07/08/2022
El Jet-Lag ha hecho efecto y desde las 5 estaba despierto. Afortunadamente a mi mujer también le ha pasado lo mismo y decidimos hacer una escapadita a ver las Virgin Creek Falls, unas cascaditas que hay por aquí cerca antes de realizar yo en solitario un sendero matutino que tenía pensado.
Nada más dejar el coche en el inicio del sendero hay un cartelito de avistamiento de oso reciente en la zona. Nos ponemos a leer y al final vemos que el avistamiento fue a finales de junio, tiempo ha. Menos mal. La cascadita se encuentra a 5 minutos andando por un sendero claro, con escalones y cuerda para hacer frente la subida más pronunciada ya que el camino está inmerso en un frondoso bosque bastante embarrado. La caída de agua bonica, curiosa, pero si no tienes tiempo de sobra no la haría. Para nosotros hizo su cometido a las 6 de la mañana.


Una vez en el coche, volvemos a la casa y yo me preparo para realizar una de las excursiones en solitario que a lo largo del viaje quería realizar. Se trata de la parte inicial del Crow Pass Trail, un sendero de unas 23 millas que parte del Crow Creek Trailhead y que va hasta Eagle River Nature Centre. Se trata de una sección del sendero histórico Iditarod, que va de Seward a Nome y que se utilizó anteriormente como medio de transporte, correo y ruta para los primeros colonos de Alaska. Yo quería realizar la primera parte, la que llega hasta el glaciar Raven, que es la más dura y la más bonita. En total, ida y vuelta son algo menos de 12 kms y 700 metros de desnivel.
Cuando me dirijo en coche dirección a la cabecera del sendero voy con la mosca detrás de la oreja, ya que tengo la “suerte” de que la famosa carrera de Trail running Crow Pass Crossing que iba a celebrarse el 23 de julio, fue pospuesta a justamente hoy porque el cruce del río aquel día era peligroso. La carrera empieza a las 9, pero cuando yo llego a las 7 donde se deja el coche, apenas hay un par de ellos, así que contingencia superada.
Comienzo el camino y desde el principio pica para arriba por un sendero claro, ancho y bastante llevadero. Estoy algo nerviosillo porque estoy más solo que el uno y el primer kilómetro está bastante cerrado de vegetación y recordemos que esto es Alaska y por aquí rondan los osos. O eso dicen. Pronto tengo mis primeras vistas al valle del que vengo.
Al poco rato llego a una zona de vistas abiertas, de tundra, que ya no me abandonaran. Voy más tranquilo porque cualquier movimiento se divisa a lo lejos. Comentar que por el camino me iba encontrando banderitas y cartelitos de la inminente carrera de montaña. Cuando llevo poco más de dos kilómetros hay una bifurcación. El ir por un camino u otro es indiferente ya que vuelven a unirse más arriba, solo que el camino de la izquierda es más corto y empinado y el de la derecha asciende haciendo algún zigzag por la zona de derrubios. Yo tomo el de la izquierda y luego bajaré por el otro.
Empiezan a divisarse restos de maquinaria de la mina Monarch que operó en la zona en la primera mitad del siglo XX. Antes de unirse de nuevo los dos senderos se encuentra la parte más dura del camino, con un desnivel que hace que aprietes los dientes, pero el paisaje y esas caídas de agua del Crow Creek, recompensan el esfuerzo.


El sendero se convierte en uno pasados los 3,5 kms y se convierte en un camino mucho más llevadero, con poco desnivel, que nos lleva hasta el idílico Crystal Lake. Allí me encuentro con las primeras gentes en toda la excursión: algunos han pasado la noche en sus tiendas de campaña y otros se notan que son parte del staff de la carrera que ha de venir.
Sigo avanzando, dejando las fotos del lago para después pues está cubierto de una densa niebla. No obstante, un poco después veo que se ha levantado un poco y no dudo en hacer una instantánea. Cruzo un arroyo por encima de unas piedras puestas para tal caso. Yo en esos momentos estoy disfrutando muchísimo del paisaje y eso que no he llegado al plato fuerte, que es Raven Glacier.
Y llego a Crow Pass, tal como indica un cartel, donde ya se divisa algo el glaciar. Voy dirección al mismo y… buf, impresionante la lengua. Allí me tiro un buen rato, haciendo fotos, tomando unas galletas, retozando. Genial. Lástima de que el sol esté justo enfrente. Por la tarde debe ser estupendo.
Vuelvo por el mismo camino por donde he venido. Antes de llegar a Crystal Lake, me encuentro con unas perdices. En Crystal Lake, me acerco al mismo a hacer unas fotos. Es precioso con su refugio al lado, pero el día se está nublando a marchas forzadas. Así que con pesar y sabiendo que me espera mi mujer, comienzo a descender.



