
Así empezó todo…
Ésta es la historia de nuestro road-trip de 6500 km por la Costa Oeste de Estados Unidos realizado en verano del 2016, concretamente entre el 16 de Agosto y el 10 de Septiembre. Como veis, lo escribo con casi dos años de desfase, pero más vale tarde que nunca. Después de estrenarme con el diario de Australia 2017 (mi primogénito, os invito a conocerlo en el siguiente enlace: Australia por libre: el país del fin del mundo), y, tras muchas dudas, me he decidido a repetir la experiencia viajero-literaria… y nada mejor que hacerlo plasmando mis impresiones sobre un viaje tan mítico y espectacular como resultó ser éste: casi un mes por libre visitando Parques Nacionales y un par de las ciudades más famosas de la Costa Oeste de USA. En suma, un viaje épico por el Far West, imprescindible en el currículum viajero de todo amante de la naturaleza y los paisajes de infarto
.
Todo empezó allá por Noviembre de 2015, cuando el ansia viajera empezó a rondarme de nuevo de cara a planificar las vacaciones del siguiente verano. Ese Septiembre 2015 habíamos estado en Japón, otro viaje de diez, y tocaba buscar un destino que estuviera a la altura y no decepcionase (las comparaciones son odiosas, sí, pero inevitables). Así que se nos ocurrieron dos opciones de viajazo en toda regla: un “road-trip” por la Costa Oeste de Canadá o por la Costa Oeste de USA, ambos viajes enfocados principalmente a visitar los Parques Nacionales correspondientes y disfrutar de la naturaleza apabullante del continente americano.
En el caso de Canadá, tenía claro que cuando fuéramos lo haríamos en campervan o autocaravana, ya que es uno de los países que queremos recorrer viajando así (ya lo hemos hecho en Nueva Zelanda y Australia y nos encanta). Peeerooo… ilusa de mí, por aquél entonces no estaba yo tan entrenada como ahora en el diseño y la planificación de viajes con tropecientos-mil años de antelación, así que cuando me puse a mirar precios de campervans de alquiler en la Costa Oeste de Canadá para verano del 2016 me di cuenta con horror de que las más adecuadas tanto por precio como por tamaño, para dos personas, ya habían volado…¡nuestro gozo en un pozo!
Hay que tener en cuenta que Agosto es plena temporada alta, tanto en Canadá como en la Costa Oeste de USA. Las autocaravanas que quedaban disponibles, aparte de salir por un riñón (y parte del otro), podrían haber alojado a un regimiento al completo, así que decidimos dejar Canadá para otra ocasión y tantear el alquiler de nuestra futura casita móvil con más tiempo.
Así que, por descarte, estaba decidido: ¡en 2016 nos íbamos a la Costa Oeste de USA! (no se lo digáis a nadie, pero en realidad esa era mi primera opción… shhh!
). Nos parecía que yendo con coche y hotel sería más fácil encontrar precios asequibles: de nuevo no contaba yo con la gran antelación necesaria para organizar debidamente este viaje, pero reconozco que al final nos cuadró todo bastante bien. De repetir ahora y a riesgo de parecer una psicópata, empezaría a mirar vuelos y alojamientos incluso antes, sobre todo dentro de los Parques, que es donde interesa poder dormir para no perder tiempo en desplazamientos (y para disfrutar al máximo de la naturaleza) y donde la gente reserva con más antelación.
Selección de los lugares a visitar y diseño de itinerario
Después de analizar la jugada y en base a nuestros gustos viajeros, decidimos lo siguiente: incluiríamos en nuestra ruta el mayor número de Parques Nacionales posible y dejaríamos Los Ángeles fuera del recorrido, ya que no nos atraía demasiado (excepto todo lo relacionado con Hollywood, que se quedó en el tintero). Las Vegas y San Francisco sí que nos apetecía visitarlos, así que éstas fueron las dos ciudades que finalmente incluimos en el planning.
