Es viernes, 5 de mayo son las 6.30 de la mañana, ya estamos en pie, un nuevo día de aventuras nos espera. Lo primero que hacemos, es reponer fuerzas con un buen desayuno en el buffet , una vez con las pilas cargadas, nos reunimos con el resto del grupo. Por fin ponemos rumbo a nuestra primera parada, Nagarkot, nos queda un buen ratito de coche.
Es un antiguo Comité de Desarrollo de la Aldea situado a 32 km al este de Katmandú , en el distrito de Bhaktapur en la zona de Bagmati y, a partir de 2015, parte del municipio de Nagarkot. En el momento del censo de 2011, tenía una población de 4571 y tenía 973 casas. A una altura de 2,195 metros, se considera uno de los lugares más pintorescos en el distrito de Bhaktapur . Es conocido por sus vistas de la salida del sol de los Himalayas, incluido el Monte Everest , así como otros picos de la cordillera del Himalaya en el este de Nepal. Nagarkot también ofrece una vista panorámica del valle de Katmandú . La belleza escénica del lugar lo convierte en una ruta de senderismo muy popular para los turistas. Se encuentra a aproximadamente 7000 pies (2000 m) sobre el nivel del mar y a 28 km del aeropuerto internacional de Katmandú. Situado en una ubicación estratégica, era una antigua fortaleza del valle de Katmandú construida para controlar las actividades externas de otros reinos. Más tarde, se convirtió en un refugio de verano para la familia real antes de llegar a ser popular como una estación de montaña internacional.


Nos bajamos para subir a una especie de mirador.

Santi nos ofrece la posibilidad de hacer el camino de bajado un ratito caminando, para así poder ver sus casas, como viven, sus gentes y así disfrutarlo mas de cerca. Accedemos encantados, nos parece una idea buenísima. Comenzamos nuestro paseo, vamos viendo sus gentes en su día a día. Una cosa que me llamo la atención, y que quiero compartir con vosotros, es la fortaleza que tienen las mujeres en Nepal. Ya ayer pudimos ver lo fuertes y duras que son, mientras trabajaban en una obra en la calle ,cargando piedra. Me impacto un montón. Vuelvo a verlas con sus cestas a la espalda, con una cinta en la cabeza, cargando piedra para construir una casa. Me paro a su lado para hacer unas fotografías. Llevan un pañuelo en la cabeza, me imagino que es para el sol, que pega con fuerza, pero sobre todo para amortiguar el roce de la cinta de la cesta en la cabeza. En todo momento tienen una sonrisa en sus caras, mientras charlan divertidas entre ellas. Seguimos caminando, vemos alguna casa con la puerta abierta, lo que nos permite ver sus casas por dentro. Un poco mas adelante, una aldeana nos ofrece ver el interior de su casa.



El nombre proviene del sánscrito bhakta: ‘devoto’ y pura: ‘ciudad’. En bengalí se llama Bhadgaon, y en newari, Khwopa.
La histórica Plaza Durbar de Bhaktapur forma parte del conjunto denominado Valle de Katmandú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
Fue fundada en el siglo XII por el rey Ananda Deva Malla bajo el nombre de Khwopa, para convertirla en capital de los rajás Malla. La ciudad estaría edificada en forma de triángulo formado por los tres templos del dios Ganesha a las afueras de la ciudad que protegen la misma.
Hasta el siglo XVI la ciudad dominó política y económicamente todo el Nepal. A partir de la conquista gorkha en 1769 la ciudad se encerró en sí misma manteniendo una autarquía e independencia tanto económicas como políticas.
Buena parte de sus habitantes, especialmente los más ancianos, no hablan nepalí, sino newari. La organización de la ciudad corresponde al arte de planificación newari, estando dividida la ciudad en diferentes barrios (toles) articulados en torno a una plaza con un pozo o una fuente pública y un altar religioso permanente.
En el pasado, la ciudad adquirió su hegemonía por su situación privilegiada en la ruta India-Tíbet. Los impuestos y peajes cobrados a los comerciantes le reportaron gran riqueza. Cada otoño, los comerciantes traían ganado ovino desde Tíbet coincidiendo con la festividad nepalí de Dasain (en hindi Dussehra) en la que se sacrifican animales macho a la diosa Durga. En su viaje de vuelta, los comerciantes llevaban grano, azúcar o inscripciones budistas.
Esta prosperidad animó la vida cultural. Los constructores de templos desarrollaron su propio estilo de pagoda que fue después extendido desde Tíbet a Japón.
Tal y como el significado de su nombre delata (‘ciudad de los devotos’) Bhaktapur no ha perdido tampoco en ningún momento su importancia como centro religioso.
A finales del siglo XX y gracias a un proyecto alemán, la ciudad fue en gran medida saneada y restaurada, convirtiéndose en uno de los principales atractivos turísticos de Nepal.
Ahora que ya estamos un poquito ubicados sobre lo que vamos a ver empezamos a caminar por el pueblo, a mi personalmente me gusta mucho tiene un encanto especial. Como ya es la hora de comer, decidimos hacerlo en un restaurante en la plaza Dattatreya Square, el New Cafe De Peacok. La verdad que nos gusto mucho totalmente recomendable. En la parte de arriba tiene una terraza preciosa, con muebles típicos Nepalis y sobre todo unas vistas de la plaza geniales. Como nos pasa casi todos los mediodías casi no tenemos hambre por lo que decidimos pedirnos un plato de arroz frito vegetal, para compartir, es tremenda mente enorme, casi no somos capaces de acabárnoslo. También pedimos como siempre un par de coca colas bien frías. Por el arroz pagamos mas o menos 3.50 euros y por las coca colas otros 3 euros. Como veis la verdad es que es sumamente barato. Mientras comemos, vemos a un grupo de mujeres que pasan por la plaza, van guapísimas llevan unos saris preciosos, son en color rojo y dorado con flores blancas, incluso sus zapatos llaman nuestras atención. Son rojos al igual que el sari y tienen un bordado dorado en la punta como si fuera un sol con rayos.

