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No hace falta que diga como he dormido y lo super bien que huele todo el hotel y lo simpáticos que son todos.
Al final no nos hemos levantado para ir a la piscina porque nos hemos quedado dormidos pero hemos ido después de desayunar porque además anoche me acosté muy tarde, se estaba tan agustito en el sofá con la super tele que me puse a leer y me terminé “MUU” de David Safier
( es la historia de una vaca Holandesa que decide irse a la India porque en Holanda la van a matar). Este verano estoy leyendo los libros de David Safier, porque son tonterías y me río, además los míos de Laura Gallego misteriosamente han desaparecido el ebook .También he leído “Más maldito karma” y voy a empezar “Tres abuelas y un cocinero muerto” Mihna Lindgren
El desayuno lo resumo en que tenían de todo incluso huevos con bacon pero lo más top es que una chef estaba sólo para hacer gofres y les ponía de todo: brownie, nutella, toffe, chocolate blanco, fruta…de todo así que mi hermano y yo nos hemos comido unos cuantos. Había una parte sólo para hacer té. Té masala, té negro té verde. Hacían el té que quisieses. Hasta una parte detox todo con cosas integrales y frutas y germinados.
Después del desayuno, un rato de piscina y a Fratepur Sikri. Yo he protestado un poco la verdad porque estoy harta de tantos monumentos que son parecidos y quería quedarme en la piscina y en el hotelazo, pero bueno lógicamente no me han hecho caso y encima mi hermano dicendo que si viajas siempre en hoteles tan buenos y con conductor y de ciudad en ciudad en avión te pierdes muchas cosas porque llegas del aeropuerto al hotel, te llevan al Taj mahal, de vuelta a la piscina del hotel, cenar en el hotel, al día siguiente te llevan al fuerte vuelta y que así no pruebas la comida de la calle, ni hablas con la gente ni nada. No digo que no tenga razón, pero que dos días en un viaje de 29 en un hotel así tampoco pasa nada.
Es verdad que en el hotel había un montón de españoles y ningún grupo hablabla con otro, sólo entre ellos y sin embargo cuando hemos estado en otros hoteles o restaurantes o la calle siempre hemos hablado con la gente y contado cosas del viaje. El camarero que atendía nuestra mesa muy simpático con nosotros diciendo que el hotel está lleno de españoles pero que casi ninguno hablaba inglés y que por fin con nosotros podía hablar y nos ha preguntado por “La tomatina” y mi madre diciéndole que cómo es que sabe de esa fiesta y él que si era por algo religioso o que y nosotros riéndonos, si hombre San tomate ¿te imaginas?, le hemos dicho que no es religiosa y que nunca habíamos ido y él sorprendido y preguntándonos muchas cosas de España. Al final todo el hotel lleno de españoles y nosotros hablando con los indios.
Y con la chef de repostería también porque hace una tartas y gofres increíbles, le hemos dicho que se fuese a un Marriotte de España y ha dicho que ojalá pudiese y ya mi madre se quería traer también al chef Sijk.
Después de todo esto, carretera y a Fratepur Sikri. Vale bonito, pero a mí ya me parece todo un poco igual. Después de tantos fuertes y templos y tumbas.
El coche se queda en un parking y un bus te lleva hasta la entrada por 10INR. En el bus hemos coincidido con unos cordobeses y el ratito de trayecto nos hemos contado batallitas. La entrada 500INR, porque sí, pero eso puesto con un sello, porque el precio que pone la entrada es 250INR, la han subido como todas en los últimos meses. Otra vez que la edad de mi hermano, mi madre que 14 y ya iba a sacar el pasaporte cuando el guarda le ha dicho: oh no, no, I trust you.
La ciudad de Fratepur Sikri es roja, entera de arenísca y como todas las fortalezas primero tiene la zona de las caballerizas, luego los jardines, en los jardines una fuente dónde tocaban los músicos y bailarines, también están las salas de audiencias , una con una columna enorme en el centro que según dice la mandó construir el emperador como símbolo para unir las cuatro religiones, hinduismo, budismo, musulmana y cristiana, así que la columna tiene diferentes anchuras y grabados a diferentes alturas, cada uno representativo de una religión.
Todos los indios estaban intentando abrazar la columna, supongo que por alguna superstición pero no llegaban a juntar las manos. Mi hermano se ha subido y a la primera la ha abrazado entera, pero claro es que mi hermano mide ya 1,78 o más, casi 1,80 y los indios eran bajitos, así no se puede.
Hay una sala, la sala del tesoro con cajas fuertes de piedra para guardar joyas y al final algo que parecen establos pero que es donde las sirvientas vivían y hay unas argollas de piedra dónde ataban cortinas para separar la habitación de cada una.
Hemos pasado un buen rato viéndolo todo incluso senados en una esquina en la que corría vientecito y los indios venga a hacernos fotos, así que yo he cogido la nikon de mi padre y me he puesto con toda la cara del mundo a hacer fotos de todas las chicas con saris bonitos que veía e incluso de las manos pintadas de henna.
