![]() ![]() Sri Lanka (agosto 2023) ✏️ Blogs de Sri Lanka
Itinerario completo por libre de 12 días por Sri Lanka.Autor: Evaperez93 Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (4 Votos) Índice del Diario: Sri Lanka (agosto 2023)
01: Preparativos e itinerario
02: Llegada al aeropuerto -Anuradhapudra
03: Mihintale- Boda Aukana - Sigiriya (Pirudangala Rock)
04: Polonaruwa – Safari Abdulla
05: Cuevas Dambulla y templo de oro, Mathale Hindu Templo y Kandy
06: Kandy -Nuwara Eliya
07: Nuwara Eliya- Ella
08: Ella - Mirissa
09: Mirissa
10: Mirissa - Ahangama
11: Galle
12: Vuelta a Colombo
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Etapas 7 a 9, total 12
Nos levantamos temprano (y la verdad que con algo de resaca de todas las cervezas del día anterior) porque habíamos quedado con el tuk tuk del día anterior a las 8.15h para ir a la estación con tiempo y sacar los billetes para el tren hacia Ella. Nos dijo que si íbamos con tiempo tal vez conseguíamos sitio reservado, pero no fue así.
Tras un rico desayuno en el que por fin pudimos probar los hopper (que nos encantaron), nos pusimos en marcha para la estación. Lamentablemente, solo quedaban tickets para tercera clase sin asiento, así que nos tocaba vivir la experiencia de luchar por conseguir un asiento. El precio del ticket fue un regalo: tan sólo 160 rps por persona. Y por fin llegó el tren, mucho más pequeño que el del día anterior y menos cómodo. Con los asientos de madera y sin mesa en medio. Antes de subir al tren, vimos a gente saltar por la ventana para conseguir sitio, así que como pudimos nos hicimos hueco para entrar y con algo de suerte conseguimos dos sitios (además, en el lado izquierdo del tren que según dicen es el mejor en ese trozo de recorrido) aunque no estábamos justo en la ventanilla, pero nosotros estábamos la mar de contentos por no tener que ir de pie todo el recorrido. A medida que avanzaba el trayecto, se hizo mucho más pesado que el del día anterior al ser mucho más incómodo y no tener la ventanilla para nosotros. Además, ese tren paraba demasiado en las paradas y estuvimos mucho rato parados (la gente incluso bajaba a fumar con la calma). A mitad del recorrido más o menos una señora autóctona mayor nos pidió que le cediéramos un asiento con una gran sonrisa, muy adorable así que tuvimos que ir algún ratito de pie. Finalmente, tras casi 4 horas de recorrido llegamos a Ella y estaba diluviando. Un buen chaparrón que tuvimos que esperar en la estación hasta que parase un poquito porque era imposible salir con esa lluvia y eso que teníamos el hotel a menos de 5 minutos andando de la estación. Cuando por fin paró la lluvia, nos dirigimos a nuestro hotel, el Third Eye Ella y aunque fue un poco difícil de encontrar (no está señalizado), nos encantó. Dejamos las cosas y a comer al Chill Café que tanto nos habían recomendado. El sitio es muy chulo, estaba lleno y muy buen ambiente. La cerveza bien fría, pero la comida no nos entusiasmó, la verdad. Como era la primera vez que había comida internacional, nos decantamos por un pollo frito, falafel con hummus y unas patatas con queso. El precio de todo fue de 8.162 rps. Volvimos al hotel a descansar un poquito y después pusimos rumbo al Nine Arches Bridge. Como queríamos ver el tren de las 17.30h pasar e íbamos un poco justos, cogimos un tuk tuk para que nos acercara y tras cobrarnos 400 rps por apenas 3 minutos de trayecto, nos dejó en un camino diciendo que era por ahí y que él ya no podía pasar, y que quedaba aprox. 1km. Así que tuvimos que ir corriendo prácticamente para llegar a tiempo y cual fue nuestra sorpresa que empezamos a ver muchos tuk tuk pasar por ese camino, así que nos dimos cuenta de que el nuestro nos había timado y engañado. No obstante, tuvimos suerte porque al final llegamos justos para ver el tren pasar por el puente y la verdad es que fue muy chulo. Entre que nos hicimos fotos y disfrutamos de las vistas, se hizo ya de noche y cometimos el error de salir por la parte contraria del puente. Resulta que ese camino es mucho más largo (unos 6kms) y como ya era casi de noche y teníamos que llegar a las 19h a la reserva de nuestra clase de cocina, cogimos un tuk tuk de vuelta a Ella por 1.200 rps (al principio nos pedían casi el doble). Nos pareció muy muy caro. Hicimos clase de cocina en Matey