.
El día amaneció bastante nublado, aunque no había ningún pronóstico de lluvia. La temperatura bastante agradable, 14°C. Aunque teníamos incluido el desayuno con el precio de la estancia, nos pareció que era bastante “sencillo” con el contratiempo de que no lo podíamos preparar antes de las 8:30 y nos parecía un poco tarde para nosotros. Así que decidimos no esperar y ponernos en marcha.



La noche anterior, cuando llegamos al pueblo, vimos una gasolinera en las afueras, así que no nos lo pensamos y aprovechamos para llenar el depósito y comprar el desayuno. 22,62L x 1,439€ = 32,55€. El desayuno, cafés, zumo y croissant por 12,6€.
Nuestra primera visita del día, fue la Arigna Mining Experience en el condado de Roscommon. La zona de Arigna tiene una larga tradición minera que se remonta a principios del siglo XVII. Inicialmente se empezó a extraer mineral de hierro, pero luego encontraron también carbón. La madera de los bosques cercanos se convirtió en carbón vegetal para utilizarlo como combustible en el proceso de fundición.
La mina estuvo operativa hasta 1990. Se mantuvo cerrada hasta abril de 2003 cuando se convirtió en el museo que podemos ver ahora.
Nuestra primera visita del día, fue la Arigna Mining Experience en el condado de Roscommon. La zona de Arigna tiene una larga tradición minera que se remonta a principios del siglo XVII. Inicialmente se empezó a extraer mineral de hierro, pero luego encontraron también carbón. La madera de los bosques cercanos se convirtió en carbón vegetal para utilizarlo como combustible en el proceso de fundición.
La mina estuvo operativa hasta 1990. Se mantuvo cerrada hasta abril de 2003 cuando se convirtió en el museo que podemos ver ahora.



El precio de la visita es de 10€ por persona e incluye la entrada a la exposición/museo y un tour guiado de 45 minutos por el interior de la mina. El tour está explicado siempre por antiguos mineros de la misma.
Como llegamos un poco antes de 10h, nos tocó esperar un poco hasta que abrieron. Al pagar las entradas, nos dijeron que estaba a punto de llegar un grupo de escolares y que mientras llegaban, podíamos aprovechar para ver la exposición y un documental.
El museo no es muy grande en dimensión, pero sí que está lleno de mucha información, documentos históricos, fotografías y antiguos equipos de minería, que recorren la nada inestimable cifra de 400 años de historia minera de la zona.
Como llegamos un poco antes de 10h, nos tocó esperar un poco hasta que abrieron. Al pagar las entradas, nos dijeron que estaba a punto de llegar un grupo de escolares y que mientras llegaban, podíamos aprovechar para ver la exposición y un documental.
El museo no es muy grande en dimensión, pero sí que está lleno de mucha información, documentos históricos, fotografías y antiguos equipos de minería, que recorren la nada inestimable cifra de 400 años de historia minera de la zona.

Cuando llevábamos 20 minutos esperando, nos acercamos a la recepción a preguntar a ver a qué hora iba a empezar el tour ya que no podíamos esperar mucho más. Nos pidieron disculpas y nos dijeron que el autobús de los escolares había tenido algún tipo de problema mecánico y que se iban a enterar a qué distancia estaban. No habían pasado ni cinco minutos cuando nos llamaron para decirnos que los escolares iban a tardar todavía y que haríamos la visita los que ya estábamos allí. Finalmente entramos nosotros dos y tres señoras más, que iban juntas. ¡Y de esta guisa! jajaja


Ataviados con nuestros respectivos cascos de seguridad, dio comienzo la visita con una breve explicación de la historia de la explotación. A medida que íbamos avanzando por el pasillo principal la humedad y el frío, se hacían notar.


Las fotos no hacen justicia al trabajo tan duro que se realizaba. Las grandes galerías se utilizaban para meter las vagonetas vacías y posteriormente, sacarlas hasta los topes. Los esforzados mineros, tenían que trabajar la mayoría de las veces, tumbados sobre charcos de agua en túneles de 50cm. de altura durante toda su jornada laboral. ¡No está pagado con dinero!
En la foto que viene a continuación se puede ver el sistema de poleas que existía para mover las vagonetas llenas de mineral de hierro y carbón.
En la foto que viene a continuación se puede ver el sistema de poleas que existía para mover las vagonetas llenas de mineral de hierro y carbón.


