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Durante nuestros 5 días de estancia en este resort, hemos llevado un modo de vida muy similar. Por ello realizo una descripción general de estos 5 días, centrándome en explicar los detalles del resort y las posibilidades que ofrece. Pero antes considero importante explicar brevemente las opciones que ofrece este país y cómo está organizado.
Maldivas: ¿resort o isla local?
Maldivas es un país que se compone de 1192 islas de las que algo más de 300 están habitadas: algunas en cada uno de los atolones son resorts turísticos, en otras vive la población local y algunas de las islas se utilizan para la industria y la agricultura. Las islas locales son las islas donde viven los 500.000 habitantes de Maldivas. El 30% viven en la capital y el resto en las 188 islas locales. Las islas resort son unas 150 islas de Maldivas, que son privadas para los resorts turísticos de lujo. Y el resto de las 1192 islas no tienen presencia humana. Algunas son un simple banco de arena de unos metros, y otras son islas grandes con vegetación.
En nuestro caso, optamos por relajarnos en una isla resort, pero para poder tener esta posibilidad, tuve que buscar y rebuscar mucho hasta dar con una oferta que nos lo permitiera, pues la mayoría son islas-resort muy caras.
Hay factores que hacen variar los precios de los resorts en Maldivas. Uno de ellos es la temporada; de mayo a octubre es temporada de lluvias y los precios bajan. Nosotras nos arriesgamos pues aunque lo sea, se trata de lluvias esporádicas y lo normal es que si pasas 5 días allí, no esté lloviendo todos ellos. En nuestro caso el tiempo fue espectacularmente bueno; solo llovió durante una mañana, pero cuando paró, se quedó un día precioso y continuamos nuestra vida normal allí.
Otro factor que hace variar el precio de los resort es la cercanía o lejanía de Malé, la isla principal y en la que se encuentra el aeropuerto. A los resorts cercanos, como el nuestro, se llega en lancha rápida, y a los lejanos hay que llegar en hidroavión, lo que encarece mucho el precio.
Por último, influye en el precio que el resort sea de 3, 4 o 5 estrellas, el régimen elegido y el tipo de habitación. El hotel Thulhagiri es de 4 estrellas y nosotras elegimos régimen de Media Pensión, que incluía desayuno y cena. Respecto al tipo de habitaciones, hay gran diferencia de precio entre los bungalows en la playa y los overwater, esas famosas casitas sobre el mar que te permiten acceder a él por unas escaleritas. Al elegir la habitación, tuvimos la suerte de encontrar una oferta en la web de Agoda que promocionaba los overwater superior y no dudamos en elegirla, pues su diferencia de precio con un bungalow en la arena era mínima.
He de decir que la isla del Thulhagiri es bastante pequeña y las opciones de moverse en ella están limitadas. Me consta que hay otras islas más grandes y con más selva en el interior. En nuestro caso, la rodeábamos rápidamente, pero esto no ha sido un problema.
En cuanto a instalaciones, el hotel dispone de una zona de deportes en la que hay un gimnasio, una cancha de deportes varios y una zona con juegos como futbolín y similares. Además hay un club de buceo y otro de vela. Asímismo, el hotel cuenta con un spa del que no hicimos uso pues los precios nos parecieron elevados.
Dicho esto, paso a describir nuestra maravillosa experiencia durante 5 días en Maldivas. Muchos se preguntan qué hacer tantos días en un resort y sin poder moverse de alli. ¿No te aburres? Mi respuesta es, si te gusta el mar, el snorkel, el relax, te apetece sentirte atendido y conocer lo más cercano a un paraíso, no te aburres, NO. Nosotras hemos estado encantadas, disfrutando de todo lo que describo a continuación:
Los amaneceres
Nuestros días comenzaban disfrutando del amanecer, que era a las 5:45 de la mañana. Muy pronto, si, pero mi instinto siempre me despertaba y yo lo agradecía, pues era siempre espectacular y ningún día fue igual que otro. Unos había más nubes, otros menos; unos los disfruté sola y en otros se despertó también mi hija; unos salía a verlo a la terraza, otros decidía bañarme en el mar bajando por las escaleritas, otros paseaba por el caminito que lleva a los bungalows y otros nos fuimos a recorrer la isla para verlo en todas sus perspectivas. Pero todos los días fue precioso.
Los desayunos
Tras darnos ese lujo de colores mañanero nos dirigíamos al buffet del desayuno, descalzas siempre, pues todo el resort, incluido el restaurante, tienen la base de arena. Al llegar al restaurante el primer día, tuvimos que localizar nuestra mesa, indicada mediante una tarjeta con el número de nuestra habitación. El primer día desayunamos en una mesa muy en el interior y pedimos que nos pusieran en otra con mas luz natural y mejores vistas, y atendieron nuestra petición, aunque no pudo ser posible la mesa con vistas al mar, pero sí con ventanita a la arena blanca y palmeras.