Hut y no lo podemos recomendar más. El precio es de 4.500 rps por persona y te llevan en una camioneta a las afueras de Ella, a un local muy bien preparado en el que te enseñan las elaboraciones más típicas de la cocina de Sri Lanka. Estábamos nosotros dos con una familia de UK (los padres y dos hijos adolescentes) y pudimos aprender a partir y rayar un coco, hacer diferentes currys, dhal, mango, plátano, pollo... e incluso rotti para un postre con plátano y helado buenísimo. Fue una experiencia increíble y super completa, 3 horas en las que te explican todo y te enseñan a cocinar y finalmente pudimos disfrutar comiendo nuestras elaboraciones. Todo estaba buenísimo. Recomendable 100% este sitio. Vimos otros anunciados más baratos, pero la verdad es que por el precio que pagamos nosotros estar en esas instalaciones pudiendo cocinar tú todo durante 3h, nos pareció muy bien de precio. Tras la cena, vuelta a la camioneta y te vuelven a dejar en Matey Hut. Como estábamos muy cansados (las cervezas del día anterior seguían pasando factura) y ya eran más de las 22.30h, nos fuimos directos al hotel a descansar que lo teníamos a 2 minutos, aunque nos quedamos con ganas de disfrutar de la noche de Ella porque nos habían hablado muy bien de varios bares y pubs (como por ejemplo, Mandala). Etapas 7 a 9, total 12
Como ya he puesto, la noche en Ella la pasamos en el Third Eye Hotel (precio con desayuno: 13.500 rps). Vistas increibles, todo nuevo y cama súper cómoda. Con nevera en la habitación en la que encontrabas cervezas, refrescos y aguas (raro en Sri Lanka porque es difícil encontrar la bebida realmente fría). Nosotros cogimos agua y no la cobraron, pero el resto la deben de cobrar porque nos preguntaron.
El desayuno estaba muy rico y muy completo, además te lo suben a la habitación a la hora que les dices y te lo comes en la terraza con las vistas increíbles. La localización está muy bien, a menos de 5 minutos andando de la estación de tren, pero no está señalizado y hay que subir muchas escaleras. El sitio lo lleva un chico joven (Pubudu) que es super atento y muy majo. Le preguntamos por los horarios de los buses para ir a la zona de la playa (nuestro siguiente destino ya que cancelamos la noche en Yala porque nos dijeron que no había casi animales al ser época seca). Como no nos cuadraron los horarios de los buses locales (solo había por la mañana a primera hora y queríamos disfrutar la mañana paseando por Ella y haciendo alguna excursión) nos consiguió un taxi para Mirissa a muy buen precio (18.000 rps). Como habíamos acordado que nos recogiera el taxi sobre las 14-15 horas, después del desayuno, subimos al Little Adams Peak. Es una excursión que no es muy dura y muy bien señalizada. Se hace muy ameno porque vimos a muchas “tea pluckers” (las señoras que recogen las hojas de té) y hay muchos puestos para comprar aguas, cocos, snacks... si te entra hambre. A mitad de camino está Rawana pool, que es un restaurante con piscina con vistas muy chulas. La verdad que tenía muy buena pinta, pero no tuvimos tiempo de probarlo. Curioseamos los precios que están en la puerta y son tipo europeos (cócteles y comida, y el acceso a piscina y hamacas va por horas con una zona vip también). Justo al lado tienes un columpio tipo balinés en el que puedes pagar para subirte y hacerte fotos (individual 3.000 rps y pareja 4.500 rps). Luego hay que sumarle pluses si quieres que te hagan la foto profesional o vestirte con túnica y corona de flores. La verdad que nos pareció un poco “turistada” y caro para la duración que es. Más arriba llegas a la tirolina de Ella (Flying Ravana) que estuvimos a puntito de montarnos, pero finalmente lo descartamos por ir justos de tiempo y porque nos pareció caro para el corto trayecto que es (unos 30€ por persona). Nosotros, que somos de Zaragoza, tenemos muy cerquita la tirolina del Valle de Tena, que es la más larga de Europa y que cuesta 20€, así que la de Ella nos decepcionó un poquito y decidimos no probarla. Tras la tirolina, subes las últimas escaleras y un camino de tierra, y llegas finalmente a la cima del Little Adams Peak. Realmente hay tres picos, pero solo estuvimos en dos porque para ir el tercero el camino es bastante empinado y hay que bajar mucho y volver a subir y la verdad es que nos dio pereza porque el