Y así fuimos avanzando de nuevo hacia el continente, pasando por algunas localidades ( Stormakness, Sortland, Risoyhamn, Harstad ) que me pillaron durmiendo. A las 11,15 de la mañana llegamos a Finnes, otra pequeña localidad donde estuvimos media hora, justo para para bajar y observar una pequeña concentración de vehículos antiguos, que se ve que al ser domingo, se reúnen allí para mostrar sus caprichos:
Dejamos Finnes, tras pasar bajo su puente característico y entre canales más o menos amplios, salpicados de pequeños caseríos y solitarias construcciones , rodeados de una vegetación limpiamente verde y húmeda, nos fuimos aproximando a Tromso, la capital más grande al norte de Noruega.
A las 14,30 horas , llegamos a a esta bonita y gran ciudad, con su blanca y moderna catedral , y su majestuoso puente (como no, de hormigón), desde donde todo se divisa. Aquí ya no cometí el error de Trondheim y no me apunté a la excursión organizada desde el barco. Como disponíamos hasta las 18,30, lo primero que hicimos algunos, fue dirigirnos hacia la catedral Ártica, situada en la margen contraria del canal. Para ello había que cruzar el puente, desde el cual, debido a su altura había unas vistas fenomenales. La catedral me pareció bastante simple, debido a que es una construcción moderna de grandes paneles de hormigón, eso sí muy blanca y original, pero que se ve de un vistazo.
Posteriormente el recorrido que hice por el centro de la ciudad, me pareció muy tranquila, no sé si porque era domingo o qué, pero no había trafico, y muy poca gente por las calles, con unas construcciones en madera de todos los colores, preciosas. La verdad que me encantó y me la imaginaba con la nieve en invierno que tendría que ser espectacular.
Diversas imágenes de Tromso.
Alas 18,30 dejamos Tromso y seguimos ascendiendo hacia el Norte, entre preciosos canales y cumbres nevadas, para recalar en Skjervoy a las 22,30. A esas horas solitario, con un sol bajo, dando al ambiente unos tonos dorados de una belleza espectacular. aquí estuvimos lo justo para dar un paseo rápido por la localidad y estirar las piernas.
Foto tomada a las 23 horas
Seguimos navegando, observando el sol de media noche en todo su esplendor, pero con un frío considerable a esas horas ya de la madrugada. Me fui a acostar con pena, porque me iba a perder el paso por Oksforj y Hammerfest, Pero no quedaba otra, en algún momento había que ir a descansar.