El tour duró lo anunciado y tenemos que decir que nos gustó mucho. Estar sólo 5 personas en la visita creo que influyó bastante. Fue como tener un guía privado. Una vez fuera, pasamos por la tienda de suvenires para llevarnos algún recuerdo y también aprovechamos que había cafetería para meter algo calentito en nuestros ateridos cuerpos. Dos hot chocolates por 4,40€. (Uno de ellos, para el goloso, con nubecitas …. Jajaja).
Poco antes del mediodía, dejamos la mina y pusimos rumbo a nuestra siguiente visita, el castillo Parke, junto al lago Gill, en el condado de Leitrim.
Poco antes del mediodía, dejamos la mina y pusimos rumbo a nuestra siguiente visita, el castillo Parke, junto al lago Gill, en el condado de Leitrim.


El castillo de Parke o Newton es un ejemplo típico de casa feudal fortificada de la época de la colonización de Irlanda durante el siglo XVII. El castillo fue construido por el capitán y colono inglés Robert Parke.

La visita el castillo cuesta 5€ por persona, gratuita para los poseedores de la tarjeta OPW. El recorrido es auto guiado y junto con la entrada, nos dejaron una guía en español (que tuvimos que devolver al acabar) muy útil para comprender y ampliar las explicaciones que encontrábamos en los paneles de cada habitación.
En el centro de la fortificación todavía se puede ver las ruinas de lo que fue la casa Torre de O’Rourke, quien fue ejecutado al acusado de traición a la Corona cuanto escondió a un capitán de la Armada Invencible en 1588.
A raíz de esto, la propiedad paso a manos de Robert Parke. Las piedras de la torre, se utilizaron para levantar la casa feudal. En las décadas de 1970 y 1980 las ruinas del castillo fueron excavadas y se realizó un trabajo muy importante de restauración para poderlo ver cómo está en la actualidad.
En el centro de la fortificación todavía se puede ver las ruinas de lo que fue la casa Torre de O’Rourke, quien fue ejecutado al acusado de traición a la Corona cuanto escondió a un capitán de la Armada Invencible en 1588.
A raíz de esto, la propiedad paso a manos de Robert Parke. Las piedras de la torre, se utilizaron para levantar la casa feudal. En las décadas de 1970 y 1980 las ruinas del castillo fueron excavadas y se realizó un trabajo muy importante de restauración para poderlo ver cómo está en la actualidad.


Además de lo que pudo ser la cuadra, visitamos una exposición donde se puede ver a toda la familia Parke. Papá Parke cobrando los impuestos a un granjero de la zona, mamá Parke haciendo encaje de bolillos y los niños Parke tocando música y leyendo. ¡Una escena costumbrista de la época!.


Una vez acabamos la visita, salimos de la zona amurallada y dimos un paseo por los jardines exteriores sacando fotos al castillo y al lago Gill. Para los interesados, se pueden dar paseos en barco por el lago (no entra con la entrada del castillo). El embarcadero se encuentra a pocos metros de la entrada de la fortaleza.


A las 13h30 finalizamos la visita y marchamos hacia nuestra siguiente parada del día, el centro megalítico de Carrowmore, muy cerca de Sligo. Como nos había sobrado comida del día anterior, aprovechamos para reponer fuerzas antes de comenzar la visita.



Carrowmore es el cementerio más grande de tumbas megalíticas en Irlanda y también es uno de los más antiguos del país, con monumentos que van desde cinco mil hasta cinco mil ochocientos años de antigüedad. Los arqueólogos han registrado más de 60 tumbas de las cuales 30 son visibles.
La tumba 54 (fotografía de la izquierda) está parcialmente escondida en la tierra y la estructura circular hecha de guijarros, ha desaparecido. Muchas de estas tumbas fueron saqueadas y sus piedras se utilizaron para hacer muros en los campos.
En la tumba 52 (fotografía de la derecha) se puede ver un dolmen prácticamente intacto. Se cree que se ensamblaron primero cinco piedras colocadas verticalmente, reforzadas por un relleno de piedras en la base. Otra característica es la colocación de dos piedras en forma de portal frente al dolmen. Se cree que pudo ser un pasaje ceremonial o simbólico al estilo de las “tumbas de paso”, típicas de Newgrange.
La tumba 54 (fotografía de la izquierda) está parcialmente escondida en la tierra y la estructura circular hecha de guijarros, ha desaparecido. Muchas de estas tumbas fueron saqueadas y sus piedras se utilizaron para hacer muros en los campos.
En la tumba 52 (fotografía de la derecha) se puede ver un dolmen prácticamente intacto. Se cree que se ensamblaron primero cinco piedras colocadas verticalmente, reforzadas por un relleno de piedras en la base. Otra característica es la colocación de dos piedras en forma de portal frente al dolmen. Se cree que pudo ser un pasaje ceremonial o simbólico al estilo de las “tumbas de paso”, típicas de Newgrange.


