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Hoy marchábamos hacia Seúl y como teníamos que devolver el coche en el aeropuerto de Incheon antes de las 14h30, madrugamos un poco más de lo habitual. A las 6h30 ya estábamos despiertos. Igual que acabó la noche anterior, el cielo estaba completamente despejado y el termómetro apenas podía subir hasta los 3 °C.
Desayunamos en la habitación y en cuanto recogimos el equipaje y la habitación, nos pusimos en marcha. El día anterior habíamos visto que había una tumba muy cerca del hotel y nos pillaba de camino, así que para despedirnos de Gyeongju, hicimos una visita a la tumba del Rey King Heondeok que reinó entre el 809–826 d.C. en el Reino de Silla, uno de los tres reinos antiguos de Corea . Su reinado estuvo marcado por una fuerte inestabilidad política, con rebeliones internas como la de Kim Heon-chang, y tensiones con potencias externas como Balhae y la dinastía Tang de China.
Desayunamos en la habitación y en cuanto recogimos el equipaje y la habitación, nos pusimos en marcha. El día anterior habíamos visto que había una tumba muy cerca del hotel y nos pillaba de camino, así que para despedirnos de Gyeongju, hicimos una visita a la tumba del Rey King Heondeok que reinó entre el 809–826 d.C. en el Reino de Silla, uno de los tres reinos antiguos de Corea . Su reinado estuvo marcado por una fuerte inestabilidad política, con rebeliones internas como la de Kim Heon-chang, y tensiones con potencias externas como Balhae y la dinastía Tang de China.

En la salida de la ciudad vimos dos símbolos que están muy presentes en y que también vimos en el museo. El primero es una teja ornamental 치미 (chimi) que se coloca en ambos extremos de la parte más alta del techo de edificios de madera tradicionales. Tiene dos propósitos:
• Práctico y protector: Ayuda a mantener la estructura del techo y se creía que protegía contra incendios y malas energías.
• Estético y simbólico: Adorna el edificio y resalta su grandeza y dignidad.
La otra es conocida como “수막새 (sumaksae)” y es una teja decorativa redonda con un rostro humano sonriente. La original fue llevaba a Japón durante la ocupación, pero fue devuelta a Corea en 1972. A diferencia de otras tejas hechas con moldes estandarizados, esta fue modelada y acabada a mano por un maestro artesano. Aunque la parte de abajo, está dañada, se conservan rasgos claros como la frente, los ojos, una nariz prominente, mejillas suaves y una sonrisa delicada.

Durante el viaje fuimos documentando las cosas que nos llamaban la atención, como el campo de entrenamiento de golf que se ve en la siguiente fotografía y que está cerca de Danpo-ri.

Poco antes de las 11h, hicimos una breve parada técnica en la estación de servicio de [b]Mungyeong para estirar un poco las piernas, comprar unos cafés, 6.600 krw (4,31 €) y llenar el depósito del coche, 71.000 krw (46,50 €).

Sin prisa, pero sin pausa, seguimos camino y sobre las 13h circunvalamos la ciudad de Incheon. Cuando paramos en el área de servicio, metimos la dirección de la gasolinera más próxima al aeropuerto, así que “maripuri”, nos llevó directos. Volvimos a atravesar el Incheon bridge.



A las 13h30 llegamos a la gasolinera que había marcado en el GPS y llenamos el depósito del coche, ya que según lo que habíamos contratado, lo teníamos que devolver igual que lo habíamos recogido, 14.000 krw (8,93 €).

