Dia 6. Rotorua - Aldea Maorí - Lago Taupo - Parque Nacional del Tongariro
Además de ese olor a azufre y huevo podrido que caracteriza la zona geotermal, Rotorua es una de las zonas con más población maorí y por ello, uno de los lugares más turísticos de la Isla Norte.

Para conocer su cultura, se organizan visitas a las aldeas, normalmente gestionadas por las propias comunidades. La más conocida es Te Puia, pero leyendo un libro que una pareja catalana escribieron después de su viaje de 48 días en la Isla, recomendaron la visita de Te Whakarewarewa Termal Village. A ellos, les gustó más, la encontraron menos turistada, y costaba la mitad que Te Puia o la Tamaki Maori Village. Nosotros pagamos 24 NZD /pax

El tour empieza a las 10 de la mañana pero llevamos horas despiertos, así que aprovechamos para visitar los cercanos RedWoods Forest, ubicados a unos 3 km de la aldea y de entrada libre. Merece la pena por la densidad y la altura de las secuoyas centenarias y por ver los kauris, endémicos de la isla Norte, abetos y kapongas, el helecho de hoja plateada que es el símbolo del país.
Si ahora impresiona, hay que imaginarse que el 65% de los bosques empezaron a desaparecer con la llegada de los europeos a lo largo del siglo XIX. Realmente este lugar, en otoño debe ser un paseo espectacular. Hay rutas de varias distancias, incluso para bicis. Incluso han construido una pasarela situada a 6 metros de altura y que discurre por 21 puentes entre los árboles. Se llama ReedWood Treeals y cuesta 25 NZD.

Al llegar a la aldea maorí, descubrimos que el nombre es un poco más largo: TeWhakarewarewatangaoteopetauaawahiao. El guía es miembro de la comunidad. Nos cuenta que allí viven 25 familias y se encargan de gestionar las visitas. Durante 1 hora y cuarto nos cuenta como viven y algunas de sus tradiciones mientras caminamos por toda la aldea. Por casualidad, coincidimos con una ceremonia en la Te Marae en la que una representación de la policia local piden permiso para acceder al recinto. Nos impresiona el silencio absoluto y el respeto con el que se tratan, especialmente la policia que no mueve un paso si no habla la autoridad maorí.

Terminamos la visita en la sala común, donde a las 11’15 se hace una demostración de sus bailes. A pesar que es un espectáculo para turistas, está bien hecho, nadie saca a bailar al turista de turno, y por duración y contenido, creemos que está muy bien. Hay tres hombres y 3 mujeres, y el momento culminante es la haka que dura algo más de 2 minutos. Nos explican durante la visita que era una danza para atemorizar al enemigo y preparar el cuerpo para la batalla, como un calentamiento ya que los golpes empiezan siempre por las piernas, brazos, pecho y la cabeza, el significado de los tatuajes, etc.. Si no quieres hacer la visita guiada, o llegas tarde puedes empezar con el espectáculo, y después pasear a tu aire por la aldea. La visita cuesta 23 euros persona.

Nos llamó la atención, en la entrada de la comunidad, el monumento a los guías turísticos maorí que desde el siglo XIX explicaban su cultura a los primeros turistas que llegaron a Nueva Zelanda y descubrimos que los tatuajes en el rostro describían la historia de cada persona, ya que es una cultura ágrafa. Así, la mitad izquierda de la cara explica la genealogía paterna, la derecha la materna, la nariz las batallas y victorias de cada persona, y la frente, su conocimiento.

A la salida de Rotorua, paramos en el centro comercial Rotorua Central Mall para comprar unas tarjetas de memoria, comer algo ligero y poner gasolina. Cuanta gente hay aquí..!! Llevamos casi una semana sin ver apenas nadie !!! Como curiosidad, aquí será el lugar más barato de todo el viaje donde llenaremos el depósito, a 1.33 dólares el litro de diesel. En la ISla Sur llegaremos a pagar hasta 1.85 por un litro..!!