido el mismo problema y explicaba cómo bordear los acantilados, advirtiendo que había zonas muy estrechas y con peligro. No nos gusta asumir riesgos innecesarios así que no nos lo pensamos dos veces para descartar la visita.

Antes de volver al faro para hacer el atardecer, paramos en Portsalon para comprar la merienda. Algo de bollería y unos hot chocolates por 6€.
A las 19h estábamos de nuevo en el faro y apenas había un par de coches en el aparcamiento. Escogimos el sitio que nos pareció más interesante para esperar al atardecer y solo tuvimos que esperar a que el sol bajase un poco sobre el horizonte para disfrutar de las estupendas vistas.
A las 19h estábamos de nuevo en el faro y apenas había un par de coches en el aparcamiento. Escogimos el sitio que nos pareció más interesante para esperar al atardecer y solo tuvimos que esperar a que el sol bajase un poco sobre el horizonte para disfrutar de las estupendas vistas.


A las 20h el sol se escondió tras una ladera y dejó de iluminar el faro. Como ya teníamos lo que habíamos ido buscar, recogimos todos los trastos y nos fuimos hacia el B&B. Hoy era otra noche de transición, ya que sólo pasábamos una noche en el alojamiento.
Llegamos a las 21h y nuestra anfitriona nos estaba esperando. Nos enseñó nuestra habitación y quedamos con ella para el desayuno de la mañana siguiente. Nos comentó que al día siguiente tenía un vuelo a Londres y que dejaba a su marido encargado de servirnos el desayuno y nos pidió disculpas por no poder atendernos personalmente.
No sé lo que hicimos, pero cuando nos dimos cuenta, era la una de la mañana y como siempre, habíamos quedado a la ocho para desayunar. ¡No tenemos remedio!
Llegamos a las 21h y nuestra anfitriona nos estaba esperando. Nos enseñó nuestra habitación y quedamos con ella para el desayuno de la mañana siguiente. Nos comentó que al día siguiente tenía un vuelo a Londres y que dejaba a su marido encargado de servirnos el desayuno y nos pidió disculpas por no poder atendernos personalmente.
No sé lo que hicimos, pero cuando nos dimos cuenta, era la una de la mañana y como siempre, habíamos quedado a la ocho para desayunar. ¡No tenemos remedio!
*** final del día 15 ***
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