Llegó por fin el día del viaje. El vuelo salía de la terminal 4S a las 0:35 del día 8 y por fortuna fue puntual para salir. El avión, un modelo Airbus 340-600, no me pareció que tuviera entre fila y fila demasiado espacio, pero al menos tenía en la parte trasera del asiento una pantalla individual para entretenerse un rato. Sirvieron, creo recordar, una cena (a las 2 de la madrugada) y un desayuno. Para durar el viaje 12 horas y 30 minutos, no se me hizo especialmente pesado e incluso conseguí dormir un rato (¡por fin!). Tras cumplir los trámites de inmigración y aduana, salimos a la terminal y ya estaba esperando el conductor que tenía que llevarnos al hotel Europlaza Suites. Los 2 traslados Buenos Aires-Ezeiza y los 2 Buenos Aires-Aeroparque los había contratado con el hotel por un precio de 82 USD (pagados al llegar al hotel).
Hotel Europlaza Suites:
Está en la calle Montevideo 327, a escasos 100 metros de la Avda. Corrientes y como 5 cuadras desde aquí hasta el Obelisco, por lo que sobra decir que está en un lugar excelente. El hotel es de 3* y pequeñito, así que nada más entrar te encuentras la recepción y el ascensor para subir a las habitaciones. En la misma recepción hay 2 ordenadores para navegar por Internet. El personal me pareció muy amable y te dan información y recomendaciones sobre la ciudad. Se puede cambiar dinero también. En el momento de mi viaje daban 12 pesos por cada euro, que sin alcanzar el valor de lo que te puedan dar en una cueva, es mejor que el oficial.
La habitación doble que nos dieron estaba en la 3ª planta con vistas a la calle Montevideo. No tenía moqueta, sino tarima flotante, que de partida ya me agrada más. El tamaño de la habitación era bueno y contaba con 2 camas (una de plaza y media, la otra de una plaza), escritorio, TV, bandeja para poner la maleta, aire acondicionado. El que lleve ordenador u otro dispositivo puede usar wifi. El cuarto de baño también estaba bien de tamaño y tenía bañera y monogrifo (especifico esto porque es el único hotel en el que lo encontramos) para mayor comodidad. Una cosa que me sorprendió fue que sólo hubiera champú y acondicionador para el pelo, pero es que parece que los argentinos utilizan para el cuerpo una pastilla de jabón.
En referencia al desayuno, es a partir de las 7:30 en la planta EP (entre 2ª y 3ª) y es de tipo buffet. A mí me pareció simple y pequeño el primer día que desayuné, pero pude estar influido por tener que desayunar rápido (por tener que ir temprano al Aeroparque), pero a la larga, después de todo el viaje por Argentina, terminó siendo de los mejores: zumo de naranja natural, leche, café, colacao, croissants, pan de molde, mantequilla y mermelada en unidades, embutidos, 3 clases de cereales, semillas de lino, queso, yogur de fresa líquido. Personal pendiente de los huéspedes.
En resumidas cuentas, un hotel de lo más recomendable. Y encima no me cobraron el IVA, por lo que la estancia de una noche se quedó en 79 USD.
Visitas:
Tras acomodarnos en el hotel fuimos a dar una vuelta por la Avda Corrientes, que en el sector cercano a la Avda. 9 de Julio está llena de teatros, librerías y restaurantes. Por hacer una comparativa, podría ser algo así como la Gran Vía de Madrid. Después de comer en la Pizzería Guerrín, que está en Avda Corrientes 1368, regresamos al hotel para ver qué plan hacíamos el resto del día. En principio yo me había impreso una lista de lugares de interés y cómo llegar a ellos en autobús. Sin embargo, como siempre se tiene que olvidar uno algo en casa, pues se me había olvidado pasar la lista al móvil. Descolocado entonces de cómo utilizar los autobuses, vi 2 opciones: una el autobús turístico, pero que me parecía demasiado tarde para empezar a utilizarlo y la otra un tour de unas 3 horas y pico que nos ofrecieron desde el hotel. Optamos por esta última posibilidad y nos enganchamos al paseo, por 130 $ por persona. En minibús y con guía, recorrimos parte de la ciudad, pasando por el barrio de la Recoleta (cementerio, Floralis Genérica, Facultad de Derecho), Palermo Hollywood, Jardín Japonés, Avda 9 de Julio, San Telmo, iglesia ortodoxa rusa, Boca y Puerto Madero. Las paradas las hicimos en los siguientes lugares:
- Estadio Boca Juniors: Por hacer la visita guiada de 15 minutos había que pagar 60 $ por persona. Yo pasé olímpicamente puesto que el fútbol me da exactamente igual. En cualquier caso, visto por fuera me parecen más impresionantes tanto el Santiago Bernabéu como el Camp Nou.
