11/08/2022
Amanece de nuevo con lluvia, se acabó la tregua meteorológica. Hoy se trata de un día más light, por lo que no tenemos mucha prisa, así que tranquilamente nos tomamos un megadesayuno, que la familia nos ha dejado de todo, a destacar un recipiente de frutos silvestres que estaba buenísimo.
Nuestro primer destino del día es Kenai Refuge Visitor Center, el cual se encuentra en Soltdona. Como su nombre indica es un pequeño centro de visitantes con información de la zona y del cual parte unas cortas rutas senderistas que podéis ver aquí
El centro de visitantes se ve en un periquete y es bastante coqueto, con animales disecados e información sobre ellos y sobre el Refugio de Vida Salvaje de Kenai. Los senderos están muy bien acondicionados, sobre todo el Keen Eye. El Centennial lo hicimos sin ver un alma, bajo una lluvia intermitente en un bonito bosque con algunas frescas mierdas oseras.
Hacia Headquarter Lake. En el lago. Keen-Eye Nature Trail. Centennial Trail.
Sobre las 12 hemos acabado y decidimos irnos por la Sterling Hwy para de nuevo hacer la Skilak Road, a ver si esta vez que está el tiempo peor vemos animalitos. Durante el trayecto hay un tramo que nos cae un trombón de agua. Ya en la Skilak Rd paramos en un mirador a comer en el coche bajo la insistente lluvia.
Tras ello seguimos avanzando lentamente por la carretera de grava y en la cabecera del sendero del Hidden Creek Trail paramos para hacer la rutilla, ahora que parece que la lluvia a medio parado. El sendero entre ida y vuelta son unos 5 kms, con poco desnivel, que se dirige primero al arroyo Hidden y luego finaliza en el lago Skilak. Es uno de esos senderos que dicen que es bastante osero.
El comienzo es en ligero descenso por un claro sendero entre un bosque de abetos. Poco antes de llevar un kilómetro llegamos a una zona más libre de árboles debido a que fue afectada por un incendio en la zona en 1996. Sobre los 1,3 kms hay una señal donde existe una bifurcación. Da igual por donde vayas ya que es una ruta circular. Nosotros nos dirigimos a la izquierda, dirección al arroyo Hidden.
Por el bosque de abetos. Dirigiéndonos para el arroyo
Medio kilómetro después nos encontramos con la zona pantanosa del arroyo que es realmente bonita. Allí una familia de patos nos deleita. Aquí es donde la gente ve principalmente a los osos debido a las truchas y salmones del arroyo, que se ven claramente.
Otro medio kilómetro después vemos a nuestra izquierda un bonito entrante que da al lago Skilak. Es un gran lago, perfecto para un día de picnic. Eso sí, puede ser bastante ventosa la zona.
Tras descansar un poquito, procedemos a volver, que está empezando a chispear. La otra parte que nos queda para completar la ruta circular es mucho más fangosa y húmeda, pero la mayoría de las partes las salvas por unas tablas puestas para evitar estancarse.
Una vez en la intersección el camino es el mismo que a la ida. Eso sí, vimos un urogallo canadiense, al cual solo le pude realizar una cutre foto. La ruta, al no esperar mucho de ella nos ha gustado más de lo que esperamos. La zona del Hidden Creek y del lago es bonita de verdad. Eso sí, solitaria como ella sola.
Una vez en el coche completamos la Skilak Rd, sin éxito faunístico de nuevo y nos ponemos dirección a Kenai. Nuestra idea es tratar de ver caribús, que por la zona hay algunas manadas. Primero vamos a Erik Hansen Scout Park, donde hay un mirador y unos senderos. Desde el mirador tuve suficiente porque llovía que no veas. Después fuimos por Marathon Rd una carretera de grava que pasa cerca del aeropuerto de Kenai y que se dirige al norte por unas llanuras de tundra. Tenía buena pinta para ver caribús y alces, pero ni uno ni otro, sobre todo porque la carretera estaba cortada unos cuantos kilómetros más adentro. Ya viendo que empezaba a hacerse tarde nos dirigimos al alojamiento, pero aprovechamos para ir por la zona de la desembocadura del río Kenai. Por allí, bajo una lluvia persistente vimos un coche parado en el arcén en sentido contrario, me dio por mirar y efectivamente, había un caribú pastando. Dimos media vuelta en la carretera a las bravas y nos pusimos nosotros en el arcén a ver nuestro primer caribú. Estuvimos un ratillo, hasta que este se alejó.
