¿Porque las Svalbard? ¿Qué se te ha perdido ahí? ¿A dónde dices que vas?
Estas preguntas las he escuchado a menudo después de responder a dónde íbamos de vacaciones este año.
¿Por qué? Bueno, por varias razones.
Primero, porque desde este lugar salieron muchas de las expediciones que buscaban conquistar el Polo Norte y desde muy joven he leído libros acerca de esas aventuras y conocía la existencia de estas islas y me apetecía poder ir a verlas.
Segundo, porque en las Svalbard puedes encontrar la ciudad más al norte del planeta (ciudad como tal, no estaciones científicas o militares) y yo nunca he estado tan arriba. Aquí estas a 78º Norte, es decir a unos 1.200 kilómetros del polo norte, más o menos la distancia que hay entre el Cap de Creus y el Cabo San Vicente.
Tercero, porque me atrae la idea de estar viviendo 6 días en un lugar en el cual no va a ponerse en ningún momento el sol. Es otra de las experiencias que me atrae poder experimentar.
Cuarta, porque desde joven me ha gustado la montaña y poder “tocar” glaciares como los que puedes ver en las Svalbard es algo increíble.
Quinta, poder ver osos polares en su hábitat (y morsas) es para mí un aliciente más.
Y sexta, porque al ritmo que vamos destrozándolo todo, quizás pronto, muchos de esos animales y glaciares no serán más que un recuerdo del pasado.

Longyearbyen
Y ¿Qué haremos allí? Bueno, pues de entrada hay que tener en cuenta varias cosas, por un lado, no hay carreteras o caminos, cuando sales de la ciudad de Longyearbyen, debes hacerlo o bien en barca o andando, o en invierno, en trineo tirado por perros o motos de nieve. Además, debes ir siempre acompañado de un guía armado o debes tu alquilar un arma para poder defenderte en caso de ataques de oso polares.
Nosotros tenemos Longyearbyen como campamento base. Aquí tenemos el hotel en el que dormiremos las seis noches que pasaremos aquí. Cada día tenemos planeada una salida y excepto el día que teníamos que ir a ver un par de glaciares desde el mar, que se levantó un temporal muy fuerte y no podían salir las barcas, el resto de días disfrutamos enormemente de cada una de las salidas.