El desayuno era excelente y muy variado. Cada día había dos tipos de zumos naturales, fruta tropical cortada, pastelitos vegetales, jamón y quesos variados, tortitas, gofres, tostadas francesas con sus aderezos a elegir de siropes varios, chocolate o azúcar con canela, huevos duros o la opción de huevos fritos o revueltos hechos al momento y al gusto, bollería variadísima (bizcochos diferentes, donuts, muffins, croissants y pasteles de diferentes sabores cada día colocados bajo un hornillo manteniendo el calor) y panes de variadísimos tipos (blanco, maíz, integral, de cereales, con pipas o sin ellas...), además de yogures naturales o de sabores. El café, a elección, lo sirven los camareros en la mesa. Disfrutamos mucho del desayuno y nos recreamos eligiendo y repitiendo lo que más nos gustaba. No había prisa y era un gustazo desayunar con los pies en la arena y sabiendo que nos esperaba el mar más azul junto a la arena más blanca.
El bungalow overwater
A día de hoy y tras la experiencia, me atrevo a decir que Maldivas no será lo mismo sin estar en overwater, y que si se puede, se elija esta opción, pues forma parte del encanto de estas islas resort y es algo que en pocos lugares del mundo podemos encontrar.
Hemos disfrutado del bungalow en diferentes momentos del día, aunque para mí lo más especial ha sido darme un baño en el mar al amanecer, bajando por esas escaleritas...
Cuando más tiempo hemos pasado ha sido por las mañanas, después del desayuno, ya que la orientación solar era perfecta a esas horas. Con nuestro equipo de snorkel, pasamos ratos y más ratos viendo peces de los mas variados colores y formas, allí mismo, en las escaleras del bungalow y sin la necesidad de alejarnos.
Y así, entre baños, snorkel y hamaca, pasábamos la mañana en nuestra casita sobre el mar, felices. A mediodía, tomábamos un tentempié en la terraza del overwater, viendo el mar azul.
La playa y las piscinas
La tarde era el momento de recorrer la isla y bañarnos en la playa, que era increíble, con su arena blanca y aguas turquesas. En la playa también pudimos hacer snorkel pero había que alejarse un poco para ver variedad de peces, aunque de vez en cuando, estando nadando cerca de la orilla, nos encontrábamos peces de colores. Incluso un día vimos un pequeño tiburón en la misma playa; estos pequeños tiburones los veíamos siempre en la zona de los bungalows overwater, desde el camino.
Había dos piscinas: una en la entrada del restaurante y otra junto a los bungalows de la playa. Esta segunda era una piscina infinita muy chula, y algún ratito fuimos, pero más por el hecho de probarla, porque realmente, con ese mar tan increible que nos rodeaba, ¿quién necesita una piscina?
Los atardeceres
Cuando el sol se iba poniendo, regresábamos al bungalow a asearnos y cambiarnos para salir de nuevo al bar de la playa a tomar un cocktail mientras veíamos la puesta de sol. El atardecer, al igual que el amanecer, lo hemos disfrutado de manera diferente cada día, pues distintos rincones del hotel ofrecían cada uno su perspectiva. Además del bar de la playa, perfectamente enfocado para ella, nos encantaba uno de los columpios situados en la arena. También, el camino que llevaba a los bungalowe overwater básicos, estaba perfectamente enfocado al atardecer. Maravilloso, siempre.
Las cenas
La cena era de 19:30 a 21:00, en la misma mesa asignada para el desayuno. En las cuatro cenas hemos visto productos que han ido variando y estaba todo riquísimo. En la zona fría o más bien de primer plato: ensaladas muy variadas y con ingredientes originales, más o menos tropicales, con muchas salsa para aliñar, sushi, rollitos vegetales, pastelitos vegetales, quesos de muchos tipos, con sus tostas o panecillos. En la zona caliente: pasta que iba cambiando cada día, canelones de verdura o carne, noodles y arroces diferentes, wraps de pollo y ternera tipo fajitas, verduras rebozadas o salteadas o gratinadas con bechamel y queso, pinchos satay con salsa de cacahuete, pechugas en salsas variadas cada día, costillas asadas, pescado guisado, bolitas de carne, verdura o pescado... En la sección de postres: tartas de los mas variados tipos y sabores, mousse de chocolate o frutas, yogures y todo tipo de pastelitos, galletas y pastas. La bebida se pedía a parte y se pagaba. Realmente disfrutamos muchísimo de las ricas cenas.
El bar-restaurante
El hotel dispone de un bar en la playa, que cierra a las 18:30 con la puesta de sol y de un bar-restaurante junto a la recepción, con horario más amplio. En el primero solo se sirven bebidas y en el segundo también comidas rápidas, tipo sandwichs, hamburguesas, perritos, pizzas...
Si no se tiene la comida incluida en el régimen alimenticio, como era nuestro caso, hay opción de tomar algo en el restaurante y los precios no son desorbitados. En nuestro caso tuvimos la suerte de que el primer día nos dejaron cena en la habitación que no tomamos, porque ya habíamos cenado; y con esos sandwichs, frutas y pastelitos nos fuimos apañando durante los siguientes 4 días para tomar un tentempie. Además, nos encantaba comer en el overwater. Realmente, con un desayuno tan copioso, no necesitábamos comer mucho y así llegábamos con hambre a la cena.
El último día sí que tuvimos que hacer uso del bar, pues ya no nos quedaba comida ni disponíamos de la habitación. Además, como nos íbamos, no íbamos a tener cena a las 19:30. Tomamos unos sandwichs muy ricos.
En lo que respecta a las bebidas, la carta es extensa, habiendo smoothies, cocktails, mocktails y mojitos de diferentes sabores, con y sin alcohol. El precio oscila entre 10 y 14 USD, los ponen con palomitas y están muy ricos.
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