![]() ![]() 25 días por los parques nacionales del Oeste de USA: un Road Trip de 10500 kms ✏️ Blogs de USA
Un largo viaje realizado en julio del 2013, con salida y llegada en Las Vegas, ciudad en la que nos casamos. Recorriendo ocho estados del Oeste de USA para conocer sus Parques Nacionales más emblemáticos, desde el Grand Canyon a Yellowstone, desde Yosemite a Arches.Autor: Murglys Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.9 (47 Votos)
01: Introducción
02: Viernes 5 de Julio: Santiago de Compostela – Madrid (Barajas)
03: Sábado Día 6 de Julio: Madrid (Barajas) – Dallas - Las Vegas
04: Domingo Día 7 de Julio: Las Vegas (I)
05: Lunes Día 8 de Julio: Las Vegas (II)
06: Martes Día 9 de Julio: Las Vegas (III) – Valley of Fire
07: Miércoles Día 10 de Julio: Las Vegas - Death Valley - Mammoth Lakes
08: Jueves Día 11 de Julio: Mammoth Lakes - Yosemite (I)
09: Viernes Día 12 de Julio: Yosemite (II)
10: Sábado Día 13 de Julio: Yosemite - Sequoia National Park - Barstow
11: Domingo Día 14 de Julio: Barstow - Ruta 66 - Grand Canyon South Rim (I)
12: Lunes Día 15 de Julio: Grand Canyon South Rim (II)
13: Martes Día 16 de Julio: G. C. South Rim - Page - Monument Valley - Mexican Hat
14: Miércoles Día 17 de Julio: Mexican Hat - Lake Powell - Kanab
15: Jueves Día 18 de Julio: Kanab - Cedar Breaks - Bryce Canyon
16: Viernes Día 19 de Julio: Bryce Canyon - Capitol Reef - Goblin Valley - Moab
17: Sábado Día 20 de Julio: Moab - Vernal
18: Domingo Día 21 de Julio: Vernal - Flaming Gorge - Grand Teton N. Park - Jackson
19: Lunes Día 22 de Julio: Jackson - Grand Teton Nat. Park - Yellowstone (I)
20: Martes Día 23 de Julio: Yellowstone (II)
21: Miércoles Día 24 de Julio: Yellowstone (III)
22: Jueves Día 25 de Julio: Yellowstone - Bonneville Salt Flat - Springville
23: Viernes Día 26 de Julio: Springville - The Needles - Monticello
24: Sábado Día 27 de Julio: Monticello-Nat. Bridges-Rutas 95-24-Bryce-Zion-Kanab
25: Domingo Día 28 de Julio: Kanab - Grand Canyon North Rim - Hurricane
26: Lunes Día 29 de Julio: Hurricane - Zion National Park (Springdale) - Las Vegas
27: Martes Día 30 de Julio: Las Vegas - New York - Madrid (Barajas)
28: Resumen final y conclusiones
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Etapas 13 a 15, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Page (Antelope Canyon, Horseshoe Bend) C: Monument Valley D: Mexican Hat Por segunda jornada consecutiva nos levantamos antes de la salida del sol. A eso de las 4 ya estábamos duchándonos y recogiendo todo el equipaje. Salimos antes de las 5 para ver amanecer desde el rim, a escasos metros de la puerta del hotel. Y del mismo modo que el día anterior, una estrecha franja sin nubes justo encima de la línea del horizonte permitió que durante unos minutos el espectáculo visual mereciese la pena. Tema musical: "God if I saw her now" (ANTHONY PHILLIPS) ![]() Cargamos el coche con las maletas y llenamos la nevera con todo lo necesario para el largo trayecto que teníamos por delante. A las 6 hicimos el check out y comenzamos nuestra ruta a través de la Desert View Drive. ![]() Y, como era de prever, no podíamos abandonar el Village sin despedirnos de los madrugadores ciervos que tan bien se llevaban con la cámara de María. ![]() Hicimos una primera parada, muy breve, en un mirador sin nombre -al menos que nosotros sepamos- situado al lado mismo de la carretera, a escasas millas al este de Yaki Point. Ahí ya nos dimos cuenta de que de nuevo el factor meteorológico iba a estar en nuestra contra, ya que la mañana se presentaba otra vez desapacible, con el cielo completamente cubierto y temperatura mucho más fresca que en los días precedentes. Al igual que la tarde anterior, el aspecto general del cañón era desangelado y triste. ![]() La situación continuó invariable a lo largo de la Desert View Drive. Ni en Grandview Point ni en Moran Point, los dos siguientes miradores a los que nos acercamos, pudimos disfrutar del Grand Canyon como a nosotros nos hubiese gustado. Una verdadera lástima. Tema musical: "Intelligence Quotient" (IQ) Tema musical: "Flower in asphalt" (ROUSSEAU) Lipan Point y Navajo Point nos los saltamos directamente. A esas alturas de la película nos sentíamos ya bastante desanimados con tanta oscuridad y en tales circunstancias las imágenes desde los sucesivos puntos panorámicos empezaban a resultarnos un tanto monótonas y repetitivas. Además, también tuvimos en cuenta el hecho de que ambos lugares se hallan muy próximos al último lugar destacable del parque, el Desert View, en el que sí estábamos interesados, ya que allí se encuentra la Watchtower de Mary Colter. Las vistas desde el mirador nos parecieron francamente buenas, ya que la perspectiva del cañón es mucho más amplia y abierta que las anteriores y el río se observa con gran nitidez. La torre vigía permanecía cerrada a esas horas y sólo pudimos contemplarla desde fuera. Pero lo peor fue que se puso a llover y se levantó un viento desapacible que provocó que por primera vez sintiésemos frío de verdad. Yo calculo que estaríamos a unos 11 o 12 grados Tema musical: "Lovers in the wind" (ROGER HODGSON) ![]() ![]() En fin, que abandonamos el South Rim del Grand Canyon bastante decepcionados y con cierta frustración. Éste fue sin duda uno de los instantes de mayor bajón anímico en todo el viaje. Había leído en el foro muchísimos diarios con cientos y cientos de fotos en las que un Grand Canyon iluminado por el sol lucía espléndido bajo cielos absolutamente azules, y ahora, después de casi dos días enteros en este enclave mítico, nos tocaba marcharnos de él sin que, salvo algunos momentos puntuales, las nubes tormentosas nos hubiesen dado apenas respiro. Toda la buena suerte que habíamos tenido en Yosemite nos había faltado aquí. Por fortuna, en nuestro itinerario contemplábamos una segunda visita al Grand Canyon, -North Rim- un par de días antes de regresar a Las Vegas. Y teníamos la esperanza de que para entonces el tiempo hubiese mejorado algo. Conforme nos acercábamos a Cameron, la orografía se iba suavizando de forma paulatina y poco a poco el paisaje boscoso del borde sur del cañón se fue transformando en otro bien distinto, mucho más árido y desértico. Las nubes y la llovizna no dejaron de acompañarnos durante todo este trayecto de entrada al territorio navajo. Tema musical: "Further away" (IQ) ![]() La ruta lógica entre el Grand Canyon y Page, la 89, llevaba meses cortada a causa de un desprendimiento, y la alternativa 89T aún no se había abierto al tráfico, por lo tanto no quedaba más remedio que dar un importante rodeo por la 160 y luego por la 98 hasta Page. Pero algunos compañeros del foro habían comentado que existía la posibilidad de utilizar un pequeño atajo entre Tonalea y Kaibeto, la Indian Route 21, que permitía ahorrarse unos cuantos kilómetros y sólo ofrecía el inconveniente de un pequeño tramo de apenas media milla sin asfaltar. Así que hacia allá nos fuimos. En Tonalea nos detuvimos en una gasolinera regentada por navajos, donde nos tomamos un café -inusualmente bueno- y unos bollos. El atajo hasta Kaibeto no nos supuso ningún contratiempo, porque los 800 metros de firme en mal estado se hacían sin mayores problemas yendo despacio. La mañana comenzó a clarear y, a medida que nos aproximábamos a Page, las nubes fueron dando paso a un cielo cada vez más azul que nos supo a gloria, considerando todas las inclemencias que habíamos dejado atrás. Durante los días en los que nos movimos por esta zona, siempre tuvimos la impresión de que en las proximidades del Lake Powell la nubosidad disminuía de modo significativo con respecto a los alrededores. ![]() Como íbamos con tiempo suficiente, al llegar a Page no nos detuvimos en el pueblo y continuamos hasta el lago. Teníamos reservada para el día posterior una excursión en barco hasta el Rainbow Bridge, un inmenso puente natural de piedra que durante muchos años estuvo considerado -erróneamente, por lo visto- como el más grande del mundo. Y fuimos, pues, a la Wahweap Marina con la intención de ver la ubicación exacta del muelle de embarque. Lo encontramos a la primera, y sin bajarnos siquiera del coche nos dirigimos a contemplar Lake Powell desde el mirador del monte aledaño, ubicado en el punto B del siguiente mapa (el punto A sería Page): ![]() Tema musical: "Script for a jester's tear" (MARILLION) ![]() ![]() Y ya casi a las 11 nos acercamos a las oficinas de Antelope Canyon Tours, situadas en el mismo centro de Page. Habíamos reservado la excursión al Upper Antelope Canyon para las 11:30, por lo que no se hizo necesario esperar demasiado tiempo: tras unos minutillos aguardando en la entrada y soportando el calor del mejor modo posible, nos fueron llamando por grupos y nos acomodaron a unos y otros en las aparatosas pick-ups para trasladarnos al cañón. Había leído en el foro que el trayecto hasta allí suele convertirse en todo un deporte de riesgo, puesto que diferentes factores como la velocidad excesiva, las particulares suspensiones de las camionetas y el accidentado terreno arenoso se combinan para que los sufridos turistas vayan dando disparatados botes en la parte de atrás de los vehículos. Sin embargo, a nosotros nos debió de tocar la conductora más prudente de todo el territorio navajo porque, hombre, algún saltito sí que dimos, no lo voy a negar, pero en ningún momento la cosa se descontroló más de la cuenta. Y qué decir del Antelope Canyon. A priori, las expectativas eran altísimas, y de hecho pensábamos que éste iba a ser sin duda uno de los puntos culminantes de todo el viaje. Pues bien, ahora podemos decir que no nos defraudó lo más mínimo. Además, tuvimos la gran suerte de que las escasas nubes que todavía quedaban en el cielo desapareciesen y el sol comenzase a brillar con fuerza justo en el instante en el que nuestro grupo se introducía en la grieta. Es decir, las condiciones ideales para poder disfrutar al máximo del lugar: a mediodía y sin nubosidad. La luz solar prácticamente vertical se colaba por los huecos del cañón proporcionándole ese colorido especial que habíamos conocido a través de tantas y tantas fotos publicadas en Internet. Una maravilla absoluta. Eso sí, yendo en