Al contrario que el resto de países sudamericanos, Colombia carece de un atractivo icónico a nivel mundial, y por eso muchas veces queda rezagado en las preferencias. En mis viajes por Sudamérica he conocido a muchos viajeros que recorrían varios países durante meses. Me sorprendía que muchos coincidían en su respuesta cuando les preguntaba cuál era su país favorito: “Colombia”. Nadie sabía argumentar un motivo claro: “No sé. Nada destaca especialmente, sólo sé que te encuentras a gusto y te querrías quedar a vivir”. Tal vez no sea necesario tener razones. Sólo hay que dejarse llevar y “vivir Colombia”.
La heterogeneidad es uno de sus principales encantos: desde montañas de casi 6000 m con nieves perpetuas hasta la calurosa selva amazónica, pasando por bosques tropicales, páramos, desiertos, costa……….. Un elemento común converge entre semejante diversidad: las palmas. Nunca las he perdido de vista. Desde las altas palmas de cera del Eje Cafetero a las docenas de diferentes especies de palmeras del Amazonas, pasando por los cocoteros del Caribe.
Colombia andina: palmas de cera en el Valle de Cocora
Su historia reciente ha sido tan truculenta y violenta que la desconfianza invade a quiénes se plantean viajar al país: ¿Es seguro viajar a Colombia?, nos preguntamos todos. Y es que resulta inevitable partir con el pensamiento lleno de recelos. En Colombia no te puedes perder por cualquier rincón del país, ya que la inseguridad rige todavía gran parte de su territorio. Pero en los lugares turísticos “permitidos” la convivencia es armónica e incluso se puede percibir su tranquilo respirar hacia un futuro esperanzador. Como dice su slogan turístico: “El peligro es que te quieras quedar”.
Hospitalidad y buena acogida es lo que hemos vivido durante todo el viaje. Los colombianos están encantados de recibir visitantes, se esmeran por hacerte sentir a gusto y te piden que proclames al mundo que la Colombia de hoy es amable, segura y generosa.
Si algo destaca en Colombia, aparte de la hospitalidad de sus habitantes, es su naturaleza y biodiversidad. Es el país con mayor número de especies vegetales del mundo, algunas todavía sin catalogar en áreas impenetrables. Su territorio contiene la mayor variedad de especies animales del mundo por km2, sólo superado en número absoluto por Brasil. Más de 60 Parques Nacionales protegen su diversidad biológica.
Los “pisos” climáticos son responsables de su variedad de ecosistemas, desde la selva amazónica hasta glaciares en montañas de más de 5000 metros. Son los Andes tropicales.
Colombia amazónica
Tanta huella ha dejado la colonización española que Colombia puede presumir de una de las ciudades coloniales más bellas de América, Cartagena de Indias. Hoy en día, el país está habitado por cerca de 100 etnias indígenas, además de una mezcolanza de gentes de origen europeo y africano, muchos de estos últimos son descendientes de los esclavos. Aunque algunas comunidades nativas permanecen aisladas sin mezclarse con nadie, si una palabra define la mezcla racial sería mestizaje.
Cartagena de Indias
Todos conocemos la dureza que golpeó al país durante el siglo XX, aunque entre las sombras siempre brotan luces como García Márquez y Fernando Botero, insignias culturales del país.
Reconozco que cada vez me da más pereza diseñar un itinerario por adelantado. El camino suele ofrecer oportunidades que no se pueden predecir y para poder aprovecharlas prefiero viajar con planes flexibles. Sin embargo, las distancias son largas en Colombia, los transportes terrestres insufribles, y a algunos lugares sólo se puede llegar en avión (es el caso de la Amazonía o de San Andrés). Esto infundía considerable rigidez a nuestro itinerario, exigiendo comprar vuelos internos, aunque procuré mantener cierta capacidad de improvisación. Una vez más queremos probar el elixir del descubrimiento.
Colombia, el país de las palmas………empieza mi viaje por la región andina, región caribeña y región amazónica.
Llegada a Bogotá.
5 días por el Eje Cafetero.
2 días en Cartagena de Indias
4 días en San Andrés
4 días en Amazonas
1 día en Bogotá
Colombia caribeña
Me sorprende la rapidez con la que pasamos los trámites de ingreso en el aeropuerto de Bogotá. No hay colas. Entre inmigración, recoger maletas y pasar aduana tardamos media hora.
Percibimos un tráfico ordenado en Bogotá. Por sus calles no circulan viejos autobuses ni ruidosas y contaminantes combis como ocurre en otros países de Sudamérica. Los autobuses son nuevos, los coches no tocan continuamente el claxon. Sobre todo, circulan muchas bicis por los cientos de kilómetros de carril bici que recorren la ciudad.
La primera impresión de Bogotá es buena. Su aspecto es moderno y bastante más organizado que el de otras capitales sudamericanas. Llegamos por la tarde, todavía de día, con tiempo para dar un paseo, hacer algunos recados, y tener nuestro primer contacto con la gastronomía colombiana.
Colombia submarina