Hoy tenemos previsto recorrer parte de la carretera de los tres puertos (Grimsel, Furka y Susten) para conocer el Rhonegletscher y el Aletschgletscher.
Como partimos de la misma Grimselstrasse, pasamos por la entrada este de la Aareschlucht en dirección a Innetkirchen, donde cogemos el desvío Gletsch/Grimsel. Nos acompañan numerosas caídas de agua e incluso algo de nieve.
El Räterisch-Bodensee es una presa de agua verde rodeada de puentes y construcciones de cemento, una presa hidroeléctrica, parece.
En Grimselpass, a 2165 m, la niebla es baja y la temperatura ha bajado hasta los 8º. El Tötesee está enfrente del Hotel Alpenrösli, donde paramos a tomarnos unos chocolates calientes, porque vamos helados. Aprovechamos para comprar un trozo de queso curado con vino a un señor mayor que tiene un puesto de venta de especialidades del Vallais. Es de los mejores que probamos, pero ya nunca volvimos a encontrarlo.
Pasando el hotel Grimselblick, entramos en Gletsch. A la altura de la oficina de información, en el desvío Furka/Brig seguimos en dirección Furka para ir hacia el Rhonegletscher. Una vez en el Hotel Belvedere, de frente llegamos a la Eisgrotte, a la que se entra a través del bazar.
Una vista general antes de acercarnos al azul helado.
Poco a poco nos vamos acercando a la lengua glaciar.
Hasta llegar a formas y colores diversos, que se derriten delante de nosotros. EL Rhone ha sufrido también un importante retroceso.
Por último, entramos en la cueva de hielo.
Fiesch es nuestro siguiente destino, así que bajamos por la misma carretera y al llegar a Gletsch tomamos ahora el desvío en dirección a Brig. En Fiesch solo hay que seguir las indicaciones Fieschertal y luego los carteles que llevan al teleférico del Eggishorn (a la derecha “luftseilbahn”).
Cuando preparábamos el viaje, leímos y debatimos mucho sobre si subir al publicitado y turístico Jungfraujoch; finalmente nos dejamos guiar por la opinión de la compañera del foro Laurarod, buena conocedora de los Alpes, quien siempre aconsejaba subir al Eggishorn antes que al masificado y caro Jungfraujoch. Y es lo que hicimos. Al fin y al cabo, desde aquí se puede ver la cima de la Jungfrau.
No bajamos en la parada intermedia en Fiescheralp, sino que subimos directamente hasta el Eggisshorn. El Aletsch está formado por tres brazos que confluyen en la Plaza de la Concordia: un brazo que parte del pico Aletschhorn, otro del lado meridional del Mönch y del Jungfrau y el tercero del lado este del Mönch) y Jungfrau.
La niebla nos lo ponía difícil, solo de vez en cuando lográbamos ver la cima de los macizos rocosos casi helados que teníamos enfrente.
Desde el mirador tenemos de frente al Geisshorn, a su derecha al Aletschhorn y justo debajo el Mittelaletschgletscher. A la derecha el glaciar baja en Konkordiaplatz; encima supuestamente están Jungfrau, Jungfraujoch, Mönch, Trugberg y Eiger.
Bajamos hasta la altura del glaciar. Luego subimos e hicimos una ruta por la cresta de la montaña, hasta la cruz, por un camino estrecho de piedras, parando a cada rato a disfrutar de las vistas del glaciar Aletsch y de la Jungfrau, junto a otras cimas de igual o más belleza. No todo acaba en ella. Desde la cruz Konkordiaplatz queda ahora a la izquierda; además teníamos bajo nuestros pies el Fieschgletscher y el lago Marjelensee.
De vuelta por la Furkastrasse teníamos intención de ir hasta el paso de Furka, a pesar de la niebla; pero llegó un momento que nos vimos envueltos en ella, de modo que apenas veíamos unos metros de carretera, así que desistimos y nos volvimos a Meiringen. Ya no tuvimos más oportunidad de hacer la ruta de los tres puertos, que se nos quedó en solo uno.