Otra cosa que teníamos muy clara es que visitaríamos Yellowstone sí o sí, ya que nos parecía uno de los parques más variados, completos, únicos y espectaculares del mundo, y no sabíamos si nos surgiría otra ocasión para visitarlo. Había que aprovechar… Por proximidad la visita a Yellowstone implicaba también echar una ojeada a su vecino, Grand Teton, que vale muchísimo la pena.
Y, por supuesto, había otros imprescindibles del lejano oeste: Grand Canyon, Yosemite, Monument Valley y los parques de la zona de Moab, no tan conocidos, pero a priori con una buena pinta increíble
.
A partir de ahí y después de múltiples consultas en los hilos del foro, lectura de diarios y más consultas en el foro (gracias por la paciencia a las super-moderadoras, Univad y Wanderlust
) fue surgiendo la ruta. Quiero aprovechar para agradecer los consejos y la información a todos los foreros que nos ayudaron, tanto con el itinerario, como con el tema alojamiento, visitas, actividades… el resultado fue un viaje “made in Los Viajeros” 100%, y acabamos muy contentos con el resultado. Así que de nuevo: ¡muchísimas gracias a todos! Mención especial para los integrantes del grupo Los Viajeros West Coast, que dos años después siguen formando parte de mi día a día, compartiendo experiencias y sueños viajeros, y espero que siga siendo así durante mucho tiempo. ¡Es un placer compartir locura con vosotros, compañer@s!
Los grandes descartados por falta de tiempo fueron: Zion, Sequoia National Park y el Big Sur (no es un Parque, pero es otra maravilla en cuanto a paisajes). Los días no daban para todo y preferimos ver menos sitios pero con más profundidad, dedicando el tiempo que creímos necesario para disfrutar de cada parque en lugar de pasando a toque de diana. Como ya comenté en el diario de Australia, cada uno tiene su forma particular de viajar y ésta es la nuestra. A posteriori diría que los tiempos fueron bastante adecuados, me faltó quizá algún día extra en la zona de Moab, y por supuesto no me hubiera importado dedicar una semana más a Yellowstone, Grand Teton y otras zonas de Wyoming y Montana, pues las múltiples posibilidades que ofrecen dan para lo que uno quiera y más.
En la etapa de preparativos entraré en más detalles, pero para resumirlo: tras hacer comparativas de todo tipo de combinaciones de vuelo y alquiler de coche nos salía demasiado caro seguir un itinerario lineal entrando por Yellowstone y finalizando en San Francisco (tanto por los vuelos, más caros, como por el “one-way fee” o tasa extra del coche por recogerlo y devolverlo en estados diferentes). Así que acabamos diseñando una ruta circular desde San Francisco, atravesando primero el desierto de Nevada para llegar a Yellowstone, desde donde iríamos bajando hacia la ciudad de partida visitando a nuestro paso los Parques Nacionales de Utah, Arizona y California. A grandes rasgos nuestro itinerario fue el siguiente:
San Francisco- Yellowstone- Grand Teton- Moab (Arches, Canyonlands, Dead Horse Point)- Capitol Reef- Bryce Canyon- Page (Horseshoe Bend, Antelope Canyon)- Monument Valley- Grand Canyon- ruta 66- Las Vegas- Death Valley- Mammoth Lakes- Yosemite- San Francisco
Y para casa después de 25 días disfrutando como locos del Far West americano…
Motivación del viaje
Paisajes increíbles. Naturaleza impresionante. Parques únicos y diferentes. Parajes como salidos de otro planeta. Fauna, flora, geología y geografía. Lugares míticos. Escenas de película. The american way of life (pero solo un ratito). Todo eso andábamos buscando cuando empezamos a diseñar nuestra aventura por el oeste americano, y eso precisamente fue lo que encontramos al llegar allí, pero con creces, superando incluso nuestras expectativas (que ya de por sí iban bastante creciditas).
