![]() ![]() 15 DIAS EN TREN POR EL NORTE DE LA INDIA ✏️ Blogs de India
15 días recorriendo el Norte de la India, por el Rajastan y el Ganges, con mi madre que siempre había soñado con visitar este país.Autor: Mundofila Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (10 Votos) Índice del Diario: 15 DIAS EN TREN POR EL NORTE DE LA INDIA
01: ETAPA 0 . PREPARATIVOS
02: DIA 1. CAOTICA DELHI
03: DIA 2. ORCHHA-KHAJURAHO
04: DIA 3. KHAJURAHO
05: DIA 4. VARANASI
06: DIA 5. ADIOS A VARANASI
07: DIA 6. TAJ MAHAL
08: DIA 7. AGRA y JAIPUR
09: DIA 8. JAISALMER
Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
Etapas 4 a 6, total 17
Me despierto a eso de las siete de la mañana con un poco de dolor de cabeza, así que decido salir a pasear y respirar un poco de aire fresco a ver si se me pasa.
Khajuraho realmente es un pequeño pueblo en mitad de ninguna parte (se supone que gracias a eso se han conservado los templos) que ha crecido gracias al turismo. Sus famoso templos se dividen en tres grupos: el grupo del oeste, los mejor conservados; el grupo del este, de menor enjundia; y el grupo del sur, apenas tres templos desperdigados por el campo. Como este último grupo está a unos kilómetros del pueblo, decido pasear hacia esa zona. El paseo acaba convirtiéndose en uno de los mas agradables momentos del viaje: andando por caminos de tierra voy avanzando en dirección sur sin rumbo fijo atravesando campos en los que aparecen salpicadas casas muy humildes. La gente está amaneciendo: salen a limpiarse, a limpiar el exterior de la casa, niños que van en bicicleta al colegio,... todos saludan amablemente con una sonrisa. Así me paso mas de dos horas hasta que regreso al hotel, ya sin dolor de cabeza, donde me encuentro a mi madre un poco preocupada ante mi larga ausencia. ¡Ah!, por cierto, los templos del grupo sur... no merecen la pena. Desayunamos con calma en el jardincito del hotel y nos preparamos para visitar el grupo de templos del oeste. Como ya dije, son los mejor conservados y se encuentran en un recinto cerrado bastante cuidado por cuyo acceso se pagan 250 rupias. No está lejos del hotel, ya que el pueblo es tan pequeño que todo está a 5 minutos andando. Los templos son, sin duda, algo fuera de lo común, tanto por su temática como por su exquisita técnica, y si bien no todos los templos presentan esculturas de temática sexual, todos están profusamente tallados. El recinto no es demasiado grande y se visitan una decena de templos muy parecidos entre sí (algunos fuertemente restaurados), así que la visita no dura mucho más de una hora, pero creo que merece realmente la pena. Hay que quitarse los zapatos para entrar a los templos, así que casi mejor ir descalzo toda la visita. *** Imagen borrada de Tinypic *** Uno de los templos de Khajuraho *** Imagen borrada de Tinypic *** Las famosísimas esculturas eróticas A la salida tratan de venderte todo tipo de objetos al grito de "Kamasutra": libros, postales, imanes, posters, llaveros... donde se reproducen una y mil veces las posturitas de marras. Como el tren sale muy tarde pactamos con el hotel usar la habitación durante el día a cambio de unas rupias más, así que con toda la calma del mundo comemos, nos echamos una siesta y a media tarde damos un paseo hasta los templos del grupo del este, situados a unos veinte minutos del centro. Después de ver los de la mañana, éstos templos parecen muy poca cosa. Algunos templos son jainistas, una curiosa religión que, observando las portadas de los libros que sobre esta religión venden en un puesto cercano, deberían hacer una revisión sobre la estética de sus "santones" (o como se llamen). Khajuraho merece la pena el desvío, pero se ve en medio día tranquilamente. Cenamos en unos de los muchos restaurantes de la zona turística y tomamos un rickshaw para ir a la estación de tren, que está a varios kilómetros. La estación es muy nueva, ni siquiera parece india: toda limpia, reluciente, y con un público en un 90% extranjero. Esta vez viajamos en AC3, en las literas side, perfectas para un agradable y relajante viaje nocturno. El tren sale puntual con destino a Varanasi, donde debemos llegar hacia las 11 de la mañana. Etapas 4 a 6, total 17
Con apenas una hora de retraso llegamos a nuestro destino: Varanasi. No sales de la estación cuando ya tienes varios conductores ofreciéndote llevarte donde quieras. No entro a detallar los precios pagados a los rickshaws pero no me cabe duda de que siempre fueron excesivos; así, grosso modo, variaron entre las 40 rupias para una distancia media dentro de la ciudad y las 100 rupias cuando se trataba de desplazamientos fuera de la ciudad. Elegimos un conductor cualquiera y le digo que nos lleve a la zona de los ghats, cerca del Manikarnika Ghat, el principal lugar de cremación, donde tenemos la intención de buscar un hotelito.
