Aún es de noche cuando suena el despertador y nos despertamos. Al momento nos avisa también ADriana. Es un encanto! Nos vestimos rápido y nos dirigimos a la sala del desayuno. La hostería no tiene muchas habitaciones pero en estos momentos están ampliando las instaalaciones para disponer de un salón mayor y con mejores vistas al lago, así como también una zona de juegos.
Está preparada la comida que nos corresponde a base de embutidos, queso, panecillos, fruta, mermeladas, dulce de leche y diferentes bebidas (agua, zumo, te, cafe, leche...). Intentamos terminar pronto y sin alboroto y nos preparamos nuestra comida para el resto del día. Cuando terminamos llega el minibus a recogernos.
De nuevo somos los primeros en subir. Tomamos asiento y a la aventura! Recogemos a varias personas más y nos dirigimos al pueblo. Allí cambiamos el mini por un bus más grande. Ahora ya está todo preparado para dirigirnos al Parque Nacional de los Glaciares. YUJU!


El Parque dista unos 70 km del pueblo y en él se encuentra el que es, sin duda, el pedazo hielo más famoso del mundo: El Glaciar Perito Moreno. Se le bautizó así en honor a Francisco Moreno, creador de la Sociedad Científica Argentina. Además de conocido es también uno de los más imponentes y se le considera la octava maravilla del mundo por la espectacularidad de sus vistas. También es singular por ser el único glaciar que no retrocede, aunque según nos explicaron, en estos momentos tampoco avanza. Bueno, pues lo dejamos que está en standby.
Antes de llegar al Parque nos detenemos en un primer mirador. Aún está lejos pero, a pesar de ello, la formidable masa de hielo compacto nos sobrecoge irresistiblemente. Ha salido un día estupendo y lo aprovechamos para sacar unas cuantas fotos mientras se realiza la parada.


Y de nuevo a la hora establecida, todos al autobús. Los guías nos dan las explicaciones de los diferentes recorridos a realizar, las pasarelas y los puntos panorámicos. Nos pasan también una especie de mapa para que lo tengamos más claro y fotos del glaciar para que nos vayan entrando más ganas aún de verlo,




Disponemos de unas 2 horas para ir por nuestra cuenta por las pasarelas y para comer algo. Aún no tenemos hambre así que esperaremos. Bajamos del bus y ya vemos el inicio de las pasarelas. La vegetación nos tapa el Glaciar pero sabemos que está allí, delante mismo, esperándonos desde hace mucho, mucho tiempo. Nosotros también te hemos esperado a tí, aunque algo menos


Comenzamos el primer tramo de pasarelas y al momento se nos aparece por prmera vez. Es increible, no hay palabras, no hay imagénes que describan este momento. Es grandioso , colosal, enorme, gigantesco... TITÁNICO. Nos quedamos mudos (y eso que lo diga yo... tiene mérito, jajjaja) fascinados ante tanta belleza, deslumbrados por la sublimidad que la naturaleza nos ofrece de una forma tan inocente, sencillamente deliciosa. Tomamos posición en el mirador y seguimos contemplando esa lengua de hielo embelesados, absortos. Creeríamos que el tiempo se ha parado a nuestro alrededor si no fuera porque Perito nos recuerda continuamente que está vivo rompiendo pequeños fragmentos de sus paredes que retumban ruidosamente a nuestro alrededor. Del más profundo de los silencios surge de repente, el más clamoroso de los estrépitos. Nuestros ojos, ávidos de contemplar algún derrumbe, inspeccionan velozmente las paredes visibles del Glaciar. Pero nada se ha movido. No perdemos la esperanza y permanecemos más tiempo allí, con los ojos fijos, sin parpadear. Un fuerte estallido nos avisa ahora y, aunque no es un gran desprendimiento, el trozo que cae es bastante grande, por lo que nos sentimos afortunados al contemplar cómo se rompe y se lleva tras de sí más hielo chocando violentamente con la superficie del agua.




