![]() ![]() Argentina, naturaleza indómita. ✏️ Blogs de Argentina
Narración de un sueño cumplido, de una tierra llena de contrastes y una gente maravillosa.Autor: Scorpi Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (16 Votos) Índice del Diario: Argentina, naturaleza indómita.
01: - DÍA 0: 13 DE JUNIO
02: - DÍA 1: VALENCIA-MADRID-BUENOS AIRES
03: - DÍA 2: BUENOS AIRES
04: - DÍA 3: BUENOS AIRES
05: - DÍA 4: BUENOS AIRES-TRELEW
06: - DÍA 5: TRELEW. PUERTO MADRYN-PENÍNSULA VALDÉS
07: - DÍA 6: TRELEW-PUNTA TOMBO-GAIMAN-TRELEW
08: - DÍA 7: TRELEW-EL CALAFATE
09: - DÍA 8: EL CALAFATE- TREKKING PERITO
10: - DÍA 9: EL CALAFATE-TODO GLACIARES
11: - DÍA 10: EL CALAFATE-BUENOS AIRES
12: - DÍA 11: BUENOS AIRES-CÓRDOBA
13: - DÍA 12: CÓRDOBA-TUCUMÁN
14: - DÍA 13: SAN MIGUEL DE TUCUMÁN
15: - DÍA 14: TUCUMÁN-CAFAYATE
16: - DÍA 15: CAFAYATE-CACHI
17: - DÍA 16: CACHI-TILCARA
18: - DÍA 17: TILCARA-HUMAHUACA-SALINAS GRANDES
19: - DÍA 18: TILCARA-SALTA
20: - DÍA 19: SALTA - SAN IGNACIO MINI
21: - DÍA 20: SAN IGNACIO MINÍ
22: - DÍA 21: SAN IGNACIO MINI-IGUAZÚ
23: - DÍA 22: IGUAZÚ, LADO ARGENTINO (acabé por fin, faltan fotos)
24: - DÍA 23: IGUAZÚ-BUENOS AIRES
25: - DÍA 24: BUENOS AIRES (faltan fotos)
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Etapas 19 a 21, total 25
Hoy es nuestro útlimo día en este apartado rincón de Argentina y también es mi último día al volante de nuestro querido cochecito.
Cuando estamos dando la última vuelta andando por el pueblo, nos encontramos con una pareja de españoles que están de luna de miel. También salen hacia Salta esta tarde, aunque ellos han comprado los billetes de bus. Intercambiamos impresiones y nos despedimos... quizás nos encontremos más adelante. Regresamos al hotel y le comentamos a la recepcionista la opción de regresar a Salta por la cornisa, en lugar de hacerlo por la autopista como el día en que vinimos. Nos lo aconseja. Bueno! Pues le haremos caso! ![]() Maletas al coche de nuevo y rumbo hacia Salta la linda. Cuando se acerca el punto quilométrico en el que me dieron el alto policial se me altera un poco el pulso. Afortunadamente, hoy, el simpático debe tener el día libre porque allí no hay nadie. Paso ligera y contenta aunque no quiero confiarme demasiado por si aparece cuando menos lo espero. ![]() Llegamos al desvío hacia la cornisa y allí que nos metemos. Resulta ser una sucesión de curvas y más curvas por una carretera estrecha... eso sí rodeados por un frondoso paisaje verde. Algunas vacas y sus becerros se cruzan en nuestro camino tranquilas, sin percances. Jose duerme y la Negra Sosa vuelve a acompañarme con su desgarrada voz mientras veo como el tanque de gasolina va bajando de nivel peligrosamente. Espero encontrar pronto una gasolinera porque de lo contrario... Los quilómetros van pasando; le doy varias vueltas al CD de Mercedes y la gasolinera sigue sin aparecer. Voy controlando la velocidad y el gasto de combustible mientras repito incansablemente las letras de esas canciones que ya he memorizado, que ya forman parte de nuestro viaje y que repito como un mantra relajante para que se alejen de mi los malos pensamientos. La gasolinera sigue sin aparecer. No hay indicaciones tampoco que me indiquen la distancia que resta hasta Salta. Más adelante veo un par de casas, ¿habrá alguna especie de surtidor? Respuesta negativa :shock:. Jose sigue durmiendo ajeno al problema de suministro; la voz de la Negra sigue calmando mis nervios, sigue reduciendo mi ansiedad por llegar a Salta. No podemos estar muy lejos. hace rato ya que la aguja marca reserva. Repaso mentalmente lo que hemos recorrido, el tiempo que llevamos... No puede quedar mucho me repito, no puede quedar mucho, trato de autoconvencerme. Ya hemos descendido la montaña y continuamos por una carretera en llano. Me vuelvo a repetir que no puede quedar mucho. Sigo avanzando. Jose despierta y le explicao la situación para que esté atento a posible señal anunciando gasolinera. La carretera mejora... quiero