julio, hay que asumir que los embotellamientos indiscriminados y el mogollón puro y duro están casi garantizados, ¿eh? ![]() Una pena que nuestras cámaras -de discreta calidad- no se adaptasen demasiado bien a la penumbra del ambiente y que las imágenes obtenidas en las zonas más sombrías del lugar no salieran todo lo nítidas que a nosotros nos hubiese gustado. ![]() Tema musical: "Tregenna afternoons" (ANTHONY PHILLIPS) ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() El tour por el Upper Antelope finalizó a eso de la una del mediodía, hora en la que nuestra guía-piloto particular nos dejó de nuevo en Page. Sin mucha dilación nos dirigimos al cercano Horseshoe Bend, uno de los más espectaculares meandros del Río Colorado. Desde el aparcamiento en el que se deja el coche hasta el acantilado del final hay un sendero arenoso de algo más de media milla de longitud, con un primer tramo ascendente y otro posterior que desciende hasta el mismo “mirador”. El calor apretaba lo suyo, pero llevábamos bastante bebida y además, a mitad de camino nos encontramos con una diminuta construcción circular que nos vino de perlas para hacer un pequeño alto a la sombra, tanto a la ida como a la vuelta. En cuanto al meandro en sí mismo, poco que añadir a lo que ya se ha comentado en tantos y tantos diarios: es un lugar hermoso e imprescindible... salvo que se padezca de vértigo, claro, en cuyo caso el lugar pasa a ser prescindible del todo. ![]() Tema musical: "Petropolis" (STEVE HACKETT) ![]() ![]() Una vez de regreso en nuestro vehículo, nos detuvimos en la primera gasolinera que vimos, con la intención de repostar y comernos unos deliciosos wraps picantes - cuánto los echamos de menos al volver a casa…-, tras lo cual pusimos rumbo a Monument Valley. Nos cayó una pequeña tormenta en la zona próxima al desvío que lleva al Navajo National Monument, pero el resto de la tarde estuvo espléndida. Desde los alrededores de Kayenta el paisaje es sorprendente, y nos llamó mucho la atención el asombroso Agathla Peak (Pico el Capitán… ¡otro capitán!), una curiosa mole volcánica de casi 500 metros de altura. Tema musical: "Ace of wands" (STEVE HACKETT) ![]() La inconfundible silueta de Monument Valley fue apareciendo a lo lejos, y no tardamos en alcanzar la entrada del Tribal Park. Abonamos los preceptivos 5 $ por persona y llevamos el coche al parking del Visitor Center. En los privilegiados miradores próximos nos entretuvimos un buen rato paseando y gozando de las inolvidables vistas: Sentinel Mesa, West Mitten Butte, East Mitten Butte, Merrick Butte, Elephant Butte… allí estaban todas aquellas formaciones rocosas que John Ford elevó en su día a la categoría de legendarias. Qué lugar tan fantástico. Fue sin duda uno de los momentos más hipnóticos de todo el viaje. Tema musical: "At the edge of this thought" (HAPPY THE MAN) ![]() ![]() ![]() Queríamos hacer el recorrido por las pistas de tierra de Monument Valley, pero entre que se nos había hecho algo más tarde de lo previsto, que habíamos tenido que adelantar el reloj una hora al sobrepasar Kayenta y que nos apetecía muchísimo llegar a Muley Point para ver atardecer desde allí, decidimos finalmente renunciar al loop circular de dos o tres horas entre buttes y mesas. Lo teníamos prácticamente imposible para que no se nos hiciese de noche en el intento, y por lo tanto preferimos salir sin más demora hacia nuestro siguiente destino. Realizamos nuestra primera incursión en el estado de Utah a través de la carretera entre Monument Valley y Mexican Hat. Una ruta muy escénica, como bien puede comprobarse en las siguientes imágenes: ![]() ![]() Y además, este tramo de la 163 tiene el aliciente añadido de que Forrest Gump dejó de correr allí mismo ![]() ![]() Pocas millas después llegamos a Mexican Hat, donde teníamos reservado el hotel para la noche inmediata (Mexican Hat Lodge). Pasamos la localidad de largo sin detenernos y vimos la simpática piedra que le da nombre al lugar. Tema musical: "Riding the scree" (GENESIS) Recién incorporados a la 261, nos dispusimos a subir la Moki Dugway, un tramo de carretera sin asfaltar que a lo largo de 3 millas asciende hasta la parte alta de la Cedar Mesa, una de las mesetas más extensas del sureste de Utah. La subida de gravilla no ofrece mayor dificultad, siempre y cuando se conduzca a una velocidad lo suficientemente reducida, por supuesto. Desde el mirador de arriba pudimos disfrutar con unas vistas estupendas del Valley of Gods, a la izquierda, y la llanura que se extiende hasta los meandros del río San Juan, en el parque estatal de Goosenecks, a la derecha. Tema musical: "Entangled" (GENESIS) ![]() Al terminar la Moki Dugway, justo en el mismo punto donde la vía vuelve a estar asfaltada, nos desviamos a la izquierda siguiendo las señalizaciones hacia el Muley Point. La pista de acceso -por llamarla de alguna manera- resultó ser una especie de camino diabólico, de más de cinco millas, que presentaba unas condiciones poco menos que lamentables, al menos para un vehículo tipo compacto como el Hyundai Accent que habíamos alquilado. Los