Este día tocó madrugón. Nuestro tren salía a las 6:51 , así que fue un visto y no visto hacer el check out y llegar a la estación. Este día íbamos a visitar la colina de las cruces y la fábrica de chocolate "Ruta", una marca lituana muy conocida en el país. De momento solo habíamos probado el chocolate y dábamos el visto bueno

La duración del trayecto fue de 1:30h. Había leído en el foro que existía la posibilidad de que fueras en taxi a la colina, te esperara una hora y luego te llevara de vuelta a la ciudad por 25e. Estaba un poco nerviosa porque creía que tendría que negociar pero fue más fácil que eso.
Al llegar, nos dirigimos a los taxis, y nos acercamos a un taxista para decirle que queríamos ir a la clima de las cruces. Nos ofreció directamente el pack a 25 euros así que , contentos, nos montamos. En este día vimos dos referencias más a España en nuestro viaje, algo que sería un constante. El primer día, la guía de Vilnius ya nos dijo que había estado un par de veces en España y que el lugar más bonito que había visitado era Cádiz. Nos alegramos de que hubiese visitado lugares más allá de Madrid y Barcelona (y realmente tuvo buen gusto la chica , me encanta Cádiz) pero no le dimos más importancia.
En este día, el taxista nos comentó yendo a la colina, que había habido unas maniobras internacionales de pilotos del ejército a nivel europeo. (Ya fueron destinados en 2017 militares españoles a Letonia, entre otros países...el miedo a una invasión rusa no es algo de lo que se hable ni de lo que "te quite el sueño" pero está ahí, y más en Lituania que medio itsmo de Curtlandia es ruso). Nos dijo que los españoles eran muy majos y que intentaban entablar conversación con otros lituanos,al menos con el en el taxi y en bares-restaurantes. No sabemos si fue por hacernos la pelota, por agradar, por sinceridad o por todo un poco, pero llegamos a la Colina, y le pagamos 15e por adelantado.
En numerosos monumentos está la concha del camino de Santiago... y la colina no fue una excepción. Como dicen los lituanos, "El camino empieza en cualquier parte", vaya cara


La colina fue un símbolo de resistencia frente a los soviéticos. Empezaron a poner cruces, las autoridades las quitaban, y así sucesivamente. Actualmente es un símbolo dl país y patrimonio de la Unesco. Además, hay también cruces de caídos en las últimas guerras como la presente guerra entre Ucrania y Rusia, cruces de países tan lejanos como Taiwán o China, cruces bordadas con telas de colores...y una cruz que tenía la cinta de la Basílica del Pilar. Como zaragozana me hizo muchísima ilusión
Tras visitar la colina (recomendable visita), volvimos con el mismo taxista y pedimos que nos dejara en la fábrica "Ruta" en el centro de la ciudad. La entrada es barata, 3e adultos y 2e discapacitados. A aquellos que tengan discapacidad, recomiendo que así lo señalen en los museos- Visitas de Lituania (salvo en los free tour o guías privados) porque casi siempre tienen descuentos, a veces incluso si no pone nada de descuentos por discapacidad, te hacen el de estudiante.
El museo hablaba en las primeras salas de la historia del chocolate (la conocíamos ya más o menos) con alguna copia de utensilios, platillos y cuencos precolombinos para tomar chocolate. Luego pasamos a la parte que más nos interesaba, la historia de la fábrica "Ruta"...:
El fundador de la empresa . había trabajado en una fábrica de caramelos en Vilnius. Así que ya tenía experiencia en el tema de repostería. Con 36 años fundó la primera tiendecita - obrador para crear el chocolate, en 1913 . Empezó haciendo caramelos, aunque en seguida se pasó al chocolate. No obstante, la primera guerra mundial arrasó con todo. Gricevicius y su mujer huyeron a San Petersburgo y allí aprovechó para hacer estudios especializados de repostería. El momento cumbre de la fábrica fue durante la primera República lituana , llegando a ganas algunos premios internacionales. Con la llegada de la 2GM, la fábrica fue bombardeada y ocupada, la familia fundadora se disgregó, y la producción se nacionalizó. Tras la caída de la URSS, la fábrica al parecer consiguió remontar el vuelo y van innovando con nuevos sabores
Tras acabar la visita, fuimos al bar-restaurante del museo. Me gustó porque era un sitio donde iban los lituanos a comer en el intermedio de su trabajo (los que trabajaran en el centro) . Tomamos una crepe , bebida y postre por 15e entre los dos. Mi chico compró unos chocolates para la familia y un par de bombones de queso (la creación más reciente), y nos fuimos con las maletas a la estación de bus. ,, camino Kaunas. (2h 55 min). Me encantó el viaje. Pasábamos por bosques, y de repente había una laguna o lago gigante