creer que estamos cerca. Seguimos sin ver nada. Por fin una señal anuncia el desado nombre SALTA. No puede estar muy lejos, tiene que haber estación por las proximidades. Y de repente, como si de un espejismo se tratara tras una gran rotonda la veo. No se si entro por el carril que toca, pero me lanzo hacia ella con la desesperación del condenado. Y respiro, por fin respiro aliviada. Con el tanque lleno nos dirigimos hacia la ciudad. Tras la experiencia del día que la atravesamos me asustan que nos perdamos y estemos dando vueltas sin rumbo. Encontrar a los polis majetes, no creo que vuelva a pasar... Continuamos recto. Es domingo y no hay mucho tráfico. Cuando nos damosj cuenta estamos en el centro; distinguimos la catedral. Nuestro hotel no está muy lejos. Voy siguiendo el plano. Damos con la calle y nos fijamos en los números. Ahí está. Paro y Jose sale a preguntar por el parking. Es el que está justo al lado. Marcha atrás y nos abren la puerta. PERFECTO!! Los de la Alianza del Norte también tenían hotel aquí, pero nos enteramos cuando ya habíamos hecho la preserva y me sabía mal anularla porque fueron muy amables (tengo que buscar el nombre del hotel porque no lo recuerdo). Dejamos las cosas en la habitación y sin perder más tiempo nos dirigimos al restaurante que nos han aconsejado los del hotel y que está justo al lado. Lo deben hacer muy bien porque está casi lleno y eso que es enorme. Tenemos suerte y mesa para 2 aún queda. Por supuesto, seguimos nuestra dieta carnívora a base de pedazos de carnede 1/2 kilo. No quiero pensar en ello, pero los pantalones comienzan a apretar un poco más y la barriguita (no cervecera) también ha aumentado considerablemente. Don't worry! Al regresar a España nos haremos vegetarianos hasta que eliminemos todas las proteínas sobrantes ![]() Al terminar de comer volvemos al hotel pues en unos minutos comienza el clásico al que habríamos asistido si la liga hubiera comenzado cuando estaba previsto (River-Boca). Termina el partido y nos vamos a dar una vuelta por Salta ya comprar los billetes de autobús para salir al día siguiente hacia San Ignacio de Miní. Tarde de domingo, aún hace calor pero ya se puede andar relajadamente. La estación de autobuses no está lejos y en unos minutos estamos allí. Compramos los billetes y seguimos nuestro paseo. Delante de la estación hay un gran parque y las familias enteras pasean, montan en barca y deambulan entre los alegres puestecillos que dan vida al mercado que hay instalado. Hacemos de domingueros y nos sentamos en un chiringuito a tomar algo. Siguiendo la costumbre local, tras el refrigerio nos adentramos entre los puestos. Hay de todo: ropa, comida, tartas, artesanía, calzado, quincalla... Nos detenemos ante una en la que se venden belenes indígenas. La propietaria es muy agradable y nos deja elegir pieza a pieza toda la composición. Nos lo envuelve bien para los largos trayectos que aún nos quedan y seguimos nuestro camino con un bulto más. Seguimos hasta la plaza principal, la Catedral... Debe haber alguna especie de fiesta religiosa porque hay mucha gente por la calle en una especie de procesión mientras portan, fervorosamente, algún tipo de reliquia en un camión al que todos siguen. Por los alrededores de la plaza también hay algunas tiendas (ahora cerradas) que pueden ser interesantes. mañana les daremos un vistazo. Cenamos en uno de los numerosos locales que dan a la plaza. La dieta habitual, ya sabéis ![]() Regresamos al hotel y a dormir, que mañana hay que seguir! Etapas 19 a 21, total 25
A la mañana siguiente, después de desayunar, nos vamos a devolver el coche a la agencia. Está en la misma calle del hotel, no muy lejos y lo encontramos sin problemas. Esperamos un rato mientras comprueban papeles, coche, etc. Adiós querido amigo, adiós!. Escucho por última vez mi canción de la Negra Sosa. A ella y al resto de banda sonora les queda una triste espera hasta que vuelvan a romper con sus voces el silencio de mi coche.
