Datos de la etapa:
Altitud ganada: -100 m
Ascenso total del día: 1192 m
Elevación máxima: 5005 m
Distancia recorrida: 17. 6km
Tiempo: 7h 40m
Uno de los días grandes de todo el circuito, y también uno de los más duros. Lo más habitual es empezar este día antes del amanecer, en parte porque así evitas el pico de gente, y en parte porque a media mañana empieza a soplar viento en el lago y se pueden meter las nubes, así que hay quien antes de las 5 ya está andando. Yo dije que las 6 me parecía mucho más razonable, y eso hicimos. A esa hora todavía no había amanecido pero había suficiente luz como para no necesitar usar el frontal. Hacía frío y empezamos a andar con el plumas puesto, pero en cuanto empezamos a subir entramos en calor y en cuanto salió el sol nos sobró el abrigo.


Primeras impresiones
El ascenso es continuo y sin tregua. No es particularmente empinado pero a más de 4000 m cada paso es un triunfo. Vimos muchos, muchísimos caballos, sobre todo con turistas indios, mayoritariamente jóvenes. Recuerdo uno, un chico todo repeinado, que iba fumando en el caballo, y cuya mayor preocupación era no despeinarse para luego salir bien en la foto de IG. Tengo poca paciencia con ese tipo de gente. También había turistas indios andando, y alguno hasta llevaba una mini botella de oxígeno. Ya os conté que muchos hacen esta excursión sin aclimatar correctamente, y luego pasa lo que pasa… justo ayer leí que esta semana ha muerto un turista en Tilicho por mal de altura, un coreano de 65 años. El mal de altura mata, y le puede pasar a cualquiera.


Muchos caballos en este tramo

La Grande Barriere
Los caballos levantan mucho polvo y entre eso, y que había bastante gente andando también, este tramo fue de los más masificados que recuerdo. La primera parte es un camino relativamente estrecho parecido al que habíamos seguido el día anterior. Al cabo de 3.4 km llegas a un baño muy rústico y empieza una zona de zigzags. Cuando por fin llegas arriba y piensas que te queda poco te das cuenta de que estás a 4800 y pico y todavía que queda un poquito por subir. Este último tramo para mí fue el más duro de todo el circuito. Esos últimos 2 km, 150 m de ascenso, fue la peor hora del viaje. Me empecé a encontrar mal, cansada como en mi vida, me costaba respirar y pensé que no iba a llegar al lago. Iba muy muy despacio, y cada paso era un esfuerzo hercúleo. Pero ese el truco: tienes que ir despacio, y centrarte en el siguiente paso. Y en el siguiente. Y en el siguiente. Y no pensar más allá. Y así, poco a poco, llegué a Tilicho Lake. Cuando por fin llegamos, el guía enseguida se dio cuenta de que algo me pasaba porque lo primero que hice fue sentarme en lugar de ponerme a hacer fotos. A esas alturas ya me conocía lo suficiente como para saber que si no hago fotos al llegar a un sitio tan impresionante, malo. Necesité un rato sentada para recuperarme un poco y animarme a sacar la cámara. El paisaje que teníamos delante era, sencillamente, espectacular. Es difícil describirlo con palabras, y las fotos no le hacen justicia. Había mucha gente, eso sí. Y hacía frío, el viento era helado, y las manos se congelaban enseguida. No me quiero imaginar el frío que debe hacer cuando el lago está congelado. El lago congelado es bonito pero no es tan impresionante como cuando ves el increíble color azul turquesa del agua, y ese fue uno de los motivos de hacer el viaje en noviembre y no en marzo o abril.





Tilicho Lake
Una de las curiosidades del lago es el glaciar que cae directamente desde Tilicho Peak y desemboca en el agua. Por lo visto este glaciar ha retrocedido bastante en los últimos años, y lo normal es que acabe desapareciendo. Las vistas desde la teahouse (sí, hay una teahouse junto al lago, muy básica pero puedes tomarte una bebida caliente si quieres entrar en calor) son excepcionales. Mesokanto La, el paso de montaña que conecta Tilicho con Jomson, está justo pasado el lago, siguiendo un camino que bordea el lago por la derecha. Es una ruta larga y dura, y necesitas ir preparado con tienda para dormir una noche por el camino, guía, comida, crampones, piolet… A la izquierda tienes Tilicho Peak, y detrás los Nilgiris, aunque no se ven. En noviembre no había nieve a nivel del lago, pero creo que es cuestión de suerte porque en esa época ya te puedes encontrar alguna nevada buena. Las fotos más bonitas que he visto de Tilicho son las que tienen nieve en el suelo pero el lago todavía no está congelado, y tienes el contraste del color del agua con el blanco de la nieve.


La Grade Barriere y Tilicho Peak
Cuando llegamos al lago eran como las 9:45. Habíamos tardado 3 horas y media desde basecamp, y para cuando llegamos los grupos que habían subido a caballo ya se habían dado la vuelta. Aguantamos poco más de media hora arriba; el frío y el viento eran intensos. La bajada fue mucho más rápida, y en menos de 2 horas estábamos de vuelta en basecamp.




Volviendo a basecamp
En cuanto empezamos a bajar empecé a encontrarme mejor, y para cuando llegamos a basecamp estaba cansada pero completamente recuperada. No sabría decir si había sido mal de altura (porque no me dolía la cabeza), o simplemente cansancio y falta de oxígeno. Curiosamente, cuando cruzamos Thorong La unos días después no tuve absolutamente ningún problema, así que quiero pensar que lo de subir a Tilicho para aclimatar funcionó. Cuando llegamos a basecamp no teníamos claro dónde dormir esa noche. Mi plan original era dormir en basecamp y descansar esa tarde, pero el día siguiente sería bastante largo. El guía insistía en que lo mejor era llegar hasta Shree Kharka esa tarde. Al final, la falta de habitaciones libres en basecamp lo decidió por nosotros, y después de comer pusimos rumbo de vuelta a Shree Kharka. Si volviera no lo haría así: creo que lo mejor es empezar el ascenso al lago un poco más tarde para evitar el frío, los caballos y las aglomeraciones, y bajar luego tranquilamente a basecamp y pasar la tarde allí, y al día siguiente aceptar un día largo pero sin grandes ascensos.



La vuelta a Shree Kharka
Las 2 horas y cuarto que tardamos en llegar a Shree Kharka se hicieron un poco pesadas, pero el paisaje es tan espectacular que lo acabas disfrutando. Habíamos hecho ese recorrido el día anterior, pero la luz por la tarde es bastante distinta y lo vimos todo con nuevos ojos. Fue un día duro y largo, y esa noche nos quedamos en el Tilicho Peak Hotel, que es de los mismos dueños que el Tilicho Basecamp, y tienen el mismo menú (con los mismos precios, para mi sorpresa), así que la comida fue un poco regulera, pero la habitación y la ducha estaban bien. Como habíamos avanzado más de lo planeado ese día, el día siguiente sería bastante fácil. Teníamos dos días sencillos por delante antes de afrontar el temido Thorong La…