Contentos por haberlo conseguido, fuimos a la casa y allí lo de siempre, pero dándole un poco al billar, ya que lo tenemos.
Nuestro primer destino del día es Kenai Refuge Visitor Center, el cual se encuentra en Soltdona. Como su nombre indica es un pequeño centro de visitantes con información de la zona y del cual parte unas cortas rutas senderistas que podéis ver aquí
El centro de visitantes se ve en un periquete y es bastante coqueto, con animales disecados e información sobre ellos y sobre el Refugio de Vida Salvaje de Kenai. Los senderos están muy bien acondicionados, sobre todo el Keen Eye. El Centennial lo hicimos sin ver un alma, bajo una lluvia intermitente en un bonito bosque con algunas frescas mierdas oseras.
Hacia Headquarter Lake. En el lago. Keen-Eye Nature Trail. Centennial Trail.
Sobre las 12 hemos acabado y decidimos irnos por la Sterling Hwy para de nuevo hacer la Skilak Road, a ver si esta vez que está el tiempo peor vemos animalitos. Durante el trayecto hay un tramo que nos cae un trombón de agua. Ya en la Skilak Rd paramos en un mirador a comer en el coche bajo la insistente lluvia.
Tras ello seguimos avanzando lentamente por la carretera de grava y en la cabecera del sendero del Hidden Creek Trail paramos para hacer la rutilla, ahora que parece que la lluvia a medio parado. El sendero entre ida y vuelta son unos 5 kms, con poco desnivel, que se dirige primero al arroyo Hidden y luego finaliza en el lago Skilak. Es uno de esos senderos que dicen que es bastante osero.
El comienzo es en ligero descenso por un claro sendero entre un bosque de abetos. Poco antes de llevar un kilómetro llegamos a una zona más libre de árboles debido a que fue afectada por un incendio en la zona en 1996. Sobre los 1,3 kms hay una señal donde existe una bifurcación. Da igual por donde vayas ya que es una ruta circular. Nosotros nos dirigimos a la izquierda, dirección al arroyo Hidden.
Por el bosque de abetos. Dirigiéndonos para el arroyo
Medio kilómetro después nos encontramos con la zona pantanosa del arroyo que es realmente bonita. Allí una familia de patos nos deleita. Aquí es donde la gente ve principalmente a los osos debido a las truchas y salmones del arroyo, que se ven claramente.
Otro medio kilómetro después vemos a nuestra izquierda un bonito entrante que da al lago Skilak. Es un gran lago, perfecto para un día de picnic. Eso sí, puede ser bastante ventosa la zona.
Tras descansar un poquito, procedemos a volver, que está empezando a chispear. La otra parte que nos queda para completar la ruta circular es mucho más fangosa y húmeda, pero la mayoría de las partes las salvas por unas tablas puestas para evitar estancarse.
Una vez en la intersección el camino es el mismo que a la ida. Eso sí, vimos un urogallo canadiense, al cual solo le pude realizar una cutre foto. La ruta, al no esperar mucho de ella nos ha gustado más de lo que esperamos. La zona del Hidden Creek y del lago es bonita de verdad. Eso sí, solitaria como ella sola.
Una vez en el coche completamos la Skilak Rd, sin éxito faunístico de nuevo y nos ponemos dirección a Kenai. Nuestra idea es tratar de ver caribús, que por la zona hay algunas manadas. Primero vamos a Erik Hansen Scout Park, donde hay un mirador y unos senderos. Desde el mirador tuve suficiente porque llovía que no veas. Después fuimos por Marathon Rd una carretera de grava que pasa cerca del aeropuerto de Kenai y que se dirige al norte por unas llanuras de tundra. Tenía buena pinta para ver caribús y alces, pero ni uno ni otro, sobre todo porque la carretera estaba cortada unos cuantos kilómetros más adentro. Ya viendo que empezaba a hacerse tarde nos dirigimos al alojamiento, pero aprovechamos para ir por la zona de la desembocadura del río Kenai. Por allí, bajo una lluvia persistente vimos un coche parado en el arcén en sentido contrario, me dio por mirar y efectivamente, había un caribú pastando. Dimos media vuelta en la carretera a las bravas y nos pusimos nosotros en el arcén a ver nuestro primer caribú. Estuvimos un ratillo, hasta que este se alejó.
Contentos por haberlo conseguido, fuimos a la casa y allí lo de siempre, pero dándole un poco al billar, ya que lo tenemos.