sol apretaba ya y teníamos prisa para coger el taxi a Mirissa. Después de unas cuantas fotos en la cima, volvimos a Ella y entramos a un supermercado para cotillear y comprar algún snack para el viaje (nos encanta ir a los supers cada vez que viajamos y picar con algo típico del país). Queríamos comer antes del viaje, por lo que fuimos directamente a Matey Hut porque habíamos leído que estaba muy bien y quedamos muuuuuuuuy contentos de la clase de cocina de la cena del día anterior que hicimos con ellos. Además, es un sitio que está siempre lleno, tan lleno que no tuvimos mesa y nos quedamos con las ganas. Fue una pena, pero todo pasa por algo y gracias a que no tuvimos sitio en Matey Hut, probamos el mejor plato de comida de todo nuestro viaje!!!! Así que volvimos a la calle principal en busca de otro restaurante. Teníamos prisa por el taxi así que necesitábamos algo rápido. Probamos en Mozzarella Restaurant porque nos hizo gracia el cartel de la entrada (Our beer is colder than the your ex partner’s heart), pero parece que sólo daban cenas. Finalmente, acabamos en Kamu bomu (en la calle principal antes de llegar al Chill Cafe) y qué bien comimos!!!!!! Pedimos chicken cheese kottu y pork parata con dos Lion bien frías. La verdad es que fue un acierto total, nos atendieron de maravilla y el kottu nos encantó (sin duda, la mejor comida del viaje... ningún kottu estuvo luego ya tan rico y probamos muchos!!). El precio fue 5.500 rps. Tras la comida, volvimos rápidamente al hotel porque nos estaba esperando el taxi destino Mirissa, además el despistado de mi novio llevaba en el bolsillo la llave del hotel, que no la habíamos devuelto y estaba un poco agobiado porque ya habían llegado los nuevos huéspedes. Como de camino a Mirissa pasábamos por Ravana falls, le pedimos el favor que parara un momento para sacar las correspondientes fotos y ya seguir con el viaje. Unas 3 horas y media de viaje (por autopista), que se pasaron volando y llegamos a tiempo de ver el atardecer en la playa, qué suerte!! Llegamos al hotel en Mirissa en el que pasaríamos las dos noches siguientes (Esprit d’Ici Hotel) y aprovechamos para dejar las cosas, ponernos las chanclas e ir rápidamente a ver la puesta de sol porque ya estaba atardeciendo. Fuimos al Turtle beach point, que estaba justo al lado del hotel (sólo tuvimos que cruzar la carretera y un camino de tierra) y desde donde se ve el Coconut tree hill (donde, por cierto, se veía que había mucha gente a esa hora). En cambio, nosotros estuvimos solos viendo una puesta de sol increíble mientras veíamos a los pescadores pescando la que sería nuestra cena de después jejeje. Fue un momento único y muy íntimo solos acompañados por unos cangrejillos. Casi al acabar la puesta, tomamos una cerveza en el bar que hay en esa playa con vistas muy buenas y una cuerda a modo de columpio que aprovechamos para hacernos unas fotos rápidas y fue muy guay. Tras la cerveza, ducha rápida en el hotel para ponernos guapos e ir a cenar a la playa de Mirissa. La playa principal estaba como a unos 15 minutos andando por la carretera principal hasta llegar al desvío hacia la playa y elegimos chiringuito de los muchos que hay en la orilla. Todos tienen los pescados del día en los mostradores de la orilla de la playa y happy hour, la verdad que todos tenían buena pinta, pero finalmente nos decidimos por el W&D (más o menos en la mitad de la playa principal). Entre todo el pescado, elegimos probar un poquito de todo así que nos decantamos por unas gambas, calamares y un mero rojo, que vino todo acompañado de patatas fritas y mini ensalada. La verdad que todo estaba muy rico, especialmente el mero. De postre un brownie con helado, también muy rico y tres cervezas lion grandes por el precio de 10.010 rps. Fue una cena muy bonita: al lado del mar con los pies en la arena, buena música y buen ambiente. Sin duda, fue el broche final de otro día inmejorable en Sri Lanka. Lo recordaremos siempre. Etapas 7 a 9, total 12
Nos levantamos y bajamos al lobby a desayunar. Como este ya era un hotel más sofisticado y no tan pequeño, había un buffet en el que tú te servías lo que querías y luego estaba un cocinero al que le podías pedir los huevos como quisieras. No estaba mal, pero en nuestra opinión al ser buffet pierde un poco la calidad el desayuno.