baches, socavones, piedras afiladas y demás obstáculos de diverso pelaje y condición parecían situados de forma estratégica para poner a prueba nuestro sistema nervioso. A mala idea, vaya. Sin embargo, varios todoterrenos nos adelantaron y no aparentaban tener mayores dificultades a la hora de superar algunos tramos que a nosotros se nos atragantaban hasta límites exasperantes. Incluso la siempre positiva María me llegó a pedir encarecidamente que durante el resto del viaje no nos volviésemos a meter en otro berenjenal de este calibre. Tardamos muchísimo en completar las cinco millas. Yo diría que casi media hora. Pero al final todos los sinsabores del trayecto merecieron la pena, porque las vistas desde Muley Point son impresionantes. Los meandros del Río San Juan parecían estar a nuestros pies, y algo más a lo lejos se distinguían las formaciones de Monument Valley como si las estuviésemos contemplando desde un avión. Una vez más nos quedó un cierto regusto amargo cuando comprobamos que la baja intensidad de la luz en la puesta de sol había vuelto a lastrar la calidad de nuestras fotos y tomas de vídeo. No consiguen reflejar ni de lejos todo lo que realmente se apreciaba desde allí. Tema musical: "Take a pebble" (EMERSON, LAKE & PALMER) ![]() El atardecer en Muley Point fue sin duda otro de los momentos inolvidables del viaje. Después de dedicarle un buen rato a aquel paisaje maravilloso, decidimos regresar a Mexican Hat. Afrontamos con resignación la tortura psicológica de las demenciales cinco millas y luego descendimos con cuidado la Moki Dugway. Como era de esperar, llegamos a nuestro hotel ya de anochecida. Hicimos un rápido check-in y ocupamos la habitación. El alojamiento nos pareció encantador. Tranquilo y bonito. Y nuestra habitación, amplia, cómoda y decorada con sumo gusto. A un lado del recinto tenían unas hamacas-columpio geniales en las que apetecía relajarse y paladear la calurosa noche y, dentro de la terraza del lado opuesto, el pintoresco dueño asaba las chuletas sobre las brasas utilizando otro original balancín-parrilla. El oeste americano más genuino. El único aspecto negativo del hotel era la ubicación de las habitaciones en la planta superior y la imposibilidad de subir el equipaje de otro modo que no fuese por las incómodas escaleras exteriores. Por lo demás, un acierto total y absoluto. ![]() ![]() ![]() .
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Etapas 13 a 15, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Navajo National Monument C: Lake Powell D: Coral Pink Sand Dunes E: Kanab El despertador sonó antes de las 5. Una hora menos en Arizona. ![]() ![]() Nuestro primer objetivo de la jornada era el parque estatal de Goosenecks. Unas horas antes habíamos observado los espectaculares meandros del San Juan River desde las alturas, y ahora queríamos detenernos en el borde mismo de los acantilados del río para disfrutar allí de la salida del sol. El acceso al enclave es sencillo, ya que una carretera asfaltada, la 316, lleva hasta el mirador final. El siguiente mapa indica su localización exacta y cómo llegar hasta él desde Mexican Hat: ![]() Goosenecks es un lugar muy destacable, porque lo cierto es que aquel laberinto de meandros resulta excepcional y no deja de ser un auténtico capricho de la naturaleza. Además, fue un verdadero placer observar cómo la luz del sol iba “encendiendo” paulatinamente las retorcidas y accidentadas riberas a uno y otro lado de los cuellos de cisne. Tema musical: "Garden" (WILLIAM ACKERMAN) ![]() ![]() ![]() ![]() Abandonamos Goosenecks y comenzamos a desandar todo el trayecto que habíamos recorrido el día anterior desde Page. Hicimos un primer alto en el camino cuando alcanzamos el Forrest Gump Point. Esta vez sí paramos al lado mismo de la placa conmemorativa del “acontecimiento” ![]() Este punto panorámico gana muchos enteros durante las primeras horas del día, puesto que es entonces cuando se puede ver desde aquí todo el conjunto rocoso de Monument Valley iluminado por el sol. Sin embargo, una estática nube, situada en el lugar más inoportuno, provocaba que las formaciones que se observan justo al final de la famosa recta apareciesen ante nuestros ojos bastante oscurecidas y apagadas, con lo que finalmente nos quedamos un poco a medias… qué se le va a hacer. Tema musical: "Forrest Gump Suite" (ALAN SILVESTRI) ![]() ![]() Continuamos avanzando por la zona de Kayenta, que tanto nos había sorprendido el día anterior y algo más allá del pueblo nos desviamos a la derecha en dirección al emblemático Navajo National Monument. Sólo son 9 millas de carretera en estado más que aceptable, y por lo tanto entendíamos que merecía la pena visitar este ancestral asentamiento. Una vez en las inmediaciones del Visitor Center, dejamos el coche en el pequeño parking y nos dirigimos al trail más conocido: el Sandal Trail, un sencillo camino pavimentado de 1 kilómetro escaso de longitud que conduce directamente hasta el Betatakin Overlook, popular mirador desde donde se pueden observar las ruinas de las grandes cuevas en las que vivían los