En esta plaza hay algunas tiendas pero lo mas importante es el templo de Dattatraya, es tan antiguo como el Palacio de las cincuenta y cinco ventanas. Consagrado por el rey Yakshya Malla en el año 1427, este templo según una creencia popular, fue construido con el tronco de un solo árbol. Posteriormente sería reparado y restaurado por el rey Vishwa Malla en el año 1458. Tiene forma de pagoda y consta de tres pisos. En la parte inferior en la entrada, esta custodiado por dos grandes budas que tienen la postura como si estuvieran apoyados sobre una rodilla, en su mano portan una especie de garrote. A cada lado de cada imagen, hay una columna, cada una termina con distintos motivos. Una termina con una caracola de mar y la otra con una especie de insignia. El segundo y el tercer piso, tiene unos balcones preciosos, llenos de ventanas con celosías meramente re trabajadas. Tanto el segundo como el tercer piso tienen una especie de adorno dorado en forma piramidal. Es muy bonito.
Después de un ratito disfrutando de cada detalle y comenzar a hacer alguna compra

Seguimos paseando por sus calles, se hace muy ameno debido al poco trafico de vehículos que circulan por ellas. Así como vamos caminando pasamos por múltiples tiendas, de recuerdos, de postres típicos, de alimentación, de complementos pero sobre todo de tiendas de telas y de saris. De repente, Santi nos ofrece entrar en una para verlos. Allá vamos, así como entramos me quedo hipnotizada por la gran variedad de brillos y colores que hay, entonces la dependienta nos da la posibilidad de probarnos uno y ver como se pone. Y como no me ofrezco voluntaria. Me ponen uno de color rojo vivo, con detalles dorados y alguna piedra.


Mientras me lo ponía, la dependienta nos fue hablando un poco de sus peculiaridades. Un sari, no es cualquier cosa. No basta con saber colocarlo. Hay que saber desenvolverse con él en cualquier situación cotidiana, ya sea lavando la ropa en la orilla de un río o detrás de una mesa de despacho. Ellas son expertas. No en vano, existe un dicho popular que afirma que “nunca una mujer occidental podrá vestir el sari con la elegancia propia de la indias”.
Hay varias prendas que forman un sari. El sari es un trozo de tela rectangular que acostumbra a medir alrededor de 1 metro de ancho por unos 6 de largo. La mayoría están fabricados en algodón o seda, aunque también los hay sintéticos. Suelen ser de colores vivos. El sari se viste con una blusa ajustada llamada choli que deja el vientre al descubierto, y con una falda o enagua de algodón llamada petikot que, además de servir para que no transparente el sari, ayuda a sujetar los plieges de éste.
El color del sari puede revelar la posición social de quien lo lleva o incluso la ocasión para la que se viste. Por ejemplo, mientras el color rojo es propio de las novias, el blanco queda reservado al luto de las viudas.
Ya con el puesto, mi cara es una completa felicidad. Me encanta me parece super elegante y bonito, es de seda y el tacto es super suave. Pare increíble que para todo este montón de tela, solo utilicen un pequeño imperdible para sujetarlo, y la verdad es que te mueves y no se cae. Estando yo emboba mirándome al espejo, de repente mi pareja le dice a al dependienta que nos lo llevamos.



