DIA 2: MI TORRE ES MÁS ALTA..NO, ¡LA MÍA MÁS! ✏️ Diarios de Viajes

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Hoy no hay excusas Raquel, ¿eh?

Me levanto a las 8 y en una hora he enllestit.

Hoy es viernes, y me he planificado ver el museo de Orsay, la torre Eiffel y Notre Dame. no quiero que me pille el fin de semana porque supongo que habrá mucha más gente.

Pero, espera!!! una alarma en mi móvil me ha avisado cuando ya estaba de camino “hoy no es viernes, Raquel. Es sábado!”. Me debato entre continuar con mis planes o cambiarlos, y al final me decido a intentar lo primero. Tampoco es muy tarde y cambiaré de parecer si veo que hay demasiada gente.

Aquí en París, los transbordos de línea te hacen pensar que has pagado el billete para usar los túneles subterráneos. Está claro que no están hechos para gente con discapacidades o con problemas de movilidad. Las escaleras son horribles y los trayectos se hacen largos. Así que he decidido evitarme un trasbordo y bajo en una parada que me obliga a cruzar las Tullerías hacía el Museo de Orsay. Es pronto y se hace un paseíto agradable aunque hace rasca!. Llego pronto al Museo y una cola de chequeo de maletas hace que todo vaya un poco más despacio. Aún así, no me toma más de 15 minutos entrar. La entrada al Museo son 9,50€ y si quieres entrar a la exhibición temporal creo que son 4 euros más. Yo el día anterior miré si me interesaba y era tanto mi interés, que no recuerdo ni de qué iba!!! dentro no dejan tomar fotos así que dejo en guardarropía la cámara y todos mis bártulos. Llevo el ordenador a cuestas puesto que mi caja de seguridad del hostal, aunque grande, no me permite dejar el portátil. Es un poco coñazo, así que agradezco dejarlo todo en consigna.

La visita del Museo entre obras de Van Gogh, Monet, Manet, Toulousse Lautrec, Boldini, Cross, Pissarro, Degas, alguna bien escondida de Klimt me entretienen durante al menos unas 4 horas. De la primera vez que estuve, ahora hará…ufff casi 15 años, tenía un recuerdo de que era pequeño y de que no valía mucho la pena. El tiempo está, entre otras cosas, para corregir defectos y es de sabios rectificar, así que celebro haber vuelo a entrar porque está claro que cuando lo vi por primera vez no supe valorar las obras que tenía expuestas. Descubro muchas obras que me gustan, aunque sus autores son desconocidos para mi. Por cualquier rincón veo estudiantes de arte realizando croquis de las esculturas, me dan un poco de envidia y saco mi cuaderno para hacer algún esbozo.

Saliendo del Museo d’Orsay decido caminar un poco hacia la Torre Eiffel bordeando el Sena. Llevo demasiadas horas encerrada y aunque está lejos y hace frío necesito que me dé el aire. Voy haciendo fotos por todo el recorrido y me siento, además, a hacerme un bocadillo con algunas de las provisiones que compré ayer. yam yam.

Cuando llego a la Torre Eiffel empieza a gotear. Por un momento, pienso en dejar la visita para otro día. Está Claro que un día de lluvia no es el mejor día para ver las vistas panoramicas de París. Así que decido darme tiempo mientras tomo un café calentito.
La lluvia ha sido de esas, tan tontas que casi parece un concurso de escupitajos de los ángeles. Pese´a la lluvia tampoco es que haga un cielo encapotado y los siguientes días aún pueden ser peores. Tengo una asignatura pendiente con la Torre Eiffel. Ya que la otra vez que visité París, me encontraba tan mal y estaba de tan mal humor, que no subí a la Torre. Nunca me lo he perdonado! (aunque estoy segura que de haber subido entonces hubiera potado en plan niña del exorcista).
Ya puestos hago la cola para subir por ascensor. No he considerado la posibilidad de subir a patita. El ordenador manda y llevo ya unas buenas horas de marcha. 14€ subir a la cima! un par de ascensores te suben primero a la planta 2 y luego arriba de todo. Mientras el ascensor sube es un poco impresionante sentirte suspendida entre unos amasijos de hierros.

Hace mucho mucho fríoo pero en la planta superior hay dos niveles, y unos de ellos es cubierto y tienen calefacción . Hago las fotos de rigor y me paso un buen tiempo descubriendo a vista de pájaro tods los monumentos de la capital francesa. Me cuesta mucho encontrar el Sagrada Corazón, y de hecho, no consigo encontrarlo hasta que bajo a la segunda planta.

Casi se me han hecho las 17.30 y creo que ya es tarde para ver Notre Dame en condiciones. Así que decido dejarlo para otro día porque se merece su tiempo porque es otra asignatura pendiente (cuando vine la estaba restaurando y todo lo que pude ver fue una cortinita verde a su alrededor).

Enfilo de regreso al Hostal. Allí ceno, meriendo…no en ese orden…. quería salir por el barrio a cenar algo pero se ha puesto a diluviar y me da mucha pereza. Así que lo sustituyo por leer un buen rato. Me quedo hasta bastante tarde.

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