antepasados de los indios navajos. Las vistas están muy bien, aunque los detalles de las ruinas no se aprecian a simple vista y se hace necesario utilizar unos catalejos instalados allí mismo a tal efecto. Los ecos de los cantos de los pájaros, amplificados entre las paredes del cañón, llegaban a impresionar de verdad. Tema musical: "Someone lies here" (AREKNAMES) ![]() ![]() Hay más trails en los alrededores del Visitor Center, pero nos dimos por satisfechos y continuamos nuestra ruta hacia Lake Powell. A Page llegamos con un sol espléndido y sin ningún apuro de tiempo, ya que al entrar de nuevo en Arizona habíamos vuelto a atrasar el reloj una hora, recuperando la que habíamos perdido el día anterior. Nos fuimos, por lo tanto, a desayunar tranquilamente al Deny’s Diner, del que teníamos buenas referencias. Los platos que pedimos no estaban mal, aunque tampoco nos parecieron nada del otro mundo. Lo peor fue que al ir a sentarme, y del modo más absurdo, se me enganchó un dedo con la funda de la cámara de vídeo y me rompí la uña del pulgar. Qué dolor. Pasé un par de días con el dedo vendado y viendo las estrellas todo el rato. Al terminar, bajamos hacia la presa Carl Hayden y nos detuvimos para hacer unas tomas de la descomunal construcción Tema musical: "Robbery, assault & battery" (GENESIS) Y sin más, nos fuimos hacia la Marina Wahweap, con la intención de disfrutar de la excursión en barco de 5 horas de duración hasta el Rainbow Bridge. Dejamos el coche en el parking, llenamos la mochila con agua bien fría y sandwiches, y nos dirigimos al edificio del Lake Powell Resort, donde tendríamos que confirmar -y abonar- nuestra reserva. Nos acercamos a los mostradores de la compañía Canyon Country y allí nos dieron la sorpresa desagradable e inesperada del día: nuestra excursión estaba cancelada a causa del insuficiente nivel de agua en determinadas zonas del lago. Me llevé un fuerte disgusto, ya que estaba realmente ilusionado no solo por ver el Rainbow Bridge en sí mismo -que no todos los días uno tiene la oportunidad de contemplar uno de los mayores puentes naturales de piedra en todo el mundo- sino también por poder observar de cerca los espectaculares cañones -estrechísimos y verticales- a través de los cuales el barquito accede hasta los alrededores del arco. Para compensarnos en la medida de lo posible, el amable chico que nos atendía nos ofreció la posibilidad de realizar, sin coste alguno, la excursión de casi tres horas que recorre la zona occidental del lago, incluyendo dos de los cañones más próximos: Antelope Canyon y Navajo Canyon. Evidentemente, no era lo mismo, pero como nos salía gratis y el barco no tardaría mucho en zarpar, aceptamos el obsequio. Esta excursión no está mal. Los dos cañones son muy bonitos, cada uno en su estilo, y hay partes del lago que resultan ciertamente curiosas. De todos modos, he de decir que a mí me gustó bastante más que a María, ya que a ella se le terminó haciendo un poco larga y repetitiva. También es verdad que el sol apretaba lo suyo y no fuimos muchos los que aguantamos todo el tiempo en las terrazas superiores de la embarcación sin acudir a refugiarnos al interior, muy bien climatizado pero con bastante peor visión panorámica. Por fortuna, ofrecían agua y limonada gratuitas para hacer algo más llevadero el calor del mediodía. Tema musical: "Appena un pó" (PREMIATA FORNERIA MARCONI) ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() A las 3 y pico de la tarde regresamos al embarcadero de Wahweap. La luz era extraordinaria, y durante algunos minutos nos entretuvimos sacándoles fotos a todas aquellas montañas que décadas atrás fueron escenarios naturales en los que se rodaron míticas escenas de películas tan conocidas como Los Diez Mandamientos o El Planeta de los Simios, entre otras muchas. ![]() ![]() Nos despedimos, pues, del Lake Powell con un buen sabor de boca y pusimos rumbo a Kanab. Como entrábamos de nuevo al estado de Utah, -y en esta ocasión, además, para quedarnos-, nos preocupamos de adelantar una hora nuestros relojes nada más salir de la Marina. Fuimos comiendo unos sandwiches y unos aperitivos en el coche, y pronto nos aproximamos a los alrededores de Coyote Buttes y Paria Valley. A pocas millas de allí se encuentra The Wave, un fantástico lugar -ya mencionado en capítulos precedentes de este diario- para el que meses antes habíamos intentado obtener -sin éxito- un pase diario a través de la lotería online. El colorido del terreno en toda esa zona era espectacular, aunque no pudimos apreciarlo como nos hubiese gustado, ya que la tarde se había ido nublando progresivamente y por momentos el cielo amenazaba tormenta. ![]() ![]() Hubo suerte, sin embargo, y al final nos libramos de los chaparrones vespertinos. Cuando llegamos a Kanab habían desaparecido la mayor parte de las nubes, y eso nos permitió disfrutar al máximo de los característicos paisajes de la zona, definidos en esencia a partir de una combinación entre dos colores básicos: por un lado, el verde de la abundante vegetación -no hay que olvidar que estábamos entrando en territorio