Seguimos nuestro paseo por este museo al aire libre. Otra de las maravillas de las que disfrutamos es el Templo Nyatapola.
Esta pagoda de cinco pisos fue construida por el rey Bhupatindra Malla en el año 1702. La pagoda se asienta sobre cinco terrazas, en cada una de las cuales se asientan un par de figuras: dos luchadores famosos, dos elefantes, dos leones y Baghini y Singhini, los dioses tigre y león. Cada par de figuras es considerada diez veces más fuertes que las figuras anteriores, mientras que según se dice el par más débil, los dos hombres fuertes Jaya Malla y Phatta Malla, eran diez veces más fuertes que cualquier otro hombre. Éste es uno de los templos más altos de estilo pagoda del valle de Katmandú, y es famoso por su gran estructura y mano de obra sutil.
Justo al lado del templo está el monasterio con unas exquisitas ventanas talladas. Estas ventanas fueron talladas durante el reinado del rey Vishwa Malla. El monasterio está lleno de fachadas artísticas de ventanas enrejadas y columnas grabadas.
Nos decidimos a subir, las escaleras la verdad son bastante empinadas, si padecéis de vértigo como es mi caso, al bajar, da un poco de apuro. Pero nada que no se pueda arreglar si te dan una mano. Las vista son muy chulas, y la verdad que el templo es una autentica pasada. Las imágenes tienen un tamaño increíble.

Seguimos caminando y hacemos una pequeña parada para comprar, unas pegatinas típicas que llevan las mujeres pegadas en el medio de los ojos. Nos cuestan como 1 euro dos paquetes mas o menos. De repente llegamos a Plaza Durbar Square.

Forma un conjunto espectacular las efigies doradas de los reyes situadas en lo alto de unos monolitos de piedra, las deidades guardianes que miran hacia fuera de los santuarios y las tallas de madera que inundan lugares como dinteles, puntales, tímpanos, puertas o ventanas. Los principales puntos de interés en la plaza Durbar pueden ser los siguientes:
The Lion Gate (la Puerta de los Leones). Esta puerta, que data del año 1696, está custodiada a ambos lados por dos enormes estatuas de león. Al lado hay dos imágenes de Bhairab (el aspecto terrible de Shiva) y de Ugrachandi (la consorte de Shiva en manifestación de miedo).

El Palacio de las 55 ventanas. Este magnífico palacio fue construido durante el reinado del rey Yaksha Malla en el año 1427, y fue posteriormente re modelado por el rey Bhupatindra Malla en al siglo XVII. Entre las paredes de ladrillo, con su entorno elegante y diseño escultural, es una galería o mirador con cincuenta y cinco ventanas, considerado como una obra maestra en la talla de madera.
El Museo pictórico. Este museo es de un gran valor, el cual contiene antiguas pinturas que pertenecen al tan-trismo hindú y budista de varios periodos con diferentes descripciones. El museo está abierto todos los días excepto los martes.
La estatura del rey Bhupatindra Maila. Esta estatua mostrando al rey Bhupatindra Maila en un acto de adoración puede verse colocada en una columna frente al palacio. De las muchas estatuas que hay en la plaza, esta estatua es considerada la más magnifica.
Templo Batsala. El templo de piedra Batsala Devi muestra muchas tallas complicadas, sin embargo la característica más famosa del templo es su campana de bronce conocida por los residentes como la “campana de perros que ladran”, y cuando se toca todos los perros de las proximidades comienzan a ladrar y aullar. Esta campana colosal fue colgada por el rey Ranjit Malla en el año 1737, y fue usada para dar el toque de queda diario. En la actualidad suena todas las mañanas cuando la diosa Taleju es objeto de culto
Templo Pashupati. Este templo es una réplica del famoso templo a orillas del rio Bagmati en Katmandú, y es ampliamente conocido por las tallas eróticas que hay en sus puntales. Fue construido por el rey Yakshya Malla.