De nuevo, al igual que en Australia, aprovechamos para practicar nuestro “spanglish”, cosa que nunca está de más. Estados Unidos no me parece un buen sitio para vivir, pero es un lugar fantástico para visitar. Los norteamericanos nos parecieron en general muy atentos y agradables, al menos con nosotros los turistas. No recuerdo habernos cruzado con ningún borde digno de mención. Tuvimos conversaciones muy interesantes con algunos de los autóctonos, siempre dispuestos a mantener una pequeña charla acerca de la tierra de la cual tanto se enorgullecen. Aparte de yanquis, también conocimos a una pareja de australianos que hacían prácticamente la misma ruta que nosotros, pero en sentido inverso y en moto. Nos explicaron que se habían zampado una buena tormenta de arena en Death Valley y casi no lo cuentan, lo que reafirma mi teoría de que, si pasas el tiempo suficiente en un sitio, los australianos locos acaban apareciendo tarde o temprano (aplicable a casi cualquier parte del planeta).
Y ahora sí que sí: ¡en ruta hacia el salvaje oeste! ¿Alguien se apunta?
.Todo empezó allá por Noviembre de 2015, cuando el ansia viajera empezó a rondarme de nuevo de cara a planificar las vacaciones del siguiente verano. Ese Septiembre 2015 habíamos estado en Japón, otro viaje de diez, y tocaba buscar un destino que estuviera a la altura y no decepcionase (las comparaciones son odiosas, sí, pero inevitables). Así que se nos ocurrieron dos opciones de viajazo en toda regla: un “road-trip” por la Costa Oeste de Canadá o por la Costa Oeste de USA, ambos viajes enfocados principalmente a visitar los Parques Nacionales correspondientes y disfrutar de la naturaleza apabullante del continente americano.
En el caso de Canadá, tenía claro que cuando fuéramos lo haríamos en campervan o autocaravana, ya que es uno de los países que queremos recorrer viajando así (ya lo hemos hecho en Nueva Zelanda y Australia y nos encanta). Peeerooo… ilusa de mí, por aquél entonces no estaba yo tan entrenada como ahora en el diseño y la planificación de viajes con tropecientos-mil años de antelación, así que cuando me puse a mirar precios de campervans de alquiler en la Costa Oeste de Canadá para verano del 2016 me di cuenta con horror de que las más adecuadas tanto por precio como por tamaño, para dos personas, ya habían volado…¡nuestro gozo en un pozo!
Así que, por descarte, estaba decidido: ¡en 2016 nos íbamos a la Costa Oeste de USA! (no se lo digáis a nadie, pero en realidad esa era mi primera opción… shhh!
Selección de los lugares a visitar y diseño de itinerario
Después de analizar la jugada y en base a nuestros gustos viajeros, decidimos lo siguiente: incluiríamos en nuestra ruta el mayor número de Parques Nacionales posible y dejaríamos Los Ángeles fuera del recorrido, ya que no nos atraía demasiado (excepto todo lo relacionado con Hollywood, que se quedó en el tintero). Las Vegas y San Francisco sí que nos apetecía visitarlos, así que éstas fueron las dos ciudades que finalmente incluimos en el planning.
Otra cosa que teníamos muy clara es que visitaríamos Yellowstone sí o sí, ya que nos parecía uno de los parques más variados, completos, únicos y espectaculares del mundo, y no sabíamos si nos surgiría otra ocasión para visitarlo. Había que aprovechar… Por proximidad la visita a Yellowstone implicaba también echar una ojeada a su vecino, Grand Teton, que vale muchísimo la pena.