- Caminito: A partir de mediados del siglo XIX comenzaron a llegar muchos inmigrantes procedentes de Europa, sobre todo italianos y por proximidad al puerto en el que atracaban los barcos, la mayoría de ellos se establecieron en el barrio de la Boca. Construyeron viviendas llamadas conventillos, que se caracterizaban por tener la fachada y techo construidos con chapas metálicas pintadas de varios colores con pintura sobrante que traían los marineros. En su interior estaban organizados en torno a uno o varios patios, alrededor de los que había varias habitaciones y balcones. En cada una de estas habitaciones se establecía una familia. Baños y cocina eran comunes. Las condiciones de vida en estos lugares no eran precisamente salubres. Este barrio parece ser que fue la cuna del tango. Una de las calles de este barrio es Caminito, que hoy día, junto con las calles adyacentes, son muy turísticas, con bares y tiendas de souvenirs, las fachadas con murales. De tango yo sólo vi a una pareja que se ponía en la calle para que te hicieras fotos con ellos, aunque bailar no sé si bailaban algo o no. Tampoco sé el precio de la foto. Nosotros nos entretuvimos más bien en una tienda de souvenirs que formaba parte de un conventillo, que estuvimos viendo un poco.
Hotel Europlaza Suites:
Está en la calle Montevideo 327, a escasos 100 metros de la Avda. Corrientes y como 5 cuadras desde aquí hasta el Obelisco, por lo que sobra decir que está en un lugar excelente. El hotel es de 3* y pequeñito, así que nada más entrar te encuentras la recepción y el ascensor para subir a las habitaciones. En la misma recepción hay 2 ordenadores para navegar por Internet. El personal me pareció muy amable y te dan información y recomendaciones sobre la ciudad. Se puede cambiar dinero también. En el momento de mi viaje daban 12 pesos por cada euro, que sin alcanzar el valor de lo que te puedan dar en una cueva, es mejor que el oficial.
La habitación doble que nos dieron estaba en la 3ª planta con vistas a la calle Montevideo. No tenía moqueta, sino tarima flotante, que de partida ya me agrada más. El tamaño de la habitación era bueno y contaba con 2 camas (una de plaza y media, la otra de una plaza), escritorio, TV, bandeja para poner la maleta, aire acondicionado. El que lleve ordenador u otro dispositivo puede usar wifi. El cuarto de baño también estaba bien de tamaño y tenía bañera y monogrifo (especifico esto porque es el único hotel en el que lo encontramos) para mayor comodidad. Una cosa que me sorprendió fue que sólo hubiera champú y acondicionador para el pelo, pero es que parece que los argentinos utilizan para el cuerpo una pastilla de jabón.
En referencia al desayuno, es a partir de las 7:30 en la planta EP (entre 2ª y 3ª) y es de tipo buffet. A mí me pareció simple y pequeño el primer día que desayuné, pero pude estar influido por tener que desayunar rápido (por tener que ir temprano al Aeroparque), pero a la larga, después de todo el viaje por Argentina, terminó siendo de los mejores: zumo de naranja natural, leche, café, colacao, croissants, pan de molde, mantequilla y mermelada en unidades, embutidos, 3 clases de cereales, semillas de lino, queso, yogur de fresa líquido. Personal pendiente de los huéspedes.
En resumidas cuentas, un hotel de lo más recomendable. Y encima no me cobraron el IVA, por lo que la estancia de una noche se quedó en 79 USD.
