Madrid - Amsterdam - Arusha. 04/09/11 ✏️ Travel Journeys of Tanzania

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Salimos de casa muy pronto por la mañana, a las 04:00am. A la salida de casa dí sin querer a la lámpara de la entrada y se cayó… ¡aun no sabemos si está viva!.
El vuelo a Amsterdam muy bien, 2.5 horas para dormir y desayunar, a pesar de las patadas de la pareja de detrás… tal para cual.
En el aeropuerto de Amsterdam buscamos unas tiritas y comimos una tapa de salmón rica, rica. Después control de pasaportes y scanner corporal (sin resultados raros), y para dentro del avión durante 9 horas, que no se hicieron excesivamente largas aunque tuvimos que desviarnos hasta Turquía por el tráfico aéreo de Grecia, asi que no volamos en línea recta y A se disgustó… Nos habían aconsejado reservar los asientos economy confort por un módico precio de 50€, pero por un más económico precio de 30€ reservamos salidas de emergencia, con lo cual teníamos más sitio para extender las piernas aunque el asiento se reclinaba igual que los demás (en la economy confort se reclina más)... solo que comparando con Iberia se reclinan una barbaridad, asi que estabamos encantados. Lo unico que tuvimos fue un poco de frio, pero llevabamos mantas de otro viaje anterior, previsora yo, jeje, asi que perfecto.
A la llegada al Aeropuerto del Kilimanjaro, una cola horrible para los visados (que básicamente consisten en un sello y el pago de 50$), y encima una señora con un cartel con nuestro nombre nos pide los tickets de las maletas pero vemos que ¡no encuentra ninguna!. Qué stress hasta que pagamos y vimos que estaban nuestras dos maletas fuera…
Por fin a la salida nos recogió Endeni (nuestro guía y fiel escudero los próximos días), y salimos directos hacia el hotel para descansar, previo pago de los correspondientes 2$ de propina por llevarnos las maletas hasta el coche a pesar de que yo hubiera llevado mi maleta gustosamente, pero te las quitan de las manos!!.
Al llegar al hotel, nuevo pago de propina obligatoria para subir las maletas a la habitación, registro de la misma, y rápido al restaurante que cerraba a las 22 y eran las 22.03. Cenamos un Chicken que resultó ser fish, aunque bastante decente; minibananas de postre y corriendo a reubicar la ropa en las maletas para poder acostarnos (traíamos la ropa cruzada, pero ahora cada uno con la suya y el polvo omnipresente). Primer encendido de las espirales humeantes y a dormir… ¡Mañana será nuestro primer safari!

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