Y, por supuesto, había otros imprescindibles del lejano oeste: Grand Canyon, Yosemite, Monument Valley y los parques de la zona de Moab, no tan conocidos, pero a priori con una buena pinta increíble
.A partir de ahí y después de múltiples consultas en los hilos del foro, lectura de diarios y más consultas en el foro (gracias por la paciencia a las super-moderadoras, Univad y Wanderlust
) fue surgiendo la ruta. Quiero aprovechar para agradecer los consejos y la información a todos los foreros que nos ayudaron, tanto con el itinerario, como con el tema alojamiento, visitas, actividades… el resultado fue un viaje “made in Los Viajeros” 100%, y acabamos muy contentos con el resultado. Así que de nuevo: ¡muchísimas gracias a todos! Mención especial para los integrantes del grupo Los Viajeros West Coast, que dos años después siguen formando parte de mi día a día, compartiendo experiencias y sueños viajeros, y espero que siga siendo así durante mucho tiempo. ¡Es un placer compartir locura con vosotros, compañer@s! Los grandes descartados por falta de tiempo fueron: Zion, Sequoia National Park y el Big Sur (no es un Parque, pero es otra maravilla en cuanto a paisajes). Los días no daban para todo y preferimos ver menos sitios pero con más profundidad, dedicando el tiempo que creímos necesario para disfrutar de cada parque en lugar de pasando a toque de diana. Como ya comenté en el diario de Australia, cada uno tiene su forma particular de viajar y ésta es la nuestra. A posteriori diría que los tiempos fueron bastante adecuados, me faltó quizá algún día extra en la zona de Moab, y por supuesto no me hubiera importado dedicar una semana más a Yellowstone, Grand Teton y otras zonas de Wyoming y Montana, pues las múltiples posibilidades que ofrecen dan para lo que uno quiera y más.
En la etapa de preparativos entraré en más detalles, pero para resumirlo: tras hacer comparativas de todo tipo de combinaciones de vuelo y alquiler de coche nos salía demasiado caro seguir un itinerario lineal entrando por Yellowstone y finalizando en San Francisco (tanto por los vuelos, más caros, como por el “one-way fee” o tasa extra del coche por recogerlo y devolverlo en estados diferentes). Así que acabamos diseñando una ruta circular desde San Francisco, atravesando primero el desierto de Nevada para llegar a Yellowstone, desde donde iríamos bajando hacia la ciudad de partida visitando a nuestro paso los Parques Nacionales de Utah, Arizona y California. A grandes rasgos nuestro itinerario fue el siguiente:
San Francisco- Yellowstone- Grand Teton- Moab (Arches, Canyonlands, Dead Horse Point)- Capitol Reef- Bryce Canyon- Page (Horseshoe Bend, Antelope Canyon)- Monument Valley- Grand Canyon- ruta 66- Las Vegas- Death Valley- Mammoth Lakes- Yosemite- San Francisco
Y para casa después de 25 días disfrutando como locos del Far West americano…

Motivación del viaje
Paisajes increíbles. Naturaleza impresionante. Parques únicos y diferentes. Parajes como salidos de otro planeta. Fauna, flora, geología y geografía. Lugares míticos. Escenas de película. The american way of life (pero solo un ratito). Todo eso andábamos buscando cuando empezamos a diseñar nuestra aventura por el oeste americano, y eso precisamente fue lo que encontramos al llegar allí, pero con creces, superando incluso nuestras expectativas (que ya de por sí iban bastante creciditas).
De nuevo, al igual que en Australia, aprovechamos para practicar nuestro “spanglish”, cosa que nunca está de más. Estados Unidos no me parece un buen sitio para vivir, pero es un lugar fantástico para visitar. Los norteamericanos nos parecieron en general muy atentos y agradables, al menos con nosotros los turistas. No recuerdo habernos cruzado con ningún borde digno de mención. Tuvimos conversaciones muy interesantes con algunos de los autóctonos, siempre dispuestos a mantener una pequeña charla acerca de la tierra de la cual tanto se enorgullecen. Aparte de yanquis, también conocimos a una pareja de australianos que hacían prácticamente la misma ruta que nosotros, pero en sentido inverso y en moto. Nos explicaron que se habían zampado una buena tormenta de arena en Death Valley y casi no lo cuentan, lo que reafirma mi teoría de que, si pasas el tiempo suficiente en un sitio, los australianos locos acaban apareciendo tarde o temprano (aplicable a casi cualquier parte del planeta).
Y ahora sí que sí: ¡en ruta hacia el salvaje oeste! ¿Alguien se apunta?
