Blogs / Diarios 
Esta Coloma es una población que pertenece a Andorra la Vella. Parece que en los orígenes era una de las parroquias.
Uno de los mayores atractivos es la Iglesia de Santa Coloma, una de las más bonitas del principado. De origen prerrománico, se construyó entre los siglos VIII y IX con una nave de planta rectangular y un ábside cuadrangular. Está construida con materiales locales como bloques de granito, piedra tosca (el travertino), losas de pizarra y madera.
No se sabe cuántos habitantes podría tener Santa Coloma por aquel entonces pero, a tenor del tamaño de la iglesia, seguramente sería de las villas más habitadas de la época.
Su fisonomía actual se debe a las reformas que se realizaron en el siglo XII, cuando se añadió el campanario lombardo de planta circular y cuatro pisos de altura, único en el Principado y uno de los pocos que se encuentran en los Pirineos. Tiene cubierta cónica y mide 17,5 metros.
También en el siglo XII se decoró el conjunto de la cabecera de la iglesia con un ciclo de pinturas murales al fresco que, tradicionalmente, se han atribuido al Maestro de Santa Coloma, si bien no son obra de una misma mano.
Actualmente solamente se conserva in situ una representación del Agnus Dei. El resto se vendió. Las pinturas murales del ábside de Santa Coloma, arrancadas mediante la técnica strappo, fueron vendidas en 1933 a un anticuario barcelonés llamado Bardolet por 15.000 pesetas. Éste a su vez vendió una parte importante del conjunto a un aristócrata alemán de origen judío, el barón belga Van Casse, que las instaló en su mansión de Cannes.
Luego pasó a manos de los nazis, que las requisaron, y las depositaron en unas minas de sal de Austria (¿habéis visto la peli Monument men?). Los aliados las recuperaron y las dejaron en un almacén de Munich.
Gran parte de la colección Cassel fue devuelta a su propietario pero los frescos se quedaron en Alemania. En 1969 se llevaron al Museo Prusiano Estatal de Cultura de Berlín y allí se quedaron hasta 2007.
Recientemente lo compró el gobierno andorrano y se exponen en un nuevo museo. En la iglesia hay un video mapping para poder ver cómo estaban las pinturas en su lugar original.
El interior de la iglesia (si dejamos de lado el video mapping) está igual que en la remodelación de los años 70. Al lado de la puerta podemos ver una cajita para limosnas (una peana de granito y madera con una bandeja de estaño).
Al lado derecho de la nave, en una capilla, vemos una talla. No nos puede pasar por alto porque se trata de una talla de madera policromada de la Mare de Déu del Remei de finales del siglo XII o principios del XIII. Vemos que sostiene al niño sobre su pierna y que parece que le abraza. Esto es propio de vírgenes románicas más avanzadas en el tiempo y próximas al gótico. Recibe el apodo cariñoso de la "Geperudeta" (la Jorobadita).
La pila bautismal está hecha con una gran piedra de granito trabajada pero de manera sencilla. La encontramos a los pies de la nave. El pie no es el original.
Quizás una de las cosas que más nos llamen la atención es el arco triunfal que hay al final de la nave y que la separa del ábside. De hecho, ese arco hace que durante el video mapping resulte complicado ver bien las pinturas. Por su forma recuerda un poco a los arcos de herradura musulmanes. Se trata de un arco de medio punto ultrapasado, característico del prerrománico.
Hablar del retablo mayor puede resultar raro porque no lo vemos donde debería estar. Y es que en el siglo XX para poder ver la iglesia como estaba originalmente, el retablo se puso a los pies de la nave por lo que cuando estemos sentados nos quedará a la espalda. Es una obra de 1741-1742 y se sabe que el autor es el llamado Mestre d'Adrall.
El pórtico data de algún momento entre el siglo XVI y el XVII. Se usaron grandes bloques de granito de la cantera de Enclar, muy poco trabajados. El tejado es de madera y losa de pizarra.
Los pórticos de las iglesias eran un lugar para resguardarse ante las inclemencias del tiempo. Pero, además, las comunidades se reunían para tomar decisiones o hacer negocios.
Enfrente encontramos el Espai Columba, centro de interpretación del románico. Llevamos audioguía pero no me gustó cómo se plantea. En el museo hay cosas interesantes (las lámparas de aceite de la iglesia de Santa Eulàlia de Encamp, la cruz espinosa de Sant Serni de Nagol o el Cristo de Sant Martí de la Cortinada, entre otros objetos) pero las explicaciones se lían demasiado. Lo mejor del museo es ver las pinturas originales de Santa Coloma.