Al salir, pillamos un taxi para que nos lleve hasta el Mercado de Artesanía que queda lejos para ir andando. Dicen que es muy interesante, pero nos decepciona un poco. Quizás habíamos creado unas expectativas demasiado grandes. Aún así, caen varios recuerdos para familia y amigos en madera. Me voy a quedar con las ganas de comprarme un poncho, pero no veo ninguno que me llame especialmente la atención. Otro taxi hacia el centro de nuevo y nos damos una vuelta por las tiendas que dan a la plaza. Ahí sí que le hacemos echar humo a la VISA. Realmente la tienda se lo merece. Compramos de todo un poco: caminos de mesa de lana y dibujos indígenas, una manta para el sofá, un par de "esculturas" de decoración para el mueble del recibidor y algún que otro juego de collares y pendientes para mi hermana, la coleccionista de "adornos". Hay también vestidos, cerámica, telas.... PARA VOLVERSE LOCOOOOOOOOOOOOOO! Pero no podemos pasarnos porque aún quedan trayectos en bus y no es plan de ir muy cargados. Ponemos lo que cabe en nuestras mochilas y el resto lo llevamos en la mano para no tener que montar aún la bolsa grande. ya lo haremos más adelante. Vamos a comer por última vez al restaurante que hay junto al hotel. No hace falta hablar de la dieta ![]() ![]() Resultado: no tiene mal sabor y supongo que si los únicos efectos se notan en las alturas... como hoy estamos bajitos... doesn't work! ![]() Como hoy vamos cargados nos pedimos un taxi para que nos lleve hasta la estación de colectivos. Esperamos ante el número desde el que sale el nuestro. Nos encontramos con la pareja de españoles con los que coincidimos en Tilcara. También viajan hacia San Ignacio de Miní. No sabían que había uno directo hasta allí y habían comprado el billete para bajarse en Corrientes y luego tomar otros. Al decírselo van corriendo a hacer el cambio. No les ponen ningún problema. Perfecto! Y ahora, sólo tenemos por delante unas 18 horas de autobús ![]() ![]() ![]() Por fin llega nuestro transporte. Esta vez nos toca dejar las mochilas en el maletero porque no hay buses VIP hasta allí. Me asusta que no sea cómodo, pero cuando subimos y tomamos asientos, nos quedamos gratamente aliviados. Se podrá dormir bien. Casualidad de la vida, los españoles tienen los asientos situados justo detrás de los nuestros por lo que nos pasamos las primeras horas de "charreta". Una parada para estirar las piernas y comprar algo, una cenita frugal, una peli y a dormir. Fiel a mi surtido de pastillas relajantes y "morfeóticas" me tomo mi dosis antes de disponerme a dormir. El español me pregunta si le puedo pasar una para ver si así consigue conciliar el sueño porque le cuesta mucho dormir en medios de transporte. Me da la impresión de estar actuando de "camello" haciendo trapicheos por el autobús, pero cómo negarle un poco de caridad cristiana al chaval? Me despido con un BUENAS NOCHES! Seguro que duermes genial y de un tirón! Al poco rato, los efectos se van notando suavemente y me rindo a los dulces sueños. Etapas 19 a 21, total 25
Me despierto de una forma tranquila, sosegada. El dulce balanceo me recuerda que no estoy en "tierra firme" y que vamos de ruta. Separo un poco las cortinas. Ya es de día, aunque no sé qué hora. Miro a Jose y aún duerme. Vuelvo a cerrar los ojos. Creo que me duermo de nuevo sin caer en la cuenta. Me despierta Jose más tarde. Oye! que tu eres capaz de llegar a Brasil durmiendo!