Dixie Forest- y, por otro, las tonalidades rojizas del propio terreno. Localizamos nuestro hotel y, sin detenernos en la localidad, continuamos unas millas más allá hasta alcanzar el extraño paraje denominado Coral Pink Sand Dunes. ![]() Al asomarnos a aquel mar de arena, la primera sensación que se nos vino a la cabeza fue la de que estábamos contemplando algo que no debería de estar allí, como si la madre naturaleza hubiese cometido una equivocación al situar aquel trozo de desierto en mitad de un conjunto de colinas boscosas. Pero, errores al margen ![]() Tema musical: "Tanz und Tod" (ANYONE'S DAUGHTER) ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Al volver hacia Kanab, la Hancock Road, carretera por la que habíamos accedido al Coral Pink Sand Dunes, se transformó de súbito en una impresionante ruta escénica: con la luz del sol al atardecer, los blanquísimos White Cliffs -no podrían denominarse de ningún otro modo- se mostraban realmente espectaculares justo delante de nosotros y, antes de llegar al pueblo, nos encontramos de nuevo con aquel maravilloso y sorprendente paisaje rojiverde. No dejamos de grabar con la videocámara casi en ningún instante. Tema musical: "Hymne et danse" (MINIMUM VITAL) Ya en Kanab, nos dirigimos directamente a nuestro hotel, el Aikens Lodge, donde hicimos el check-in y ocupamos la habitación que nos asignaron, más o menos aceptable y bien equipada. Seguía haciendo mucho calor, así que nos pusimos los bañadores y salimos a la pequeña piscina del recinto. Yo aproveché para darme un agradable chapuzón y María se relajó un rato leyendo en una tumbona. Cuando comenzó a anochecer, regresamos a nuestra habitación. Yo me di una ducha meteórica y nos fuimos a cenar unas hamburguesas bastante buenas a un sitio que había allí al lado. Nos retiramos pronto, como siempre, porque rara era la jornada en la que, a partir de las 9 o 9 y pico, no nos sintiésemos derrotados, somnolientos y muertos de cansancio. .
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Etapas 13 a 15, total 28
Itinerario del día: ![]() B: Bryce Canyon C: Cedar Breaks D: Bryce Canyon Casi sin darnos cuenta, llevábamos ya trece días en Estados Unidos. Faltaban, por lo tanto, apenas unas horas para alcanzar la mitad del viaje, y los planes para nuestro particular “paso del ecuador” se centraban en los dos anfiteatros rocosos más conocidos del sur de Utah: Cedar Breaks y Bryce Canyon. Al primero teníamos pensado dedicarle una breve visita a primera hora, con la intención de poder llegar a Bryce en torno a las 11-12 de la mañana y pasar allí el resto de la jornada. Sin embargo, cuando después de la ducha matutina nos conectamos a internet y le echamos un vistazo a los pronósticos del tiempo, María y yo nos inclinamos por un cambio en nuestra ruta. Las previsiones hablaban de cielo despejado a lo largo de toda la mañana y nubes de evolución acompañadas de fuertes tormentas a partir del mediodía, por eso preferimos asegurarnos la visita a Bryce -sin duda el highlight del día- con el mejor tiempo posible, aunque para ello tuviésemos que invertir más tiempo y más millas en el desplazamiento: iríamos allí directamente y dejaríamos Cedar Breaks para la tarde. El itinerario iba a quedar de este modo un tanto disparatado, ya que nos veíamos obligados a retroceder más de 100 kilómetros para luego regresar a dormir a Bryce, donde teníamos reservado alojamiento, pero tal sacrificio procuramos tomárnoslo a beneficio de inventario. El sobreesfuerzo merecía la pena si a cambio podíamos disfrutar con sol y buena luz de uno de los destinos más esperados de todo el viaje. Desayunamos en la habitación, recogimos todo, llenamos la nevera, dejamos las llaves en el buzón de la puerta de la recepción, y emprendimos camino hacia el norte. Fuimos disfrutando del hermoso paisaje rojo y verde que ya habíamos comenzado a conocer y apreciar la tarde anterior. Dejamos a nuestra izquierda el desvío que conduce a Cedar Breaks y continuamos en dirección a Bryce, tal y como habíamos decidido sobre la marcha después de levantarnos. El acceso a este parque desde el oeste se hace a través del Red Canyon, un precioso enclave de inequívoca -y más que apropiada- denominación, como puede adivinarse en este pequeño fragmento de vídeo: Tema musical: "Harlequin" (PREMIATA FORNERIA MARCONI) Llegamos al parque nacional de Bryce Canyon muy temprano, a pesar de lo cual la afluencia de visitantes era ya considerable. El cielo estaba, en efecto, despejado por completo, así que, en principio, no parecía que nos hubiésemos equivocado trastocando el plan inicial. Dejamos el coche en el aparcamiento más próximo al Sunrise Point e, impacientes, nos dirigimos al Rim Trail sin perder un solo segundo. ![]() Las expectativas eran altísimas, pero al igual que en otras ocasiones precedentes, la realidad volvió a superar todas las previsiones. Esa imagen de los múltiples hoodoos, contemplados por vez primera desde el borde del acantilado, es algo que se queda grabado para siempre en la memoria. María comentaba que tenía la sensación de que todas aquellas