El sendero de vuelta está en su inicio de lo más entretenido, cruzando caídas de aguas, caminando por el campo de derrubios viendo más arriba unas cuantas cabras y más abajo a los corredores que ya han iniciado la prueba. Una vez llegada a la intersección ya apenas veo a los corredores más retrasados y desde ahí aprieto el paso para llegar cuanto antes al alojamiento.



Camino a seguir cruzando caídas de agua del glaciar que se ve más arriba. Vistas al valle. Mountain Goats en los riscos superiores
A las 10:30 estoy en el alojamiento y ya con mi señora vamos a la primera actividad conjunta que teníamos pensada, que era visitar el Alaska Wildlife Conservation Center que está a 15 minutos. El centro vale 18$ por barba y está pero que muy bien. El centro recibe animales heridos y huérfanos y les proporciona recintos espaciosos y un cuidado animal de calidad.
Estuvimos allí un par de horas y lo dicho, ves todos los animales típicos de Alaska y el paisaje que rodea el recinto es precioso. Eso sí, pasamos un poco de fresquito al no ir muy abrigados y moverse un viento que se te metía por todo el cuerpo.



De allí cogimos la carretera a Portage Glacier y enseguida llegamos a nuestra siguiente parada, Moose Flats Wetland, una zona pantanosa donde es posible ver fauna, principalmente alces, aunque es cierto que la mejor época es en invierno. El aparcamiento es muy grande y apenas hay un par de coches. Hay unos cuántos senderos y zonas de picnic para pasar el rato. El senderito hasta la plataforma que te permite ver la principal zona pantanosa muy cortito y plano, primero atravesando un pequeño bosque y llegando a la plataforma donde se ve el glaciar Explorer.



Por el bosquecito. En la plataforma de observación.
Volvimos al coche, dando un rodeo para ver mejor la zona. Por allí 4 jovencitas estaban con intenciones de meterse en el gélido río. Solo de pensarlo se me corta la sangre. En el coche comimos y ya nos dirigimos a la zona de aparcamiento del Explorer Glacier Lookout, ya que íbamos a realizar gran parte del Trail of Blue Ice.
Nuestra intención era partir de ahí e ir hasta la última poza - estanque, justo el que se encuentra después del final de Williwaw Nature Trail, volver por dicho Trail hasta el campamento que hay allí y de nuevo coger el Blue Ice Trail de vuelta. En total casi 11 kms prácticamente planos.
El inicio no pudo comenzar mejor. Vistazas a Explorer Glacier.
Luego el sendero es un paseo perfecto para los sentidos, por caminos con encanto, plataformas sobre los riachuelos salmoneros con una lluvia intermitente al principio que luego ya fue más persistente.
El introducirse por el Williwaw Nature Trail hay que hacerlo sí o sí. La otra parte es bonita, pero por aquí se disfruta como un enano y el hacerlo bajo la lluvia le ponía un toque mágico extra. Eso sí, luego nos hartaríamos de los cielos nubosos y la lluvia, pero por entonces no nos importó. Nada más empezar por este sendero ves excrementos de moose por todas partes, aunque no vimos a alguno. Luego llegas a las zonas más salmoneras y buah, bancos de salmones por todas partes, especialmente llamativos unos de tonos rojizos. Por aquí nos encontramos a las únicas personas de toda la excursión.