Como el día anterior nos habían dicho los chicos del bar del Turtle beach point que por la mañana se podía ver tortugas enormes desde allí, fue lo primero que hicimos, pero tras estar un rato (la playa es pequeña, pero preciosa y sin apenas gente) y no ver ninguna tortuga, decidimos seguir por la playa para explorar las siguientes playas hasta llegar a la principal de Mirissa en la que habíamos cenado el día anterior. En la playa siguiente sí que había gente haciendo snorkel para ver las tortugas y como se podía alquilar la máscara de snorkel, decidimos probar suerte. Nos costaron las dos máscaras 1.000 rps. y te la dejaban durante 1 hora, aunque nosotros estuvimos mucho menos porque, aunque vimos alguna tortuga grande y peces, el agua estaba muy revuelta y no estaba clara así que nos “cansamos” pronto. De ahí seguimos andando hasta Parrot Rock y subimos arriba. Estaba lleno de cuervos y las vistas y fotos son bonitas. Luego continuamos hasta la playa principal de Mirissa, en la que cenamos el día anterior. Por el día, todos esos restaurantes sacan tumbonas en las que te puedes tumbar de forma gratuita consumiendo algo, pero como aún era pronto decidimos ir hasta Secret Beach, una playa que nos habían hablado muy bien. Como el tuk tuk nos pedía mucho y el del bar en el que habíamos cenado nos había dicho que estaba a 10 minutos andado, decidimos ir andando, pero la verdad es que no es un trayecto del todo fácil para hacer en las horas de más calor. Hay que subir una colina para luego bajarla, así que llegamos chorreando en sudor. La playa de Secret Beach es muy bonita y tiene una pequeña calita muy tranquila en el que el agua está fenomenal y muy caliente, pero como la playa es tan pequeña y hay un restaurante que la llena de tumbonas, el sitio pierde un poco el encanto la verdad. No obstante, ya que habíamos ido hasta allí, decidimos tumbarnos un ratito en las tumbonas a disfrutar del sol con unas cervezas y un agua (1.430 rps las tres cosas, un poco caras, pero se aprovechan al tener las tumbonas). Tras un rato de descanso cómodamente al sol, se hizo la hora de comer y decidimos ir al Restaurante no1 dewmini roti shop, que habíamos leído en la guía. Así que otra vez nos tocó subir y bajar la colina porque los tuks tuks eran un poco timo. No obstante, a mitad de camino, un tuk tuk se ofreció a llevarnos al sitio por 300 rps y como aun quedaba un rato y ya teníamos bastante hambre, aceptamos. Comimos un roti de tomate y aguacate y un kottu cheese chicken (ya que nos habíamos aficionado el día anterior) y aunque estaba rico, el de Ella estaba mucho mejor... de postre un batido de banoffee y un roti de chocolate y mango, muy ricos. Sitio recomendable y barato, nos costó todo (con cervezas, coca cola y agua) 5.350 rps. Después de comer, decidimos coger un bus local hacia Welligama beach para investigar un poco esa zona. Los buses se cogen en la carretera principal (no hay perdida alguna) y aunque conducen como locos, es toda una experiencia!! Pasamos la tarde tranquilamente en Welligama, tomando el sol y viendo a la gente haciendo surf. Como nos había gustado tantísimo la puesta de sol del día anterior, quisimos volverla a ver desde el mismo sitio, así que volvimos a coger un bus en dirección contraria para volver al Turtle beach point y disfrutar de unas cervecitas en el que ya era nuestro bar de confianza (los chicos que los llevan era majísimos y, aunque les dijimos que no habíamos visto esa mañana ninguna tortuga, nos insistieron en que volviéramos al día siguiente porque sí que se solían ver). Tras la puesta de sol, volvimos al hotel después de haber estado todo el día fuera y disfrutamos un ratito de la piscina. Luego nos cambiamos y pusimos rumbo a Mirissa beach porque queríamos volver a cenar pescadito en la orilla del mar. Como el día anterior nos había gustado, decidimos volver a W&D, pero ese día cambiamos el pescado por un pez tigre y una especie de dorada, aconsejados por los camareros para así probar un poco de todo. La cena volvió a estar muy rica y disfrutamos mucho del ambiente. Estamos seguros que si nos hubiéramos quedado más días, hubiéramos vuelto todos los días a cenar allí. Etapas 7 a 9, total 12
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