De los grandes cementerios megalíticos de Irlanda, Carrowmore es el que más tumbas tiene, aunque son más sencillas. La mayoría de los monumentos de Carrowmore son círculos de dolmen abiertos y se consideren “tumbas satélites” del monumento central.
Según pudimos leer, durante una investigación reciente, se dató entre 5600 y 5700 años el punto más alto de más actividad en Carrowmore. La agricultura aparece en Irlanda hace unos 5800-6000 años.
La tumba central se conoce como Listoghil. No se conoce cuando se pudo dañar el monumento ya que, en 1779 Beranger, un artista visitante lo describió como una cueva. Otros escritores posteriores, sin embargo, relataron que pudo ser una cantera. Después de la excavación en la década de 1990, el montículo se restauró según se creía que pudo ser su perfil original. Listoghil, al igual que el montículo de Tara, está orientado hacia el este-sureste, hacia la salida del sol entre el principio y final del invierno.
Según pudimos leer, durante una investigación reciente, se dató entre 5600 y 5700 años el punto más alto de más actividad en Carrowmore. La agricultura aparece en Irlanda hace unos 5800-6000 años.
La tumba central se conoce como Listoghil. No se conoce cuando se pudo dañar el monumento ya que, en 1779 Beranger, un artista visitante lo describió como una cueva. Otros escritores posteriores, sin embargo, relataron que pudo ser una cantera. Después de la excavación en la década de 1990, el montículo se restauró según se creía que pudo ser su perfil original. Listoghil, al igual que el montículo de Tara, está orientado hacia el este-sureste, hacia la salida del sol entre el principio y final del invierno.



La tumba nº 7 es el dolmen más grande y más al norte de Carrowmore. Una excavación en la década de 1970 encontró evidencias de un agujero central, punto desde donde se pudo haber dibujado el círculo original. Por los restos encontrados se sabe que durante la Edad de Bronce e incluso en la época romana, hubo visitantes que pasaron por allí.

A las 15h45 finalizamos la visita y nos dirigimos a nuestra siguiente parada, la abadía de Sligo a la que llegamos en unos 15’. La abadía está en el centro de la ciudad y no dispone de parking propio. No obstante, justo enfrente del lateral donde se encuentra la entrada, hay un parking de pago (1,20€ por una hora).



Conocida localmente como la 'Abadía', sobrevive desde tiempos medievales. Construido por Maurice Fitzgerald para los dominicos en 1252, fue incendiado accidentalmente en 1414, cuando una vela que quedaba descuidadamente en el edificio lo incendió. También fue parcialmente destruida durante la rebelión de 1641.

En el interior se pueden ver un gran número de tallas (entre ellas, esculturas góticas y renacentistas). El claustro está bastante bien conservado y también el altar mayor (fotografía de la izquierda) labrado con ornamentación de follajes, uvas y una rosa. Es el único altar mayor esculpido del siglo XV que queda en los templos monásticos irlandeses. La leyenda dice que los creyentes salvaron la campana de plata de la abadía y la arrojaron al Lough Gill. Sólo los libres de pecado pueden oírla.
La torre del campanario es alta y esbelta al contrario que las de otras abadías que suelen ser más anchas y bajas. En su día estuvo defendida por almenas, pero debido a los ataques y a los incendios, han desaparecido.
La torre del campanario es alta y esbelta al contrario que las de otras abadías que suelen ser más anchas y bajas. En su día estuvo defendida por almenas, pero debido a los ataques y a los incendios, han desaparecido.

Lo bueno de la visita es que sólo estuvimos acompañados por otra persona que, al igual que nosotros, era aficionada a la fotografía con lo que estábamos pendientes de no “estorbarnos” a la hora de sacar fotos, ¡jejeje!.
Como tras la visita, aun nos sobró algo de tiempo de aparcamiento, aprovechamos para dar un paseo “rapidito” por el centro de la ciudad. Incluso nos dio tiempo a merendar.
Como tras la visita, aun nos sobró algo de tiempo de aparcamiento, aprovechamos para dar un paseo “rapidito” por el centro de la ciudad. Incluso nos dio tiempo a merendar.

Apuramos el tiempo del aparcamiento y yo me adelanté para no llevarnos ninguna sorpresa mientras Anna terminaba de comprar alguna cosilla en una librería. Ya en el coche, escribimos en el gps la dirección de nuestra última visita programada: la cascada de Gleniff Horseshoe.

Iba un poco justita de agua, pero, aun así, nos gustó mucho el entorno en el que está situado. Incluso las ruinas de lo que en su día fuera una escuela para los hijos de los mineros de Ben Bulben, quedan integradas fenomenalmente en el ambiente.

