Etapa 12. Parte B. Isla de Jesu ( oeste )

Llegamos al Sanbanggulsa Temple y es un conjunto de templos en distintos niveles y pocas escaleras. Si quieres subir al templo principal, donde está la cueva con la figura de Buda hay que pagar 1000 W, y subir los no sé cuantos escalones y muy empinados. Al llegar arriba las vistas merecen la pena. Estamos solos y delante del Buda hay una monja que recita mantras con altavoz sin inmutarse ante nuestra presencia.

Nos acercamos a la playa de arena negra y aunque puedes dejar el coche en el parking y caminar, hace mucho calor y optamos por el aire del coche.

A continuación, llegamos a las Cheonjiyeon WaterFalls ( 2000 W / pax ). Son casi las 7 pero no hay problema de horarios porque cierran, ahora en agosto a las 10. Es un agradable paseo de 10 minutos todo asfaltado hasta el lago donde están estos pequeños saltos de agua.
Debe ser costumbre comprarse un gorrito naranja, con forma de mandarina a juzgar por el repetitivo souvenir que todas las tiendas tienen y muchos niños llevan. Luego leeremos que la ciudad de Seogwipo es famosa por el cultivo de mandarinas con un sabor muy especial debido al suelo volcánico de la Isla. Y por eso también el té tiene ese sabor especial. Es tan famosa la mandarina aquí que hasta hay tiendas de souvenirs donde todo tiene que ver con las mandarinas. Desde cosmética hasta camisetas, paraguas, calcetines e incluso vemos gafas customizadas con dibujos de mandarinas.

Las cascadas de Cheonjiyeon y las de Jeongbang son muy populares y se pueden hacer el mismo día, aprovechando que las primeras cierran a las 10 de la noche. Si estás 2 días en Jeju las puedes visitar a la vez, incluso las otras cascadas de la isla pero en nuestro caso, las dejamos para otro día.
De regreso a Jeju, no hay caravanas y llegamos rápido al hotel. Dejamos compras y mochila y el coche y por 5 euros, un Uber nos acerca al centro, donde está la Heukdwaeji Geori, o sea la Black Pork Street, donde el plato típico es la barcacoa de cerdo. El más recomendado en las guías es el DOMBEDON. Un acierto. La carne deliciosa, aunque tienen más tipos de comida, la estrella es la barbacoa que te preparan en tu mesa y los camareros van pasando constantemente para ver como está todo. Genial el detalle de las sillas taburetes donde levantas el asiento y guardas abrigos y bolsos para que no coja olor.

Desde aquí al hotel son uns 20 minutos y como la temperatura es buena, y hay que bajar la opípara cena, volvemos a pie. Día largo pero todo ha sido precioso.