Cuando ya nos hemos cansado de darle vueltas a todo el recinto hemos salido a la explanada dónde dejan los autobuses y la hemos cruzado para ir a la mezquita de … que es la segunda más grande de la india, después de la de Delhi y muy bonita. Conforme nos íbamos acercando a la mezquita ya ha empezado el acoso, mira que levamos días en la India, pero es que acoso, acoso: niños que les diésemos las entradas, claro nosotros hemos preguntado que para qué las querían: unos que las coleccionaban, otros que con ellas hacían postales, al final hemos deducido y uno nos ha dicho que las revenden. Les quitan el holograma que llevan y las falsifican. ¡Claro, por eso cuando entramos al pequeño Taj el guarda se quedó las entradas!, ya nos había extrañado.
El caso es que los cien metros hasta la mezquita fueron de los más pesados. Pero lo mejor vino ya en las escaleras de la mezquita : un niño que shoes off, shoes off , nosotros que sí, que ya vamos, como todo el mundo en el último escalón. Con lo respetuosos que somos. De repente no sabemos de dónde aparece con un pareo empeñado en ponérselo a mi hermano porque decía que los pantalones eran cortos (y los lleva por debajo de la rodilla, de los que son por media pierna) y en medio de todo esto vemos a mi madre haciéndole el pajarito y gritándole a un indio: do you like this??? Nosotros: Dios a mamá se le ha ido la pinza. Pero entonces otro hombre, musulmán de los que estaba con el niño se fue hacía el hombre al que mi madre había gritado y le echó una bronca que casi le pega. Resulta que el indio estaba con un palo selfie todo el tiempo haciéndole fotos a mi madre y ya cuando mi madre se agachó intentó hacerle una del escote, que no lleva mucho porque sabemos que en estos países mejor ir sin tirantes ni nada de eso, per el caso es que el chaval pues venga con las fotos. Nos moríamos de risa ver a mi madre que parecía la niña del exorcista gritándole al indio y luego el otro que para rematar casi le pega. Era un indio pijo, haciendo turismo. Le está bien empleado por salido. El caso es que después de esto mi madre super enfada ha cogido los zapatos y ala, se acabó la mezquita y ahí os quedáis. Y entonces el musulmán detrás de nosotros que por favor, que no nos enfadásemos que podíamos entrar libremente que los pantalones de mi hermano estaban perfectos porque la rodilla iba cubierta, que por favor entrásemos que no toda la gente en india igual y hasta le ha pegado un pescozón al niño pesao del pareo.
Hemos visto un poco el patio central y la celosía dónde está el sufí enterrado, todo vigilado desde lejos por el hombre que nos había ayudado que por lo visto es un responsable de aquello, para que no se nos acercase nadie a molestar.
Es bonita, casi más que la ciudad antigua de Fratepur que acabábamos de ver. Tiene cosas iguales como la puerta con lo que yo digo campanarios encima (pongo una foto y me entendéis) pero o está mejor conservada o es que la construyeron con más elaboración porque tiene incrustaciones de nacar blanco o mármol en la arenisca roja y el contraste es muy bonito. Y además gratis (si consigues que no te saquen rupias por pareo, dejar zapatos o lo que sea).
Bus de vuelta al parking y otros españoles y otro rato de charla: itinerario, precios etc. Ellos van un grupo de 5 amigos y nos han dicho que la india es caro, que comer les cuesta como en Madrid y claro nosotros: ¿qué?, los massala rondan los 120-150, si pagas200 ya es caro. Los roti son 10, el rice 30, los sweet lassi como mucho 50 y ellos diciendo que por los massala no habían pagado menos de 500. Que los paran a comer en sitios muy caros. Que es por miedo a ponerse malos y esas cosas. Nosotros la verdad no nos hemos puesto malos, sólo la barriga algunos días un poco suelta, pero enseguida mi madre nos da sus potingues de bacterias y ya está. No hemos tenido fiebre, ni vómitos ni tener que estar sin poder hacer nada, sólo eso que al ir al servicio de vez en cuando un poco sueltecito. Cuando mi padre estuvo mal en Karujaho era porque le dolía mucho la cabeza y un poco el estómago pero tampoco fue la diarrea del viajero ni nada de eso. Más bien eran las cervicales. Tendrá que darse otro masaje como el de Udaipur.
Terminaron preguntándonos precio de ropa y otras cosas y nos despedimos de ellos.
Al volver a Agra, porque Fratepur está 35 km de Agra, hemos parado a ver dos templos y pasado otra vez por el fuerte rojo y al lado del río por el pequeño Tal y vuelto a ver el Taj . Le hemos dicho a Ranvir que nos llevase a un bazar y no ha querido porque dice que hay muchos carteristas y no es seguro. Bueno, pues mejor para mí más tiempo de piscina y la verdad otra vez estar por las calles quitándote a la gente de encima no tengo ganas.
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