Este punto o lunar recibe diferente nombres; tilaka, bindi (punto en lengua sánscrita), o kumkum, y se compone de materiales como sándalo o carbón. Ocupa la posición del llamado Ajna Chakra, uno de los 7 chakras y representa el tercer ojo. Según las creencias hindúes, Dios nos dio dos ojos para contemplar el mundo exterior, mientras este tercer ojo representa la mirada intronspectiva, hacia el interior, hacia Dios. Su color rojo, si bien ha sido lucido por sacerdotes y otras modalidades de la sociedad hindú, es dibujado principalmente por las mujeres casadas como símbolo de su situación marital.
Muchas personas lucen bindis de colores diferentes: el de color amarillo simboliza prosperidad y suelen llevarlo los hombres de negocios, el blanco evoca la purificación espiritual, el azul la sabiduría, el verde la suerte y el negro, en la mayoría de ocasiones, la soltería de una mujer. Estos significados, si bien se siguen aplicando actualmente, gira en función de las modas, pues muchas mujeres olvidan el típico y comprometido color rojo en pos de otros tonos que combinen con su sari o su actual estado.
Por otra parte, el bindi no es exclusivo de las mujeres, pues muchos hombres, ya sea por negocio, situación espiritual o ceremonias religiosas, también lo lucen en su frente. Respecto a los occidentales, la presencia del tercer ojo es un elemento recurrente en la meditación o la práctica del kundalini yoga como modo de abstracción y contacto con el universo.
En su rostro también llama mi atención el pin nasal de oro que lleva, es precioso, es también conocido como “nath”, “koka” o “laung”. En sus orejas, también lleva dos aros de oro de mediano tamaño. Lo que mas hizo que esta dulce abuelita me quede marcada, es el color y el brillo de sus ojos. No se puede explicar con palabras lo que trasmite su mirada, sabiduría, experiencia,cariño, ternura. Así como me acerco para pedir hacerle una foto, me da su consentimiento con una dulce sonrisa. Pero lo mejor fue cuando ella me pidió que se quería hacer una foto conmigo. Ella era muy bajita y muy delgadita. No paraba de ver para mi hacia arriba, que no es que yo sea tan alta, mido 1.70, pero a su lado la verdad hay diferencia. Para poder hacer la foto me agacho a su lado y me abrazo. Una amor de abuelita.
A la salida de la plaza, pudimos ver también a otro señor con un look muy pintoresco, otro abuelito.

Ponemos rumbo de nuevo hacia el hotel, es primera hora de la tarde y las visitas de hoy están finalizadas. De camino al hotel, vamos empapándonos de las panorámicas que vemos al pasar, es nuestro ultimo día en Nepal.
Una vez llegamos al hotel concretamos la hora de recogida de mañana para llevarnos al aeropuerto. Ya que es nuestra ultimo día, decidimos dar un paseo hasta un mercado local que hay cerca de nuestro hotel antes de que anochezca, cosa que aquí sucede muy pronto.
Camara en mano comenzamos nuestro paseo. Las aceras, por llamarlo de alguna manera,

Ya anocheció, las calles no tienen alumbrado publico y en las aceras empiezan a colocarse vendedores ambulantes con todo tipo de mercancías. Decidimos volver para el hotel para preparar las maletas para mañana, de camino decidimos parar en una especie de bar a tomar unos refrescos. Nos cobraron al cambio por 4 refrescos unos 3 euros, super bien. Casi llegando al hotel hay un par de tiendas de regalos. Hacemos nuestras ultimas comprar antes de irnos de Nepal. Compramos algún molino mas como recuerdo para algunos amigos, unos imanes para otros que los coleccionan y un par de pasminas, que por supuesto, aunque el dependiente nos diga que son de cachemir, por su precio sabemos que no lo son. Al cambio compramos 3 por 10 euros, los imanes a casi 2 euros, los molinos sobre 2 euros y un dedal también sobre 2 euros.
Como ya es la hora de cenar, optamos por cenar antes de ir a la habitación. Volvemos a hacerlo en el hotel. Una pizza y una ensalada. Una vez terminamos hacemos ya el chek out, pues mañana salimos muy temprano así agilizamos tiempo. Por las tres cenas, con sus bebidas nos cobraron al cambio unos 80 euros. Estas dentro del hotel y eso hay que pagarlo. Pero con el cansancio, la verdad, no nos apetecía salir.
Así que, recogemos las maletas y nos vamos a dormir, mañana nos espera una nueva aventura. INDIA