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Se encuentra ubicado en el barrio de la Recoleta, que debe su nombre a que allí se hallaba el convento de los monjes recoletos, al que también pertenecía la BASILICA NUESTRA SEÑORA DEL PILAR, en donde la antigua huerta de los monjes, se transformó en el más célebre cementerio de la ciudad.
Aquí descansa gran parte de la Historia de nuestro país.
Es un museo al aire libre. Ocupa cinco manzanas y media y cuenta con 4.870 sepulcros a perpetuidad. Más de 70 bóvedas fueron declaradas Monumentos Históricos Nacionales desde el año 1946 por los personajes ilustres que allí descansan.
Es uno de los cementerios más importante del mundo con el de Staglieno en Génova y el Pere Lachaise en París.
Cuando se habla de la Recoleta la gente dice que es un lugar para ricos y en realidad no es así. Durante 50 años fue el único que tuvo Buenos Aires y cuando creció el cementerio de la Chacarita se empieza a marcar la diferencia.
Al principio se llamó Cementerio del Norte y el lugar fue expropiado al convento de los monjes recoletos que en 1882 se alzaba en una zona inhóspita.
En esa época el féretro se depositaba en una fosa con una cruz de madera y el que tenía medios encargaba una lápida de mármol. Algunas tumbas de 1830 y 1850 pueden verse en las secciones más antiguas.
Sus dos primeros moradores fueron el niño negro liberto Juan Benito y la joven María Dolores Maciel.
La llegada de los inmigrantes transformó la decoración: estatuas, ángeles, vitraux y figuras relacionadas con la muerte.
Luego todo decayó, los deudos empezaron a enterrar a sus familiares en parques o cementerios jardines. Una placa en el césped y ya está. No hay flores en el Cementerio. Nadie las lleva. La gente no va a visitar a sus muertos.
Aquí descansa gran parte de la Historia de nuestro país.
La tumba más antigua data de 1837, está a la entrada del cementerio y corresponde a su original dueño.
El Panteón de los héroes es el lugar de reposo de las figuras más emblemáticas del proceso de la Independencia.
Cerquita hay un cenotafio (lugar vacío) donde estuvieron los restos de los padres del General San Martín (Gregoria Matorras y Juan San Martín) que ahora se encuentran en la ciudad natal del General : Yapeyú. A la derecha hay una tumba muy sencilla, allí están los restos de la esposa de San Martín, Remedios Escalada muerta muy joven.
Margarita Sánchez de Thompson era una joven adinerada y en su casa había reuniones y festejos. Era muy sociable y popular. Allí se cantó por vez primera nuestro Himno Nacional.
Muy jovencita, su familia la quería casar con un señor rico y viejo, ella se opuso porque estaba enamorada de su primo Martín Thompson.
Para que lo olvidara, sus padres la enviaron a un convento por tres años.
Allí permaneció y en ese lapso de tiempo diariamente le escribió cartas al virrey de Buenos Aires donde le suplicaba que le permitiera casarse con Martín.
Finalmente el virrey otorgó el permiso y Mariquita triunfó debido a su terquedad y persistencia.
Fue su primer matrimonio y tuvo cinco hijos. Cuando Thompson fallece en 1819 se vuelve a casar con un francés Jean Baptiste Mendeville con quien tuvo dos hijos.
La tumba de Alberdi está de espaldas a la de Rosas (fueron enemigos en la vida y en la muerte)
Es la tumba más visitada por argentinos y turistas. Siempre tiene flores.
Rufina Cambeceres era una joven de la aristocracia porteña. Muere súbitamente en su casa. Los médicos no explican su deceso. Es enterrada, la madre unos días despues la visita y comprueba horrorizada alteraciones en el féretro.
Se procede a su apertura y se ven arañazos y movimientos. Rufina murió dos veces.
Había tenido catalepsia, todas sus funciones vitales colapsadas pero ...estaba viva... Despierta y el final es espantoso.
Una enorme escultura de la joven está en la puerta. Tiene la mano en el picaporte y un pie adelante. ¿ Sale o entra?
El mausoleo de Tiburcia Dominguez y su marido Salvador María del Carril, uno de los promotores del fusilamiento de Dorrego es una evocación de las desavenencias conyugales. No se dirigieron la palabra durante 30 años. Y la viuda dejó en su testamento su voluntad : sus esculturas debían darse la espalda. Ella, incómoda en su busto, él confortable en su sillón.
En la Recoleta descansan los protagonistas más relevantes de la historia argentina: políticos, militares, estadistas, sacerdotes, caudillos, escritores, poetas y artistas plásticos. Yacen allí en su silencioso testimonio.
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