En París nos alojamos en Citadines Opera Apart Hotel, muy bien ubicado cerca de la Opera Garnier con una habitación cómoda, no muy grande como no lo es ninguna en Paris pero con todo lo necesario incluso en la kitchenette que tiene la habitación. Me gustó tanto que al año siguiente que volví a Paris con una de mis hijas reservé nuevamente este alojamiento.
A pesar que, como dije anteriormente, no era mi primera vez en esta ciudad también hice cosas que nunca había hecho, como tomarnos un café en un bar que está en la esquina del Trocadero cruzando la avenida para ver cómodamente sentadas en un lindo lugar la Torre Eiffel, o cenar en el restaurante de la Torre Eiffel.
Obviamente como Mariela no había ido nunca el primer lugar al que fuimos fue a la Torre Eiffel, de noche, para verla en todo su esplendor.

Después de ese espectáculo increíble que nunca me deja de sorprender nos fuimos en metro al barrio latino a cenar pasando previamente por la Fuente de Saint Michel, de noche muy bonita.

Cenamos en un restaurante griego del barrio latino donde yo ya había ido años atrás y me había gustado mucho, también en esta oportunidad.

Al día siguiente pasamos por la Opera Garnier que la teníamos cerca, camino a la Plaza de la Concorde.


Desde ahí hicimos una linda caminata por Champs Elysées hasta el otro monumento emblemático de París, el Arco del Triunfo
