DIA 11. Motueka - Lago Rotoroa - PAncake Rocks - Greymouth
Nos despierta muy temprano la intensa lluvia que cae. No nos altera demasiado los planes porqué nuestra intención de hoy es hacer ruta y llegar hasta Wesport en la costa oeste y visitar las Pancake Rocks, en Punakaiki. Según google maps son unas 4 horas, por lo que nos permitimos desayunar con calma en la célebre Panadería Royale de Motueka. Imposible resistirse al olor de pan y a esos croissants que parece que llevan escrito nuestro nombre. Eso sí, rápidos rápidos no son.
Salimos hacia el sur por la SH6 para visitar el Lago Rotoroa en medio de una inmenso bosque de abetos. El paisaje es precioso y con la niebla tiene un toque mágico. Los últimos kilómetros hasta el lago son una pista forestal, y aunque ha llovido mucho se circula bien.

Poco antes de llegar a Murchison, paramos en la Kawatiri Historic Raylway Walk y caminamos, óbviamente solos, al lado del río durante un buen rato. Ya que hoy haremos un tute de carretera, aprovechamos para hacer un poco de ejercicio.


El cuenta kilómetros llega a los 2000 en el camino a Murchison. Muchos de los edificios de Murchinson parecen sacados de La Casa de La Pradera, para quien sepa quien es Laura Ingalls. Ponemos gasolina, aquí la pagamos a 1'75 NZD el litro y continuamos. Llueve a cántaros y tampoco hay nada que ver durante el recorrido. Menos mal.

A la salida de Murchison, un contratiempo. Nuestra idea era continuar por la SH6 hasta la Buller Gorge y su famoso puente colgante y llegar a la costa de Wesport pero es imposible porque ha habido un desprendimiento en la carretera y está cortada apenas salir de Murchison, por lo que si queremos llegar a la costa hay que ir por la SH69. Circulamos muy despacio y tendremos que hacer 180 km de más, rodeando todo el Parque. Vaya...
Al llegar a Greymouth, la lluvia es menos intensa y parece que despeja. Como aún es pronto, continuamos los 23 km hasta las Pancakes Rocks, unas formaciones rocosas muy particulares y cuya visita se puede hacer mientras de forma libre y gratuita mientras hay luz solar ( la oficina de turismo cierra a las 17 h. ). Se tarda unos 40 minutos con la calma y por suerte, ha parado de llover.

De regreso, paramos muchas veces para tomar fotos de las playas y del mar revuelto. Es todo un espectáculo. Nos planteamos dormir en alguna de las preciosas y solitarias playas pero hay tramos de la carretera desprendidos por las olas, que rompen muy cerca, así que preferimos un lugar más seguro, y estable.

Llegamos a Greymouth casi de noche. Vuelve a llover. Aparcamos en una zona poco bonita pero después de 400 kilómetros, poco nos importa.