Desayunamos en la casa de Ivan y Lili, donde nos sirven una gran cantidad de frutas, huevo revuelto y un zumo de mango que está muy rico. No me he levantado muy allá, ya que me duele un poco el estomago, por lo que a mi pesar, no puedo disfrutar mucho de ese suculento desayuno. Creo que ayer comiendo en el restaurante de playa Girón cogí frio, ya que el aire estaba muy alto y la mezcla de estar sudando me ha pasado factura.
Sobre las 9, Adrian está ya esperándonos así que bajamos al coche y le decimos si podemos visitar en primer lugar el palacio del valle, un palacete que está situado en Punta Gorda, muy cerca de Cienfuegos.
De ahí vamos ya directos al Nicho, una zona de cascadas y balsas que está a mitad de camino entre Cienfuegos y Trinidad. Para llegar hay mala carretera, ya que hay que subir un pequeño puerto con curvas. A parte el coche de Adrian no da para mucho, así que nos dice que durante esa subida, tiene que quitar el aire acondicionado para que el motor tenga mas fuerza. Hay mucho desnivel por lo que el recorrido se hace ameno y vemos otros paisajes que todavía no habíamos visto, mucho más selvático.
Llegamos sobre las 11 al Nicho y una vez sacamos las entradas, comenzamos a visitarlo.
En primer lugar hay una poceta con un pequeño salgo de agua, donde ya hay gente que se está bañando. Un poco más adelante hay una gran cascada, muy chula y donde paramos un buen rato a hacer fotos, por último está la poceta de cristal. Para llegar a ella, hay un poco de desnivel pero es asequible subir.

Seguimos subiendo un poco mas y llegamos al mirador, que es lo más alto de todo, desde donde hacemos unas fotos muy chulas.
Una vez ya visitado todo, vamos bajando y volvemos a pasar por todas las pozas y cascadas. Paramos en la primera poceta que hemos visto a bañarnos, así nos quitamos el calor que llevábamos y nos refrescamos.

A las 13h habíamos quedado con Adrián en el parking para que nos recogiera, así que somos puntuales y ya vamos camino de Trinidad.
El día de hoy es mas tranquilo, ya que solamente hemos hecho esa parada.
Sobre las 14:30 llegamos a la ciudad y lo primero que hacemos es ir a la agencia de cubatur, donde compramos 2 entradas para mañana a Cayo Iguana. Nos acompaña León de la Timba, el chico con el que hemos estado hablando para organizar el viaje. Es una grata sorpresa conocerlo, ya que se preocupa por nosotros y el trato con el ha sido magnifico.

Una vez sacamos los billetes para la excursión de mañana, nos acompaña a nuestra casa, que va a ser Brisas de Alameda. Esta muy bien la casa, con un estilo colonial y un gran jardín interior.
Como todavía es pronto, descansamos un poco y nos duchamos porque íbamos empapados de la excursión. Salimos a dar una vuelta por Trinidad, con una primera parada a tomar algo ya que aún no habíamos comido, y así nos quitamos el calor más fuerte.

Después del pequeño break, seguimos dando una vuelta por la ciudad, la cual se ve rápidamente, pero tiene su encanto ya que todas las calles son de piedra y las casas tienen colores llamativos. Despues de dar un par de vueltas por todas sus calles y conocer todos sus rincones volvemos a la plaza central a tomar una cerveza.

Después del descanso, seguimos dando unas vueltecillas por la ciudad, viendo souvenirs y pequeñas tiendas artesanales pero no hay muchas ganas ya que estamos cansados. Así que sobre las 20h vamos a cenar al San José, sitio que nos habían recomendado.

La verdad que hoy vamos muy pronto, ya que sobre las 9 y media estamos ya en la casa, donde hablamos un rato con Johan, el cual nos cuenta su percepción de como está la isla en la actualidad. Mientras tanto, disfrutamos en el jardín que tienen mirando el wifi un rato. El cansancio se va acumulando y aunque mañana va a ser un día de solo playa, también hay que descansar y dormir.
Gastos del día:
Giroud: 1650+50 (7,90)
Cervezas en la plaza: 300 (3,79)
Cena en San José: 3750 (17,39)