Ordino es la capital de la parroquia del mismo nombre y seguramente es una de las localidades más bonitas de Andorra, cuya visita debe ser imprescindible. Su casco antiguo ha conservado el estilo más tradicional, en el que también se ven casas señoriales.
En este viaje hemos pasado por Ordino tres veces (por lo menos dos de nosotros). La primera fue para visitar el Museo de la miniatura. El ucraniano Nicolaï Siadristy es seguramente el mejor miniaturista del mundo. Ya conocimos este museo hace muchísimos años, cuando pasábamos aquí algunos días en verano. De aquella visita recordaba perfectamente una caravana de camellos con una pirámide en el ojo de una aguja, una de las obras más bonitas y conocidas. En julio de 2019 hicimos un viaje a Kiev y tuvimos oportunidad de ver el museo original, en recinto del Monasterio de las cuevas. La obra de este hombre es excepcional y digna de ser admirada. Por cierto, todas las piezas se deben observar con microscopio.

El museo se completa con iconos y huevos de pascua rusos y con una bonita colección de matrioskas. También son preciosas las cajas pintadas a mano. Antes estos tres museos estaban por separado. Existía el Museo iconográfico Sant Jordi, que tenía preciosos iconos escuelas de Ucrania, Rusia, Grecia y Bulgaria de los siglos XVII, XVIII y XIX así como 70 tallas de Cristo en madera policromada de escuelas españolas del siglo XI al XIX.
En cuanto a las matrioskas, nos explican que su origen está en Japón. Un conocido industrial y mecenas ruso, Savva Mamontov, llevó de Japón una serie de siete divinidades de la Fortuna. La más grande de ellas representaba a Fukurokuju, el dios calvo de la sabiduría y la felicidad. Más adelante el pintor Serguei Maliutin creó una versión rusa del juguete en su taller de artesanía popular en Serguiev Posad, una ciudad del Anillo de Oro, donde se encuentra el famoso monasterio de la Trinidad. El artista representó una campesina feliz que acoge dentro de ella toda su descendencia hasta su recién nacido.
La muñeca se hizo rápidamente muy popular en Rusia y recibió el nombre típico "matriona" (campesina), cuyo diminutivo es matrioska.

En el año 1900 el juguete causó sensación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de bronce.
Luego, a partir de los años 30, el estado tomó las riendas de su fabricación e impuso unas reglas. Todas debían ser iguales.
El museo, privado, está en la carretera de entrada al pueblo, en los bajos de un edificio.
En nuestra segunda visita solo íbamos de paso porque volvíamos de hacer el camino de hierro. Apenas si pasamos por la calle principal.
Nuestra tercera visita sí fue encaminada a hacer la visita. Casi al principio de la calle Mayor encontramos a la izquierda un jardín. Es el que pertenecía a la Casa Rossell. La casa está bajando un poco por una callecita. Aunque no está abierta al público, sí puedes entrar al patio y ver su distribución.
La casa solariega de los Rossell se construyó en 1611, según consta en una placa de piedra sobre la puerta de entrada a la casa, debajo de un paso cubierto. Además de la fecha también está la inscripción "Ant.ro", que significa Antoni Rossell. Sin embargo, existía un edificio anterior desde el siglo XV.
Los Rossell eran una familia muy rica e importante en Andorra (aunque no tan ricos como sus vecinos Areny Plandolit). Tenían muchas tierras y dos fraguas, la Rossell de la que ya hablé y otra en el Serrat (conjuntamente con los Areny).

El mayor de los seis hijos de Joan Fiter de Ares y de Joana Agna Fiter i Rossell, heredera de Can Rossell, fue el jurista Antoni Fiter i Rossell. Fue veguer episcopal y escribió, en 1748, el « Manual Digest de los Valles neutras de Andorra». Es la compilación de la historia, el gobierno y los usos y costumbres de Andorra realizada a petición del Consell de les valls. Antoni, que no pensaba casarse, rechazó ser el heredero, a pesar de ser el primogénito, y todo pasó a manos del segundo hijo, su hermano Pedro.
Los últimos herederos, Joaquim de Riba Cassany (1906-1983), consejero general y fotógrafo, y Luisa de Riba Cassany hijos de Luis de Riba y Camarlot, murieron sin descendencia y la Casa Rossell pasó a ser patrimonio del Gobierno de Andorra a principios de los años 90.
La casa es de piedra, con cubierta a dos aguas. Delante hay un patio empedrado, y en su lado noroeste una gran era con un corral en planta baja y un pajar en el piso superior. Aquí se alojó Mossèn Cinto Verdaguer en 1883.
Al otro lado, junto al jardín, estaba la capilla privada. También tenían un palomar.

