PARACAS
Si estás en Cuzco y no visitás una gran ciudad como es Lima podés quedarte unos días en Paracas en un viaje largo, con montañas, precipicios, curvas y contra curvas que harán de tu recorrido una aventura increíble y con el corazón palpitando fuerte.
-Dónde está Paracas, Leandro?
-Ahora me fijo en el mapa le contesté a mi querida Jalena.
Los mapas que siempre llevo en la mochila y pido en las Oficinas de Turismo me permitieron aprender que está en el Pacífico peruano dentro de la provincia de Pisco.
- Está unas tres horas de Lima y desde Cusco es muy lejos, recordá nuestro imborrable viaje entre curvas y frenadas. Un viaje de 1.100 kilómetros. ¡Tardamos 22 horas!
También hay bastante viento. A veces llega a alcanzar 50 km/hora y Paracas es una palabra de origen quechua que significa “lluvia de arena”.
Estoy leyendo un folleto que encontré y cuenta que…

Paracas está ubicada en la región de Ica, en la provincia de Pisco y tiene una bahía compuesta por hermosas playas, un clima privilegiado y una atractiva arquitectura.
Se creó por tener un ecosistema único que permite una gran biodiversidad, la Reserva Nacional de Paracas, con el fin de proteger las especies de aves y animales marinos que habitan en este lugar del océano pacífico.

Es la única área protegida del Perú que comprende un ecosistema marino y es refugio para lobos marinos, pingüinos de Humboldt, flamencos, delfines, lobos marinos (que puedes apreciar desde el mirador Punta Arquillo), tortugas marinas, flamencos, lechuzas y, con un poco de suerte, cóndores andinos.

No hicimos ningún viaje en barco a ninguno de los lugares famosos de este bello lugar.
Caminamos a la orilla del mar, nos sacamos fotos con extrañas aves de gran pico. Y entre las aves de este lugar: el pelícano amigable, pero también los albatros forman parte de una galería de pájaros alados.
Por la tarde, cuando el sol empieza a debilitarse dicen que es el momento de ir a las dunas de Paracas. Un verdadero desierto de dunas gigantes. Allí fuimos y experimentamos subidas y bajadas rápidas y lentas en estas raras montañas de arena.

No fuimos a conocer tampoco El Candelabro, uno de los mayores atractivos de Paracas. Es un geoglifo gigante -de 180 metros de largo y 60 centímetros de profundidad- tallado en la roca de un promontorio cubierto de arena. Arqueólogos y demás expertos calculan que tiene más de dos mil quinientos años de antigüedad. Para poder apreciarlo en su esplendor, hay que verlo desde el mar, a bordo de una lancha, por donde están las islas Ballestas. Se cree que este geoglifo, al noreste de la Bahía de Paracas, está relacionado con la cultura que trazó las famosas líneas de Nasca. Su significado aún se desconoce. Ni tampoco navegamos para apreciar las Islas Ballestas, habitadas por lobos marinos y pingüinos de Humboldt.

Nos contaron la historia de la llamada Catedral una formación de más de 28 millones de años de antigüedad que era uno de los orgullos de la reserva. Se la bautizó con ese nombre por su arco natural, parecido a la bóveda de un templo. Lo que tomó millones de años en formarse, se destruyó en segundos a causa del terremoto de 2007 en Pisco.
Con una Jalena asombrada de la historia recorrí todos los lugares significativos que hacen a la gesta de la liberación de este país por el General San Martín.
Para los argentinos es un lugar muy emotivo, el 7 de Septiembre de 1820 el General Don José de San Martin desembarcó con tropas y 6 navíos del Ejército Libertador como parte de la Expedición Libertadora del Perú, luego de su paso por Chile liberando a Perú del dominio español.

Encontré un libro usado en el hostel. Leímos juntos este entrañable poema de Ch. Baudelaire
Los albatros
Suelen, por divertirse, los mozos marineros
cazar albatros, grandes pájaros de los mares
que siguen lentamente, indolentes viajeros,
el barco, que navega sobre abismos y azares.
Apenas los arrojan allí sobre cubierta,
príncipes del azul, torpes y avergonzados
el ala grande y blanca aflojan como muerta
y la dejan, cuál remos, caer a sus costados.
¡Qué débil y qué inútil ahora el viajero alado!
El, antes tan hermoso, que grotesco en el suelo!
Con su pipa uno de ellos el pico le ha quemado,
otro imita, renqueando, del inválido el vuelo.
El poeta es igual...Allá arriba, en la altura.
¡Qué importan flechas, rayos, tempestad desatada!
desterrado en el mundo concluyó la aventura.
¡Sus alas de gigante no le sirven de nada!
Nos fuimos de Paracas buscando nuestro nuevo destino que era una ciudad cercana. No sabemos el motivo pero no se prendió en nuestro corazón como los otros lugares visitados. Cosas que pasan y no tienen demasiada explicación.