Decidimos avanzar un poco más por las pasarelas para ir controlando el tiempo. comenzamos por las inferiores. A lo largo del recorrido hay varios puntos panorámicos y algún que otro banco. Realmente lo tienen muy bien preparado y cuidado para el turismo sin dañar el paisaje que lo rodea. En las pasarelas superiores hay más momentos en los que la vegetación obstruye la visión del Glaciar, aunque el paseo resulta agradable (siempre y cuando no se derrumbe en aquel momento una gran porción y te quedes con las ganas de verlo





Sin prisa pero sin pausa completamos todo el recorrido. Hacemos otra pausa en el prmier mirador para comer los sandwiches que preparamos por la mañana. Ahora ya hay hambre! No nos cansamos de mirarlo. Un barco pasa cerca de una de las paredes y nos hace darnos cuenta de la magnitud real







Nos dirigimos al bus, no sin antes sacar algunas fotos más. Creo que el dedo ya no me responde! Con el bus nos levan hacia otro lado del parque en el que tomamos una barca para acercarnos al Perito. Subimos y comienza la travesía. Vemos la otra cara que desde el mirador no se apreciaba. Navegamos a una distancia prudencial de las paredes para evitar algún susto en caso de derrumbe.



En unos pocos minutos llegamos a un pequeño puerto y nos adentramos en el bosque hacia la cabaña donde nos esperan los guías. Vemos a grupos de jóvenes que esperan su barca descansando mientras toman el sol.
Los guías recomiendan tomar guantes en el caso de no disponer de ellos ya que una caida en el hielo sin guantes puede ser dolorosa y lesiva. Nosotros los traemos de casa, así que TODO BIEN!

Llegamos al lugar en el que nos espera el calzado y uno a uno vamos dando talla de pie y allí que nos sentamos para esperar la llegada del crampón. Al principio voy un poco pato pero me hago con ellos rápidamente. Bueno, ahora sí que empieza esto de verdad! ÁNIMO NOEMÍ!




Nos dividimos en 2 grupos y comenzamos a subir. Realmente tenían razón cuando decían que la excursión era para "todos los públicos". Vamos parando cada poco tiempo para beber y descansar. Ah! y por supuesto... para hacer fotos!









El recorrido viene a durar sobre unas dos más o menos y al final hay sorpresa. Bueno, no tan sorpresa porque todos sabemos que hay invitación de whisky con hielo picado del glaciar, jejeje. En la parte inferior del glaciar nos esperan con una mesa y vasos. El guía pica un poco de hielo y a servir como si de un barman se tratara. También hay un cuenco con alfajores. QUÉ BIEN! ricoooooo!




Nosotros vamos preparados y como el whisky a palo seco no nos gusta nos hemos traido una botellita de Fanta Naranja. Así que en lugar de whisky on the rocks nos tomamos un cubata on the Perito

Se puede repetir pero mejor no abusar. Bueno, me habéis pillado... yo tomo otro alfajorcito,





Nos quitamos los crampones y regresamos dando un agradable paseo por el bosque magallánico. Como los de antes, esperamos tumbados al sol a nuestro barco. Jose me comenta que le ha encantado la experiencia y que le hubiese gustado hacer más trekking. Bueno, pues para la próxima vez y con un poco más de entrenamiento que estamos muy verdes!
Regresamos al pueblo y tras una reparadora ducha nos dirigimos, hoy sí, a La Tablita. Pronto imaginamos por qué la llaman así: la especialidad de la casa es una tabla de madera en la que debe haber más de 5 quilos de carne (para 2 personas). Solo con verlo se me cierra el estómago. Pese a que suponemos que es la estrella de la casa, no queremos pasar mala noche y optamos por un menú más light. La Tablita en otra ocasión :amigo:. Lo que sí que no perdono son los postres, jejejeje.


Y mañana... TODO GLACIARES! A ver qué nos deparará el día.