Volviendo a la calle Mayor, visitamos la magnífica casa Areny Plandolit (visita con audioguía; no se pueden hacer fotos). Era la casa de los Areny, la familia más rica de Andorra.
A lo largo del periodo 1600-1900, la casa Areny Plandolit de Ordino fue una de las más destacadas del valle de Andorra. El primer heredero bien documentado es Guillem Areny Vidal. Al inicio del siglo XVIII la casa estaba emparentada con las casas ganaderas más influyentes de los valles. A partir de este siglo las alianzas matrimoniales empezaron a buscarse en la nobleza catalana.
La casa está distribuida en tres pisos. La planta baja corresponde a la bodega de aceite y leña de la casa. En el primer piso podemos encontrar el comedor, las habitaciones, la cocina, la biblioteca, la capilla, la sala de baile y la sala de armas. También podemos encontrar gran cantidad de objetos y mobiliario acumulados a lo largo de los siglos por la familia Areny. Incluso vemos cómo practicaban deportes conocidos como nobles (caza, esgrima,



En cuanto a las habitaciones, hay un lado están las que corresponden a la señora y al otro lado las del señor, con la hermosa biblioteca. Entre la habitación y la biblioteca se encuentra la pequeña capilla privada.
Nada más subir la escalera al último piso nos encontramos con un pequeño cuarto lleno de extraordinarios juguetes y juegos. Ahí me hubiera podido quedar mucho rato. Al lado está la habitación de las niñas (incluso con su ropa y los artículos para el pelo).
Para subir al piso de arriba hay una estrecha escalera de madera (vamos, la casa no está adaptada).
Uno de los retratos más destacados que encontramos a día de hoy es el de Guillem d'Areny-Plandolit, síndico general de Andorra y el principal promotor de la Nueva Reforma de 1866. Fue barón de Senaller i Gramenet.
Al lado está el Auditorio Nacional de Andorra. Su construcción fue obra del arquitecto español José García de Paredes, autor también de los auditorios de Madrid, Valencia y Zaragoza, entre otros, por encargo del Dr. Pau Xavier d'Areny-Plandolit.
Pau Xavier era el hijo menor de los diecisiete que tuvo don Guillem (siete con su primera esposa, que fue asesinada en Barcelona por un pretendiente que no era correspondido, y diez más con la segunda, una prima suya que había ido a ayudar con los niños... y acabó teniendo muchos más para cuidar). Pau Xavier nació cuando el padre acababa de morir. Estalló entonces un conflicto por la herencia entre los hijos del primer matrimonio y los del segundo y terminaron en juicios y luego vendiendo el patrimonio.
Estudió en el barrio de sant Andreu de Barcelona (el mío de toda la vida) y luego hizo Medicina en la Universidad de Barcelona. Además, tenía conocimientos de taxidermia y era aficionado a la magia.
Ejerció como médico suplente en las casas de socorro de la Asociación de amigos de los pobres y salió en la prensa por haber comprado un vehículo para visitar a domicilio (era el primer médico que tenía un coche para esos fines).
Publicó en revistas de medicina y fue asistente (sin sueldo) en la cátedra de Técnica anatómica de la Facultad de Medicina. Tuvo también una clínica ginecológica.
Todo eso puede verse en una consulta que se ha montado en la Casa Areny.
En principio quería instalar un hotel en el edificio, junto a la casa familiar. Luego, buscando los atractivos turísticos, se decantó por hacer un Museo de animales desnaturalizados. En el gran salón de la planta baja había un elefante indio y una jirafa. Además, había unos dioramas en unas vitrinas con tres pitones, un cocodrilo y cuatro primates en uno, tres cocodrilos y una iguana en el segundo y ocho tortugas y 14 aves marinas en el tercero. En la parte central de la sala había unas rocas con nueve rebecos. Había otras salas con aves, incluso un enorme grupo de buitres.
Con la llegada de la Guerra civil el museo se arruinó. En 1948 la colección la compró el Museo de zoología de Barcelona y el edificio quedó vacío. Se usó como almacén de grano y en 1972 el gobierno de Andorra lo compró junto con la casa. En 1993 se instaló el auditorio nacional de música.
Con el mismo precio de la entrada puedes visitar la Era Rossell (que está en los jardines de la casa). En la planta baja hay una colección de piezas provenientes de la familia Rossell, que se va cambiando con el tiempo. En la planta superior está el pequeño Museo Postal. Te ponen un audiovisual sobre el correo en Andorra que es muy interesante. Andorra no tiene ni ha tenido nunca correos propios. Funcionan allí la Poste francesa y Correos españoles.
Siguiendo la calle Mayor, a la izquierda, está la oficina de turismo. Más adelante, a la izquierda, está el antiguo edificio del Comú y enfrente el nuevo (pero bien integrado). Al lado está la iglesia de Sant Corneli i Sant Ciprià.

La iglesia es medieval pero sufrió modificaciones en los siglos XVII y XIX. La verdad es que creo que nunca he podido entrar, ni ahora ni en anteriores viajes. Parece que lo más destacado es una talla románica de la Virgen de los siglos XI y XII, en madera policromada. Mide 44 centímetros de altura (eso hace de ella una de las más pequeñas del Principado).
También se conservan retablos barrocos de los siglos XVII y XVIII, dedicados a los patrones de la iglesia.
Por último, se destacan las rejas, de los siglos XVIII y XIX.
En el exterior hay un pórtico.