Ya no teníamos nada más planificado para el día pero en el castillo de Parke, habíamos visto que había una playa, Streedagh Beach y que no quedaba muy lejos, donde en 1588 naufragaron tres barcos de la Armada Invencible.
Pero antes de llegar, cuando atravesábamos el pueblo de Grange, vimos unos murales muy vistosos y grandes en las fachadas de unas casas y no nos pudimos resistir a parar. Aunque uno de ellos estaba fácilmente accesible (el de la foto de la derecha), el otro estaba dentro de una especie de aparcamiento privado.
Mientras hacía malabarismos para meter la cámara entre las verjas para poder fotografiar el mural, salió un coche y el dueño me preguntó si quería acceder al interior para sacar la foto bien. ¡Pero buen hombre, ¿lo pone en duda? Jajaja!
Supongo que se dio cuenta de que mi inglés no era demasiado bueno y me pregunto que a ver de dónde era. Cuando le dije que éramos del País Vasco, se puso como loco. Me dio la mano y me dijo que vascos e irlandeses… como hermanos. ¡Ahí queda eso!! ¡En fin!
Me comentó que hacía bastante tiempo que había estado en Bilbao y que le gustaría volver algún día. Le animamos a volver porque además de ser la mejor cuidad de mundo, (¡jo, lo siento!, pero es que nací en el centro de Bilbao), la ciudad de ahora no tenía nada que ver con lo que él había conocido hacía 20 años.
Pero antes de llegar, cuando atravesábamos el pueblo de Grange, vimos unos murales muy vistosos y grandes en las fachadas de unas casas y no nos pudimos resistir a parar. Aunque uno de ellos estaba fácilmente accesible (el de la foto de la derecha), el otro estaba dentro de una especie de aparcamiento privado.
Mientras hacía malabarismos para meter la cámara entre las verjas para poder fotografiar el mural, salió un coche y el dueño me preguntó si quería acceder al interior para sacar la foto bien. ¡Pero buen hombre, ¿lo pone en duda? Jajaja!
Supongo que se dio cuenta de que mi inglés no era demasiado bueno y me pregunto que a ver de dónde era. Cuando le dije que éramos del País Vasco, se puso como loco. Me dio la mano y me dijo que vascos e irlandeses… como hermanos. ¡Ahí queda eso!! ¡En fin!
Me comentó que hacía bastante tiempo que había estado en Bilbao y que le gustaría volver algún día. Le animamos a volver porque además de ser la mejor cuidad de mundo, (¡jo, lo siento!, pero es que nací en el centro de Bilbao), la ciudad de ahora no tenía nada que ver con lo que él había conocido hacía 20 años.

Tras el simpático encuentro, seguimos camino hasta la playa y sin esperarlo nos encontramos que podíamos tener un bonito atardecer. Dejamos el coche junto a la entrada de la playa y fuimos dando un paseo hasta que las nubes fueron cogiendo un poco de color.


Poco antes de las 19h45 el sol tocó el horizonte y las nubes se tiñeron de colores amarillos y naranjas intensos. Todo un señor atardecer en una playa semi vacía (algún surfer salpicaba las olas).

Según se puede leer en armadainvencible.org: “el temporal del 21 de septiembre de 1588 arrojó contra las costas irlandesas a numerosos barcos de la Armada Invencible, pero la mayor tragedia ocurrió cuando tres barcos quedaron atrapados en las costas de la Bahía de Donegal, cerca de la playa de Streedagh. Eran el Juliana, el Lavia y el Santa María de Visón.
A bordo del Lavia se encontraba Francisco de Cuéllar, oficial del Estado Mayor y que en un principio había embarcado en el castellano San Pedro del cual era capitán y que fue relevado de este puesto tras la ruptura de la formación por la cual se ahorcó a Don Cristóbal de Ávila. La intervención de Martin de Aranda, capitán del Lavia, evitó a Cuéllar la ejecución sumarísima y lo trasladó a este barco, aunque en condición de arrestado”.
A bordo del Lavia se encontraba Francisco de Cuéllar, oficial del Estado Mayor y que en un principio había embarcado en el castellano San Pedro del cual era capitán y que fue relevado de este puesto tras la ruptura de la formación por la cual se ahorcó a Don Cristóbal de Ávila. La intervención de Martin de Aranda, capitán del Lavia, evitó a Cuéllar la ejecución sumarísima y lo trasladó a este barco, aunque en condición de arrestado”.

Sobre las 21h regresamos a Strandhill y salimos a cenar. Decidimos no repetir pizza para y dentro del mismo pub te dan acceso a un piso superior donde hay un restaurante chino. China la comida, porque la decoración, no iba en concordancia. Pero cenamos tranquilos: platos variados estilo oriental para 2 personas, 43,60€.



Con la panza llena y satisfecha, bajamos de nuevo por el pub para irnos hasta el alojamiento. Dimos debido cumplimiento a nuestro ritual antes de acostarnos y concluimos la jornada.
*** final del día 13 ***
.