![]() ![]() Aún quedan algunas horas hasta San Ignacio. Charlamos de nuevo sobre nuestras rutas, viajes... No estamos en el mismo albergue. Yo tengo uno "contratado" que encontré por internet que se llama "El lagarto". Nos hablan muy bien del suyo. Les digo que tengo que ir al nuestro porque no me parece bien no preserntarme. Si una vez allí no nos gusta... nos cambiamos!. Las horas pasan y el paisaje de los estados que atravesamos no puede ser más desolador. Y de repente, comienzo a ver vegetación de un verde intenso, vivo, penetrante. La tierra se vuelve de un tono rojizo como el fuego. MISIONES! A lado y lado de carretera el verde de los árboles y la roja tierra forman una bandera natural bicolor que parece arroparnos en nuestro largo camino hacia las ruinas de las misiones jesuíticas. Éste es uno de los momentos que esperaba con mayor ilusión. Las imágenes de la película "La Misión" y su banda sonora resuenan como un eco que nunca cesa en mi cabeza y de repente, entramos en un minúsculo pueblecito. No hay nadie por las calles. Solo nosotros cuatro nos apeamos allí. Nos dejan frente a un bar. El encargado sale para ofrecernos sus servicios. Tiene de todo: tickets de autobús, alojamiento... Pregunto por los billetes de la compañía que tenía anotada para hacer el recorrido San Ignacio-Iguazú, pero me responde que esos no los vende; que por allí solo venden de compañías locales, pero que también son buenas. Dice que la que tenemos que tomar nosotros es la mejor. Bueno! Pues a confiar en su palabra! Compramos los billetes para el día siguiente y preguntamos por la ubicación de los albergues. Al de la otra pareja se puee ir andando porque está cerca; el nuestro está algo más lejos. Nos despedimos y pillamos un taxi. Cuando llegamos a nuestro destino y nos dice el precio flipamos en colores (ahora no recuerdo la cantidad). Jose no se calla y le contesta que es el taxi más caro que ha pagado en todo el viaje, que no se preocupe en venir a recogernos el día que nos vayamos (y es que nos había dado su tarjeta para que lo llamáramos). Entramos en el albergue-hostal. No se ve a nadie por ningún lado. Al rato se acercan unos cuantos perros, de cuyos flácidos cuerpos cuelgan sendos quistes monumentales. El recibimiento no es muy agradable. Al rato sale una chica. Me presento y dice que ella no sabe nada pero que irá a buscar las llaves de una habitación. Jose y yo estamos un poco alucinados. Esperamos. Vuevle con la llave y nos abre una de las cabañas que rodean el patio central. No está mal, pero tampoco es nada del otro mundo. La chica desaparece mientras estamos dejando las cosas. Salimos y nos acercamos a la casa principal, llamamos, pero nadie acude. Como no hay a quien darle la llave, nos la llevamos. Los perros han tomado posiciones delante de nuestra puerta. Ante el desorden reinante, decidimos acercanos hasta el otro albergue por si les quedan habitaciones disponibles. Sin carga llegamos rápidamente. Solo viendo el exterior, el cambio es radical. Tienen zona ajardinada con piscina y hasta un chiringuito con música en la zona común. Por favor, por favor! QUE HAYA SITIOOOOOOOOOO! Lo comentamos con los chicos de recepción (porque aquí hay hasta recepción con gente!). Les quedan habitaciones pero con camas separadas. No pasa nada! Nos la enseñan, nos gusta y le decimos que volvemos en un momento. Bajo el sol del mediodía desandamos el camino pensando que en un momento lo volveremos a hacer y cargados porque como ya dijimos, al del taxi no lo llamamos ni locos! Bueno, y ahora a ver si sale algún empleado! Podríamos dejar la llave en la puerta perfectamente e irnos porque no nos han pedido nada, pero no nos parece correcto. Al rato vemos a la chica que nos atendió con unas escobas y se lo explicamos. Preguntamos si tenemos que pagar algo, nos dice que no y para allá que nos vamos. El camino con las mochilas