Si miramos las pinturas de frente, a nuestra izquierda encontramos un Cristo en Majestad en la almendra mística rodeado por los símbolos de los cuatro evangelistas. Al otro lado está el colegio apostólico. En la pared de enfrente vemos a Santa Coloma, la Virgen, una paloma y los Apóstoles San Pedro y San Pablo.
Se cree que la paloma puede hacer referencia al Espíritu santo pero también puede referirse a la patrona de la iglesia.
En el intradós del arco estaban pintados san Silvestre y san Gregorio. No se han podido recuperar. El primero está en un museo de Massachusetts y el segundo está desaparecido.
Solo se conserva in situ la pintura del frontal del arco triunfal que representa al Agnus dei dentro de medallón sostenido por dos ángeles. Hay una decoración de cenefas.
Se dice que este lugar sufrió de una terrible invasión de osos hace muchísimo tiempo. Los animales destrozaban cultivos y casas. Solo la intercesión de santa Columba terminó con este peligro. En agradecimiento se dio su nombre a la iglesia.
Santa Columba es una mártir aragonesa del siglo III que fue salvada del ataque de un soldado romano por una osa que se había escapado de un anfiteatro.
Por otro lado, también se dice que Coloma o Columba derivaría de los columbarios romanos, el sitio donde los primeros romanos dejaban los restos de sus difuntos.
En lo alto, en la roca, está St.Vicenç d'Enclar. En época visigoda ya existía la fortaleza de Enclar aunque no hay ningún documento donde aparezca hasta el año 952. Era una propiedad de los condes de Urgell, que mantuvieron cuando dejaron en manos del obispo de Urgell y del monasterio de Sant Serni de Tavernoles sus posesiones. Desde allí se controlaban las entradas al condado de Urgell.
*** Imagen borrada ***
En 1190 el conde Ermengol VIII de Urgell cedió el castillo al vizconde Arnau de Castellbó, según consta en un pergamino que se conserva en los Archivos Nacionales de París.
En el segundo Pariatge, firmado en en 1288, el conde de Foix se comprometió a parar las obras de ampliación que estaba haciendo en el castillo y a demoler lo que ya se había construido. A partir de aquel momento el enclave entró en decadencia, manteniéndose el culto en el templo hasta el siglo XIX. El que es uno de los edificios religiosos más antiguos de Andorra no hace mucho era pura ruina. Se reconstruyó en la década de 1980.
El campanario es redondo pero mucho más simple y bajo que el de Santa Coloma. La iglesia está formada por una sola nave rectangular, acabada por el este en un ábside cuadrado.
En las excavaciones realizadas en el lugar de Enclar se han encontrado numerosos enterramientos, así como piezas de cerámica, silos, enseres de piedra y de metal, botellas de vidrio, anillos y monedas romanas.
Solo se puede acceder a la iglesia a pie. Actualmente está cerrada. Se sube por detrás de Sta. Coloma. También se puede acceder por una via ferrata.
Santa Coloma también es un pueblo. Y es que alrededor de la iglesia se fueron construyendo casas de pagès para explotar el valle central de Andorra, muy fértil. Todavía queda algún ejemplo de aquellas viviendas tradicionales como la casa Riberaygua, cerca de la iglesia.
Aunque nosotros no lo hemos visto, sí sé que en 2007 empezaron unas campañas arqueológicas en la zona de la Margineda. Es uno de los mayores yacimientos de Andorra y de los más importantes del Pirineo
La Margineda es el pueblo más meridional de la parroquia de Andorra la Vella. Allí pueden verse algunos ejemplos de arquitectura tradicional andorrana en piedra seca, reconocida por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad.
Precisamente el Puente de la Margineda (se distingue desde la carretera) es el más emblemático de Andorra. En documentos del siglo XV se le llama "puente nuevo" por lo que se supone que sustituyó a uno anterior. Se ha datado entre los siglos XIV y XV. Se sitúa en la Portella d'Aixovall, allí donde se separaban Andorra la Vella y Sant Julià de Lòria. Tiene un estado de conservación excelente.
A 300 metros del Puente de la Margineda encontramos otro, el de Madrid, pero éste mucho más moderno. Se inauguró en 2008 y es el gemelo del Puente de París. Una enorme esfera de acero de 4 metros de diámetro se sostiene por dos pies de acero. Estos, a su vez, se aguantan con varios tirantes.
Etapa anterior
Tema: 
Ir a tema del foro