increíbles chimeneas rocosas, de tonalidades naranjas y rosáceas, brillaban como si estuviesen iluminadas desde el interior. Alcanzamos el mirador del Sunrise Point y allí estuvimos un buen rato “aterrizando” en el lugar y saboreando el momento. Tema musical: "Intelligence Quotient" (IQ) ![]() A continuación fuimos caminando por el sendero que bordea el rim hasta llegar al Sunset Point. No dejábamos de grabar tomas de vídeo ni de sacar fotos del impresionante paraje que teníamos ante nuestros ojos. Tema musical: "Horizons" (GENESIS) ![]() ![]() ![]() Y desde el mismo Sunset Point, a eso de las 9 de la mañana, comenzamos a descender por el Navajo Trail. Siguiendo las recomendaciones que habíamos leído en el foro, elegimos el sendero de la derecha -el del Wall Street- para efectuar la bajada. Nos encantó. Una vez en el fondo del cañón, tomamos la desviación hacia la subida del Queen’s Garden Trail, menos empinada que la del Navajo y que además recorre algunas de las zonas de hoodoos más espectaculares del parque -como la que le da el nombre al trail, por ejemplo-. Las paradas para sacar fotos fueron constantes, y no caminamos tampoco a un ritmo excesivamente rápido. Tras una hora y media de trek, bajo un sol que no dejó de brillar en ningún momento, alcanzamos el Sunrise Point, donde finaliza el recorrido. Creo que ningún visitante de Bryce -siempre que su condición física sea normal, por supuesto- debería prescindir de la maravillosa experiencia del Navajo + Queen’s Garden, ya que un anfiteatro natural tan fantástico como éste debe de ser disfrutado no solo desde los miradores de su parte superior, sino también introduciéndose en las profundidades del propio cañón. Tema musical: "Anne's song" (WILLIAM ACKERMAN) ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() ![]() Bastante alucinados por todo lo que acabábamos de ver, nos dispusimos a recorrer en coche el resto de miradores del parque. Comenzamos apeándonos en Inspiration Point. Un punto de observación situado a mayor altitud que Sunrise Point o Sunset Point, e ideal para contemplar los hoodoos desde una perspectiva casi opuesta a las anteriores. Tema musical: "Ibby it is" (HAPPY THE MAN) ![]() ![]() Más elevado todavía se encuentra Bryce Point. Este mirador resultó ser el que más nos gustó de todos, ya que es el único desde el cual se aprecia el anfiteatro en su conjunto. Es importante tener en cuenta que la señalización es un poco confusa y puede inducir a pensar que el mirador está justo al lado de la explanada del parking, cuando en realidad ése no es el verdadero Bryce Point, sino que para llegar a él hay que descender unos 150 metros siguiendo un sendero que parte hacia la izquierda hasta llegar a un estrecho promontorio con privilegiadas vistas a uno y otro lado. Tema musical: "Three friends" (GENTLE GIANT) ![]() ![]() ![]() ![]() Nos dirigimos a continuación hasta el final de la carretera que atraviesa el parque de norte a sur. ![]() El último mirador, Rainbow Point, es el que alcanza la mayor altitud de entre todos los de Bryce, con casi 2800 metros sobre el nivel del mar. Allí comenzamos el recorrido de vuelta hacia el norte, deteniéndonos en los sucesivos puntos de observación orientados hacia el este y que, por tanto, íbamos encontrando a la derecha de nuestra marcha: Rainbow Point, Black Birch Canyon, Ponderosa Canyon, Agua Canyon, Natural Bridge -un enorme puente natural de piedra-, Farview Point y Swamp Canyon. Todos ellos ofrecen buenas vistas, desde luego, pero ni mucho menos tan espectaculares como las del anfiteatro principal. Si la visita a Bryce se lleva a cabo con apuros de tiempo y no es posible conocerlo a fondo, éstas serían a nuestro juicio las primeras opciones a descartar, porque lo verdaderamente imprescindible del parque se sitúa entre Sunrise Point y Bryce Point. Rainbow Point: Tema musical: "Concert for Munich (I) (STEVE HACKETT) Black Birch Canyon: Tema musical: "Watcher of the skies" (GENESIS) ![]() Ponderosa Canyon: Tema musical: "The cinema show" (GENESIS) ![]() ![]() ![]() Agua Canyon: Tema musical: "Karn Evil 9" (EMERSON, LAKE & PALMER) ![]() ![]() Natural Bridge: Tema musical: "In un vecchio castello" (CONSORZIO ACQUA POTABILE) ![]() Farview Point: Tema musical: "Twelve's enough" (ECHOLYN) ![]() ![]() Swamp Canyon: Tema musical: "Dusk" (GENESIS) ![]() A mediodía, y ya con el cielo bastante cubierto de nubes, partimos hacia Cedar Breaks. Nada más incorporarmos a la carretera 12, paramos brevemente en una gasolinera cercana, para repostar y comprar provisiones con las que entretener un poco el estómago -wraps picantes, aperitivos, zumos, chocolate y demás-. En unos minutos llegamos al Red Canyon, cuyo colorido llamaba la atención a pesar de que el sol se había ocultado ya casi por completo detrás de los cumulonimbos tormentosos. Tema musical: "La villa emo" (MINIMUM VITAL) ![]() ![]() Por la 89 subimos unas millas al norte hasta la pintoresca localidad de Panguitch, y desde allí emprendimos la ascensión hacia Cedar Breaks a través de la carretera 143. Pronto comenzaron a dejarse sentir las inevitables