y las bolsas de compras salteñas se hace más largo, pero finalmente llegamos a nuestro destino. A la habiaciónnnnnnnnnnn! Dejamos nuestras cosas y como estamos deshidratados... bañito en la piscina y unas Quilmes para calmar la sed. Al salir de la habitación coincidimos con los españoles que están justo en la de al lado. Pues fiesta española en la piscina!!! Después del merecido descanso decidimos ir a comer algo. Vamos al bar-restaurante en el que compramos los billetes de autobús. La carta es sencilla pero no está mal. Después de comer y pese a los calores de la hora, nos acercamos hasta las ruinas jesuíticas y compramos las entradas para la visita diurna y otra para el espectáculo de luces y sonido que hacen por la noche. Está a punto de comenzar la visita guiada, así que esperamos sentados en un banco bajo la fresca sombra de un árbol centenario. Al momento se nos acerca el guía y comienza nuestro recorrido por las ruinas de San Ignacio. Vuelvo a recordar la película "La Misión" y me maravillo con la obra de los jesuitas, a la vez que me indignan los acontecimientos que desenbocan en el trágico final. Los intereses políticos y la codicia del ser humano ha marcado desde antiguo los acontecimientos dejando su huella en la historia; desgraciadamente es uno de los muchos errores que la humanidad, en el siglo XXI, sigue sin enmendar. Cuando finaliza la visita paseamos un poco más entre las ruinas y visitamos el pequeño museo. Salimos del complejo y vamos andando hacia la casa de Horacio Quiroga (cuentista, dramaturgo y poeta uruguayo que vivió allí) pero llegamos cuando ya están cerrando. Qué se le va a hacer! Regresamos hacia el albergue y descansamos un poco en el bar de la piscina mientras esperamos que sea la hora de volver a las ruinas para ver el espectáculo nocturno. Los del albergue preguntan si queremos cenar allí por la noche ya que van a hacer parrillada para todos los que se apunten. POR SUPUESTO! Nos da tiempo a llegar después del espectáculo? Sí, nos responden. OLE, OLE OLEEEEEEEE PARRILLADAAAAAAA, PARRILLADAAAAAAAAAAAA! Y de nuevo estamos ante la entrada de las ruinas. Somos prácticamente los primeros en llegar, pero poco a poco se va llenando de gente de todas las edades. Nos hacen pasar y nos dan las indicaciones a seguir durante el recorrido. Comienza el espectáculo. Proyectan imágenes sobre agua mientras van explicando los acontecimeintos que allí tuvieron lugar. Es muy sencillo pero no por ello falto de mérito. Resulta agradable ya que vamos recorriendo todo el recinto guiados por el narrador y los personajes. La música elegida también ayuda a verse atrapado por esa representación que da la impresión de ser una realidad palpable. El momento álgido transcurre en la plaza central rodeada por las calsas de los que allí vivieron y murieron. Tienen algún problema técnico y se va la luz casi al final, pero lo solucionan rápidamente. Finalmente termina y pese a saber que dentro de poco estaré sentada ante un buen pedazo de carne argentina... no me importaría que hubiera durado un poco más. Llegamos al albergue, donde ya comienza a oler a carne. Coincidimos con varios argentinos de mediana edad y charlamos un rato, Quilmes en mano. Comienza la cena. IMPRESIONANTE! la variedad y la calidad de lo que sirven; van pasando con platos y nos van diciendo qué tipo de carne es. Yo no sé cuantas clases diferentes nos ofrecen pero soy incapaz de catarlas todas. Somos unos 8 sentados en una mesa alargada. Las horas van pasando a la vez que lo hacen las bandejas. Me encanta hablar con los argentinos; son tan extrovertidos y ese acento :angel:.... aunque muchos se empeñen en decir que hablan mal. A mi ME ENCANTA! La velada podría haber durado infinitamente, pero al día siguiente hay que salir hacia Iguazú. A DORMIRRRRRRRRRRRRRR! Etapas 19 a 21, total 25
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