Una vez de vuelta en el sendero principal, volvimos rapidito para no acabar empapados. Ya en el coche y bajo una fuerte lluvia llegamos al alojamiento, donde conocimos a la mujer de la casa ya que no podíamos abrir la puerta del dormitorio y es que por lo visto cerramos la misma con el cerrojo echado. Ella nos comentó que era habitual y ya nos sirvió para ver su mega salón con vistas de aúpa. Tras la ducha de rigor, cenamos viendo serie y a descansar.
Nada más dejar el coche en el inicio del sendero hay un cartelito de avistamiento de oso reciente en la zona. Nos ponemos a leer y al final vemos que el avistamiento fue a finales de junio, tiempo ha. Menos mal. La cascadita se encuentra a 5 minutos andando por un sendero claro, con escalones y cuerda para hacer frente la subida más pronunciada ya que el camino está inmerso en un frondoso bosque bastante embarrado. La caída de agua bonica, curiosa, pero si no tienes tiempo de sobra no la haría. Para nosotros hizo su cometido a las 6 de la mañana.


Una vez en el coche, volvemos a la casa y yo me preparo para realizar una de las excursiones en solitario que a lo largo del viaje quería realizar. Se trata de la parte inicial del Crow Pass Trail, un sendero de unas 23 millas que parte del Crow Creek Trailhead y que va hasta Eagle River Nature Centre. Se trata de una sección del sendero histórico Iditarod, que va de Seward a Nome y que se utilizó anteriormente como medio de transporte, correo y ruta para los primeros colonos de Alaska. Yo quería realizar la primera parte, la que llega hasta el glaciar Raven, que es la más dura y la más bonita. En total, ida y vuelta son algo menos de 12 kms y 700 metros de desnivel.
Cuando me dirijo en coche dirección a la cabecera del sendero voy con la mosca detrás de la oreja, ya que tengo la “suerte” de que la famosa carrera de Trail running Crow Pass Crossing que iba a celebrarse el 23 de julio, fue pospuesta a justamente hoy porque el cruce del río aquel día era peligroso. La carrera empieza a las 9, pero cuando yo llego a las 7 donde se deja el coche, apenas hay un par de ellos, así que contingencia superada.
Comienzo el camino y desde el principio pica para arriba por un sendero claro, ancho y bastante llevadero. Estoy algo nerviosillo porque estoy más solo que el uno y el primer kilómetro está bastante cerrado de vegetación y recordemos que esto es Alaska y por aquí rondan los osos. O eso dicen. Pronto tengo mis primeras vistas al valle del que vengo.

Al poco rato llego a una zona de vistas abiertas, de tundra, que ya no me abandonaran. Voy más tranquilo porque cualquier movimiento se divisa a lo lejos. Comentar que por el camino me iba encontrando banderitas y cartelitos de la inminente carrera de montaña. Cuando llevo poco más de dos kilómetros hay una bifurcación. El ir por un camino u otro es indiferente ya que vuelven a unirse más arriba, solo que el camino de la izquierda es más corto y empinado y el de la derecha asciende haciendo algún zigzag por la zona de derrubios. Yo tomo el de la izquierda y luego bajaré por el otro.
Empiezan a divisarse restos de maquinaria de la mina Monarch que operó en la zona en la primera mitad del siglo XX. Antes de unirse de nuevo los dos senderos se encuentra la parte más dura del camino, con un desnivel que hace que aprietes los dientes, pero el paisaje y esas caídas de agua del Crow Creek, recompensan el esfuerzo.


El sendero se convierte en uno pasados los 3,5 kms y se convierte en un camino mucho más llevadero, con poco desnivel, que nos lleva hasta el idílico Crystal Lake. Allí me encuentro con las primeras gentes en toda la excursión: algunos han pasado la noche en sus tiendas de campaña y otros se notan que son parte del staff de la carrera que ha de venir.
Sigo avanzando, dejando las fotos del lago para después pues está cubierto de una densa niebla. No obstante, un poco después veo que se ha levantado un poco y no dudo en hacer una instantánea. Cruzo un arroyo por encima de unas piedras puestas para tal caso. Yo en esos momentos estoy disfrutando muchísimo del paisaje y eso que no he llegado al plato fuerte, que es Raven Glacier.

Y llego a Crow Pass, tal como indica un cartel, donde ya se divisa algo el glaciar. Voy dirección al mismo y… buf, impresionante la lengua. Allí me tiro un buen rato, haciendo fotos, tomando unas galletas, retozando. Genial. Lástima de que el sol esté justo enfrente. Por la tarde debe ser estupendo.