Una vez en la agencia de alquiler del coche, avisamos para que salieran a revisar el coche. Igual suena a “agonías”, pero para mí, uno de los momentos más estresantes de los viajes. Nosotros sabíamos que no había pasado nada, pero en las pinturas metalizadas, el más mínimo roce, queda reflejado.
Afortunadamente, el chico nos dijo que estaba todo bien y que podíamos pasar a pagar lo correspondiente a las autopistas. Mientras Anna “saldaba” cuentas, yo me dediqué a sacar el equipaje y revisar que no dejáramos nada en el coche (cargadores y demás).
Antes de que volviera Anna, salió el chico que nos había atendido y me empezó a dar conversación (con mi inglés “ratata”). Que qué tal el coche, que si lo habíamos pasado bien y demás. Yo tenía miedo de que me preguntara que por dónde habíamos estado. El tema es que al alquilar (y recoger) el coche, se nos olvidó (de verdad que no fue queriendo), avisar de que íbamos a pasar en ferry a la isla de Jeju. Es cierto que nunca nos han puesto pegas, siempre y cuando no se pase a otro país, pero es igual de cierto, que suelen pedir que se avise.
También me preguntó si ya volvíamos a España y le dije que no, que íbamos a ir al aeropuerto para coger el tren/metro hasta Seúl. Muy amablemente se ofreció a acercarnos hasta la terminal. Todo un detalle.
Afortunadamente, el chico nos dijo que estaba todo bien y que podíamos pasar a pagar lo correspondiente a las autopistas. Mientras Anna “saldaba” cuentas, yo me dediqué a sacar el equipaje y revisar que no dejáramos nada en el coche (cargadores y demás).
Antes de que volviera Anna, salió el chico que nos había atendido y me empezó a dar conversación (con mi inglés “ratata”). Que qué tal el coche, que si lo habíamos pasado bien y demás. Yo tenía miedo de que me preguntara que por dónde habíamos estado. El tema es que al alquilar (y recoger) el coche, se nos olvidó (de verdad que no fue queriendo), avisar de que íbamos a pasar en ferry a la isla de Jeju. Es cierto que nunca nos han puesto pegas, siempre y cuando no se pase a otro país, pero es igual de cierto, que suelen pedir que se avise.
También me preguntó si ya volvíamos a España y le dije que no, que íbamos a ir al aeropuerto para coger el tren/metro hasta Seúl. Muy amablemente se ofreció a acercarnos hasta la terminal. Todo un detalle.

Además de por “ola de incendios”, Corea del Sur vivió una semana un poco convulsa porque el 4 de abril (justo el día que llegábamos nosotros a Seúl), un tribunal daba a conocer si destituían al presidente del gobierno, Yoon Suk-yeol, acusado de declarar ilegalmente la ley marcial el 3 de diciembre de 2024.
En previsión de que se produjeran disturbios, las autoridades de Seúl, cerraron la estación de metro de Anguk (línea 3), que era la que mejor nos venía para llegar a nuestro alojamiento.
Al final, lo que hicimos fue coger el Airport Railroad All Stop hasta el aeropuerto de Gimpo y desde allí, cogimos la línea 5 del metro que nos dejaba en Jongno 3(sam)ga, también bastante cerca de la habitación (unos 550 mt).
En previsión de que se produjeran disturbios, las autoridades de Seúl, cerraron la estación de metro de Anguk (línea 3), que era la que mejor nos venía para llegar a nuestro alojamiento.
Al final, lo que hicimos fue coger el Airport Railroad All Stop hasta el aeropuerto de Gimpo y desde allí, cogimos la línea 5 del metro que nos dejaba en Jongno 3(sam)ga, también bastante cerca de la habitación (unos 550 mt).

Nada más salir del metro, vimos una tienda de conveniencia y compramos algo para comer, porque entre dejar el coche y el traslado a Seúl, todavía no habíamos comido. Compramos unos gimbap y unos refrescos por 8.000 krw (5,75 €) para ir comiendo por el camino.



Una vez instalados, y como todavía quedaba algo de luz, salimos a callejear por las cercanías del hotel. Nos encontramos con el mercado Gwangjang, uno de los mercados más antiguos y siempre está lleno de gente. Es famoso por su comida callejera tradicional y sus coloridos puestos.


En uno de los puestos de comida, vimos la fotografía de Gordon Ramsay, famoso cocinero escocés condecorado con varias estrellas Michelin. En España, es conocido por varios programas de cocina que ha protagonizado y que se han emitido por canales TDT.
También vimos fotografías de varios artistas coreanos, entre ellos Jung Hae-in, actor que nos gusta mucho y que ha protagonizado series como One spring night o Something in the rain.
También vimos fotografías de varios artistas coreanos, entre ellos Jung Hae-in, actor que nos gusta mucho y que ha protagonizado series como One spring night o Something in the rain.

Volviendo al mercado, aquí vimos el auténtico espíritu de este tipo de sitios. Cuadrillas o familias alrededor de un puesto de comida, disfrutando de las diferentes especialidades. Todo muy rústico a la vez que auténtico. Nosotros probamos unos zumos naturales que te hacían al momento, 5.000 krw (3,26 €) y para cenar, nos conformamos con unas “rosquillas retorcidas” y unas tortillas vegetales, 14.000 krw (9,2 €).


*** final del día 15 ***
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