Nuestro próximo destino en Paris fue la visita a Sacre Coure y Montmatre, otros lugares imperdibles de la ciudad, las vistas desde Sacre Coure son realmente bonitas, y Montmatre es tan exquisito y pintoresco que no hay palabras para describirlo.

En este viaje a Paris, como dije, hice varias cosas que no había hecho antes, una de ellas fue una noche que fuimos a cenar y ver el espectáculo del Lido, en otras oportunidades vi el espectáculo sólo con una copa, en esta oportunidad hicimos el combo completo y fue muy lindo, las mesas con cena tienen una ubicación privilegiada para ver el show que siempre es hermoso y espectacular, lamentablemente no tengo fotos, no dejan tomarlas, obviamente.
Otra visita que hay que hacer en una pasada por Paris es, sine qua non, el Palacio de Versalles, otra visita maravillosa a la que no le falta nada, en realidad todas las veces que fui, lo que sentí es que le sobraba turistas, por favor, que cantidad de gente. Tanto el interior como el exterior son de los más bonitos de todos los palacios que he visto en distintos países de Europa. Todas las habitaciones están exquisitamente decoradas, desde los ventanales de mucha de ellas, se tiene una vista privilegiada de los jardines, que son enormes, hermosos, con lugares para descansar, para comer, para tomar algo, con fuentes y estatuas, todo increíblemente hermoso.
Tengo muchísimas fotos de Versalles pero voy a poner sólo una de los interiores, el salón de los espejos, y una del exterior de la fuente que más me gusta.


El Palacio de Versalles no puede ser mejor cierre para un viaje que fue distinto en tantos sentidos, parece mentira que siempre encontremos lugares nuevos en sitios ya conocidos y en este viaje quedó demostrado, tanto en Egipto como en Paris. En su mayoría porque tuve una compañera de viaje curiosa, empática y simpatiquísima. Gracias amiga, hiciste de un viaje repetido un viaje único.