LAS CATARATAS DEL RIN
Las famosas Cataratas del Rin o Rheinfall está en el pueblo suizo de Neuhausen am Rheinfall, entre los cantones de Schaffhausen y el de Zúrich; desde Arth tenemos 112 km, una hora y cuarto contando dos paradas en controles de aduana. Al llegar a Neuhausen solo hay que ir siguiendo las indicaciones Rheinfall.
Puedes leer aquí: Rheinfall
En la orilla norte tenemos el embarcadero desde el que parten los distintos barcos por el Rin y varios restaurantes, entre ellos el famoso Schlössli Wörth. Aparcar cuesta 5 francos la hora y dos, las siguientes. Se puede pasear por los alrededores y ver las caídas de agua desde esta orilla, abierta las 24 horas. Hay mesas para picnic y un parque de juegos. Más info aquí: Rheinfall-orilla norte
En la orilla sur está el Schloss Laufen. El acceso a las plataformas puede hacerse durante las 24 horas de forma gratuita. También hay mesas para picnic. La entrada al castillo, acceso a sus plataformas para las vistas y al Historama cuesta 5 CHF. Puedes leer aquí: Rheinfall-orilla sur
Aunque las vistas son buenas desde las orillas, nosotros teníamos claro que queríamos vivir la fuerza del Rin de cerca, así que nos fuimos a la orilla norte para hacer algún paseo en barco.
Hay dos cortos, el 1 y el 2. El 2 o tour rojo va en línea recta hasta la orilla sur; el 1 o amarillo va por en medio del río hasta la roca y vuelve. El 4 (azul) y el 5 (rosa) son los más largos, recorren las dos orillas y se acercan también a la roca, aunque no paran en ella para subir. Hicimos el tour amarillo, el que permite subir a la roca (20 CHF).
Para los distintos paseos en barco y para los distintos tipos de recorridos.
La formación de las Rheinfall se debe a dos cambios de curso del río Rin en la era glacial, el primero hace 120.000 años y el segundo hace 15.000. Tras este segundo surgen las cataratas. El salto tiene un ancho de 150 m, desde donde se precipitan a una altura de 23 m.
Desde la web oficial suiza de turismo dicen que es el salto de agua más grande de Europa, con 700 metros cúbicos de agua por segundo en verano.
La roca es anterior a la aparición de las cataratas y se ha mantenido a lo largo de los siglos sin afectarle demasiado la erosión.
STEIN AM RHEIM
Una visita típica combinada con las Rheinfall es el encantador pueblo de Stein am Rheim, a solo 23 km, unos 30 minutos, también en el cantón de Schaffhausen. Es famoso por sus edificios medievales con entramado de madera y sus casas renacentistas decoradas.
Aparcamos en el parking Oberstadt, al lado de la fuente. Al principio parece un lugar modesto, pero pronto descubrimos su esplendor.
Por esa calle llegamos a la Rathausplatz, llena de terracitas, tiendas y edificios decorados con motivos que reflejan sus nombres, como la casa del sol o del buey rojo.
Aquí también se encuentra la taberna más antigua de la ciudad. La misma calle se convierte en Understadt y llega hasta la Untertor, una de las puertas de la ciudad, que junto a Obertor, todavía se conserva. Salimos a la izquierda y paseamos por la orilla del Rin, por Schiffländi hasta el puente Rheinbrücke, por el que volvemos a la misma orilla del casco antiguo, donde están el Kloster St. Georgen, monasterio benedictino, y su iglesia, de finales del siglo XI.
Aquí tienes una propuesta de la oficina de turismo de qué ver en tres horas: paseo por Stein am Rheim. En la misma web tienes para uno o dos días.
ST. GALLEN
Nuestra última visita nos lleva hasta St. Gallen, capital del cantón del mismo nombre, considerada metrópoli de la Suiza oriental. Bordeamos la orilla sur del Bodensee con idea de parar un rato en Constanza, pero la retención de tráfico para entrar era tal que desistimos y nos quedamos con el recuerdo que teníamos de la vez anterior, que la visitamos cuando estuvimos en la Selva Negra.
Lo más significativo de San Galo es su catedral y su casco medieval, característico por sus casas con ventanas-mirador y sus entramados de madera. Para llegar al Altstadt o casco antiguo, dejamos el coche en el aparcamiento Altstadt (no se puede acceder en coche) y caminamos por Poststrasse hasta la Markplatz, antigua plaza del mercado, en la parte norte del centro medieval, llena de puestos de comida.
Está rodeada de casas de los siglos XVII y XVIII, algunas con tallas en relieve y con ventanas circulares con miradores, que son típicas de St. Gallen.
Desde la Marktgasse y cruzando la Bärenplatz llegamos a la Catedral. La abadía benedictina se funda en el siglo VIII, aunque ya la iglesia y el monasterio románicos no se conservan. La Catedral y el monasterio actuales son de estilo barroco, lo cual se ve perfectamente en su interior.
Debido a la importancia de sus obras de arte y a la biblioteca, la Abadía es Patrimonio de la Humanidad.
Para visitas guiadas por la ciudad.