El tío, supermajo, nos lleva por la contaminada y ruidosa Varanasi entre comentarios de todo tipo sobre la ciudad, su vida, la nuestra, la familia... hasta que aterrizamos en un lugar que, pese a no haber estado nunca en esta ciudad, me da que no es, ni de lejos, a donde le había dicho que nos llevara. Estamos a las puertas de una Guest House cuyo nombre no recuerdo, y cuyo propietario sale inmediatamente a ofrecernos sus habitaciones. Le pregunto a nuestro "amigo" conductor dónde demonios estamos y me señala un punto en el mapa que, me da a mí, tampoco es donde realmente estamos. Nos despedimos de mala manera de nuestro ex-amigo conductor y aprovechando que hay un pequeño solar desde donde se ve el río me acerco a tratar de situarme. Como no podía ser de otra manera, estamos en la otra punta, en el extremo sur de la ciudad. Maldiciendo los rickshaws nos ponemos a andar dirección a nuestro destino, para ello caminaremos por una calle que transcurre paralela al Ganges en medio de un caos absoluto de gente, animales, coches, auto y ciclorickshaws,... por supuesto sin una sola acera, tratando de fluir en ese "río" sin tropezar con nada. Tras un buen rato caminando me da la impresión que nos hemos pasado de frenada, así que pregunto a un honrado ciudadano que me indica que sí, que nos hemos pasado, pero no estamos lejos. Aquí un inciso para aclarar la fisonomía de Varanasi, con sus tres zonas: la primera, una contaminada y caótica ciudad atestada de tráfico; la segunda, los ghats que se asoman al río, una zona peatonal; y la tercera, que une las dos anteriores, y que es una estrecha franja de laberínticas y estrechísimas callejuelas de las que no creo que nunca nadie haya conseguido hacer un mapa decente. Así que si alguna vez cogeis un rickshaw que os promete llevaros a los ghats... no le hagais caso, es físicamente imposible llegar con ningún vehículo hasta los ghats. Lo mejor es acercarse a la zona, acceder al río y desde ahí moverse arriba o abajo. *** Imagen borrada de Tinypic *** Esquivando vacas en las callejuelas Atravesamos el laberinto de callejuelas y encontramos el Scindhia Guest House, donde nos alojamos en una amplia y limpia habitación con balcón que mira al Ganges. No está mal, aunque le falta una terraza para comer, que es algo de lo que presumen la mayoría de los hotelitos que se encuentran en esta zona. A lo tonto el día va pasando, y tras comer en la terraza de no recuerdo qué hotel y una siestita reparadora (no se quejará mi madre del ritmo que estamos llevando), salimos a pasear por los ghats de Varanasi. Nuestro hotel está muy cerca del Manikarnika Ghat, el principal lugar de cremación. No cabe duda de que el sitio es curioso, un crematorio al aire libre a donde llegan pequeños cortejos funerarios con el muerto a cuestas, bien amortajado, y tras negociar la compra de madera para la pira, se le da fuego allí mismo, junto al río. No hay lloros ni ceremonias exageradas: se coloca al muerto amortajado sobre la madera, se enciende la pìra y a esperar, todo hecho con mucha normalidad. Se puede observar todo el proceso sin problemas, puedes acercarte hasta donde quieras,... no hace falta pagar a nadie para que te asome a ningún sitio ni te lleve a un lugar especial. *** Imagen borrada de Tinypic *** Vista desde el río de ghat de cremación El resto de los ghats son lugares donde la gente acude a lavar, a lavarse, a bañarse, a hacer sus ofrendas,... también hay algunos otros ghats de cremación pero mas pequeños. Uniéndo todos los ghats, como un paseo marítimo, hay un paseo donde confluyen todo tipo de personajes: turistas, hippies trasnochados, santones de cartón piedra, vendedores de todo tipo, masajistas, vacas, niños jugando, bodas,... todo ello con el telón de fondo de unos edificios palaciegos que vivieron épocas mejores. Al otro lado del río sólo hay una especie de playa donde no hay nada construído, y donde barquitas pasan con familias que pasan allí el día en plan "domingo en el campo", según nos comentaron porque en esa zona cubre menos y el río está mas limpio (es un decir, porque el río está literalmente muerto de la contaminación que arrastra). Hacemos tiempo esperando una ceremonia que se realiza al atardecer en la zona de Dasaswamedh Ghat, el único Ghat que tiene un acceso un poco mas directo desde la ciudad. Empieza a las seis y pico, y no duramos ni media hora, ya que no nos dice nada. Se hace de noche, vemos Varanasi "la nuit" y como en casi toda la India, en cuanto se hace de noche la gente se empieza a retirar. Cenita en otra terraza y para el hotel, que mañana tenemos la intención de hacer el típico paseo en barca para ver amanecer en el río. Tampoco estoy señalando los restaurantes y los precios de la comida porque íbamos a lo que surgía, sin fijarnos demasiado, pero se resumiría en: abundancia de "restaurantes" (a la mayoría el nombre les queda muy grande), comida de todo tipo y muy barata, de forma que por un par de euros comes bien, y eso sí, mucha calma, que la media de espera para servirte puede pasar de la media hora; también existe la opción de los múltiples puestos callejeros (sólo para los mas osados) o comprar fruta muy barata, pero poco variada. Hablamos con el recepcionista del hotel sobre el paseo en barca matutino pero al final el madrugón nos echa para atrás (hay que levantarse a las cinco y pico de la mañana). Además, se ha formado una niebla que no augura nada bueno y que a larga tendrá sus consecuencias. Al tiempo. Ahora a dormir. Etapas 4 a 6, total 17
Nos despertamos en Varanasi a eso de las ocho de la mañana y me acerco al balcón para ver lo que queda del amanecer y... ¡sorpresa! no veo nada de nada: una densa niebla lo inunda todo y no permite ver mas allá de diez metros. Menos mal que no nos hemos dado el madrugón para ver amanecer desde el río.