Vuelvo por el mismo camino por donde he venido. Antes de llegar a Crystal Lake, me encuentro con unas perdices. En Crystal Lake, me acerco al mismo a hacer unas fotos. Es precioso con su refugio al lado, pero el día se está nublando a marchas forzadas. Así que con pesar y sabiendo que me espera mi mujer, comienzo a descender.



El sendero de vuelta está en su inicio de lo más entretenido, cruzando caídas de aguas, caminando por el campo de derrubios viendo más arriba unas cuantas cabras y más abajo a los corredores que ya han iniciado la prueba. Una vez llegada a la intersección ya apenas veo a los corredores más retrasados y desde ahí aprieto el paso para llegar cuanto antes al alojamiento.



Camino a seguir cruzando caídas de agua del glaciar que se ve más arriba. Vistas al valle. Mountain Goats en los riscos superiores
A las 10:30 estoy en el alojamiento y ya con mi señora vamos a la primera actividad conjunta que teníamos pensada, que era visitar el Alaska Wildlife Conservation Center que está a 15 minutos. El centro vale 18$ por barba y está pero que muy bien. El centro recibe animales heridos y huérfanos y les proporciona recintos espaciosos y un cuidado animal de calidad.

Estuvimos allí un par de horas y lo dicho, ves todos los animales típicos de Alaska y el paisaje que rodea el recinto es precioso. Eso sí, pasamos un poco de fresquito al no ir muy abrigados y moverse un viento que se te metía por todo el cuerpo.



De allí cogimos la carretera a Portage Glacier y enseguida llegamos a nuestra siguiente parada, Moose Flats Wetland, una zona pantanosa donde es posible ver fauna, principalmente alces, aunque es cierto que la mejor época es en invierno. El aparcamiento es muy grande y apenas hay un par de coches. Hay unos cuántos senderos y zonas de picnic para pasar el rato. El senderito hasta la plataforma que te permite ver la principal zona pantanosa muy cortito y plano, primero atravesando un pequeño bosque y llegando a la plataforma donde se ve el glaciar Explorer.



Por el bosquecito. En la plataforma de observación.
Volvimos al coche, dando un rodeo para ver mejor la zona. Por allí 4 jovencitas estaban con intenciones de meterse en el gélido río. Solo de pensarlo se me corta la sangre. En el coche comimos y ya nos dirigimos a la zona de aparcamiento del Explorer Glacier Lookout, ya que íbamos a realizar gran parte del Trail of Blue Ice.

Nuestra intención era partir de ahí e ir hasta la última poza - estanque, justo el que se encuentra después del final de Williwaw Nature Trail, volver por dicho Trail hasta el campamento que hay allí y de nuevo coger el Blue Ice Trail de vuelta. En total casi 11 kms prácticamente planos.
El inicio no pudo comenzar mejor. Vistazas a Explorer Glacier.

Luego el sendero es un paseo perfecto para los sentidos, por caminos con encanto, plataformas sobre los riachuelos salmoneros con una lluvia intermitente al principio que luego ya fue más persistente.

El introducirse por el Williwaw Nature Trail hay que hacerlo sí o sí. La otra parte es bonita, pero por aquí se disfruta como un enano y el hacerlo bajo la lluvia le ponía un toque mágico extra. Eso sí, luego nos hartaríamos de los cielos nubosos y la lluvia, pero por entonces no nos importó. Nada más empezar por este sendero ves excrementos de moose por todas partes, aunque no vimos a alguno. Luego llegas a las zonas más salmoneras y buah, bancos de salmones por todas partes, especialmente llamativos unos de tonos rojizos. Por aquí nos encontramos a las únicas personas de toda la excursión.


Una vez de vuelta en el sendero principal, volvimos rapidito para no acabar empapados. Ya en el coche y bajo una fuerte lluvia llegamos al alojamiento, donde conocimos a la mujer de la casa ya que no podíamos abrir la puerta del dormitorio y es que por lo visto cerramos la misma con el cerrojo echado. Ella nos comentó que era habitual y ya nos sirvió para ver su mega salón con vistas de aúpa. Tras la ducha de rigor, cenamos viendo serie y a descansar.