Central Kalahari Game Reserve, Naxai Pan y vuelta anticipada a Maun. ✏️ Diarios de Viajes de Botswana

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Nuestro siguiente destino es el Central Kalahari Game Resrve, la reserva más grande de Botswana. Llegamos en 4,30 horas, circulando primero por carretera y después por pista que está en tan buen estado que vamos a la misma velocidad que por la carretera.
En la puerta nos dicen que ha llovido recientemente pero que los caminos están bien todavía.

Sorprendente aquí nos encontramos con más gente, vemos varios coches y uno de ellos nos cuenta que han visto a un cachorro de guepardo en Leopard Pan y allá que vamos. Lo encontramos después de de dar bastantes vueltas y la estampa es tristísima, está muy delgado, demacrado y parece sentir mucha pena. Su hermano ha muerto (posiblemente lo han matado los leones) y él permanece al lado del cadáver, no quiere irse a pesar del riesgo que eso supone. En fin, la madre naturaleza es así y así tiene que ser. Lekogwa nos asegura que sobrevivirá, que ya se habían independizado de la madre y que sabrá arreglárselas sólo. Queremos creerle.



Central Kalahari es completamente diferente a Moremi, es más como la sabana, una llanura inmensa. Como ha empezado a llover está todo verde y es precioso, particularmente a mí siempre me han cautivado los espacios así, tan abiertos, tan inmensos, y aunque me esperaba encontrar algo mas parecido a un desierto, me sorprende muy gratamente. Debido a su gran tamaño en dos días sólo podremos explorar una pequeña zona. Los campamentos están súper alejados unos de otros y solamente tienen una especie de letrina y una estructura con un caldero colgando a modo de ducha ,de todas formas no nos podemos duchar pues llevamos una garrafa de 50 litros en cada coche y necesitamos el agua para fregar los cacharros, ya que en este campamento no hay agua corriente, en los de Moremi sí que hay, uno en cada parcela menos en Magotho que estaba al lado de los baños y era uno para cada dos parcelas.

La densidad de fauna aquí es más baja aunque seguimos viendo muchos animales, especialmente herbívoros; antílopes, avestruces, jirafas, chacales, zorros de orejas de murciélago, hasta un gato salvaje, varias serpientes y también escorpiones en el campamento. No hay elefantes... Por la tarde el game drive nos regala uno de los momentos más mágicos del viaje y fue una puesta de sol increíble con nada menos que doce curiosas girafas, nos quedamos allí contemplándolas emocionados hasta bien tarde ya que estábamos al ladito del campamento.





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Al día siguiente hacemos el loop de Letiahu en busca de los famosos leones de melena nega del Kalahari. Aquí los leones son más grandes y tienen esa característica melena muy negra que se supone es por la cantidad de testosterona que tienen estos machos ya que necesitan marcar territorio en áreas mucho más extensas que en otros hábitats con más densidad de población. No vemos ninguno.

Por la tarde vamos a hacer Deception Valley donde es casi seguro que los veremos, pero empieza a llover y el Jefe no quiere conducir lloviendo, de modo que volvemos al campamento y allí nos cae la del pulpo. Montamos las tiendas a duras penas y nos refugiamos en ellas, pero la humedad empieza a hacer acto de presencia y pasamos muy mala noche.

Nuestro siguiente destino es Nxai Pan. Mientras amanece y estamos recogiendo escuchamos rugir al león muy cerca. Lekogwa nos mete prisa y vamos a buscarlo, damos mil vueltas haciendo círculos cada vez más pequeños en torno a donde hemos visto sus enormes huellas, pero...se no escapa, no damos con él. Lekogwa no de resigna a que nos vayamos sin verlo y nos acercamos a la zona de Deception Valley pero Tampoco lo encontramos. En este caso fue sólo cuestión de tiempo ya que en un área tan abierta lo hubiésemos visto tarde o temprano, pero el tiempo se nos echaba encima y tenemos muchos kilómetros por delante, así que tuvimos más remedio que continuar. Dejamos Central Kalahari a las 9,30 y llegamos a Nxai Pan a las 16.





Tenemos muy poco margen para ver la zona y la gente está realmente agotada ya que estos últimos días han sido muchísimos kilómetros. Lo peor estaría por venir aunque los cielos ya lo venían anunciando. Y es que las tormentas que llevamos varios días viendo en el horizonte, ya están aquí o nosotros hemos ido a ellas, ya que vienen del este justo hacia donde hemos ido moviéndonos. Cuando entramos en el parque ya nos cae la primera, los limpias no dan más de sí, pero en la puerta nos han dicho que en la zona norte las leonas han cazado una jirafa y queremos verlo. En poco rato llegamos a los famoso paraje de Baines Baobab, que está como en una isla en medio de un salar, en otra de esas islas está el campamento. Disfrutamos un rato de tan mágico lugar y nos movemos al campamento, no sin percatarnos que los coches patinan bastante. Sigue chispeando todo el tiempo y no vemos más que tormentas en todas direcciones así que se plantea en el grupo volver a Maun ahora que estamos a tiempo y triunfa la idea. Lekogwa se desilusiona un poco, para él sólo es lluvia, para nosotros es otra noche de dormir empapados y se ve que somos unos blandengues, quizá sea verdad.