Según leí en un periódico local, estas nieblas son típicas de ésta época cuando empieza a refrescar por la noche y se produce un contraste entre la temperatura del aire y la de la tierra (o el río). Lo de refrescar es una manera de hablar, porque a la noche hace catorce o quince grados, que para esta gente parece que es bastante frío, y así no es raro ver a niños con bufanda, gorro,... Desayunamos mientras esperamos a que la niebla levante, cosa que sucede a media mañana. *** Imagen borrada de Tinypic *** Esperando a que levante la niebla Mi madre se ha quedado con las ganas del paseo en barca, así que contratamos una para que nos haga el paseo a remo a lo largo de los ghats. Tras desembarcar damos otro paseillo por los ghats, llenos de gente que te ofrecen de todo: “Hola, hola”, “¿de dónde eres?”,... un viejecillo me tiende su brazo a forma de saludo, y no se me ocurre cosa mejor que darle la mano. De repente, me agarra con fuerza y comienza a estrujarme el brazo intentando, creo, darme un masaje; sigue por el hombro a pesar de mis negativas a seguir con el juego. La verdad es que el único momento en que siento algo es cuando me arrastra el brazo por su cara sin afeitar y me raspa con la barba de tres días. Mi madre me dice que suelte al hombrecillo, pero ¿cómo?. Cuando por fin consigo desembarazarme del individuo y ante mi negativa a darle nada de dinero masculla unas palabras que supongo serán la peor de las maldiciones de Shiva. Lo de los masajes parece tener su público, y no faltan los turistas que se tumban en una sucia esterilla a dejar que un indio le pasee por encima de la espalda. Para cambiar un poco de aires nos alejamos del río y nos dedicamos a pasear por el interior de la ciudad atravesando primero una zona de bazares y luego una serie de calles atestadas de tráfico donde, al igual que pasó en Delhi, el aire está muy contaminado. Comemos algo y como nuestro tren sale a media tarde aprovechamos los últimos momentos para hacer nuestras primeras comprillas en la India: a unos niños muy salados les compro por 100 rupias una caja con frasquitos de polvos de colores para mi hija; son la típica parejita de niños vendedores callejeros, con una sonrisa de oreja o oreja que ablanda a cualquiera. Yo le compro el estuche al niño, y la niña que le acompaña se pone a lloriquear lamentando su mala suerte por no haber hecho ella la venta. Mi madre no soporta ver a la niña llorar y le compra otro estuche igual no se sabe muy bien para quien, pero la niña se va mas contenta que unas castañuelas. Todos contentos. No nos vamos sin que mi madre haga una “ofrenda” al Ganges lanzando una corona de flores que venden en los puestecillos cercanos. Para ir a la estación tomamos un ciclorickshaw, aunque estos vehículos dan cargo de conciencia. El pobre hombre sufre cada vez que aparece la mas mínima cuestecita y cada vez que se detiene le cuesta horrores arrancar. Los indios los usan sin pudor, montándose hasta cuatro o cinco personas, pero la verdad es que ver a una persona retorcerse sobre la bicicleta como si estuviera subiendo el Tourmalet da un poco de cosa. Al final del trayecto le damos propinilla para limpiar nuestra mala conciencia. Entramos a la estación de Varanasi y... nuestro tren no aparece en el panel de salidas. Me acerco a un policía que está por allí y le pregunto por el motivo de esta ausencia, a lo que me responde que el tren viene tarde. ¿Muy tarde? - le digo. “Very, very late” me responde mientras me señala una zona de la estación donde hay una treintena de turistas sentados en el suelo. Etapas 4 a 6, total 17
📊 Estadísticas de Diario ⭐ 4.8 (10 Votos)
![]() Total comentarios: 6 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN EL DIARIO
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |