.
Nuestro vuelo tenía hora programada a las 17h desde el aeropuerto Seve Ballesteros de Santander, que nos pilla a 45’ de casa. Aprovechamos para comer en Santander con la familia en un día nubladillo, pero con buena temperatura.
Mientras facturábamos las maletas vimos en pantalla que nuestro vuelo aparecía como retrasado. La chica que nos atendía nos dijo que no sabía nada al respecto, pero se tomó la molestia de informarse y por lo visto había habido algún problema en el otro aeropuerto, ya solucionado.
Al facturar nos dijeron que una de las maletas iba con 3kg. extra pero que nos lo iban a compensar con la otra que tenía menos peso. Nos resultó extraño porque pesamos las maletas con antelación para evitar sustos y siempre es bastante exacto el pesaje. Lo tendríamos que tener en cuenta sobre todo para la vuelta.
Al facturar nos dijeron que una de las maletas iba con 3kg. extra pero que nos lo iban a compensar con la otra que tenía menos peso. Nos resultó extraño porque pesamos las maletas con antelación para evitar sustos y siempre es bastante exacto el pesaje. Lo tendríamos que tener en cuenta sobre todo para la vuelta.
Sobre las 16h30 (con 20’ de retraso) nos avisaron por el sistema de megafonía que se ya podía embarcar, por lo que nos despedimos de la familia y pasamos el control de seguridad. Una vez en la zona de embarque, pudimos ver como ya nos esperaba en la pista el Boeing 737-800 que nos iba a llevar hasta Dublín.
El embarque lo hicimos sin problemas. Por la megafonía del avión nos avisaron de que intentáramos no entretenernos para ver si podíamos recuperar algo del retraso que llevábamos. Nosotros, como sólo teníamos dos mochilas (una para la cámara y otra para el portátil) decidimos no utilizar el espacio superior y llevar los bultos debajo del asiento.
Poco antes de las 17h30 enfilamos la cabecera de la pista y despegamos. En cuanto cogimos algo de altura y nos dirigimos hacia el mar, pudimos disfrutar de una magnífica vista a aérea del Parque Natural de las Dunas de Liencres.
Poco antes de las 17h30 enfilamos la cabecera de la pista y despegamos. En cuanto cogimos algo de altura y nos dirigimos hacia el mar, pudimos disfrutar de una magnífica vista a aérea del Parque Natural de las Dunas de Liencres.
La duración del vuelo fue aproximadamente de hora y media. Tuvimos un aterrizaje digamos que “entretenido”. El avión se movió un poquito más de lo que suele gustar en estas situaciones.
Llegados a la terminal, pusimos nuestros relojes en hora mientras esperábamos a que nuestras maletas hiciesen su aparición en la cinta y de la misma, nos fuimos a localizar el mostrador de Carhire.ie para recoger el coche. Nos dijeron que teníamos que dirigirnos fuera de la terminal y que unos autobuses te llevaban a la puerta de cada empresa de alquiler. El nuestro, tenía como destino Europcar (al ser filial de ésta).
Ya se está convirtiendo en una regla no escrita que siempre tardamos más tiempo del previsto en realizar el trámite del alquiler. No se sí a otros os pasa lo mismo o no. Al final una hora, no te la quita nadie. Y luego la revisión del coche. Que ellos le quitan importancia a todo, pero luego no sabes sí a la vuelta, el que te toque, es de los puntillosos o no.
El coche que nos asignaron, un Nissan Pulsar tenía varias marcas. Y quisimos que constaran por lo que os hemos comentado antes. Nos dijeron que sacásemos fotos. Pero el coche negro, era un auténtico reflector andante y no se veía nada en las fotos. Volvimos para ver si alguien nos podía atender y ante la “desaparición” del chico que nos había tramitado el alquiler, una chica salió con nosotros y terminó sacando un video porque lo de las fotos, también lo vio inviable. Nos dijo que lo adjuntaba a la documentación del coche.
En cuanto estuvimos preparados, metimos la dirección del B&B donde íbamos a dormir esa noche y nos pusimos en marcha.
En cuanto salimos de la zona del aeropuerto, nuestra amiga inseparable “maripuri” nos dice que tenemos que coger la autopista de pago M50 que circunvala la ciudad de Dublín. Como tenemos una hora de viaje hasta el B&B y la luz está empezando a escasear, decidimos no llevarle la contraria.
Por el camino, llamamos al dueño de la casa ya que por correo nos había pedido que, si llegábamos más tarde de las 20h, le avisáramos. Hicimos una llamada y salimos más o menos airosos.