Ponemos rumbo a Maun donde llegamos a más de las 9 de la noche y nos quedamos en el mismo alojamiento, allí pasaremos dos días y medio, y la verdad no hay mucho que hacer. La actividad que teníamos reservada era la sobrevolar el delta en avioneta. Lo hacemos al día siguiente por la mañana y es otra de las experiencias imprescindibles en este viaje. La oficina está justo en frente del aeropuerto, desde donde salen los vuelos que duran una hora escasa, una hora que se te hace un minuto. Desde arriba todo se ve diferente, a medida que nos alejamos de la ciudad vamos viendo los canales y las lagunas que el río forma en su desembocadura sobre la llanura del Kalahari. Se ven territorios completamente vírgenes, sin caminos ni huellas de presencia humana y muchos animales como puntitos en el suelo. Estamos en el final de la época seca y hay muy poca agua, pero igualmente es todo precioso, sería muy interesante volver a verlo en otra época, seguro que nos sorprende.




Hoy toca despedirnos de la persona que nos ha guiado en esta aventura y sin la cual el viaje habría sido de otra forma, le deseamos lo mejor, se lo merece por aguantarnos estoicamente y por su conocimiento de la fauna y la flora y por la pasión y el empeño que pone al buscar a los animales.



Por la tarde damos una vuelta, vamos caminando hasta lo que es el centro de la ciudad , pero no de los turistas donde la vida bulle al estilo africano. Yo realmente me siento como en casa y no me hubiera importado quedarme más, siempre tengo sensación de confort cuando estoy en África...

Antes de irse Lekogwa nos ha ayudado a reservar una actividad para el día siguiente y es la de dar un paseo en mokoro que es la embarcación tradicional que usan para moverse por los canales. Es como una canoa que se va deslizando sobre el agua movida por una persona que apoyándose con un palo en el suelo, la desplaza. La sensación es muy placentera pues al no hacer ruido la fauna no se espanta y es realmente agradable. Vemos la vida del canal, los lodges de lujo a la orilla, muchos animales domésticos e infinidad de aves. Hace un calor terrible y nos quemamos con el sol por confiarnos y pensar que nuestra piel blanca ya estaba suficientemente curtida con los días anteriores.





Pasamos la tarde tranquilamente viendo fotos y dando vueltas y haciendo algunas compras, los mapas y las guías de fauna que tanto estamos consultando ahora. Si empezáis el viaje por Maun os recomiendo comprarlas allí. Cerca del alojamiento hay unas familias que venden artesanía, animales tallados de madera, telas, máscaras y esas cosas así que nos acercamos. Son tres familias y nos cuentan que llevan días sin vender nada, a pesar de lo cual no son insistentes. Les compramos unos elefantes y unos rinocerontes y unas pulseras, viendo el panorama no somos capaces de regatear cómo mandan los cánones. Nos dan hasta la vuelta del dinero en lugar de intentar vendernos algo más.

(Por cierto, ya en España descubro que me he traido 600 pulas que me había olvidado en el equipaje. Si a alguien le interesan que se ponga en contacto conmigo)

En nuestros días allí comimos, cenamos o desayunamos en diferentes sitios de la zona, todos ellos adaptados al público occidental. Y es que Botswana es un poco rollo Sudáfica, los blancos y los negros conviven pero sus mundos no se mezclan. Paso a enumerar los sitios en los que estuvimos.;

Wimpi; un sitio de comida rápida estilo macdonals o algo así.
Marc´s Eatery; está un poco alejado y es muy bonito, es también otro de blancos para blancos. La comida no es nada especial.
Dusty Donkey Café que ya mencioné, igual que el anterior, bonito, pero sin pena ni gloria.
Akacia Café; más auténtico que los anteriores , con variedad de platos y algo de fusión con zumos naturales y alternativas vegetarianas, y bastante más barato que los otros, muy bonito también, más africano.
Kwagancinci; el más chulo de todos los que vimos, comida realmente sabrosa y diferente, mucho más local y el más barato.

Y hasta aquí llega mi relato de los 18 días que pasamos en Botswana, un país al que tenemos la certeza de que, de un modo u otro siempre vamos a volver...

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