Visitas:
Tras acomodarnos en el hotel fuimos a dar una vuelta por la Avda Corrientes, que en el sector cercano a la Avda. 9 de Julio está llena de teatros, librerías y restaurantes. Por hacer una comparativa, podría ser algo así como la Gran Vía de Madrid. Después de comer en la Pizzería Guerrín, que está en Avda Corrientes 1368, regresamos al hotel para ver qué plan hacíamos el resto del día. En principio yo me había impreso una lista de lugares de interés y cómo llegar a ellos en autobús. Sin embargo, como siempre se tiene que olvidar uno algo en casa, pues se me había olvidado pasar la lista al móvil. Descolocado entonces de cómo utilizar los autobuses, vi 2 opciones: una el autobús turístico, pero que me parecía demasiado tarde para empezar a utilizarlo y la otra un tour de unas 3 horas y pico que nos ofrecieron desde el hotel. Optamos por esta última posibilidad y nos enganchamos al paseo, por 130 $ por persona. En minibús y con guía, recorrimos parte de la ciudad, pasando por el barrio de la Recoleta (cementerio, Floralis Genérica, Facultad de Derecho), Palermo Hollywood, Jardín Japonés, Avda 9 de Julio, San Telmo, iglesia ortodoxa rusa, Boca y Puerto Madero. Las paradas las hicimos en los siguientes lugares:
- Estadio Boca Juniors: Por hacer la visita guiada de 15 minutos había que pagar 60 $ por persona. Yo pasé olímpicamente puesto que el fútbol me da exactamente igual. En cualquier caso, visto por fuera me parecen más impresionantes tanto el Santiago Bernabéu como el Camp Nou.
- Caminito: A partir de mediados del siglo XIX comenzaron a llegar muchos inmigrantes procedentes de Europa, sobre todo italianos y por proximidad al puerto en el que atracaban los barcos, la mayoría de ellos se establecieron en el barrio de la Boca. Construyeron viviendas llamadas conventillos, que se caracterizaban por tener la fachada y techo construidos con chapas metálicas pintadas de varios colores con pintura sobrante que traían los marineros. En su interior estaban organizados en torno a uno o varios patios, alrededor de los que había varias habitaciones y balcones. En cada una de estas habitaciones se establecía una familia. Baños y cocina eran comunes. Las condiciones de vida en estos lugares no eran precisamente salubres. Este barrio parece ser que fue la cuna del tango. Una de las calles de este barrio es Caminito, que hoy día, junto con las calles adyacentes, son muy turísticas, con bares y tiendas de souvenirs, las fachadas con murales. De tango yo sólo vi a una pareja que se ponía en la calle para que te hicieras fotos con ellos, aunque bailar no sé si bailaban algo o no. Tampoco sé el precio de la foto. Nosotros nos entretuvimos más bien en una tienda de souvenirs que formaba parte de un conventillo, que estuvimos viendo un poco.
- Plaza de Mayo: Vimos por fuera algunos de los edificios y monumentos más característicos, como la Pirámide, la Casa Rosada o la Catedral.
Previo descanso en el hotel por la tarde/noche fuimos al café Tortoni para entrar al espectáculo que había a las 20:30, pero para cuando llegamos, que eran menos de las 20:00, ya no quedaban plazas para ése y tuvimos que comprar para otro a las 21:30. El precio es de 180 $ por persona. En el espectáculo participaban 5 parejas de baile que simulaban estar en un burdel o algo así (por la ropa, digo yo). En mi opinión bailaban muy bien. Ya que estábamos allí también cenamos.
Restaurantes:
Pizzería Guerrín: Avda. Corrientes, 1368.
El restaurante se llena de gente, sobre todo en la barra. Hacía tiempo que no probaba una pizza tan buena, con la masa blanda y los ingredientes mezclados y fundidos. Pedimos una grande especial de la casa y un par de botellas de agua. A los postres ya ni pudimos llegar. La factura total fue de 205 $.
Café Tortoni: Avda de Mayo, 825.
El sitio es emblemático y sólo por ver cómo está decorado merece la pena ir. Como teníamos 2 horas antes del espectáculo, pedimos algo de cenar:
- Lomo o bife
- Ensalada especial
- Torta selva negra
- 2 botellas de agua mineral
No es que fuera algo especial, aunque la torta selva negra estaba bien buena. La factura total fue de 254 $.
El restaurante se llena de gente, sobre todo en la barra. Hacía tiempo que no probaba una pizza tan buena, con la masa blanda y los ingredientes mezclados y fundidos. Pedimos una grande especial de la casa y un par de botellas de agua. A los postres ya ni pudimos llegar. La factura total fue de 205 $.
Café Tortoni: Avda de Mayo, 825.
El sitio es emblemático y sólo por ver cómo está decorado merece la pena ir. Como teníamos 2 horas antes del espectáculo, pedimos algo de cenar:
- Lomo o bife
- Ensalada especial
- Torta selva negra
- 2 botellas de agua mineral
No es que fuera algo especial, aunque la torta selva negra estaba bien buena. La factura total fue de 254 $.