Tenemos hasta el mediodía para dar una vuelta por Etosha y explorar la zona Este del parque, donde se encuentra Namutoni. Lo primero que nos dirigimos es hacia la charca cerca de donde vimos ayer los leones, la de Chudop, pero esta mañana la zona está muy tranquila.
Cómo animales más interesantes una manada de cebras, justo al borde del camino y cerca de la charca de Koinachas, que nos permite tomar primeros planos de nuestros amigos rayados.

Tambien perseguimos un rato a las avestruces por esa pradera.

De nuevo en la charca los herbívoros están retozando en el agua así que tampoco hay grandes carnívoros. Nos dirigimos hacia el norte de Koinachas y damos una vuelta por una zona que parece propicia para los leones, pero leones siguen ausentes.
Así que volvemos hacia Namutoni y desde allí nos dirigimos hacia el norte por la orilla del Este del PAN de Etosha. En Klein Okevi no había casi nada, pero en la charca de Groot Okevi había numerosos animales cebras, ñus, gacelas y unos kudus, qué beben todos ellos por turnos. Bastante animada y en la que las cebras tenían organizada una fiesta de pijamas. Alguna salió con una coz bien dada. Y una coz de cebra debe hacer mucho daño.

Una de las características de Etosa es la densidad de animales y especies compartiendo mismo espacio y eso conlleva situaciones de tensión con los vecinos.
Continuamos hasta el norte con poco éxito paramos en la de Tsumkor (aqui si que podía haber animales, pero los vimos alejándose) y continuamos hasta Stinkwater con nulo éxito. Lo más curioso que encontramos es otra tortuga cruzando, pero esta vez no nos bajamos del coche. Apenas nos hemos cruzado con coches al norte de Namutoni, así que ya puede cruzar tranquila.
Vemos buitres revoloteando alrededor de una zona, pero no es una zona accesible por alguna carretera que conozcamos. Así que nos tenemos que conformar con verlos a lo lejos. Suponemos que debe haber algún animal muerto, probablemente víctima de algún depredador, pero no nos podemos acercar.
Sobre las 12 de la mañana nos dirigimos ya hacia el sur buscando el fuerte en Namutoni y su salida de Von Lindequist Gate. La mañana al norte de Namutoni ha sido muy poco productiva. Apenas hemos visto animales o escenas que nos hagan vibrar. Quizás sea que el nivel impuesto por las experiencias de los días anteriores estaba muy alto.

Algunas manadas de animales se cruzan en nuestro camino es el último adiós a Etosha. Nos vamos contentos con lo que hemos visto y vivido y un poco melancólicos por tener que dejar el parque.
Salimos del parque por la puerta de Von Lindequist(que toma su nombre del gobernador alemán que creó el parque de Etosha en 1907) y nos hacen un completo registro del coche, incluida la nevera. ¡Menos mal que no atropellamos ninguna gacela! Si no ahora estaría en la nevera.
Justo después de salir del parque y en la entrada de un lodge de lujo, nos encontramos con un curioso antílope que no habíamos visto. Sospecho que debe ser una de las atracciones del alojamiento.
Y pasado unos kilómetros tenemos de nuevo una sorpresa. Una pareja de facocheros que nos hace ilusión especial. El pequeño Antonio no quería irse de Africa sin verlos porque le recuerda a Pumba, el del Rey León y, una vez más, parece que la bendición del elefante sagrado de Madurai sigue funcionando.
