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16 de diciembre. Mero día de trámite. Mi autobús de ADO salía hacia Palenque a las 11:20.
Tras el desayuno, fui a cambiar dinero a un banco en la calle 10, al lado de la Mansión Carvajal. El cambio en este banco fue de $22’55 sobre un cambio oficial de unos $24. Aprovechando, quise visitar la Mansión Carvajal, pero estaba completamente cerrada y no había signos de que la fueran a abrir. Esta casona fue construida a principios del siglo XVIII y en el interior destacan detalles de estilo morisco en arcos, patio, pasillos y andadores. Era casa del hacendado Fernando Carvajal, que fue dueño de la hacienda más extensa de la península, la hacienda de Uayamón. En la actualidad es sede del DIF de Campeche, Desarrollo Integral de la Familia, algo así como un organismo público para la protección de los derechos de los niños.
Volví hacia el hotel y como vi que cerca había otro baluarte, el de Santiago, allá que me fui. En su interior se puede visitar el Jardín Botánico Xmuch’ Haltun, que significa “agua que brota de la tierra”.
Era demasiado tarde para verlo así que regresé al hotel, pedí un taxi y me fui a la estación de autobuses de ADO.
El viaje a Palenque fue bastante largo. Estaba previsto que llegase a las 17:20, o sea 6 horas, pero se retrasó media hora. Durante el camino hizo un par de paradas en las estaciones de Escárcega y Emiliano Zapata y otra parada técnica para tomar algo o descansar cerca de Escárcega también. De lo que más recuerdo del recorrido creo que fue al llegar a Champotón, por el color azul del agua del mar. Tuvimos como no nuestro habitual control migratorio.
Al llegar a Palenque, por suerte el hotel Maya Tulipanes está a menos de 5 minutos de la estación. Al entrar en el hotel me tomaron la temperatura y me dieron gel hidroalcohólico, pero es que encima me midieron la saturación de oxígeno en sangre y apuntaron el dato en una libretita.
El centro del hotel está ocupado por el vestíbulo, el restaurante y la piscina, en torno a los cuales se estructuran las habitaciones en 2 plantas. Por si vais con maleta pesada, el hotel no tiene ascensor. El hotel está clasificado como de 4 estrellas, aunque para mi gusto, viendo las habitaciones creo que alguna estrella ha perdido por el camino.
Las habitaciones tienen escritorio, televisión de pantalla plana, aire acondicionado (muy ruidoso), ventilador de techo (preferible por el ruido al aire acondicionado), mesa pequeña, etc... El cuarto de baño es con ducha y está separado de lo que es el lavabo, que se encuentra en la propia habitación. La presión del agua en la ducha no es una maravilla y agua caliente, me parece que poca salía en cuanto se abría un poco el grifo de agua fría. La Wifi funciona bien en todo el hotel. Pensaba que iba a ver mosquitos en la habitación pero no fue el caso. La ventana tenía mosquitera.
Acerca del cambio de dinero, a menos que lleves dólares estadounidenses, no se puede cambiar. Para euros hay que ir a alguno de los bancos de la ciudad. Siguiendo la calle del hotel, como a 3 cuadras o así, hay una sucursal del Banco Azteca, aunque no llegué a ir.
Por lo que respecta al desayuno, es de tipo americano, consistente en café o té, zumo de naranja, un par de tostadas de pan de molde con mantequilla y mermelada, un plato caliente para elegir entre huevos (no me acuerdo cómo los preparaban) o chilaquiles con pollo. Clara la elección del plato caliente por mi parte. También ponían otras tazas con pico de gallo y otras salsas.
Como pude comprobar, prestan paraguas. Me vino muy bien porque la previsión meteorológica no era muy halagüeña para los siguientes días.
Por último, el hotel tiene su propia agencia de viajes, que se llama Palenque Mágico. Como comenté en la etapa de planificación del viaje, ésta era de las agencias en las que actualmente sólo se podía reservar al llegar al hotel en la recepción. Como me enteré de que había un aforo del 30% en los sitios arqueológicos y no sabía si habría mucho turismo, no me fie y no contraté ninguna de las dos excursiones que hice con ellos.
En líneas generales el hotel está bien si se quiere algo económico, con restaurantes al lado y la estación de autobuses a menos de cinco minutos. Para caprichos o disponiendo de coche, pues la Quinta Chabnanal.
Después de establecerme en la habitación, fui al hotel Chablis Palenque para pagar los $685 de la excursión a Palenque, Misol-Ha y Agua Azul.
No tardando mucho, me fui a cenar al restaurante Maya Cañada, donde pedí lo siguiente:
- Agua de guayábana
- Guacamole
- Pollo con mole chiapaneco
- Pan de elote con helado de coco
Todo muy bueno. El servicio bien, aunque a veces les faltó un poco de rapidez, teniendo en cuenta que había muy poca gente en el restaurante. La cuenta fue de $440.
www.tripadvisor.es/ ...exico.html
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