tormentas. Con cada rayo que caía en una u otra dirección y con cada chaparrón que aquellos oscuros nubarrones descargaban de cuando en cuando sobre nuestro vehículo, María y yo íbamos teniendo más y más claro que el reajuste del plan de viaje había resultado todo un acierto: si hubiésemos dejado Bryce para la tarde, el mal tiempo nos habría impedido disfrutarlo al máximo. ![]() Hicimos un pequeño alto al lado del Panguitch Lake, un lago cuya superficie fue ampliada artificialmente décadas atrás. Tema musical: "Dans le parc du chateau noir" (IQ) Pocas millas antes de nuestro destino, observamos a lo lejos una mancha blanca muy extraña, como si la larguísima recta de la carretera por la que circulábamos se difuminase en una especie de charco lechoso que no alcanzábamos a apreciar del todo bien. Durante unos segundos tuvimos algo así como la sensación de estar alucinando en pareja, y los dos nos preguntábamos qué demonios podría ser aquella “aparición” tan inquietante. A medida que nos aproximábamos a ella, la respuesta al misterioso enigma fue tomando forma ante nuestros ojos de un modo paulatino. No dábamos crédito a lo que veíamos: Tema musical: "Island" (ECHOLYN) ![]() ¡Habíamos sido literalmente atropellados por un gigantesco rebaño de ovejas! Y el semblante impasible y despreocupado de los pastores a caballo no invitaba a pensar que aquella curiosísima trashumancia de carretera general resultase ser una actividad demasiado novedosa para ellos. Por no hablar de la cola de vehículos retenidos detrás del rebaño… Nos cuestionábamos cuánto tiempo llevarían allí, circulando a una velocidad media de 2 millas por hora -o quizá ni eso- y, sobre todo, cuánto les quedaría hasta poder “adelantar” a semejante mogollón ovejuno. En fin, poco después entramos al parque de Cedar Breaks, ubicado a más de 3000 metros de altitud, y nos detuvimos en el primer mirador que encontramos: Chessmen Ridge Overlook. La tarde se había quedado bastante oscura, pero al menos no llovía, y pudimos contemplar el anfiteatro con cierto detenimiento. A nuestro juicio, no es tan espectacular como el de Bryce, pero sí creemos que merece la pena acercarse hasta aquí y dedicarle a este lugar un par de horas. O más, si se dispone del tiempo suficiente para ello. ![]() Tema musical: "Please don't ask" (GENESIS) ![]() ![]() ![]() Paramos a continuación en el mirador de Sunset View, pero nos gustó menos que el anterior y lo abandonamos pronto. Tema musical: "Memory ashes" (PULSAR) Por último, justo al lado del Visitor Center se encuentra Point Supreme, el punto panorámico que para nosotros ofrece las mejores vistas del anfiteatro, puesto que las formaciones rocosas más bonitas de Cedar Breaks están en su parte sur y desde los dos miradores anteriores no se aprecian. Tema musical: "Tanz und Tod" (ANYONE'S DAUGHTER) ![]() ![]() ![]() Regresamos hacia Bryce descendiendo por la 14, que atraviesa la zona del Navajo Lake. El lago, de origen volcánico, es ciertamente curioso. Y los alrededores del mismo, también, ya que la lava solidificada le confiere al terreno un aspecto negruzco bastante peculiar. Por desgracia, el día se había ido oscureciendo más y más, y la luz no era la ideal para poder disfrutar del paisaje al 100% Tema musical: "If everyone was listening" (SUPERTRAMP) ![]() ![]() Comenzábamos ya a acusar el cansancio acumulado a lo largo de todo el día, así que nos incorporamos de nuevo a la carretera 89 y pusimos rumbo al hotel que habíamos reservado en Bryce (Bryce View Lodge). Hicimos el check-in y al principio nos adjudicaron una habitación situada en un primer piso. De inmediato solicitamos que nos cambiasen a otra de planta baja, para no tener que subir empinadas escaleras cargando penosamente con las maletas. La empleada que nos atendía intentó complacer nuestra petición, pero se la notaba un tanto preocupada ante la posibilidad de que su jefa, que aparentaba ser algo borde y desagradable, no estuviese de acuerdo. De hecho, cuando la recepcionista se acercó al fondo de la oficina para consultar con la otra, vimos -y escuchamos- cómo ésta refunfuñaba y gesticulaba con los brazos, aunque al final accedieron y nos cambiaron la habitación. La relación calidad-precio del hotel dejaba bastante que desear, y el cuarto no era gran cosa, pero al menos nos sirvió para descansar un rato y darnos una ducha reparadora. A continuación, nos arreglamos y salimos a dar un paseo por Bryce Canyon City, en donde encontramos bastante ambientillo y animación por las calles. Cenamos en un buffet de comida americana, y nos pusimos hasta arriba, ya que teníamos apetito y la calidad general de los platos no estaba mal del todo. La tarde-noche continuaba siendo desapacible e, incluso, algo fría, por eso al acabar la cena nos marchamos al hotel sin más dilación. Aproveché el buen funcionamiento del wifi para conectarme a internet, mientras María se derrumbaba en la cama, muerta de cansancio. No tardé mucho en imitarla. .
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Etapas 13 a 15, total 28
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