De antemano sabíamos que el tránsito por la M50 conlleva el pago de un peaje. Pero no entraba en nuestros planes usarla por lo que, no cogimos ningún pase a la hora del alquiler. La Autopista M50. es una autopista de pago telemático. Eso quiere decir que no hay cabinas ni empleados para pagar. La gente que pasa habitualmente, está dada de alta en el servicio y el cargo se lo hacen directamente en la cuenta. Para los no habituales, daban dos opciones: avisar a la empresa de alquiler para que realizaran ellos el pago y luego te lo cobraran aparte o a través de una App en el móvil donde el usuario puede hacer el pago directamente a través de una pasarela de pago, teniendo en cuenta que hay que pagar dentro de las 24h siguientes a la hora de paso.
Después de algo más de media hora, a la altura de Shankhill, salimos de la M50 y cogemos la M11, también de doble carril. Por la M11/N11 seguimos 15 kms. hasta Rathnew y allí nos desviamos por la R752 hasta Rathdrum donde se encuentra el B&B Birchdale House.
El coche que nos asignaron, un Nissan Pulsar tenía varias marcas. Y quisimos que constaran por lo que os hemos comentado antes. Nos dijeron que sacásemos fotos. Pero el coche negro, era un auténtico reflector andante y no se veía nada en las fotos. Volvimos para ver si alguien nos podía atender y ante la “desaparición” del chico que nos había tramitado el alquiler, una chica salió con nosotros y terminó sacando un video porque lo de las fotos, también lo vio inviable. Nos dijo que lo adjuntaba a la documentación del coche.
En cuanto estuvimos preparados, metimos la dirección del B&B donde íbamos a dormir esa noche y nos pusimos en marcha.
En cuanto salimos de la zona del aeropuerto, nuestra amiga inseparable “maripuri” nos dice que tenemos que coger la autopista de pago M50 que circunvala la ciudad de Dublín. Como tenemos una hora de viaje hasta el B&B y la luz está empezando a escasear, decidimos no llevarle la contraria.
Por el camino, llamamos al dueño de la casa ya que por correo nos había pedido que, si llegábamos más tarde de las 20h, le avisáramos. Hicimos una llamada y salimos más o menos airosos.
De antemano sabíamos que el tránsito por la M50 conlleva el pago de un peaje. Pero no entraba en nuestros planes usarla por lo que, no cogimos ningún pase a la hora del alquiler. La Autopista M50. es una autopista de pago telemático. Eso quiere decir que no hay cabinas ni empleados para pagar. La gente que pasa habitualmente, está dada de alta en el servicio y el cargo se lo hacen directamente en la cuenta. Para los no habituales, daban dos opciones: avisar a la empresa de alquiler para que realizaran ellos el pago y luego te lo cobraran aparte o a través de una App en el móvil donde el usuario puede hacer el pago directamente a través de una pasarela de pago, teniendo en cuenta que hay que pagar dentro de las 24h siguientes a la hora de paso.
Después de algo más de media hora, a la altura de Shankhill, salimos de la M50 y cogemos la M11, también de doble carril. Por la M11/N11 seguimos 15 kms. hasta Rathnew y allí nos desviamos por la R752 hasta Rathdrum donde se encuentra el B&B Birchdale House.
Una vez nos presentamos, nos instalamos en la habitación. Mientras cenamos algo de “picoteo” que llevábamos desde casa, miramos el tema del pago de la Autopista M50. La verdad es que el proceso es súper-sencillo. Instalas la App desde la tienda de Google o Apple y desde ahí, metiendo la tarjeta de crédito, se realiza el pago. ¿Y cómo saben con qué coche has pasado? Pues metiendo la matrícula del coche. Inmediatamente la aplicación idéntica marca/modelo e incluso el color del coche. Por supuesto, también te dice a qué hora has utilizado la autopista. Más cómodo imposible.
El único problema es que, al ir a hacer el pago, nos daba un error. En un principio, pensamos que era por hacerlo a través de la wifi de la casa e intentamos hacerlo por 4G, pero había tan poca cobertura que también nos daba error. Como teníamos todo el día siguiente para hacer el pago, lo dejamos pendiente y nos pusimos a organizar un poco el día siguiente. Pasadas las 23h ya no dábamos mucho más de sí, y decidimos apagar la luz.
El único problema es que, al ir a hacer el pago, nos daba un error. En un principio, pensamos que era por hacerlo a través de la wifi de la casa e intentamos hacerlo por 4G, pero había tan poca cobertura que también nos daba error. Como teníamos todo el día siguiente para hacer el pago, lo dejamos pendiente y nos pusimos a organizar un poco el día siguiente. Pasadas las 23h ya no dábamos mucho más de sí, y decidimos apagar la luz.
*** final del día 1 ***
.